MR - "House of X” #001: la semilla de una nueva historia mutante
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Cuenta la leyenda, que un día Jonathan Hickman volvió por todo lo alto a Marvel, su casa. Esta vez para escribir al último gran grupo de héroes que le faltaba, los X-Men. Así comienza, con House of X.
HOUSE OF X #001
Publicación: 24/07/2019
Guion: Jonathan Hickman
Arte: Pepe Larraz
Tintas: Pepe Larraz
Color: Marte Gracia
Rotulado: Clayton Cowles
Los mutantes cuyas historias se centraban en la marginación que sufrían por ser diferentes, y que más recientemente, habían sufrido de una “marginación editorial” que dejaba claro que si Marvel no podía explotarlos por completo, tampoco podría hacerlo Fox. Pero los mutantes están de vuelta en su casa también, y por ende, merecen su lugar central en Universo Marvel.
Lo que vemos en las primeras páginas, se siente como algo que ya hemos visto antes: mutantes en búsqueda de un hogar. Pero de alguna manera, también se siente diferente, pues ese hogar ya no es vivir marginados y escondidos, sino al contrario, están reclamando la tierra entera como suya por derecho evolutivo y pretenden estar en todos los lugares que quieran.
En este primer número, se plantan las semillas (en sentido figurado) de algo que a priori se nota que es grande, muy grande. La raza mutante parece unida por un plan maestro de X, su viejo nuevo líder, quien parece vigilar cada detalle de los recursos tecnológicos, geográficos y humanos que están al alcance de su raza.
Conforme avanza la historia, vemos un montón de nombres familiares hacer su parte en este nuevo Estado mutante que se erige, Krakoa. Tienen un líder, un país, embajadas en ciertas partes del mundo y hasta su propio idioma. Ahora parece que sí se las traen de verdad.
Es un número introductorio, de esos que no avanzan nada pero muestran muchas cosas a la vez: naves espaciales, una colonia cerca del sol, el atardecer en Jerusalén y el amanecer de un nuevo día para los Homo superior.
La historia es atrapante, demasiado familiar como para perder el hilo, pero con suficientes pequeños retazos de lo que estará pasando más adelante (no solo en la serie, sino en los comics de los X-men en general) como para desear leer al menos 100 páginas más.
Los dosieres a los que el escritor acostumbra son el complemento perfecto para explicar nuevas ideas y recordar antiguos elementos de la historia mutante y de otras historias escritas por el propio Hickman. (Sí, es un genio, volvió a conectar todas sus historias aunque esta vez de manera más indirecta)
El arte es como para sentarse y admirarlo. Pepe Larraz hace un excelente trabajo recreando muchos disfraces clásicos en un estilo de dibujo más moderno y también dibujando nuevos elementos del entorno mutante.
Es un número con mucha naturaleza llena de verdes vivos y con el característico color amarillo de los trajes de los X-Men, pero la vista no se cansa gracias al manejo de las sombras y los contornos que siempre muestra este dibujante español.
PD: Si ven a Cyclops un poco diferente, no se asusten, solo recuerden que por fin está consiguiendo lo que tanto había buscado en los últimos años. Así como nosotros, que pedíamos a gritos una historia de los X-Men que se sintiera realmente importante y épica, y tras solo un número no parece prematuro decir que la hemos obtenido.