MR - "Giant-Size X-Statix #001" (2019): ups, lo hice otra vez
X-Statix, de Peter Milligan y Mike Allred es una de las series más recordadas por lo fans de la década pasada. Como dijimos en nuestra reseña respectiva, fue un título muy bien escrito y dibujado, además de ser extremadamente raro y ofrecer algo que ningún otro cómic de Marvel, y pocos en el catálogo de súpers, podía entregar. Luego de una ausencia demasiado prolongada, esta semana regresa a las estanterías, de la mano de un one-shot que promete recordarnos todos los buenos momentos que pasamos con este puñado de mutantes, más preocupados de la fama y fortuna que de honrar el sueño de Charles Xavier.
Esta entrega hace un gran trabajo al volver a presentarnos a X-Statix y a los miembros del grupo a través de los ojos de Katie Jones, que mediante sus monólogos rápidamente nos recuerda su relación familiar con U-Go Girl, la teleportadora del equipo original. Sin embargo, rápidamente es contactada por Dead Girl, quien le indica que es hora de abrazar su legado mutante, y reunirse con los ex-compañeros de su hermana para enfrentarse a un peligro que solo ellos pueden evitar.
Milligan vuelve a utilizar estas páginas para crear una ácida sátira de una sociedad aún como entonces, obsesionada con la imagen, pues si al principio del 2000 era con la tv y los reality show, ahora es con las redes sociales y Netflix. Hay muchas referencias a la cultura pop, y una maravillosa sensación de imperfección en sus viñetas que hace que todo se sienta muy real, como algunos diálogos de los personajes que son habituales en la vida diaria, pero pocas veces pueden leerse en los cómics.
Por ejemplo, ahí tenemos el caso de Dead Girl, quien se disculpa por un chascarro durante el uso de sus poderes, o del nuevo personaje Mirror Girl, cuyo poder es crear reflejos de los rostros, aunque nos advierte que "ignoren la nariz. No soy muy buena con ellas" o que su espejo "no miente. Bueno, lo hace ocasionalmente, pero en este momento es muy honesto", situaciones que logran sacar una sonrisa.
Sumado a ese realismo, hay personajes que son únicos y no suelen estar representados en los cómics. Estoy anticipando quizá algunas polémicas con respecto a la nueva miembro del equipo llamada Phatty, que podría considerarse ofensiva para algunos, pero que sin duda entrega un potente mensaje sobre la imagen corporal. Hay otros comentarios sociales en esta entrega —la mención al #MeToo, por ejemplo—, lo que demuestra la intención de los autores de dar sustancia al marco de la narración, y su compromiso con la contingencia.
Pero esta sátira también está dirigida al aspecto más comercial de la industria del cómic, pues también se burla de la manera en que son tratadas las muertes y resurrecciones de los personajes, y no lo sabremos nosotros, con los retornos de Wolverine o Cyclops como ejemplos recientes. Los personajes relativizan el hecho de estar vivos, y hacen comentarios jocosos acerca de por qué están acá, si se supone que están todos muertos.
De todas formas, esos elementos paródicos no son excesivos —esta no es una comedia tipo Deadpool—, y están ahí para engalanar lo realmente importante, que es la historia. Para traer al grupo de regreso, Milligan se saca de la manga una excusa bastante fiel al concepto central de la colección original, pero por supuesto, dando un paso adelante para crear un argumento que nos deje con ganas de más. Este no es simplemente un refrito, si no una evolución de este equipo de alquiler.
El arte de Mike y Laura Allred sigue siendo sobresaliente. Es brillante, limpio y se inclina fuertemente hacia lo extraño, a pesar de beber fuertemente del estilo pop-art. Phatty, la heroína que ya nombramos y que puede manipular su tejido adiposo, es difícil de dibujar, pero Allred logra que sus excrecencias se sientan todo lo fluidas que deben ser. Los detalles en los fondos exudan personalidad, y las explosiones o halos de energía parecen siempre estar a punto de salir de las viñetas. El lenguaje corporal también está a gran nivel. Se entrega mucha información a través de cómo los personaje se posicionan a si mismos, o las posturas que adoptan, pero también con de las expresiones faciales, apartado en el cual me atrevo a decir que Allred ha evolucionado notablemente desde los tiempos de la serie original.
Y no obstante todo lo anterior, la guinda de la torta no la encontramos en el cómic mismo, sino en la imagen promocional de la última página, donde se anuncia que las tramas acá iniciadas continuarán en una nueva serie llamada The X-Cellent, de este mismo equipo creativo, y que comenzará su andadura en el 2020. A estas alturas no nos cabe duda que el trinomio X-Force / X-Statix / The X-Cellent será uno de los puntos altos de un cómic de superhéroes que con demasiada frecuencia tiende a transitar solo por lugares comunes.
En resumen, podemos concluir que Giant-Size X-Statix es el regreso a la gloria de Milligan, Allred y su puñado de adorables criaturas. Parece que el tiempo no ha pasado, y esta entrega mantiene la misma magia y mala leche que la serie original, lo que nos deja comiendonos las uñas hasta que comience The X-Cellent. Parafraseando a la banda estadounidense Green Day, "wake me up when 2019 ends..."
Milligan raramente defrauda. Me tiene pegado su Britannia.