"The A-Team (Los Magníficos)" (1983): amamos cuando un plan se concreta
Hace 10 años, un tribunal militar condenó a prisión a unos comandos por un crimen que no cometieron. Esos hombres escaparon del presidio y se instalaron clandestinamente en Los Ángeles. Hoy, aunque el gobiernos los busca, si alguien tiene un problema, necesita ayuda, y puede localizarlos, tal vez pueda contratar a... ¡Los Magníficos!
Si fuiste uno de aquellos que, como yo, era un asiduo a la televisión durante los años 80 y 90, sabrás que la anterior corresponde a la introducción de uno de los show iconos de la parrilla catódica de la época, The A-Team, conocidos en este lado del mundo como Los Magníficos, un grupo de aventureros que nos servían de vía de escape para las trivialidades de la niñez, y nos hacían sumergirnos en un mundo de acción y balas rasantes. Adentrémonos entonces en la historia de este cuarteto de mercenarios bienhechores de destrucción masiva, mientras dejamos que nuestro cerebro viaje al pasado para recrear no solo las historias que nos hicieron vivir, sino que también el aroma a pan tostado de la once que preparaba mamá mientras mirabamos la caja tonta en aquellas entrañables tardes.
Los Cuatro Fantásticos
Los Magníficos fue una serie de televisión creada por Frank Lupo y Steve J. Cannell, emitida originalmente en la cadena estadounidense NBC entre 1983 y 1987, convirtiéndose desde el principio en un gran éxito, y liderando la sintonía en su canal natal y en el resto de los países donde se transmitió. Su emisión se extendió por 5 temporadas, y 98 episodios. Como su introducción indica, la trama gira en torno a las aventuras de cuatro ex-miembros del ejército de los Estados Unidos, que se habían destacado por su pericia durante la Guerra de Vietnam, y que en 1972 fueron condenados a presidio por un delito del que no eran responsables.
Los cuatro integrantes del equipo —su líder, el Coronel John “Hannibal” Smith, el Sargento B. A. “Mario" Baracus, el Capitán “Howling Mad” Murdock y el Teniente Templeton “Faz” Peck— conseguían escapar de prisión y, pese a que eran buscados por el gobierno americano, se radicaban en Los Ángeles, ganándose la vida como justicieros a sueldo, defendiendo y ayudando a aquellos que tienen problemas o sufren con los abusos de delincuentes o mafias locales.
Más allá de la premisa básica de la serie, la intención de sus creadores fue amalgamar un grupo de shows y películas por entonces exitosas, como Misión Imposible, Los 7 Samurais, Misión del Deber, e incluso Los Doce del Patíbulo, para conformar los elementos que arropan la historia de estos 4 atípicos justicieros.
Una de las claves de su éxito sería la particular mezcla de gran cantidad de acción y adrenalina, con el carisma de sus protagonistas, y abundantes escenas de humor, las que estaban a cargo sobre todo del desquiciado y gracioso Loco Murdock (interpretado por Dwight Schultz), un experto piloto de aviones, helicópteros y cualquier cosa que pudiera volar, que se hacía pasar por un enfermo mental, y al que sus compañeros debían liberar cada vez que se enfrentaban a alguna misión.
El principal blanco de sus locuras era el gruñón Mario Baracus, representado por Mr. T, una de las personalidades más famosas de la época debido a su aparición en Rocky III. Baracus era un fornido soldado de color, dueño de un peculiar look dado por gruesos colgantes y joyas de oro, y un característico corte de pelo de estilo mohicano. Era el genio de la mecánica del grupo, y a pesar de aportar el músculo y la fuerza bruta, en el fondo tiene un gran corazón, adquiriendo el protagonismo en los episodios que trataban problemáticas sociales como el tráfico de drogas o la pobreza. Su gran talón de aquiles era su fobia a volar, y de ahí que fuera el encargado de conducir la famosa furgoneta negra con lineas rojas del equipo.
El cuarteto se completaba con Templeton "Faz" Peck, interpretado por Dirk Benedict, el niño bonito y galán del grupo, que se encargaba de proveer el equipamiento o conseguir información mediante el uso de su gran habilidad de persuasión, embustes, o de su encanto personal. Por tanto, Faz tomaba la primera línea de acción cuando durante la misión se cruzaban mujeres guapas, o se necesitaba capacidad de negociación. Siempre flirteando, también se caracteriza por su su vestimenta fina y estampa elegante.
Por último, encontramos al líder y cerebro del grupo, el Coronel John “Hannibal” Smith, personificado por el tristemente fallecido George Peppard, único miembro del cast protagónico que ha pasado a mejor vida. Maestro del disfraz, siempre con un puro en la boca, y dueño de la característica frase "adoro cuando un plan se concreta", Smith era el encargado de la planificación estratégica, a menudo ideando planes poco ortodoxos, pero efectivos.
Algunos de los personajes secundarios que rodeaban al grupo eran la periodista Amy Allen (Melinda Culea), quien ayudaba a los cuatro fugitivos dándoles información valiosa cuando la necesitaban. Ella participó hasta la mitad de la segunda temporada, cuando fue reemplazada por su compañera reportera Tawnia Baker (Marla Heasley). En el quinto año, se unió al equipo Frankie Santana (Eddie Velez), quien actuaba como experto en efectos especiales.
Durante sus aventuras, Los Magníficos se enfrentaban a la constante oposición de la policía militar estadounidense. Es así que sus principales antagonistas, además de los villanos de turno, fueron el Coronel Francis Lynch (William Lucking), que fue sustituido a partir de la segunda temporada por el también coronel Roderick Decker (Lance LeGault) y su ayudante el Capitán Crane (Carl Franklin). En el último tramo del cuarto año haría su aparición el General Bull Fulbright, quien sustituiría a Decker durante 8 capítulos, en uno de los cuales, incluso, recurriría a nuestros protagonistas para encontrar a su hija perdida en Vietnam. Este personaje tiene el dudoso honor de ser el único que moría en pantalla, dando cuenta del especial tratamiento de la violencia que nombraremos más adelante. La quinta temporada vería la introducción del General Hunt Stockwell, que obligaría al equipo a trabajar para él cuando están arrestados y pendientes de juicio, dándole un nuevo rumbo a la serie en su recta final.
Balas de utilería y elementos distintivos
En la estructura narrativa de la serie no había largos arcos dramáticos, pues la gran mayoría de los episodios están basados en una trama concreta que se resuelve en sus 45 minutos respectivos, a menudo con argumentos muy simples. Aparte de las historias que se sucedían en cada capítulo, la gracia de Los Magníficos está dada por su trepidante acción y elevado grado de violencia, la que sin embargo era tratada de modo casi caricaturesco, pues más allá de la lluvia de balazos, espectaculares volcamientos y grandilocuentes explosiones, nunca había nadie herido de gravedad, jamás veíamos sangre, y por supuesto, nadie moría. A pesar que veíamos a los enemigos volar por los aires o estrellar sus vehículos de manera rimbombante, siempre los veíamos salir por su propio pie, ya sea arrastrándose o cojeando, pero nunca con algo más que una magulladura.
Además de que, por haber formado parte de las Fuerzas Especiales, poseían un acabado entrenamiento en el uso de armas de fuego y cualquier tipo de vehiculo, nuestros chicos se hicieron famosos por su gran habilidad manual e ingenieril, gracias a la cual tenían una inusitada capacidad e inventiva para crear artefactos mecánicos o bélicos a partir de chatarra, o elementos que encontraban circunstancialmente en los sitios en que transcurría la misión. Por ejemplo, los vimos en multitud de oportunidades improvisando explosivos o proyectiles, creando trampas para los enemigos, o armando fortificaciones o mejoras para su furgoneta. Esta característica fue llevada al extremo para dar vida a MacGyver, otro de los show clave en la televisión de mediados de la década de los ochenta.
Otro de los elementos distintivos de la serie es la notable melodía de los créditos de apertura, que a día de hoy es uno de los temas televisivos más reconocidos de la historia, siendo imposible no tararear cada vez que lo oímos y recordamos. Acompañando a la música teníamos escenas que representaban muy bien lo que encontraríamos en los episodios, con disparos y explosiones a destajo, y primeros planos que destacan el carisma de sus protagonistas, conformando un opening sin duda, redondo.
Auge y caída
Como decíamos, Los Magníficos captaron una gran audiencia casi desde el principio, manteniéndose incólumes en las listas de los programas más vistos. Sin embargo, el rating comenzó a disminuir dramáticamente hacia la medianía de la cuarta temporada, posiblemente debido a que su naturaleza de historias unitarias dejaba poco espacio para intentar narrativas o temáticas distintas, y por tanto, el mismo esquema básico se había usado una y otra vez con el mismo y predecible resultado. Si a eso le agregamos que las tramas eran a menudo muy simples, la cosa no resiste mucho análisis.
Debido al desplome del rating, el formato del show se modificó para su última temporada, en un intento por recuperar a los televidentes. Después de 4 años siendo fugitivos, el comando sería finalmente detenido por los militares. El General retirado Hunt Stockwell, un misterioso agente de la CIA interpretado por Robert Vaughn, les propone que trabajen para él, con posibilidad de obtener la absolución de los cargos si es que completan con éxito varias misiones secretas, tal como unos Suicide Squad o Thunderbolts cualquiera. Para hacerlo, los chicos primero debían escapar de su cautiverio, lo que logran fingiendo su muerte ante un pelotón de fusilamiento militar, gracias la ayuda de un nuevo personaje, Frankie Santana, que también trabaja para Stockwell.
El nuevo estado status del equipo serviría no sólo para dar un enfoque diferente al acostumbrado, sino que también permitió a los guionistas ampliar el abanico de misiones, y las locaciones en que estas se desarrollaron, adquiriendo un cariz más internacional. En efecto, las aventuras de esta temporada se basaban más en el espionaje político que en detener matones y mafias locales, y solían tener lugar en países extranjeros, por ejemplo el derrocamiento de un dictador isleño, el rescate de un científico de Alemania Oriental, o la recuperación de información secreta de defensa de manos soviéticas.
Lamentablemente, estos cambios no tuvieron éxito entre los espectadores y los índices continuaron disminuyendo. En noviembre de 1986, la NBC decidió cancelar la serie, declinando ordenar los últimos nueve episodios de lo que se había planificado como una temporada de 22 entregas. Quizá debido a la desazón por la cancelación, o que al final el show a todos les importaba un carajo, hubo una confusión en el orden de emisión de los ultimos dos capitulos: "The Grey Team", el último episodio, en que Hannibal y los chicos se rehúsan a seguir trabajando para Stockwell luego de haber sido engañados por él, fue emitido antes que "Without Reservations", originalmente programado como el penúltimo. Esto queda de manifiesto en la polera usada por Murdock, pues en “Reservations” utiliza una con la leyenda "almost fini", mientras que en "Grey" puede leerse solo "fini", que es un vocablo francés que significa "fin".
Problemas en el paraíso
Eso sí, aunque la fama estaba a sus pies, no todo fue miel sobre hojuelas para el show. Por ejemplo, varias veces fue criticado por sus tramas simplificadas y el ya nombrado tratamiento soft de la violencia. El programa fue descrito como caricaturesco, hipócrita y fue comparado con dibujos animados de la época, como Tom y Jerry. Algunos críticos objetaron que el tratamiento de la acción con armas de fuego era reñido con la moral, presentando a estas como objetos que pueden utilizarse sin temor a ninguna consecuencia o efectos negativos para la vida de las personas. Para otros, su violencia sin sentido fue uno de los factores que cansó a la audiencia, que comenzó a preferir otras series de corte más familiar.
Otro punto controvertido fue el sexismo presente tanto en la planificación de la serie, como en el set de grabación. Estas críticas se basaron en que la mayoría de los roles femeninos en el programa eran sólo como parte del argumento del episodio respectivo, sin la intención real de darles un protagonismo en la orgánica del grupo, o estaban ahí para servir de objetos de seducción o de los afectos de Faz. Las dos únicas miembros regulares del reparto, Melinda Culea y Marla Heasley, no tuvieron una larga permanencia en el show. Ambas fueron incorporadas por los productores para contrarrestar estas protestas, con la esperanza de que un personaje femenino fuerte pudiera equilibrar adecuadamente el elenco masculino.
Sin embargo, Culea fue despedida durante el segundo año debido a las diferencias creativas entre ella y los escritores del programa, pues quería más líneas y más escenas de acción, y roces con George Peppard, que permearían al resto del equipo. Su personaje, Amy, desapareció repentinamente de un capítulo para otro, y solo se mencionó brevemente una vez en el episodio "In Plane Sight", y un par de veces en "The Battle of Bel Air".
En este capítulo también se introdujo el personaje de Tawnia Baker, interpretado por Heasley. Esta nueva chica también era reportera, pero con una impronta más frágil y seductora. Igualmente, fue sacada del programa al inicio de la tercera temporada, cuando la cadena determinó que un miembro del elenco femenino no era necesario. Según lo relatado por la actriz, aunque el sexismo no prevaleció en el set, sí le marcaron el territorio desde el principio. En su primer día, George Peppard la llevó aparte y le dijo: "No te queremos en el programa. Ninguno de los chicos te quiere aquí. La única razón por la que estás aquí es porque el canal y los productores te quieren. Por alguna razón piensan que necesitan una niña". Posteriormente, en su último día de trabajo, el actor insistió: "Lamento que este sea tu último día, pero recuerda lo que dije, que no queríamos una chica, no tiene nada que ver contigo. Fuiste muy profesional, pero no hay razón para tener una niña".
Al respecto, otro de los protagonistas, Dirk Benedict comentó que: "Era un espectáculo de hombres. Fue dirigido por hombres, escrito por hombres, e interpretado por hombres. Éramos el jefe. Éramos Dios. Fumábamos y disparábamos armas cuando queríamos. Besábamos a las chicas y las hacíamos llorar cuando queríamos. Fue el último espectáculo verdaderamente masculino ".
Y si existían roces con actores secundarios, por supuesto que también los había entre los miembros del elenco principal. Tanto Benedict como Schulz han mencionado a diversos medios de comunicación, que Mr. T y George Peppard no se llevaban muy bien en el set. Los roces surgieron porque Mr. T se convirtió en la verdadera estrella del show, a pesar de que Peppard era un actor mucho más preparado, con una carrera cinematográfica respetable. La relación empeoró cuando supo que Mr. T ganaba un mayor salario que él, y desembocó en una fuerte discusión en la que el canoso, reconocido por ser racista, aplicó una llave inmovilizante al fornido actor, causándole una lesión en las vértebras cervicales que aún hoy padece. Tanto fue el éxito del actor de color, que llegó a tener su propia serie de dibujos animados y una línea de juguetes.
Pero el ego de Peppard no paró ahí. En 1984, los 4 miembros principales del reparto fueron invitados a Holanda. El actor fue el primero en ser comunicado, y por lo tanto, pensó que la invitación se aplicaba solo a él. Pero al saber que a los otros tres también se les extendió la solicitud, Peppard se negó a ir, dejando solos a Mr. T, Benedict y Schultz para visitar Europa. Como vemos, nunca es bueno demasiados niveles de testosterona en una fiesta de salchichas.
El nuevo siglo
Como ninguna franquicia exitosa puede pasar demasiado tiempo muerta, el nuevo siglo vería resurgir el concepto del show. En 2010, se estrenó una película, que reiniciaba la historia de estos 4 convictos, con una historia que transcurre en la actualidad, pero partiendo de hechos ocurridos en la Guerra de Irak. Sus protagonistas fueron Liam Neeson, Bradley Cooper, Sharlto Copley y Quinton Jackson, con inevitables cameos del cast original, en este caso, de Benedict y Schultz. Mr. T declinó participar, y un tiempo después del estreno, criticó la cinta aduciendo que contenía mucho sexo y muertos, y que no le agradó ver cómo el estilo inocentón de la serie original había sido reemplazado por tanta crudeza.
Ya en 2015 comenzó a circular un rumor que indicaba un nuevo reboot, esta vez en forma de una serie de televisión para la cadena Fox. Según trascendidos, en el proyecto están implicados el escritor y productor Chris Morgan (Fast & Furious), la directora Tawnia McKiernan, hija de Stephen Cannell, y el productor Albert Kim (Sleepy Hollow). Y aunque desde entonces se ha especulado con los nombres de los actores que asumirán los roles principales, como Mark Harmon, Mike Colter, Jensen Ackles o Amy Acker, no se ha sabido nada concreto de ella, excepto que mantendrá la estructura episódica del "villano de la semana", y que esta vez sí habrá un rol femenino en la plantilla principal.
En resumen, The A-Team ha quedado para siempre en la retina de la cultura popular como una de las series ícono de la televisión de los años 80. Las aventuras de este cuarteto de ex-militares en búsqueda de justicia lograron cautivar a grandes y chicos, a pesar de un tratamiento de las temáticas bastante naive, propia de un tiempo en que el entretenimiento usaba otros códigos y ópticas. No por nada, el escritor L.P. Hartley diría que "el pasado es un país extraño, allí las cosas se hacen de otra manera". Por tanto, nada se antoja mejor que repasar este show con sabor a clásico, y tener una tarde de lo más entretenida. Porque después de todo, si estás aburrido, no hay nada más en televisión, y puedes localizarlos, quizá puedas disfrutar de un par de episodios de Los Magníficos.