Marvel Salvat — Eternos
Neil Gaiman, el poeta de los sueños, vuelve a la Colección Novelas Gráficas Marvel de Salvat con Eternos, el nuevo tomo que arribará a kioscos esta semana, y que secunda al ya a la venta 1602.
ETERNOS
Contenido: Eternals #1-7 (2006)
Guion: Neil Gaiman
Dibujo: John Romita Jr.
Entintado: Danny Miki y Tom Palmer
Color: Matt Hollingsworth
Si hay algo que todos los seguidores de Marvel lamentamos, es la poca presencia de obras firmadas por el laureado escritor Neil Gaiman en su catálogo. En efecto, además de la muy recomendable 1602, podemos contar con los dedos los trabajos del guionista para la Casa de las Ideas. Eternals, miniserie de 7 números publicada en 2007 es uno de ellos. Y aunque curiosamente comparten nombre con aquellos personajes que el guionista creó en la imprescindible Sandman, aunque solo sea en su traducción al español, los Eternos de Marvel son poco conocidos para el gran público, por lo que se hace necesario dar un repaso de eso antes de abocarnos al cómic en sí.
A mediados de los años setenta, el Bullpen se regocijaba con el regreso de Jack "The King" Kirby a sus oficinas. Uno de los principales arquitectos de la Gran M volvía a casa, y eso significaba contar nuevamente con uno de los creativos más importantes de la historia del cómic. En esta nueva etapa, El Rey contaría con una libertad absoluta sobre su trabajo, oficiando como editor, guionista y dibujante de todo aquello que realizara. Con este planteamiento, trabajó en personajes que él mismo había creado, como el Capitán América y Pantera Negra, pero también sorprendió con nuevas ideas.
Una de ellas despuntó por méritos propios. Inicialmente llamada Return of the Gods, la idea estuvo directamente relacionada con todo el fenómeno OVNI, y con el convencimiento de que éramos visitados con cierta frecuencia por inteligencias extraterrestres, fácilmente confundibles con dioses del espacio, gracias a la popularidad del mítico libro Recuerdos del Futuro, de Erik Von Daniken, que afirmaba que los alienígenas habían estado viniendo a la Tierra desde tiempos primordiales, influyendo directamente en el desarrollo de las civilizaciones.
La hipótesis era seductora, por lo que Kirby no estuvo alejado de esa corriente de pensamiento. De hecho, él ya había jugado con la idea de seres divinos que visitaban nuestra bola de barro en cómics desarrollados con anterioridad, como su trabajo en Mighty Thor, en la trilogía de Galactus, o en New Gods para DC. Por tanto, fue natural para él asimilar esas ideas, las cuales encajaban muy bien en su trabajo, dando como resultado este proyecto donde narraría las ocasiones en que los dioses, conocidos con el nombre de Celestiales habían visitado la Tierra, y cómo afectaron a sus habitantes.
Su historia abarcó millones de años, y narraba como los Celestiales habían manipulado genéticamente a los primitivos seres humanos para crear a los Eternos y los Desviantes, dos razas que desde entonces se habían mantenido en una guerra oculta a los ojos de la humanidad. Dado el protagonismo de los primeros, la serie fue bautizada como The Eternals, ya que los componentes más importantes de su raza, como Ikaris, Ajax, Zuras, Sersi y Makkaris jugaron un papel fundamental desde el principio.
A pesar de un concepto de lo más sugerente, las ideas apenas fueron retomadas en los años posteriores, quedando prácticamente relegados en la faceta editorial de Marvel. Sin embargo, a mediados de la década pasada, el Editor en Jefe Joe Quesada tuvo claro que lo plasmado por El Rey debía ser actualizado, para que toda una nueva generación de lectores pudieran conocerlo, y para ello nadie mejor que Neil Gaiman, experto en contar historias actuales, pero ancladas fuertemente el imaginario mitológico y antiguo.
El escritor tenía 15 años cuando leyó la serie original de Kirby, y por tanto constató de primera mano la nimia presencia de estos personajes en los años posteriores. Y justamente es este hecho el que sirve como hilo conductor en su concepción actualizada de los Eternos, pues al inicio de la trama los personajes han olvidado su condición cuasi-divina de inmortales. Ahora, en el marco de la Guerra Civil superheroica —aunque a decir verdad el conflicto tiene poca y nada incidencia en la trama—, empiezan a recordar su verdadero lugar en el mundo.
Por tanto, esta miniserie se convirtió en uno de los grandes proyectos de la editorial en el año 2006, y de ahí que para plasmar los guiones de Gaiman se eligiera a un dibujante de primera línea, John Romita Jr., quien además tenía en su portafolio haber trabajado con personajes creados por Kirby, como Thor o Pantera Negra. El trabajo del tándem sería exitoso en profundizar en estas creaciones, revelando además algunos misterios que habían permanecido ocultos durante décadas.
Como decíamos, Gaiman nos entrega un relato moderno, que logra integrar el pasado de los personajes a la perfección. La historia comienza a nivel individual, enfocándose en Mike Curry, un interno de medicina que es contactado por Ikaris, un ser que parece un poco más que humano, quien le revela la verdad de que ambos son Eternos. Eventualmente, el médico y el resto del panteón de inmortales comienzan a recordar su pasado real, pero en su deseo de resolver el misterio de sus recuerdos perdidos y su misión, se encontrarán con un peligro aún mayor para la Tierra.
Como la mayoría del trabajo de Gaiman, Eternos es muy impulsado por los personajes. Si bien hay mucha acción, el quid principal de esta historia es ver a los personajes darse cuenta de quiénes son, por qué existen, y a partir de ello presentarlos a través de sus personalidades. Por tanto, tenemos una trama que va in crescendo, partiendo de un lugar muy humano, del médico que intenta salvar vidas, para finalmente abrirse a lo cósmico, con los protagonistas intentando salvar el mundo. Aunque acá no encontramos de forma tan clara el elemento onírico característico de la obra del inglés, sí encontramos la grandilocuencia de otros de sus trabajos, en que nos presenta conceptos casi inconmensurables para los humanos comunes. Si bien es de otro tipo, aquí hay magia, señores.
Entre muchas otras bondades de su escritura, el fuerte de Gaiman es personalizar lo desconocido. Ya sean dioses, conciencias cósmicas, ángeles caídos o superhumanos, nos lleva dentro de sus vidas y sus cabezas, y nos muestra criaturas que en el fondo no son tan diferentes a nosotros mismos. Nuestro mundo moderno no está cómodo con el misterio y conocer el verdadero ser se ha convertido en un foco de atención de los medios, la industria y algunas pseudo-ciencias, siguiendo los preceptos de las corrientes New Age.
Comparándola con el trabajo de Kirby, esa es la diferencia crucial en ésta serie. La concretización de lo metafísico es diferente, pues el gran Jack presentó héroes que son arquetipos simplificados por una humanidad que no alcanza a comprender sus motivaciones. Es por eso que siempre hubo un Rick Jones o una Margo Damian, personajes que están ahí para contrarrestar y resaltar la maravilla, y darnos una mirada humana acerca de ella. Y sin embargo, eso poco importa pues acá tenemos un puñado de páginas que pasará con soltura las pruebas de gustos personales.
Respecto del arte, una vez más en la colección nos encontramos con John Romita Jr., quien a pesar de tener trabajos gloriosos, en el último tiempo ha tenido un declive que ha provocado una polarización de los fans, desde aquellos que lo reconocen como un gran maestro, hasta otros que no pasan sus dibujos que tienden al cuadriculado. En esta miniserie, sin embargo, nos entrega uno de sus mejores trabajos modernos, entregando páginas hermosas y detalladas, especialmente en las viñetas del inicio, en que se complementa perfectamente con los entintadores Danny Miki y Tom Palmer.
De hecho, el trazo de Romita es todo menos plano. Como decíamos, en las primeras páginas nos entrega dibujos que evocan sus mejores tiempos, entregando unos Celestiales majestuosos y llenos de fuerza, ciudades rebosantes de incomprensible tecnología y parajes extraños, canalizando perfectamente a Kirby, y desatándose a medida que el guión va avanzando desde lo mundano hasta tomar ribetes cósmicos.
Para finalizar, solo podemos recomendar este tomo. No es de los imprescindibles, ni está en el podio de lo mejor del escritor, pero adquiere interés pues siempre es bueno dar un vistazo al rincón divino de Marvel, tener datos de sus personajes menos conocidos y abrazar el legado de uno de los arquitectos de su universo. Además, es menester prepararse un poco antes de la inminente llegada de tan poderosa raza al MCU, y tener el contexto necesario para disfrutar de su película como se merece. No es el mejor Gaiman, pero sigue siendo Gaiman. Nada que refutar.
Comparación con otras ediciones
Como es habitual, la principal competidora de esta edición de Salvat, son las versiones de la editorial Panini Cómics España. En esta oportunidad, Eternos está recopilada en un tomo de su línea Marvel Deluxe, que incluye la miniserie completa más algunos extras, conformando 256 lujosas páginas por un valor de EUR 23,95, o sea, entre CLP $24.000 - 29.000 en comiquerías chilenas.
- PANINI COMICS | Marvel Deluxe. Eternos: Del Génesis al Apocalipsis