"Deadpool: Temporary Insanitation" (2016): el quinto Defender
Actualmente, Deadpool es uno de los personajes más populares de Marvel Comics. A pesar de contar con el beneplácito de los lectores desde mucho antes, el éxito de sus dos cintas lo ha llevado a protagonizar varias miniseries y proyectos paralelos a sus dos series regulares, además de pasearse por muchas de las otras cabeceras de la editorial, al estilo de Batman o Harley Quinn de la Distinguida Competencia.
Uno de esos proyectos sería un crossover, llamado Deadpool: Temporary Insanitation, con las series Power Man & Iron Fist y Daredevil, pero, en vez de publicar cada uno de sus números en las respectivas cabeceras, los editores poseídos por una locura similar a la del Mercenario Bocazas, decidieron publicar las 4 partes en Deadpool Vol. 6 #13, que fue un número extra grande, en la línea de otros especiales de la serie del chalado de pijama rojo.
La otra particularidad es que los capítulos correspondientes a Daredevil y Power Man & Iron Fist fueron escritas por los mismos guionistas de esas series, Charles Soule y David Walker respectivamente, por lo que la implicación de ellos en la historia fue total, y por tanto, la representación de los personajes encajaría perfectamente con el momento que vivían. En resumen, la historia abarcaría a Deadpool #13 y Deadpool #13.1 (de Gerry Duggan), Daredevil #7.1 y Power Man & Iron Fist #4.1, pero todos publicados en el ya nombrado Deadpool #13.
La trama arranca cuando un banquero, Marvin Shirkley, se ve envuelto en apuros debido a que sus malas inversiones dejan sin dinero a sus clientes. Lamentablemente estos son mafiosos y gángsters, así que el pobre Marvin deberá huir por su vida, no sin antes contratar a Wade Wilson para que lo proteja, quien a su vez recluta a sus compañeros héroes para respaldarlo contra una banda de delincuentes y la villana Typhoid Mary.
Lo que viene a continuación es lo habitual en los cómics de Wade, con humor y absurdos por montón. De hecho, lo que está en juego nunca es demasiado importante, especialmente considerando que las probabilidades siempre están en favor de nuestros héroes, que sólo deben combatir un puñado de torpes mafiosos. Así, el principal atractivo es ver chocar la personalidad desquiciada de Deadpool con la actitud sensata de Daredevil, y la indiferencia exasperante de Luke Cage de cara a la misión. Cada escritor aporta su toque específico a sus capítulos, con Soule interpretando desde el ángulo del drama legal y Walker sacando provecho de las vivencias paternales de Luke y la liviandad de Danny Rand.
Visualmente, los cuatro capítulos no están especialmente cohesionados, pero cada artista se complementa bien con su respectivo escritor. Tanto Jacopo Camagni como Paco Díaz encajan de manera natural en el alocado mundo de Deadpool, especialmente el primero, que utiliza un estilo amerimanga que hará las delicias de los seguidores de Humberto Ramos o Joe Madureira. Mientras, Guillermo Sanna tiene un enfoque más discreto que se adapta al tono más oscuro y apesadumbrado del capítulo de Daredevil de Soule, y al estilo habitual de dicha serie regular. Quizá la palma se la lleve Elmo Bondoc, cuyo enfoque exagerado en el capítulo de Power Man & Iron Fist es una derivación natural del estilo de Sanford Greene en la serie principal de nuestros chicos. A la luz de estos hechos, parece que realmente en un principio estas entregas fueron pensadas para ser incluidas en las colecciones habituales de los personajes, pero a última hora se decidió publicarlas juntas.
Si bien el tono de la trama en general es bastante liviano, Gerry Duggan aprovecha la oportunidad para ponerse un poco más serio en sus dos capítulos, que en otras series del mercenario. Duggan es capaz de encontrar un trasfondo más de peso en la problemática relación entre Deadpool y Typhoid Mary, con Wade odiando a la mujer que alguna vez lo engañó y lo violó, y compadeciéndola por tener una mente casi tan dañada como la suya. Ese enfoque dramático entrega un adecuado contrapeso a la locura y absurdo del resto de la historia a la que, por cierto, le sobran la introducción y el epílogo, los dos segmentos en que participa Ben Urich, que en lugar de agregar elementos a la narración, se sienten inútiles y fuera de lugar.
A pesar de lo anterior, y aceptando su innegable intrascendencia, este peculiar crossover resulta tremendamente divertido, original en su concepción y con un arte que pese a la presencia de cuatro dibujantes muy diferentes, consigue mantener un cierto tono que se adapta muy bien a las pretensiones de lo que se esta contando. Aunque no se encumbre en las listas de lo mejor del personaje, en este título encontraremos todos los ingredientes que lo han hecho popular, como el humor autoparódico, diálogos chispeantes y atrevimiento para sacar de su zona de confort a los personajes. En Deadpool: Temporary Insanitation, la historia no defrauda, y al ser autoconclusiva, se antoja ideal para quien quiera probar algo del personaje, sin saber demasiado de antemano.