Portadas icónicas Marvel - Los años setenta
La iconografía y estilos de las portadas Marvel han dejado una huella indeleble en la cultura popular a lo largo de las décadas. En el artículo anterior de esta serie revisamos las que para nosotros son las más representativas cubiertas de los años sesenta, repasando lo más granado en covers desde aquella Amazing Fantasy #15 hasta las psicodélicas ilustraciones de Nick Fury de Jim Steranko. Ahora, siguiendo el orden cronológico, corresponde lo mismo pero en los setenta, así que alista tus gafas gigantes y pantalones pata de elefante, y acompañanos en este estimulante viaje.
Los años 70: Héroes, dioses y monstruos.
Cuando llegaron los años 70, Marvel ya estaba consolidado, con personajes y autores que dejaban claras las señas de identidad en sus métodos creativos, así como en las historias que se narraban. Sin embargo, para conservar su impulso debía expandir sus líneas editoriales, para lo cual debió crear nuevas series, personajes y formatos, y estar atenta a las señas sociales para potenciar a sus artistas. Por tanto, Stan Lee y los suyos tenían el trabajo de mirar hacia atrás y adelante al mismo tiempo, pues ya contaban con un catálogo amplio que les permitía evaluar aciertos y fallos, para revitalizar y crear ideas que ofrecer a un público que exigía más y más de sus héroes.
Como decíamos, la Casa de la Ideas había acumulado un rico acervo de artistas. Sin embargo, varias de las superestrellas como Neal Adams o Jim Steranko eran más bien lentos, lo que no les permitía sostener una colección mensual. Por tanto, fueron asignados a la confección de portadas, añadiendo un interés adicional a las entregas, pues por entonces, la única opción de tener una copia de tales ilustraciones era comprar el material. En particular, Neal Adams se encargó de los números inaugurales de lanzamientos como The Defenders en la serie Marvel Feature, o la inclusión del legendario Conde Drácula en su propia serie llamada The Tomb of Dracula.
Así mismo, para probar conceptos nuevos o recuperar algunos olvidados, por esos años proliferaron cabeceras genéricas con la marca Marvel en el título, como el ya nombrado Marvel Feature, Marvel Premiere o Marvel Spotlight. En ellos, la editorial experimentó para determinar si los personajes nuevos tenían fuelle para aguantar una serie regular, y en sus páginas recibimos a The Defenders, Ghost Rider, Iron Fist, o el regreso del Dr. Strange.
La moda imperante en la época hizo lo suyo en la imaginación de los creativos, y por ejemplo, Iron Fist y Shang-Chi nacieron en respuesta al boom del cine de artes marciales, mientras que Ghost Rider y el Hijo de Satán son deudores del éxito de películas de terror, cuyos máximos exponentes serían las posteriores El Exorcista o la Profecía.
Marvel Feature 11 (diciembre de 1971)
Un nuevo supergrupo surgía desde las esquinas del Bullpen, y nada mejor que el maestro Neal Adams, con textos de Sam Rosen, para presentarlos. Hulk, Namor y el Dr. Strange se unían formando un equipo extraño, pero con suficiente poder para enfrentarse a lo que fuera. Defenders Assemble!
The Tomb of Dracula #1 (abril de 1972)
El chupasangre más famoso del mundo arriba a su propia colección Marvel, desde la que aterrorizará los cuellos de los lectores. De todos los títulos de terror de la época, éste fue el más longevo y bien recibido por la crítica. La mayoría de las entregas fueron escritas por Marv Wolfman y los dibujó Gil Kane, pero fue Neal Adams quien realizó su portada inaugural.
Marvel Spotlight #5 (agosto de 1972)
Ghost Rider, uno de los héroes más peculiares de la casa, debutó en este número de la antológica Marvel Spotlight por cortesía del artista Mike Ploog, y el guionista Gary Friedrich, incitados por el editor Roy Thomas. Esta portada de Ploog, repleta de acción. presentó la famosa moto del personaje, y contribuyó a establecer al debutante como el «más sobrenatural de los superhéroes».
Adventure Into Fear #11 (diciembre de 1972)
Y ya que hablamos de Neal Adams, y aunque en rigor podríamos llenar todo este artículo sólo con sus portadas, no podíamos dejar de señalar a Adventure Into Fear #11, una evocadora cubierta que ilustra una de las primeras apariciones de Man-Thing. Esta criatura había aparecido previamente en Savage Tales #1, pero no tardó en obtener una colección propia, a todo color, y con un título que resalta uno de los elementos clave del personaje, el miedo.
Iron Fist #14 (agosto de 1977)
A principios de los 70, tras el estreno de las películas protagonizadas por Bruce Lee, las artes marciales se pusieron muy de moda en occidente. Una de las intrusiones de Marvel en el género fue Iron Fist. Esta portada clásica de Dave Cockrum, además de ser una excelente ilustración, marca la primera aparición de Sabretooth, quien en el futuro se convertiría en la némesis de Wolverine.
Howard The Duck #8 (enero de 1977)
Si bien más arriba hablamos de modas y demases, hay un título que no respondió a nada más que a una genialidad artística: Howard The Duck, el émulo del Pato Donald que estaba atrapado en un mundo en el que no es suyo. Y definitivamente tal mundo no estaba preparado para que un pato postulara a la presidencia de un país, desafiando a toda la clase dirigente. Tal candidatura se anunciaría a través de esta portada de Gene Colan, entre titulares de prensa que hacen sustancia de la sátira política,.
Romita, incombustible
Siempre atento a los cambios en las corrientes sociales y culturales, y con la lucha por los derechos civiles de la década anterior muy en boga, Marvel y Stan Lee —hay que reconocer que en sus Stan´s Soapbox, el guionista hablaba de racismo, igualdad y otros derechos fundamentales cuando nadie más lo hacía— optaron por aventurarse con la primera colección protagonizada por un héroe afroamericano, Luke Cage: Hero For Hire, cuyo aspecto fue diseñado por John Romita. El artista permanecerá en el Bullpen desde su puesto de Director Artístico, donde compaginó el diseño de nuevos personajes, la ilustración de cubiertas y cualquier corrección que se necesitase hacer en las páginas interiores, con su trabajo en Amazing Spider-Man.
Sin que nada lo anunciara, en 1974 Marvel y Romita plantarían una semilla que cosecharían con la abundancia de la popularidad en la década siguiente, acaparando la atención de fans y coleccionistas. En efecto, ese año asistimos al debut de Punisher y Wolverine, ambos diseñados por Romita. Así, en la portada de The Amazing Spider-Man #129 se puede ver al implacable vigilante de la calavera con el arácnido en su punto de mira, mientras que apenas unos meses más tarde, en The Incredible Hulk #181, es el irascible mutante canadiense quien arremete contra el coloso esmeralda. Eran las primeras apariciones de unos personajes que acapararían focos y ventas durante las décadas siguientes.
Amazing Spider-Man #122 (julio de 1973)
En ASM #122, Romita nos entregaría una poderosa imagen, con el lanzarredes llevando en brazos a una inerte Gwen Stacy, y convirtió a aquella entrega en un imprescindible de la colección. El apesadumbrado héroe clama su venganza, que sorprendentemente sí se producirá en las páginas interiores, aunque estas fueron obra de Gil Kane.
Amazing Spider-Man 129 (febrero de 1974)
Solo un par de meses después, ASM sería nuevamente el hogar de una nueva imagen antológica. El amistoso vecino se encuentra con un no-tan-amistoso Frank Castle en otra de esas cubiertas homenajeadas hasta la saciedad, en que asistimos a la primera aparición del Punisher. La portada es obra de Gil Kane, basado en diseños de John Romita. Este también se encargó de las tintas de la ilustración, mientras que Ross Andru acometió los dibujos del interior.
The Incredible Hulk #181 (noviembre de 1974)
«Y ahora… Wolverine». Cuesta creer que una etiqueta tan inofensiva pudiera señalar la introducción de un personaje que se convertiría en uno de los más populares de la editorial. La portada de Herb Trimpe está repleta de acción, pues se nos ofrece una pelea a todo vale, con un trío monstruoso que bien pudiera pertenecer a cualquier pesadilla.
Luke Cage, Hero For Hire #1 (junio de 1972)
El cine blaxploitation tuvo un éxito arrollador en los primeros años de los ´70, y Marvel presentó su propia versión del género en formato cómic con Luke Cage, Hero For Hire. Luke fue uno de los primeros héroes afroamericanos en protagonizar su propio título, en lo que se puede leer como toda una audacia de la editorial. La portada de George Tuska presenta datos reveladores del pasado del protagonista, con una composición que se asemeja más a un póster de cine que a la cubierta de un cómic.
Trabajo de equipo
Como primer supergrupo, The Avengers es una serie que generaba prestigio y ventas continuas a la compañía. Por ello, Marvel comenzó a editar títulos de temáticas similares, como los mencionados The Defenders, que repiten el concepto de aglutinar héroes que tenían serie propia con otros que no, pero en este caso uniendo individuos cuyo carácter o el discurrir de sus colecciones no los hacían aconsejables para los Avengers. En esta línea también aparecería The Invaders, otro equipo proveniente de la Edad de Oro de Marvel, de cuando se llamaba Timely Comics (1939-1946), ubicados en el ambiente bélico de la Segunda Guerra Mundial. Entre estos superequipos destacó uno que sufrió un relanzamiento en que reemplazaba a todos sus miembros, por nuevos e impredecibles personajes. Hablamos, por supuesto de X-Men, serie con la que llegaba el renacer de los mutantes, y que cambiaría el panorama marveliano de los 80 y 90.
Las portadas de las colecciones de estos grupos ya no mostrarían a sus miembros en plena faena de batallas, sino que avanzarían desafiantes hacia el lector, conscientes de jugarse el todo por el todo en pos del favor del público.
Otro factor a considerar es el regreso del Rey Jack Kirby, luego de un breve y fructífero periplo por DC Comics. Kirby volvió para encargarse de dos personajes clásicos que ayudó a crear, Capitán América y Pantera Negra, y también para presentar nuevas creaciones: The Eternals, Machine Man y Devil Dinosaur, y de portadas en colecciones como Fantastic Four, Mighty Thor o The Avengers.
Giant-Size Invaders #1 (junio de 1975)
Los vejestorios de la Segunda Guerra Mundial vuelven a reunirse para proteger un mundo que, en realidad, ya tiene varios grupos que cuidan de el. Pero las ventas mandan, y si se puede exprimir el concepto del supergrupo para sacar morlacos de los fans de Avengers, pues adelante. Esta impresionante portada es obra de Frank Robbins y John Romita, y es un homenaje a la cubierta de All Winners #4 (1942, de Al Avison), donde vemos al Capi, Bucky, Namor, Human Torch y otros héroes marchando simbólicamente sobre un mundo en guerra.
Giant-Size X-Men #1 (mayo de 1975)
Pocos cómics han cambiado el destino mismo de una editorial como lo hizo el nuevo título de los X-Men. Gracias al éxito de esta entrega, los mutantes no solo recuperaron su serie propia, sino que además se hicieron con una franquicia completa. La extraordinaria portada de Gil Kane, entintada por el co-creador del nuevo equipo Dave Cockrum, muestra a los Hombres-X atravesando el papel, mientras los miembros antiguos del equipo los observan atónitos.
The Eternals #1 (julio de 1976)
Eternals fue el título más importante concebido por Kirby en su segunda venida a Marvel. El artista desplegó en él sus mejores dotes, como se aprecia en esta aterradora e imponente portada ilustrada por el Rey. Los personajes que presentó en estas páginas, en especial los omnipotentes Celestials, continúan siendo figuras clave en el Universo Marvel.
Iron Fist #8 (octubre de 1978)
Iron Fist, protector de K´un Lun y enemigo jurado de La Mano, se repite el plato en esta selección no tanto por lo icónica de esta portada, sino por estar firmada por el monumental John Byrne, legendario artista que ya venía despuntando en esta época, pero que terminará de explotar en todo su potencial a inicios de los ochenta.
Black Panther #1 (enero de 1977)
Más de una década después de aparecer por primera vez en Fantastic Four #52, Pantera Negra obtuvo finalmente un cómic homónimo. Por supuesto, Jack Kirby contribuyó a lanzar el título, y su estilo dinámico insufló energía a este número debut, que también contó con el tipo de cubierta extraña y deslumbrante que tan bien se le da.
The X-Men #101 (octubre de 1976)
Con un nuevo equipo de X-Men más osado que el anterior, era hora de renovar a Jean Grey. Cuando la chica falleció y regresó como Phoenix, no sólo inspiró una de las portadas más fascinantes de de todos los tiempos, sino que además crearía un personaje que llevaría la voz cantante en muchas de las epopeyas más famosas de los pupilos de Xavier. En muchos sentidos, esta portada señala el momento en que los nuevos y diferentes X-Men empezaron a desplegar todo su potencial. Ilustración de Dave Cockrum.
Devil Dinosaur #1 (abril de 1978)
En Devil Dinosaur, El Rey dió rienda suelta a su gran capacidad inventiva. La serie tuvo sólo nueve números, pero el dinosaurio rojo y fiel compañero, el Chico Luna, todavía figuran en cualquier lista de personajes de culto. Al principio, el dúo se aventuraba en la era prehistórica, aunque luego se aclaró que era una tierra paralela. La cubierta es una de las mejores del portadista.
Master of Kung Fu #51 (abril de 1977)
Pero no sólo Danny Rand sería el protagonista de esta oleada de artes marciales que pateaba la quijada de occidente, pues ahí teníamos a Shang Chi, con un aspecto fiel a su inspiración Bruce Lee, que también participaba con su ración de técnicas mortales y peleas imposibles. Esta portada en particular, obra de Paul Gulacy, es una de las más icónicas de las protagonizadas por tán hábil luchador.
Óleos exquisitos
Antes de continuar, es momento de destacar a un puñado de artistas cuya impronta destacó de entre sus contemporáneos, más que nada por su técnica artística, que recurría a pinturas y acuarelas para plasmar las portadas. Me refiero a Boris Vallejo, Ken Barr y Gray Morrow, entre otros, cuyo estilos pictóricos le daban un aspecto sobrio y elegante a sus cómics, lo que de cierta manera ampliaba el radio de público que se interesó por esta clase de publicaciones. Monstruos, criaturas de pesadillas y odiseas espaciales en la siguiente selección.
Tales of the Zombie #1 (julio de 1973)
En esta época, Marvel creó una serie de revistas que no se sometieron al escrutinio de la infame Comic Code Authority. El artista Boris Vallejo era uno de los mejores ilustradores del género fantástico en el sector, capaz de combinar horror y sensualidad con gran efectividad, tal como demuestra acá a representar a Simon Garth, el Zombi.
Dracula Lives #1 (agosto de 1973)
El mayor vampiro de todos los tiempos obtuvo rápidamente una serie regular, tras el exitoso lanzamiento de Tomb of Drácula el mes anterior, y las magníficas imágenes de Vallejo ilustraban sus portadas. Este título, más orientado al público adulto, tal y como sugerían sus cubiertas, fueron una gran apuesta de la editorial.
Rampaging Hulk #1 (enero de 1977)
Marvel también dió a algunos de sus superhéroes el tratamiento de revista. Hulk fue uno de los primeros en hacer la transición, y la fantástica portada de Ken Barr consigue que el goliat verde parezca más real y amenazador que nunca, con su mirada de enojo dirigida tanto a los soldados del primer plano como a los lectores. El título era una antología que incluía historietas de contenido más duro y adulto que los cómics corrientes.
Marvel Preview #4 (enero de 1976)
El hoy archiconocido Star Lord vio la luz como un aventurero solitario, si bien posteriormente se convirtiera en la cabeza de los Guardians of The Galaxy. En este número hacía su primera aparición, y revelaba como había acabado en el espacio. El estilo pictórico de la portada de Gray Morrow manifiesta la influencia de su otro empleo como ilustrador de cubiertas de libros.
Las chicas son guerreras
En estos años, también se vió potenciada y destacada la revolución femenina. A pesar de ello, a principios de la década se lanzaron un puñado de títulos que tuvieron poco y nada de repercusión, protagonizados por heroínas como Shanna The She-Devil, la Gata o la Night Nurse, pues el público no parecía aún preparado para unos personajes que no tenían referencias conocidas.
No será hasta mediados de la década cuando se intente sobrepasar este escollo, cuando Stan Lee autorice la publicación de versiones femeninas de sus héroes más populares, naciendo así Spider-Woman y Ms. Marvel. Lee siempre se había mostrado contrario a este tipo de variantes tan propias de edades anteriores, pero Marvel no podía permitir, por ejemplo, que la competencia creara una Mujer Araña, y así el nombre quedara registrado por otra editorial. Las portadas de los primeros números de estas series mostraban a sus protagonistas desafiantes, sensuales y empoderadas.
Ms. Marvel #1 (enero de 1977)
John Romita fue el encargado de dibujar la portada del número estreno de Carol Danvers como Ms. Marvel, una nueva superheroína. Esta elegante portada parecía el montaje perfecto para atraer a nuevos fans, y serviría como punto de partida para una carrera que llevaría a Carol desde la Tierra a las profundidades del espacio, y a regresar para aplastar a hordas de machistas, misóginos e incels en su estreno en la pantalla grande.
Spider-Woman #1 (abril de 1978)
El arribo de Jessica Drew al catálogo marveliano vino precedido por esta gran portada de Joe Sinnot, que nos presentaba a la nueva heroína a merced de las armas de fuego de los malos de turno. Su uniforme, que apenas ha sufrido cambios hasta hoy, comparte las membranas braquiales de telas de araña de su contraparte masculina.
Los últimos héroes
Acababa la década, y Marvel seguía fiel sus principios de seguir una constante voluntad de cambio, y de enfrentar a sus héroes a problemas reales. Lo primero se manifestó a través del debut del nuevo Ant Man, revelándose al lector a través de una lupa en la portada de Marvel Premiere #47, mientras que lo segundo le correspondió a Iron Man, y el reflejo alcoholizado del rostro de Tony Stark en el espejo en Iron man #128. Lo héroes estaban cambiando, al igual que el mundo real.
Iron Man #128 (noviembre de 1979)
Aclamada como una de las mejores historietas de Marvel de la historia, El Demonio en la Botella trataba sobre el alcoholismo de Tony Stark. Era una historia de un realismo inusual que requería una portada dura y contundente, una expectativa a la que el trabajo de Bob Layton pudo satisfacer con soltura, entregando la quizá sea la mejor portada de la colección. La mirada de dolor y espanto en el rostro de Stark, con el casco de Iron Man observando, es una imagen inolvidable.
Marvel Premiere #47 (abril de 1979)
Pero la anterior no es la única portada icónica que firmaría Bob Layton en esta época. El pequeño héroe que aparecía ampliado por el lente de una lupa era nada más que Ant-Man, querido personaje que aunque se ha ganado un rinconcito del corazón de los fans, no siempre ha gozado de una serie propia. Además, la cubierta nos invita a preguntarnos si es el personaje verdadero o un impostor, pregunta válida si pensamos que dicha identidad ha sido usada por muchos héroes distintos a lo largo de su historia.
Y ya con los albores de los 80 a la vuelta de la esquina, detenemos nuestra selección por hoy. A medida que nos acercamos a tiempos más recientes, la cantidad de cubiertas históricas de la Casa de las Ideas aumenta exponencialmente, por lo que es inevitable dejar muchas fuera. Nuevamente, la invitación es a comentarnos cuales son tus portadas preferidas en el cajón de comentarios. Hasta la próxima.