"The X-Files: Case Files - Hoot goes there?" (2018): el ulular de la muerte
Hace ya unos meses que tenemos entre nosotros la segunda de las miniseries del título antológico The X-Files: Case Files, el por ahora último intento de la editorial IDW Publishing de exprimir la franquicia de los Expedientes X. Luego de un viaje a los húmedos pantanos de Florida en The X-Files: Case Files - Florida Man..., ahora nuestros agentes favoritos deben internarse nuevamente en la Norteamérica profunda para resolver un extraño caso que involucra monstruos voladores.
En la historia de dos partes denominada The X-Files: Case Files - Hoot Goes There?, los agentes especiales Fox Mulder y Dana Scully deben investigar una serie de extraños sucesos en un pequeño poblado de Texas. Parece ser que una criatura similar a un búho gigante ha raptado a varias de sus habitantes pero, ¿será realmente obra de un monstruo o brujería? ¿O los lugareños tienen algo más retorcido que esconder en su pueblito? Porque las cosas se pondrán aún más raras cuando entre en escena un perro parlante y una explicación que podría ser más terrenal de lo que parece.
La verdad es que las dos historias del tipo monstruo de la semana de la serie Case Files fueron un soplo de aire fresco para los cómics de la franquicia. Nadie podría dudar de la calidad de las series escritas por Joe Harris —The X-Files: Season 10 (2013), The X-Files: Season 11 (2015) y The X-Files (2016)—, pero en su intento de crear una nueva mitología, y por anclarse firmemente en las raíces de los hechos acaecidos en las nueve temporadas de la serie de televisión, se hacía un material algo difícil de tragar para recién llegados, y para fans que no estuvieran bien atentos. Su lectura se hacía densa, y requería mucha concentración para captar las continuas referencias al pasado, y entender lo que estaba sucediendo.
Estos Case Files, por el contrario, corresponden a esas típicas historias que conforman los capítulos "normales" de la serie, con Scully y Mulder enfrentando monstruos, asesinos y otras bestias del averno. Tal y como sucedió con Florida Man..., estos relatos son ideales para recién llegados, y para quienes quieran pasar un rato divertido sin tener que quebrarse demasiado la cabeza.
En esta oportunidad, los conductores son los escritores Joe y Keith Lansdale, quienes realizan un buen trabajo en capturar el tono y la atmósfera del show, y transferirlo en forma de cómic. Al igual que la serie anterior, aquí la vibra es puro Expedientes X, y en sus páginas encontraremos una de aquellas deliciosas comedias de horrores, que en sus compases finales rozarán ese ridículo que tan buenos réditos han traído a algunos capítulos de su versión televisiva.
Como suele ocurrir cuando los agentes viajan a pueblos perdidos de los Estados Unidos, la historia está llena de habitantes locales estrafalarios y pintorescos, con los protagonistas tratando de ponerse a tono con ellos y lanzando frases con las que se analiza las costumbres de los lugareños. El tono de la historia recuerda a esos episodios que transcurren lejos de las grandes urbes, como "Shapes", "Quagmire", y en esta oportunidad sobre todo a "Humbug". Hay elementos comunes, como que el poblado está habitado por lo que podríamos calificar como feria de rarezas. y esa ligera caracterización humorística de Mulder, habitual de las historias que se abocan a casos más relacionados a leyendas urbanas que a grandes y profundos misterios sobrenaturales.
Además, los guionistas capturan la esencia y la voz de los personajes, entregando una adecuada mixtura de comedia, misterio, drama, y horror. Realmente se siente como una aporte a la colección de episodios de TV, lo que es grandioso para nuestro corazón de fan. En su simpleza está la gracia, refrendando esa sentencia que dicta que menos es más.
Eso sí, hacia el final la trama se vuelve un poco apresurada. No creo que sea como para extenderse a un tercer número, pero tal vez los escritores podrían haber usado más páginas para concretar algunas cosas de la historia, lo que hubiese ayudado a que esta fluyese mejor.
La entintadora habitual en otras entregas de la franquicia, Silvia Califano, toma el escenario central para asumir como artista principal. A decir verdad, al igual que los escritores, captura correctamente la estética de David Duchovny y Gillian Anderson, representados con su look de las Temporadas 11 y 12, mientras deja que su estilo les de una estampa particular, dado principalmente por su tendencia algo más caricaturesca de lo que hemos visto en otros títulos de The X-Files.
A quien sí damos la bienvenida es a la colorista Valentina Pinto, quien debuta en trabajos de la franquicia. Su paleta de colores se presta ideal para las escenas nocturnas, que son la mayoría, brillando especialmente en las viñetas iluminadas con la luz de la luna, como aquella de Mulder a la orilla del lago. La escena se enfoca desde su espalda, y el negro utilizado para delinearlo con la luna brillando y el agua que se extiende a lo largo del cuadro, hace que sea una viñeta inolvidable.
Resumiendo, The X-Files: Case Files - Hoot Goes There? es una buena adición a la biblioteca de cómics basados en el show. Es disfrutable tanto por recién llegados como por fans, y en general cualquiera que busque una aventura liviana y entretenida, con cierto sentido del absurdo propio de esos capítulos humorísticos de TV. El equipo creativo supo encontrar la voz de Mulder y Scully y traspasarlo de manera exitosa a las viñetas, a pesar de que el final se siente un poco apresurado, algo por lo demás esperable pues hablamos de una historia en sólo dos números. Los diálogos son coherentes a la esencia de los protagonistas, y el arte contiene una buena combinación de estilo personal y semejanza con los personajes.
Y la verdad es que estos dos números se atesoran aún más al saber que quizá esta sea la última obra basada en la serie publicada por IDW. El editor Denton J. Tipton anunció en un escueto comentario en su página de Facebook que en el corto plazo no habrán más cómics de los X, dejando a estos Case Files en el congelador. No esgrime razones, pero se intuye que es por bajas ventas, lo que sumado a malos resultados de la compañía en el último tiempo, podría hacer que se concentren en sus franquicias más exitosas. Por otra parte, quizá también tengan que ver los temas de derechos derivados de la compra de la FOX por parte de Disney -lo que hizo que, por ejemplo, Dark Horse perdiera la licencia de Buffy-, pero hasta no hay indicio concreto de ello.