"Dexter" (2006): crónicas del pasajero oscuro
A mediados de la década pasada, la televisión estadounidense atravesaba un momento dulce. En ese momento, programas como Lost, House M.D. o The Sopranos, se habían convertido en verdaderos tanques de la pantalla chica, alcanzando ratings altísimos en todas partes de mundo, y una popularidad que se benefició del desarrollo de las descargas vía torrent, y la relativa facilidad para conseguirlas. Al respecto, uno de los shows que más llamó la atención, por la crudeza de las temáticas y su grafismo explícito, fue Dexter, protagonizada por un extraño héroe que busca hacer justicia a su modo, y por su propia necesidad. Repasamos la serie, aunque inevitablemente, con algunos spoilers.
Dexter fue una serie de televisión estrenada el año 2006 en la cadena Showtime, y emitida en latinoamérica en los canales Fox y FX. Protagonizada por un enorme Michael C. Hall (Six Feet Under), narra las vivencias de Dexter Morgan, un simpático forense de día, pero que con la luz de luna da rienda su verdadera personalidad, la de un inteligente maníaco-homicida y asesino serial, en la más pura tradición de Hannibal Lecter.
El soñador oscuro
El show está basado en la novela Darkly Dreaming Dexter, la primera de un conjunto de libros escritos por Jeff Lindsay, aunque la similitud solo duraría en el primer año, pues luego se desmarca absolutamente de su obra inspiradora. Aún en sus inicios, es un traspaso bastante libre, pues hay muchos elementos clave que son muy distintos. Para la televisión, fue adaptada por James Manos Jr., que fue secundado por una pléyade de productores, entre los que encontramos a Melissa Rossenberg (Jessica Jones), Scott Buck (Iron Fist), entre otros. La serie se extendió por 8 temporadas, completando 96 episodios, apoyadas por una serie de cortometrajes que fueron emitidos en la web, denominados Dexter: Early Cuts.
Como decíamos, en su vida diaria nuestro protagonista debe lidiar con una dualidad que le cuesta mantener en equilibrio. Durante el día, trabaja como un forense especialista en el análisis de sangre en el Departamento de Policía de Miami, colaborando en la unidad de homicidios para resolver los crímenes que asolan a la ciudad. La relación con el equipo es buena, pues es un miembro muy querido del departamento, donde además de su hermanastra Debra Morgan (Jeniffer Carpenter), también encontramos a un variopinto y estereotipado grupo de detectives: Angelo Batista, el bonachón policía latino, y el más cercano a Dexter; James Doakes, el rudo afroamericano que sospecha que Morgan oculta un inconfesable secreto, y no piensa parar hasta descubrirlo; Vince Masuka, el asiático rarito lleno de parafilias sexuales; y María LaGuerta, la jefa de la unidad, inescrupulosa y fría a la hora de mantener su poder, pero que coquetea con Dexter cada vez que puede.
Pero resulta que, al caer la tarde, Dexter se dedica a acechar, perseguir y matar a asesinos, violadores y otros peligrosos criminales que por algún motivo han burlado la justicia. El origen de su actuar nos remite a su infancia, y a una traumática y devastadora experiencia que cambiaría su vida para siempre. A los tres años de edad, fue encontrado en la escena de un crimen por Harry Morgan, legendario policía de Miami y padre de Debra, quien lo adopta. Pero pronto descubriría en el niño una fuerte inclinación hacia el asesinato y la tortura, y una falta de sentimientos completamente anormales.
Consciente que su hijo adoptivo tiene una condición difícilmente entendible por el común de la gente —¿un psiquiatra, tal vez?—, Harry intentará dirigir su comportamiento, para lo que ambos crean el "método de Harry", un compendio de reglas bajo las cuales Dexter debería vivir, canalizando sus ansias de matar y usándolas para hacer el "bien". Por esto, aunque al comienzo de la serie está muerto, el personaje interpretado por James Remar es uno de los que más peso tendrá, mediante flashbacks y ensoñaciones de Dex.
En pos de no ser descubierto, Dexter intentará guardar las apariencias durante toda la serie. Así, aunque es incapaz de tener sentimientos hacia nadie, se involucra sentimentalmente con Rita Bennett (Julie Benz), una madre de dos hijos, tanto o más dañada de él, al haber sido víctima de maltrato psicológico, físico y sexual por parte de su ex-esposo. Y acá es donde se comienza a complicar la vida del protagonista, pues si ya es complejo aunar su trabajo con su "afición", ahora se suma tener que ser un buen y romántico novio.
Temática roja
Como decíamos, el éxito de la serie fue prácticamente instantáneo. La excelente actuación de Michael C.Hall, Jennifer Carpenter, Julie Benz y el resto del reparto, sumado a un guion inteligente y trepidante, capturaron rápidamente la atención del público. Más allá de lo anterior, y del abrupto contraste entre el entorno festivo y colorido del sector latino de Miami con los ominosos crímenes a los que se enfrenta la policía, la verdadero anzuelo del show es descubrir el interior de Dexter, su llamado "Pasajero Oscuro", que debe ser alimentado de tanto en tanto, so pena de desbordar la psique de nuestro protagonista y asumir el control.
Y también, por supuesto, nos interesa ver la metamorfosis que sufre Dexter, y de lo que es capaz cuando libera su bestia interior para dar castigo a seres que en muchas ocasiones, son peores que él. "Hay algo extraño y desalentador en mirar una escena de homicidio a la luz de Miami", dice Dexter en un monólogo en el primer episodio, "hace que los asesinatos más grotescos se vean representados como si estuvieras en una nueva y atrevida sección de Disney World: Dahmerland". Y en efecto, la audiencia televisiva es una que censura fuertemente la desnudez y el sexo, pero se muestra fascinada por los detalles técnicos y morbosos de los crímenes violentos, como queda claro por el éxito de otros programas como CSI o Bones, en que escenas e imágenes escabrosamente gráficas, son tratadas con una óptica casi coloquial.
Acá sucede algo similar. Si bien no hay gore porque sí, la meticulosidad y el riguroso método de Dexter para preparar las escenas de sus crímenes y disponer de los restos de sus víctimas, su llamado "ritual", hace que sus asesinatos se vuelvan casi asépticos y despersonalizados, haciendo que el telespectador los vea con distancia y, curiosamente, empatizando más con el asesino que con el asesinado. Morgan actúa como un The Punisher cualquiera, aunque obviamente con intervenciones más específicas y puntuales. Mientras haya injusticia, es inevitable que personajes como éstos no sean una representación del visceral instinto de venganza que todos en algún momento hemos sentido.
De dulce y agraz
La serie tuvo críticas muy buenas y gran popularidad. Fue nominada para veintitrés premios Emmy, incluyendo cuatro postulaciones consecutivas a la Mejor Serie Dramática, y cinco a Mejor Actor Protagónico para Michael C. Hall, desde el 2008 al 2012. También fue nominada para nueve Globos de Oro —ganando dos—, siete Premios del Sindicato de Actores, y un Premio Peabody en 2007. En 2010, tanto Hall como John Lithgow obtuvieron un Globo de Oro por sus trabajos en la cuarta temporada.
Dexter utilizó el por entonces emergente formato de temporadas cortas, en este caso de 12 episodios, asociado más a productos algo más sofisticados como los de HBO que a series con espíritu más masivo, como las de Fox. Los ratings en general se mantuvieron altos durante toda la emisión, rompiendo récords y logrando ser uno de los programas más vistos de la cadena, al igual que la calidad técnica. Los guiones, sin embargo, comenzarían a palidecer luego de la cuarta temporada, con villanos que comenzaron a perder carisma, y giros dudosos en la trama, que en algunos casos borraron de un plumazo la metódica construcción de personajes que cuidadosamente se hizo durante los primeros años.
De hecho ésto dio a pie a un final que fue casi unánimemente odiado por todo el mundo, al punto que los ejecutivos de la cadena tuvieron que salir a defender tan polémico desenlace. La verdad es que el personaje terminó en un abismo del que era difícil salir airoso, cualquiera sea el guion que se hubiese aprobado, pero las pasiones que se levantaron fueron del todo inesperadas. Muchos culparon al showrunner Scott Buck —también sindicado como el responsable de los fiascos de series de Marvel como Iron Fist e Inhumans—, pues bajo su batuta en las últimas tres temporadas, el show fue cuesta abajo en una caída libre. También hay reportes que la cadena Showtime presionó para que el desenlace fuese de cierta manera, con lo que se coartó la libertad de los escritores.
Las temporadas
Los distintos ciclos del show se vieron definidos por el antagonista de turno al que Dexter debía despachar, aderezado con constantes cambios que sufriría nuestro protagonista, dados principalmente por su obligada interacción social y con su entorno más cercano, ya sea familiar o laboral.
En la primera temporada, por ejemplo, una serie de asesinatos de prostitutas lleva a la aparición de un nuevo asesino en serie llamado el Ice Truck Killer, debido a la forma en que los cuerpos de las víctimas son conservados al mantenerlos refrigerados. Esto llevará a Dexter a averiguar más de su pasado antes de ser adoptado por Harry, pues el descubrimiento de una horrorosa escena del crimen literalmente llena de litros de sangre, hace que reviva el trauma de su niñez que lo convirtió en lo que es. Descubrirá que su padre adoptivo no fue del todo sincero con él, en pos de protegerlo de una verdad que podría descarriarlo por completo.
La segunda temporada vería a Rita sospechar que Dexter es en realidad un drogadicto, debido a su extraño comportamiento. Como coartada, Morgan ingresará a un programa de Narcóticos Anónimos, donde conocerá a Lila Tournay, quien actuará como su madrina. Lila a su vez tiene a su propio pasajero oscuro, lo que la llevará a iniciar un tórrido romance con Dex, que a la postre se volverá una obsesión. Mientras, el Sargento Doakes no le pierde pisada a su compañero forense, monitoreando constantemente su comportamiento, pues está más convencido que nunca que oculta un secreto.
En la tercera y cuarta temporada, los adversarios de nuestro forense favorito serán personajes masculinos, pues ahí tendríamos a Miguel Prado, un fiscal de Miami que cae en el lado oscuro, y Trinity, que con una magistral actuación de John Lithgow, se convirtió en el enemigo favorito de los fans. Luego de eso, encontraríamos mafiosos rusos, femme fatales y asesinos ritualistas religiosos, pero es mejor parar acá antes de seguir arruinando la sorpresa.
Cortes iniciales
También es necesario mencionar Dexter: Early Cuts, que fue una web serie animada que se estrenó el 25 de octubre de 2009, para la que Michael C. Hall retomó su papel poniendo la voz al protagonista. Los webisodios están animados con un estilo 2.5D, donde las ilustraciones bidimensionales planas cobran vida en un espacio tridimensional.
Cada uno de las tres entregas de la primera temporada cuenta con cuatro capítulos de dos minutos, que se lanzaron semanalmente. Los episodios corrieron a cargo de la compañía Bullseye Art con guiones del escritor y productor de la serie Lauren Gussis, y cada uno de ellos se centra en las tres víctimas que Dexter menciona en el sexto episodio de la primera temporada, "Return to Sender". La productora trabajó estrechamente con Showtime para la edición, y las ilustraciones de esta temporada corren a cargo de Kyle Baker, Ty Templeton, Andrés Vera Martínez y Devin Lawson.
El 25 de octubre de 2010 se estrenó una segunda temporada, subtitulada Dark Echo. La historia se sitúa en los años de universidad de Dexter, inmediatamente después de la muerte de su padre Harry, y narra en seis capítulos cómo tiene que hacer frente a un asesino que ha presenciado su "ritual", y ahora está suelto matando a personas inocentes. Estos episodios están escritos por Tim Schlattmann y cuenta con las ilustraciones de las leyendas del noveno arte Bill Sienkiewicz y David Mack.
Con todo lo anterior, parece claro que Dexter es una serie que hay que ver. Está claro que sus últimas temporadas no están a la altura del mito, pero al menos la primera mitad entrega un producto consistente y de excelencia, mientras nos adentramos en la convulsa psique de un asesino en serie que trata de vivir una vida normal, mostrándole a la sociedad la cara que esta quiere ver, mientras mantiene a raya a su pasajero oscuro. Guardando las proporciones, el mayor de los Morgan no es más ni menos que muchos de nosotros.