Guía de Lectura - Los cómics de Indiana Jones: buscadores de la viñeta perdida
Henry Walton Jones Jr., Indiana Jones para los amigos, es el arqueólogo más famoso de la cultura popular. Alcanzando el estrellato mediante una impecable trilogía de películas —la cuarta fue sólo un error en la matrix—, y arropado por gran cantidad de novelas, videojuegos e incluso una serie de televisión que narraba sus aventuras juveniles, Indy nos hace evocar como nadie el sentido de aventura y el misterio de descubrir civilizaciones antiguas y ruinas olvidadas. Como puntal de la industria del entretenimiento, los cómics no podían dejar al margen a tal ícono, y por tanto, el noveno arte también es pletórico en obras protagonizadas por el saqueador de tumbas. Entonces, ajustate el Fedora y alista tu látigo para viajar en el tiempo y descubrir cuáles son, y qué pueden ofrecernos, los cómics de Indiana Jones.
Los cómics de nuestro aventurero favorito han aparecido bajo el alero de dos de las mayores editoriales estadounidenses, Marvel Comics y Dark Horse Comics. Mientras que la primera apostó por el personaje en su época de mayor fervor cinematográfico, la segunda mantuvo la franquicia relativamente viva hasta que el cuarto largometraje vió la luz. Haremos un repaso cronológico de los títulos, separándolas en una etapa clásica, que comprende desde el estreno del primer film Raiders of The Lost Ark hasta antes de Indiana Jones and The Kingdom of Crystal Skull, y una etapa moderna, que comprende títulos editados dada la remozada atención que atrajo la franquicia dada por el estreno del cuarto filme.
ETAPA CLÁSICA — MARVEL COMICS
RAIDERS OF THE LOST ARK (1981)
En 1981, las pantallas de todo el mundo asistieron al nacimiento de un héroe diferente a todos los demás. Desde el principio, los espectadores se engancharon a la leyenda de Indiana Jones, un arriesgado y seductor explorador que viviría para siempre en nuestra imaginación, y que desvelaba los misterios del pasado en una época en que el mundo estaba en guerra y los sueños todavía podían hacerse realidad. Por tanto, Marvel Comics no dejaría pasar la oportunidad de ganar unos cuantos dólares con la franquicia, y es así como iniciaría la publicación de los cómics de Indy desde el punto de partida más accesible, la adaptación de la primera película. Eso sí, la historia comenzaría antes.
A fines de la década de 1970, la Casa de las Ideas se encontraba en una situación extraña en lo que respecta a las licencias de películas populares. Dado que todos los acuerdos incluían la obligación de hacer varios números, Marvel convertía los títulos en series regulares y luego, cuando las ventas comenzaban a disminuir, los cancelaba una vez que finalizara el trato. La excepción, dado su éxito, fue Star Wars.
Con la llegada de los ’80, el Editor en Jefe de Marvel, Jim Shooter, quería ser más cuidadoso al hacer adaptaciones de películas, pero al mismo tiempo, los superiores de Marvel pensaron que aquellas eran una gran idea, por lo que lo presionaron para que se publicaran más y más. Entonces, el editor haría dos cosas: primero, lanzaría las versiones de la películas como series limitadas, para no estar atados a hacer series abiertas que fuesen canceladas de inmediato. En segundo lugar, sería mucho más exigente acerca de cuales serían las películas a publicar.
En este caso particular, la idea fue inicialmente rechazada por Shooter, pues luego de leer el guión señalaría que el final era ridiculo, y que Jones realmente no hacía nada para obtener el triunfo, y en verdad, algo de razón tenía. Sin embargo, en ese momento Star Wars era uno de los títulos más exitosos de Marvel, y LucasFilms, el estudio realizador tanto de la Guerra de las Galaxias como Raiders, estaba encantado con ella, y por tanto no podían creer que no quisieran adaptar su nuevo producto o crear una serie regular derivada. Para convencerlo, ofrecieron al editor un adelanto de 25 minutos de la película terminada, y al ver que la producción impecable dejaba de segundo plano alguna debilidad del script, se daría la luz verde.
En efecto, Raiders Of The Lost Ark, miniserie de tres números, llevaría a las viñetas el guion del exitoso largometraje, pero también significaría una gran apuesta de la editorial, pues el trabajo sería acometido por verdaderas leyendas del noveno arte, con Walt Simonson en guion, John Buscema en dibujos, Klaus Janson en tintas y Michelle Wolfman en color. Como ya sabemos, la trama arranca en 1936, cuando Indiana Jones recupera un ídolo de oro perdido en las selvas de Perú, pero es traicionado por sus guías y, finalmente, pierde la reliquia a manos de su rival de mucho tiempo, Belloq. Tan pronto como regresa a Estados Unidos, miembros de la Inteligencia del Ejército le revelan evidencias que sugieren que los nazis descubrieron la ciudad perdida de Tanis y están cerca de descubrir el Arca de la Alianza, pidiéndole a Jones que la encuentre antes, para mantenerla fuera de las manos del mal.
Y si bien se trata de una adaptación más o menos literal, hay algunas diferencias, como la persecución en el desierto, o la secuencia del disparo al espadachín en El Cairo, que simplemente no se produce. Hay varias más, pero no pretendo arruinar la sorpresa.
THE FURTHER ADVENTURES OF INDIANA JONES (1983)
Una vez de manifiesto el éxito del film inicial, Marvel no perdió tiempo en lanzar una serie regular del personaje, conscientes de que habrían buenas ventas, y que había muchas historias que contar del usuario del sombrero de cuero. Su publicación se extendió entre 1983 y 1986, abarcando un total de 34 entregas, que se ubican cronológicamente entre 1936 y 1937, en el período posterior a Raiders.
Nuevamente, el proyecto cayó en manos de reputados autores, lo que habló bien de la confianza de la editorial en el producto. Aquí encontraríamos, por ejemplo, a John Byrne, Denny O´Neill, David Michelinie, Arche Goodwin, Herb Trimpe y Linda Grant en guiones, mientras que en arte participarían monstruos como John Byrne, Steve Ditko, Terry Austin, David Mazzuchelli y Michael Golden, entre otros.
A pesar de que los autores solo contaban con Raiders como modelo para desarrollar al personaje, al igual que la mayoría de las obras de este tipo, la historia y el diálogo siguen muy de cerca lo establecido por ella. Y si bien la colección no llegó a los quioscos hasta casi dos años después del estreno en cines, el cómic resultó ser muy certero al captar la sensación de aventura trepidante y osada que el mundo vislumbró en el éxito de taquilla de Spielberg y Lucas.
En estas páginas encontraremos al Dr. Jones recuperando reliquias sagradas, enfrentarse a cultos siniestros y a peligrosos coleccionistas y criaturas mitológicas, pero también tendríamos elementos que ya habíamos visto en el largometraje, como los Hovitos o la estatuilla de la fertilidad. Los argumentos son desarrollados con el antiguo arte de los números unitarios o pequeñas sagas que no van más allá de los tres números, dotando al título de un ritmo vertiginoso, tal como las aventuras de su protagonista.
Mucho de lo que hizo especial a The Further Adventures of Indiana Jones fue el hecho de que el arte era mucho mejor que lo que visto en la adaptación de Raiders. Y si bien algunas de las historias fueron algo descabelladas, excesivas y algunos de los personajes puedan ser considerados, según los estándares de la creatividad actual, como racistas o sexistas, siguen siendo narraciones hechas con el único objetivo de entretener, y dar a los fans de Indy material para aguantar el paso del tiempo hasta la segunda película, de que desde un principio pareció inevitable. Por tanto, en estas páginas encontramos relatos de aventuras increíbles, constantes giros de guion y emocionantes cliffhangers. Diversión ochentera en estado puro.
INDIANA JONES AND THE TEMPLE OF DOOM
Con el estreno del segundo Film, Indiana Jones and the Temple of Doom, recibiríamos su acostumbrada adaptación. En esta oportunidad, se trató de una serie limitada de 3 números, que vio la luz en septiembre de 1984, escrita por el habitual de la serie regular David Michelinie, y dibujada por Jackson «Butch» Guice.
La historia ya es conocida: es 1935, y después de escapar del gangster Lao Che en Shanghai, Indiana Jones junto a su compañero Short Round y la cantante Willie Scott, se encuentran en la India, cerca del pueblo de Mayapore. El chamán de Mayapore cuenta cómo los hombres del lejano Palacio de Pankot secuestraron a sus hijos, así como su piedra sagrada, que Jones teoriza es una de las piedras perdidas de Sankara. De este modo, emprende una misión para rescatar a los niños, pero al llegar al palacio, descubre que es un hervidero de actividades para el resurgimiento del malvado culto Thuggee, dirigido por el siniestro sacerdote Mola Ram, que utiliza a los niños de Mayapore como esclavos para explotar las minas de gemas preciosas. Jones y sus compañeros deben poner fin al culto, liberar a los niños y recuperar las Piedras Sankara.
La historia está muy bien adaptada por Michelinie, mientras que el arte de Guice es expresivo, con un buen uso del color y algunas imágenes que parecen sacadas directamente de la película. Naturalmente, también hay variaciones en algunas escenas, que da cierto interés incluso para quienes se saben el film de memoria.
INDIANA JONES AND THE LAST CRUSADE (1989)
La última obra de Marvel relativa al carismático explorador sería la adaptación del último film de la trilogía original, Indiana Jones and the Temple of Doom, en forma de una miniserie de 4 entregas, nuevamente obra de David Michelinie, acompañado por el arte de Bret Blevins. Michelinie, a estas alturas curtido en plasmar a Indy en los cómics, recrea el guion de forma muy fiel, tomándose, como siempre, pequeñas libertades.
Estamos en 1938, e Indiana Jones completa la tarea de su vida para recuperar la Cruz de Coronado desde las manos de un coleccionista despiadado. En Estados Unidos, un rico comerciante de antigüedades y hombre de negocios llamado Walter Donovan se le acerca y afirma tener pistas sobre el lugar de descanso final del Santo Grial, la copa sagrada que se dice dará vida eterna a quienquiera que beba. Jones no está interesado hasta que Donovan revela que su padre, Henry Jones, fue originalmente el líder de su proyecto y desapareció en Venecia. Acompañado por Marcus Brody, Indy viaja a Venecia donde se encuentra con la encantadora Dra. Elsa Schneider, y son atacados por miembros de la Hermandad de la Espada Cruciforme.
Finalmente, Indy se reúne con su padre y descubre que sus viejos enemigos, los nazis, están involucrados. Usando el diario de Henry, él y los nazis planean buscar el grial en el Cañón de la Luna Creciente en Hatay, por lo que los protagonistas se verán en una carrera para evitar que los nazis obtengan la copa, y no morir en el intento.
ETAPA CLÁSICA - DARK HORSE COMICS
Dark Horse Comics es una de las editoriales estadounidenses más importantes. En 1990, el sello avecindado en Oregon adquirió la licencia para editar cómics de las franquicias más famosas de LucasFilms, Indiana Jones y Star Wars. En ambos casos, en lugar de mantener una serie regular en curso, como había hecho Marvel con The Further Adventures, la editora del caballo publicó una seguidilla de miniseries, tanteando el mercado con Indiana Jones and the Fate of Atlantis en 1991. Así, la compañía produjo varias historias más hasta 1995, además de publicar doce números que adaptaron los episodios de la serie de televisión The Young Indiana Jones Chronicles.
INDIANA JONES AND THE FATE OF ATLANTIS (1991)
Significando el puntapié inicial en la etapa de Dark Horse, Indiana Jones and the Fate of Atlantis es una miniserie de 4 números, obra de William Messner-Loebs, Dan Barry y Mike Richardson en guiones, y Dan Barry en dibujos, a partir de una historia de Hal Barwood y Noah Falstein, de LucasArts Games. Y es que en efecto, esta obra sería una adaptación del videojuego del mismo nombre, que a su vez nació de lo que algunos especulaban era el guion del cuarto largometraje.
La historia, como su nombre lo indica, gira alrededor de la búsqueda por parte de Indy de la ciudad perdida de Atlantis. Todo comienza cuando un misterioso desconocido aparece en el Barnett College con una antigua llave, lo que hará que el Dr. Jones deje de lado sus libros para buscar a su ex-colega arqueóloga Sophia Hapgood, ahora convertida en una psíquica de moda. Agregue una diminuta estatuilla parecida a un minotauro, condimente con algunos nazis demasiado entusiastas, y voilá: una de las mejores historias de Indy fuera del cine.
Fate of Atlantis debe leerse como un complemento al videojuego, pues entre ambos hay notables diferencias. Claro que hay orichalcum —ese material con una devastadora potencia atómica—, ruinas atlantes, viajes por el globo y riesgo a la vuelta de cada esquina. Naturalmente, hay viajes submarinos, en globo, en hidroavión, coche o caballo. Y por supuesto, hay nazis como el coronel Klaus Kerner o el mad doctor Ubermann, a los que el destino depara un final a la altura de su maldad y megalomanía. Aunque a la trama le haría bien un poco de freno, pues Indy y Sophie viajan demasiado, y demasiado rápido, entre los números.
El mítico artista Dan Barry entrega frenéticas escenas de acción, ingeniándoselas para plasmar enfrentamientos simultáneos que dan al lector una visión global y de conjunto a escenas que, a ratos, parecen tridimensionales. La autoridad creativa del ilustrador le permite también entregarnos a un Indiana Jones de rasgos faciales algo distintos, que se ajusta precisamente a los hechos que se presentan, teniendo su propia consistencia, personalidad, su ritmo, tono y hasta se diría que su propia voz, pero manteniéndose respetuoso con el modelo original.
THE YOUNG INDIANA JONES CHRONICLES (1992)
La segunda oleada de Dark Horse con el explorador de la chaqueta de cuero sería nuevamente una adaptación, en esta oportunidad de la serie de televisión homónima. Young Indiana Jones Chronicles es una maxiserie de 12 números, escritos por Dan Barry, quien también realizó el dibujo de algunas entregas, apoyado por varios artistas en labores gráficas, como Gray Morrow y Gordon Purcell.
Enmarcadas en un estilo de ficción histórica en que vemos a Indy en su etapa juvenil y por ende antes de convertirse en arqueólogo, las historias acá narradas transcurren desde la niñez de nuestro protagonista hasta antes de cumplir 20 años, época en que recorrerá variadas locaciones geográficas como África, Pekín, México y Viena, entre otros. En sus periplos, intervendría en hechos históricos reales como el descubrimiento de la tumba de Tutankamón o la Primera Guerra Mundial, y conocería a personajes famosos como Lawrence de Arabia, Pancho Villa o el presidente estadounidense Teddy Roosevelt.
El autor Dan Barry ya era toda una leyenda del noveno arte cuando comenzó a crear cómics de Indiana Jones, y ya en la década de los ’40 y ’50 se había distinguido por las tiras semanales de Tarzan o Flash Gordon. El artista hace gala de un estilo vívido, con viñetas que están siempre en movimiento incluso cuando sus personajes están en reposo, y experimenta con las perspectivas, con los puntos de vista y con los márgenes, pues los objetos suelen desbordarlos, dando a entender que las limitaciones espaciales le son indiferentes. Su conocimiento del lenguaje del cómic se plasma en la toma de decisiones correctas para dinamizar lo leído, por lo que sus páginas nunca resultan aburridas, siendo capaz de revalorizar incluso aquellos instantes en los que se debe imponer una pausa precisa que no sature al lector.
Como guinda de la torta, cada número incluye un extenso dossier escrito por Kurt Busiek (Marvels, Avengers), en que se detalla el contexto temporal y sociopolítico del escenario de la historia, y se detalla la vida y obra de los secundarios famosos que se pasean por estas páginas. Educación y entretención, ¿quién da más?
INDIANA JONES: THUNDER IN THE ORIENT (1993)
Nuevamente encontramos al mítico Dan Barry como autor completo, en la serie limitada de seis números titulada Indiana Jones: Thunder in the Orient.
1938. Indy es llamado desde una excavación en el Líbano para visitar la India, donde una mujer de su pasado ha descubierto lo que ella cree que son pistas que podrían llevar al Pacto de Buda, los escritos y preceptos originales de aquella deidad en sus propias palabras. La leyenda cuenta que el Pacto tiene un gran poder místico que se ocultó para evitar que cayera en las manos equivocadas. Mientras los protagonistas reflexionan sobre este legendario tesoro, se dan cuenta del tremendo poder que oculta: podría unir a los 500 millones de budistas alrededor del planeta… o destruir el mundo.
Aunque los nazis sean los villanos más redondos del cine, los autores comprendieron que no conviene abusar de ellos, y en esta ocasión Indy se enfrenta a bandidos afganos y al ejército imperial japonés, que por supuesto aportan con su cuota necesaria de fascismo. Transcurriendo cronológicamente antes de Fate of Atlantis, esta historia recupera uno de los personajes favoritos de aquella, la Dra. Sophie Hapgood, e incorpora a Khamal, un niño indio con buen olfato para los tesoros, pero que carece del carisma de nuestro amigo Short.
Thunder in the Orient se centra sobre todo en la acción y como es lógico, recuerda en muchos aspectos a los viejos cómics de aventuras, pero está falto del trasfondo sobrenatural característico de las películas. Por lo demás, estamos ante un cómic excelente.
INDIANA JONES AND THE ARMS OF GOLD (1994)
Miniserie de 4 entregas, que significó la inyección de sangre nueva a la franquicia, pues ya no tenemos a Dan Barry, sino que a Lee Marrs en guion, y Leo Durañona en dibujos. Y, lamentablemente, no alcanzaron lo que Barry había hecho anterioridad.
Nuestro intrépido arqueólogo se adentra en América del Sur, cuando un invaluable tesoro antiguo que no tiene precio, parte de los brazos de oro de Chimu Taya, son entregados a la profesora Francisca Uribe Del Arco, una encantadora y misteriosa colega de Indy. Las circunstancias llevarán a ambos a embarcarse en un viaje por mar a Buenos Aires, en busca del hermano de la mujer, que podría tener la clave de todo. El romance puede estar en el aire, pero también los problemas.
La trama en realidad tiene bastantes elementos similares a las anteriores miniseries, pero su desarrollo es más lento, un poco difícil de seguir y simplemente no se siente como las películas, a diferencia de Fate of Atlantis y Thunder in the Orient. El arte también se suma al problema. Los dibujos de Leo Durañona son demasiado vagos, carente de detalles y que captan la atención con dificultad. Los colores son en su mayoría grises y tenues, y solo hacen que la historia sea más aburrida de lo que probablemente es. En consecuencia, el apartado artístico pone aún más trabas al disfrute de la lectura.
INDIANA JONES AND THE GOLDEN FLEECE (1994)
En una pequeña historia que abarca sólo dos números, Indiana Jones and the Golden Fleece nos presenta a otros recién llegados: Pat McGreal y Dave Rawson en escritura, y Ken Hooper en dibujos.
Esta nueva aventura tiene a Indy en medio de una excavación arqueológica, en plena invasión alemana de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí se encontrará con una antigua orden de místicos que buscan el legendario Vellocino de Oro que alguna vez usó Jason para entregar el poder y la prosperidad a un imperio, y del que se dice puede llevar a cualquier ejército a la victoria. Cuando las cosas empiezan a ponerse peligrosas, Jones es rescatado por Omphale, la hija de un piloto de carga griego, y para cuando el explorador se da cuenta de lo que está pasando, tiene a la policía secreta turca, a la antigua secta y a todo el ejército alemán en búsqueda de sus hallazgos.
La obra es cumplidora, máxime si consideramos que en sólo dos números no hay espacio para un trama muy elaborada, o un desarrollo más profundo de personajes. El argumento es fiel a la temática de la trilogía original, tiene la mayoría de los elementos que contribuyen a una buena aventura de Indiana Jones: acción, aventura, un mcguffin y mucho peligro. El arte regular, cumple sin más su objetivo, que consiste en reflejar con dinamismo lo que describe el guión.
INDIANA JONES AND THE SHRINE OF THE SEA DEVIL (1994)
Presentada como un número único, pero publicada originalmente en Dark Horse Comics Presents #003-006, The Shrine of the Sea Devil es obra de Gary Gianni, quien actúa como autor completo. A comienzos de 1935, Indy explora las aguas del Pacífico Sur en busca de un templo sumergido, para descubrir la verdad tras la leyenda de un demonio marino que se ha transmitido durante siglos. Así, protagonizará una aventura que, no por ser corta, no escatima en espectacularidad.
El cómic, dentro de su brevedad y sencillez, es bastante entretenido, y una vez más, acá asistimos a un ejercicio que para el lector de comics moderno, acostumbrado al decompressive storytelling, les parecerá ciencia ficción: contra una historia, completa y redonda, en sólo 24 páginas. El buen hacer de Gianni lleva a buen puerto el proyecto, entregando una pequeña joya en la bibliografía del saqueador de tumbas.
Eso sí, de Indiana Jones solo tiene el nombre. Indy lleva el sombrero puesto en solo un puñado de viñetas, y ni siquiera usa su látigo, que, según dice él mismo, ha olvidado en casa. Tampoco hay chica, ni mcguffin, ni nazis, ni nada. Casi parece que tomaron la idea de un cómic de aventuras cualquiera y hayan sustituido al héroe de turno por Indiana Jones.
Como curiosidad, señalar que al final del cómic hay un cameo de Amelia Earhart, la primera aviadora que cruzó el Atlántico en solitario.
INDIANA JONES AND THE IRON PHOENIX (1994)
Indiana Jones and the Iron Phoenix es una serie limitada de cuatro números escrito por Lee Marrs, con arte de Leo Durañona. La historia se basó en lo que se había planificado como la secuela del videojuego Indiana Jones and the Fate of Atlantis, que solo alcanzó un desarrollo inicial. Y aunque el juego nunca vió la luz, de todos modos en los créditos del cómic se agradece al personal del estudio LucasArts.
En sus páginas, asistiremos a una historia situada en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, con las tropas soviéticas recorriendo Berlín en busca de artefactos valiosos. En un monasterio medieval, Indiana Jones encuentra la Llave del Rey Salomón, un viejo manuscrito que habla de la Piedra Filosofal, de la que se dice que puede convertir objetos en oro y también devolver la vida a los muertos. La piedra está compuesta de tres partes, e Indy, colaborando con la comandante soviética Nadia Kirov, deberá encontrar las piezas antes de que los nazis hagan lo mismo y las utilicen para crear un nuevo Reich, reviviendo a sus camaradas caídos, y al mismísimo Adolf Hitler.
Quizá por no tratarse de su primera colaboración, o por ser un relato basado en algo ya establecido, el trabajo de Marrs y Durañona se siente más sólido que en Indiana Jones and The Golden Arms, entregando un producto certero y entretenido. La historia y el desarrollo de esta aventura son muy cercanos a la experiencia de las películas de Indiana Jones, pues hay un artefacto místico, una chica con carisma, parajes exóticos, persecuciones motorizadas, experiencias sobrenaturales e incluso zombis nazis. Eso sí, las ilustraciones siguen demasiado sobrias e incluso burdas.
INDIANA JONES AND THE SPEAR OF DESTINY (1995)
Indiana Jones and the Spear of Destiny es una miniserie de cuatro números, escrita por Elaine Lee, con arte de Dan Spiegle y Will Simpson. Estamos en Irlanda en 1945, e Indiana Jones y su padre, el doctor Henry Jones, descubren un terrible secreto que podría destruir toda la civilización. La punta de la Lanza del Destino, que atravesó el costado del mismísimo Cristo, ha caído en manos de espías nazis y será subyugada a sus infames deseos si es que encuentran el árbol sagrado desde el que se confeccionó el mango original. En manos de un hombre, la lanza mató a Cristo. En manos de los nazis, destruiría el planeta. Sólo los Jones se interponen entre ellos y la dominación total del mundo.
Un macguffin interesante y una narración repleta de intriga y acción, que incluso podría haberse llevado al cine, se ven, sin embargo, tristemente ensombrecidos por los dibujos solo mediocres de Will Simpson y Dan Spiegle, que consiguen brindarnos las que quizá sean el peor desempeño gráfico la etapa Dark Horse, junto a las de Durañona. Sentiría lástima por la guionista Elaine Lee, si no fuera porque ella misma coloreó el cómic, y su trabajo tampoco es nada del otro mundo. Deberían contratar al tipo que dibujó la portada.
INDIANA JONES AND THE SARGASSO PIRATES (1995)
La última obra de la etapa clásica de Dark Horse sería una miniserie de 4 números, a cargo de Karl Kessel en guiones, y el mismo Kessel, junto a Paul Guinan y Eduardo Barreto en arte, con portadas del gran Alex Ross.
En esta historia, Indiana Jones navega en alta mar en busca de un barco vikingo perdido. Habiendo firmado con una banda de piratas, Indy ha puesto su vida en manos de su viejo enemigo, el Capitán Lawton, quien lo culpa por la pérdida de su pierna a un tiburón años antes. Pero los tiburones son la menor de las preocupaciones cuando el barco se enreda en el mítico cementerio de barcos, del que nadie ha podido salir jamás: el Mar de los Sargazos.
Aunque es raro ver a Indiana Jones tratando con piratas, la historia es entretenida y se deja leer. Los dibujos de Eduardo Barreto, de estilo menos realista que los de sus colegas, suponen un cambio agradable después de lo visto en Spear of Destiny.
ETAPA MODERNA
Después de una pausa de publicación de más de una década, Dark Horse retomó la publicación de cómics de Indiana Jones en 2008, coincidiendo con el desarrollo y lanzamiento del infame film Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. También se diversificaron en múltiples formatos, tanto para la edición de títulos nuevos, como para la recuperación y recopilación del material de la etapa Marvel. Estos fueron reeditados en formato omnibus, pero aca solo hablaremos de las series nuevas.
INDIANA JONES AND THE KINGDOM OF CRYSTAL SKULL (2008)
Como la tradición manda, toda película de Jones Jr. debe incluir su respectiva adaptación al formato cómic. En este caso, sería en la forma de una serie limitada de dos números, escrita por Jackson Miller, y dibujada por Luke Ross. Y si bien el trabajo del equipo creativo logra capturar la esencia del film, finalmente su versión en viñetas es tan desilusionante como la de pantalla grande.
La narración se esfuerza por inyectar un poco de humor adicional, pero termina haciendo que la historia se sienta aún más forzada, aunque al menos el escritor tuvo el tino de no incluir la escena en la que Mutt se balancea como un mono a través de los árboles. Condensado en solo dos números, la trama de Indy 4 prácticamente no tiene sentido. El arte también es desconcertante, pues Jones se ve completamente diferente de panel a panel, y casi nunca se parece a Harrison Ford.
INDIANA JONES ADVENTURES / INDIANA JONES AND THE TEMPLE OF YEARNING (2009)
Además de la adaptación del guion de la película, en 2008 también se publicaron dos novelas gráficas de la serie Indiana Jones Adventures, las que se complementaron con la historia corta Indiana Jones and the Temple of Yearning, aparecida en el Dark Horse’ Free Comic Book Day 2009. En el mercado estadounidense, el adjetivo «Adventures» denota a obras pensadas para el público general, pero sobre todo para atraer a lectores jóvenes o niños, caracterizándose por la brevedad y claridad de su guion, pero sin descuidar la calidad, en series que habitualmente poseen una efectiva estética pop.
Siguiendo esta estela es que aparece esta colección, en la que no cabe duda que los escritores Phillip Gelatt, autor de la primera entrega, y Mark Evanier, responsable del tomo 2 y la historia del FCBD, no sólo dominan este tipo de cómics, si no que lo disfrutan tanto o más que los fans. Sus historias respetan el espíritu de las películas, pero desde un punto de vista sencillo y directo para captar nuevos lectores, sin escatimar en guiños para los expertos que siguen ahí.
No obstante, el verdadero aglutinador del proyecto es el dibujante Ethan Beavers. El ilustrador retoma el estilo sencillo y un tanto naif de Bruce Timm, y lo actualiza con toques que recuerdan al Darwyn Cooke más divertido. Sus dibujos tienen ese punto de caricatura liviana y clara, perfectos para la narración, y más aún para representar los tópicos de este mito de la aventura que es Indiana Jones.
Como decíamos, estas tres historias beben directamente de las películas clásicas del personaje. Son aventuras adrenalínicas, acompañadas de un montón de humor, acción y referencias históricas. Como en los films, el objetivo de Indy siempre es noble, aunque algunos, como la Dra. Lawrence, le tomen por un simple ladrón. Sus intenciones se mantienen heroicas, pues intenta que los nazis no no consigan un arma para dominar el mundo, o que Ali Bey-Faisel no retome el Imperio Otomano.
Entre los personajes secundarios encontramos a Marcus Brody, el director del Museo de la Universidad que aparece también en los tres primeros filmes y, como una fotografía, en el cuarto. Y como enemigo a batir, nos encontramos con René Belloq, el mismo que en Raiders of The Lost Ark robaba la pequeña estatuilla incaica, se unía a los nazis, intentaba conquistar el corazón de Marion, y consiguió, para su propia desgracia, abrir el Arca de la Alianza antes que nuestro aventurero.
INDIANA JONES AND THE TOMB OF GODS (2008)
Y así, llegamos a la que hasta ahora es la última participación de nuestro arqueólogo favorito en viñetas. En efecto, Indiana Jones and the Tomb of the Gods es una miniserie de 4 entregas, escrita por Rob Williams, y dibujada por Steve Scott y Bart Sears.
El cómic podría llamarse perfectamente Indiana Jones y los mitos de Cthulhu, pues una vez más esta historia nos cuenta las aventuras de Junior cuando se enfrenta a males mas allá de la comprensión humana. Es 1936, e Indiana Jones ha recibido una extraña carta del profesor Henrik Mellberg sobre un hallazgo extraordinario, una antiquísima llave que puede cambiar la historia de la humanidad. Indy acudirá a su cita y se encontrará con una desagradable sorpresa, por supuesto esperada por todos: los nazis también están interesados en la llave.
Un cómic que si bien adolece un poco en su apartado gráfico, posee todos los elementos de las aventuras del buen Indiana, con algunos elementos lovecraftianos que no adelantaré por no arruinar sorpresas. Muy recomendable sobre todo si son fans de las aventuras más pulp.
Y así, llegamos al final de nuestro listado. Como ven, hay una amplia variedad de títulos protagonizados por nuestro explorador favorito, y si bien la mayoría no se despegan del esquema viajes-artefactos-chicas-nazis, y no todos están a la altura de la leyenda, siguen siendo un estupendo pasatiempo para quienes gustamos de las aventuras que implican saquear templos y salvar a la humanidad. La invitación, entonces, es a descubrir estos cómics, algunos más antiguos que otros, en un ejercicio de arqueología que haría sentirse orgulloso al inmortal Indiana Jones.
Bonus Track
INTO THE GREAT UNKNOWN (2004)
Star Wars Tales fue una serie de cómics de la editorial Dark Horse que permitía múltiples relatos, la mayoría no canónicos, de Star Wars. Cada historia tenía distinto tono, algunas más serias, otras hasta humorísticas. Así, en Star Wars Tales #19, se publica esta historia de 10 páginas, donde se cruza Indiana Jones con Han Solo, los personajes de Harrison Ford. La frase del título es una referencia a la del amigo de Indy, Wu Han, quien muere al inicio de Temple of Doom. No es una historia feliz, pero trae múltiples referencias que dejarán satisfechos a fanáticos de ambas franquicias. El guion está a cargo de Haden Blackman, quien hizo muchas historias notables del universo Star Wars (ahora Legends), y el arte a cargo del talentoso Sean Murphy. Un imperdible.