"Nick-Obre" de Themo Lobos: licencia para matar y ser muerto
Estimados Lectores:
Han pasado solo unos días desde del cumpleaños del maestro Themo Lobos, así que hoy, en celebración a tan magno evento, quisiera hablar de otra de las obras del padre putativo de Mampato. Es cierto que las aventuras del niño pelirrojo y su amigo cavernícola son las más conocidas, pero lo cierto es que el autor tiene bastantes otros trabajos a su favor. Ferrilo, Máximo Chambónez, y por supuesto nuestro elegido del día de hoy, Nick -Obre, el Agente 000-5, con licencia para matar y ser muerto, el detective privado agente secreto que nos introduce en un mundo de aventuras con el clásico humor e ingenio de Themo. ¿Comentamos?
Revisitando el personaje
Nick Obre fue otra de las creaciones de Themo cuyos orígenes datan bastante más atrás que la Revista Mampato, establecido primero en versión blanco y negro con un perro que habla, para luego evolucionar en la Revista Barrabases a un "detective deportivo" en sus primeras aventuras oficiales. Finalmente, la versión más conocida del personaje llegaría en la Revista Rocket, donde Nick se enfrentaría a casos más complejos de lo que habíamos visto hasta ahora.
El personaje, dentro del panteón de Themo, era más cercano al ingenio de Mampato que a la torpeza inocente de Máximo Chambónez o Ferrilo. Era pequeño de tamaño, astuto y bastante hábil ante los problemas, no siendo común que él mismo se metiera en uno por su propia estupidez. Pero a diferencia del viajero en el tiempo, lo cierto es que Nick Obre no es necesariamente desinteresado a la hora de entrar en acción: el detective llegará a distintos casos una vez que esté seguro que recibirá buenos honorarios, siempre fumando cantidades astronómicas de pipa que dejan a todos tosiendo en su camino, y no dudando en ningún momento de usar su pistola. Después de todo, tiene licencia para matar y morir en su misión.
Acompañado por su perro Watson, quien generalmente sirve como su auditor espía con un micrófono que tiene colgado en su collar, Nick es invitado a resolver casos que van de fraudes deportivos, robos misteriosos, hasta sabotajes científicos, siendo este último probablemente donde abundan la mayoría de sus aventuras. En general son historias cortas, la mitad o un cuarto de tamaño que una historia regular de Mampato, pero en ellas alcanzamos a enfrentarnos a una serie de sospechosos, falsas pistas y peligros suficientes que hacen de Nick Obre una lectura rápida pero completa.
Las aventuras de Nick parecieran enmarcarse la mayor parte del tiempo en la estructura clásica de una historia de detectives estilo Sherlock Holmes —no por nada su perro se llama Watson—, pero en otras ocasiones, Themo usó el personaje como vehículo parodia de las aventuras de James Bond o Mission: Impossible, con agentes de otras potencias metidos en el juego, máscaras para ocultar la identidad, bombas, artefactos tecnológicos imposibles, etc... Y aunque todas las historias tienen una estructura similar —al punto que con un poco de experiencia, uno aprende a reconocer inmediatamente quién es el culpable en su primera aparición— creo que esto nos permitirá agrupar las historias en distintas categorías que harán más simple su revisión.
Nick: Detective Deportivo
En dos ocasiones, Nick es llamado para resolver lo que a la larga no son más que simples fraudes deportivos: en una primera aventura, Nick debe resolver el misterio de un luchador de box que parece arreglar sus peleas, mientras que historietas más tarde se enfrentaría a un equipo de fútbol que utiliza un extraño mecanismo para vencer sus partidos de local. Estas historias son bastante entretenidas pero simples, y admito que quizás son las que pondría más abajo en mi escala de preferencia. No quiero decir que tengas grandes defectos, es más bien que las otras cinco historias ofrecen una mayor variedad de tensión e intriga. En estas, ya sabemos quién es el culpable, solo debemos resolver cómo se está saliendo con la suya.
Es tan así, que la aventura del match de fútbol es resuelta casi de forma inmediata por Nick, quien descubre el truco que existía en los arcos de fútbol. Pero la historia no termina allí, pues Nick decide entonces usar el mecanismo en contra del equipo tramposo, quien pronto se encuentra en problemas para ganar el siguiente partido. Es diferente a las demás historias, pero con un resultado muy gracioso y más cercano a otras historias con moraleja de Themo Lobos, aunque como siempre, Nick simplemente se retira del lugar cobrando sus honorarios y llenando la sala de humo de su pipa.
Nick vs el Sabotaje Científico
Como adelanté, el grueso de las historias del detective privado están en este grupo. En una, Nick debe resolver el misterio de varios lanzamientos de cohetes al espacio fallidos, donde los astronautas mueren en misteriosas circunstancias; en otro caso, misteriosas explosiones dañan un laboratorio pero nadie logra saber quién está colocando las bombas; y finalmente, Nick debe resolver quién ha robado unos planos de una oficina donde hay siempre tres secretarias.
La gracia de estas historias en particular es que la respuesta la misterio generalmente está a la vista para el lector atento, no solo la identidad del culpable sino que también el cómo se ha salido con la suya, por lo que invitan a tomar un rol activo en resolver el misterio. A veces, como en el caso de las bombas, la respuesta es demasiado obvia, pero en general hay un justo equilibrio entre pistas a la vista y un desafío para quien lea. Mi favorita en este trío es, por supuesto, el caso de los astronautas, cuya respuesta es al mismo tiempo graciosa e ingeniosa; aunque la de los planos ofrece una graciosa parodia a los mensajes explosivos de Misión Imposible.
Nick "Bond" Obre
Las últimas dos historias de las que hablaré hoy son mis favoritas, donde Nick pareciera dejar un poco de lado su lado detective para ser un agente secreto. Son historias muy distintas entre sí, así que supongo que estoy haciendo un poco de trampa al agruparlas, especialmente cuando, técnicamente, una también incluye científicos, pero lo cierto es que existen elementos en común entre ambas que las vuelven particularmente entretenidas y emocionantes, en particular, el factor peligro para Nick, estando en varias ocasiones a solo centímetros de la muerte.
En la primera de ellas, luego de una hilarante confusión de departamentos, nuestro agente secreto se ve enfrentado a una serie de robos de joyería perpetrados por super robots. Acompañado de un gracioso sordo y un incrédulo oficial de policía, Nick debe llegar al fondo del asunto. Una segunda historia, y esta vez en parodia directa al agente 007, Nick es citado por una agencia del gobierno a descubrir el misterio tras el robo de un prototipo de jetpack silencioso, contando con la ayuda de un tal "James Fondo"; no estoy seguro de qué es parodia este último pero tiene autos caros y modelos así que supongo que de Elon Musk (?).
La gracia de estas historias es que no solo la respuesta no es obvia, llenando al lector de falsas pistas, sino que el desafío ofrece un particular riesgo para la dupla de Nick y Watson. Hay bastante en juego, y los villanos de turno —ambos particularmente memorables— harán todo lo posible por librarse del detective privado. Y, aunque es un detalle, ambas tienen finales bastante violentos para sus respectivos antagonistas, con Nick teniendo un rol bastante activo en sus muertes. No podría decir cuál de las dos es mi favorita, pero lo cierto es que recomiendo abiertamente la lectura de ambas como punto de entrada a quienes no han tenido el gusto de conocer el personaje.
Y ustedes, ¿cuál es su aventura favorita de Nick-Obre? Los invito a revisitar a este entretenido e intrigante personaje, y volver a sorprenderse con el ingenio de Themo para abordar otros géneros como lo son el de detective y de espías. Les prometo que no se van a arrepentir.
Atentamente,
Farfaramir, Licencia para Reseñar