Stan Lee (1922-2018): In Memoriam
Ayer 12 de noviembre fue un día de tristeza y reflexión en el mundo del cómic, pues se confirmó la muerte de Stan Lee, padre de gran parte del cosmos editorial y de los héroes más importantes de Marvel Cómics, a la edad de 95 años. Si bien la muerte es la consecuencia natural de la vida, y la noticia era esperable dado que el estado de salud de The Man venía mermada hace meses, en especial luego del deceso de su esposa, ningún rincón de la cultura popular se ha visto ajeno a las reacciones tras su fallecimiento.
Todos los medios especializados y generalistas, y un ejército de escritores y artistas del mundo del noveno arte, han volcado su pesar mediante comentarios en redes sociales y homenajes espontáneos alrededor del globo. Bob Iger, presidente y director ejecutivo de The Walt Disney Company, diría que "Stan Lee fue tan extraordinario como los personajes que creó. Un superhéroe por derecho propio de los fans de Marvel en todo el mundo, Stan tenía el poder de inspirar, entretener y conectar. La escala de su imaginación solo fue superada por el tamaño de su corazón”.
Y si bien la historia tras sus creaciones no es tan heroica ni romántica como el público general cree, su mérito y su legado son innegables. Ya habrá tiempo para analizar las verdaderas circunstancias tras el nacimiento de Spider-Man y otras criaturas, y de las documentadas prácticas poco éticas de Stan con sus colegas —disponibles a solo un googleo de distancia—, pero por ahora, solo quiero tomarme un tiempo para recordar algo de su vida y obra.
Stanley Martin Lieber —1922-2018— más conocido como Stan "The Man" Lee, amó la escritura desde temprana edad, y su intención siempre fue crear historias como las de sus libros y películas favoritas, que consumía vorazmente. A partir de una educación simple en los entornos de Manhattan, un joven Stanley se abrió camino a través de una serie de trabajos hasta el día en que se encontró como asistente en la editorial Timely Comics.
Entre rellenar los tinteros de los artistas, el borrado de los trazos de lápiz de las planchas de dibujos y la repartición de los almuerzos del personal, Lieber siempre expresó su deseo de escribir y crear sus propias historias, anhelo que se haría realidad en el número de mayo de 1941 de Captain America Comics. En esa entrega, los lectores encontrarían la historia en prosa "Captain America Foils the Traitor's Revenge", firmada por un tal Stan Lee. Había nacido una leyenda.
A medida que los roles y la permanencia de Stan en Timely Comics crecieron y evolucionaron, también lo hizo la propia compañía. Con él a la cabeza, Timely se transformó primero en Atlas Comics, para luego adoptar el nombre que lo catapultaría al olimpo y sería para siempre sinónimo de Stan Lee: Marvel Comics.
Como Editor en Jefe de Marvel, Lee hizo que su voz fuera fuese reconocible en las historias. Escribiendo prácticamente todos los títulos de Marvel, y trabajando con monstruos como Jack Kirby, Steve Ditko, Don Heck, Gene Colan y John Romita, Stan comenzó a construir un universo de continuidad interconectada, en que se aterrizó la figura del superhéroe al nivel del hombre común, por lo que los fanáticos sentían que que ese cosmos era extrañamente real. De sus continuas reuniones creativas con los artistas surgió una rica colección de personajes, incluyendo a los Cuatro Fantásticos, Spider-Man, Thor, Iron Man, Hulk, los X-Men y más. Hoy en día, es casi imposible encontrar un rincón del Universo Marvel en el que Stan no esté involucrado, aunque sea de manera indirecta.
Una de las características del guionista y editor es que siempre fue muy cercano con los fans, quienes sentían que de cierta manera encontraron en él a un amigo. Muestra de ello fue la introducción de los famosas columnas "Stan´s Soapbox" para hablar directamente con sus lectores, alcanzando un nivel personal que rara vez se ve en los cómics de hoy en día. En dichos escritos, aprovechaba para compartir novedades de la editorial y el bullpen, pero también para comentar acerca de la industria —famosos son sus comentarios que azuzarían las llamas de la rivalidad entre la Casa de las Ideas y la Distinguida Competencia— o para expresar sus ideas contra el racismo y la intolerancia, temas que lamentablemente siguen contingentes.
Además, y en continua búsqueda por nuevas formas de crear y publicar cómics, Stan también inauguró el Método Marvel de la planificación y el arte de sus publicaciones, mediante el cual nacieron algunas de las historias más icónicas de la industria hasta el día de hoy. Por supuesto, dicha metodología no fue de su autoría por completo, pues también debemos darle crédito, al mismo o mayor nivel, a Steve Ditko.
Siempre con un agudo sentido para detectar las corrientes de la opinión pública y transformarlas en ideas y productos comercialmente atractivos, la voz de Stan siempre se sintió a través de sus actos, ya sean en las decisiones editoriales o en los textos de las historias mismas. Con una intensa pasión por el medio, ayudó a refinar y reformar el Comics Code Authority y abordó temas relevantes como la discriminación, las drogas y la intolerancia.
En 1972, Stan se retiró de su puesto como Editor en Jefe de Marvel para abordar el papel de Publisher, pero debido a que una gran sucesión de escritores lo seguían, su espíritu e impronta se mantuvieron durante las aventuras que vinieron a continuación. Su amor abierto por los cómics incluso se extendió a una serie de charlas en diversos campus universitarios de su Estados Unidos natal, y una activa participación en convenciones de cómics. Aprovechó cualquier oportunidad que tuvo para educar e iluminar acerca de la industria, y así una generación entera de lectores jóvenes expandió y fortaleció su vocabulario y conocimiento a través de sus historias.
Para el público general, en tanto, Stan es popular por sus cameos en las películas y series de Marvel, que también abarcan a otras producciones relacionadas con la ñoñería, e incluso a largometrajes de DC Cómics, como en la animada Teen Titans Go! To the Movies. Gracias a ello, los fans elaboraron una divertida teoría en que se postuló que en realidad Stanley representó en todos los films al mismo personaje, lo que fue corroborado por Marvel Studios: el guionista encarnaría a un miembro los Watchers, aquella raza que por eones ha observado los cambios del universo. Ingenioso.
Aún con todos sus menos y sus más, Stan Lee ha dejado una huella indeleble en la cultura popular, siendo pilar fundamental del legado que Marvel ha entregado y seguirá imbuyendo a la industria de la entretención. Creador de héroes, dioses y monstruos, su imaginación ha nutrido incontables horas de esparcimiento y entretención, y por tanto, cualquier amante de las viñetas reconocerá en él a una de las figuras más influyentes del medio. Ya sea a favor o en contra, Stan no deja indiferente a nadie.
Y ahora, que ha cruzado el puente Bifrost para llegar al Valhalla y codearse con otros héroes en interminables festines, a quienes reconocemos su legado solo nos queda releer o descubrir por primera vez aquellas historias que nos han divertido, nos han acompañado o nos han inspirado. Pero por sobre todo, nos han hecho soñar.
Nuff said.
“Solía sentirme avergonzado porque sólo era un escritor de cómics, mientras que otras personas construían puentes o seguían carreras médicas. Pero luego me dí cuenta que el entretenimiento es una de las cosas más importantes en la vida de las personas. Sin eso, podrían irse al fondo. Siento que si eres capaz de entretener, estás haciendo algo bueno ".
Stan Lee.-