50 años de Mampato - "El Mundo Submarino"
De todas las épocas que visitamos en la Revista Mampato, el siglo 40 es la perfecta excusa que Themo Lobos tiene para dar rienda suelta a su imaginación. No requiere anclarse tanto a la función educativa de su propuesta, sino centrarse de lleno en la función lúdica y aventurera, por lo que esta vez "El Mundo Submarino" se ve como una propuesta original con las posibilidades infinitas que brinda el futuro.
EL MUNDO SUBMARINO
Publicación original: Mampato #304-321 (1976)
Autor: Themo Lobos
Desde la anécdota de poder nadar como un pez, la oportuna Rena le ofrece a Mampato aprovechar el verano y darse unas vacaciones en el futuro y someterse a una operación para respirar bajo el agua. Por supuesto, pasa a buscar a Ogú, y sin otra excusa que la sencilla diversión, parte el relato. Por supuesto, era obvio que no se mantendría la diversión sin entregar algún tipo de conflicto, y vuelve a aparecer uno de los tópicos recurrentes de Themo Lobos: el conflicto entre dos pueblos, uno más laborioso y débil físicamente, en contraste a uno más violento y primitivo. La intención del autor es mucho más clara, al decirnos Rena específicamente que no existen pueblos malvados, sino que solo ignorantes. El peso del conocimiento y la educación nos muestra que no es solo una propuesta formal de la línea editorial de la Revista Mampato, sino que es parte de su currículum oculto, lo que a nivel ideológico también pretende mostrarnos en cada relato.
En cierta manera, los hombres rana son símiles de los Kilikilis como los Sirulos lo son de los Golagola, y es fácil encontrar en otros pueblos y personajes en las distintas aventuras estas equivalencias o dualidades tiernamente representadas, de lo que no es otra cosa que la representación de la guerra y el conflicto entre pueblos. Quizás, Rena nos quiere decir que las brutalidades que se estaban viviendo en Chile menos tenían que ver con una malignidad del ser humano, y más con el desconocimiento, con la falta de formación y el fanatismo. Si hilamos más profundo, incluso el mal moral no existiría en este universo creado por Themo, sino una pérdida de foco, en donde en general Mampato está bien ubicado u orientado a acciones que provocan un bien mayor y convivencia entre pueblos. Claro, tenemos villanos muy malos en varios relatos, pero siempre con motivaciones egoístas, opuestos al altruismo del pelirrojo. El malo en Mampato es el que persigue sus propios fines. Ogú es un claro gozador de la vida, pero valora con rapidez la empatía, la comunidad, incluso en contra de sus propios miedos o impulsos.
Pero bueno, quizás estamos divagando de más. Volviendo a nuestro contexto, estar bajo el agua no quita que no existan criaturas gigantes y monstruosas dibujadas con gran detalle, y que gracias a la excusa de la mutación son mucho más grandes y amenazantes que sus pares de este siglo. Sin embargo, no deja de llamarme la atención a nivel gráfico que el detalle no es el mismo que en anteriores entregas, e incluso llama la atención algunos recursos no utilizados tan frecuentemente. Por ejemplo, varios cortes dramáticos son solo la cara de alguno de los protagonistas reaccionando, donde quizás en otras ocasiones veíamos esa cara y lo que lo provocaba inmediatamente, en vez de dejarnos lo que se podría considerar un enganche más barato para volver en el próximo episodio. Y también me llama la atención lo grande de sus viñetas, privilegiando lo visual por sobre el texto.
Por lo mismo, esta historia submarina tiene una trama altamente sencilla, casi sin historias pequeñas entremedio. Es directa a lo que convoca a los personajes y nada más. Themo nos regala varias viñetas de gran tamaño para mostrar la apertura del mundo acuático, algunas con gran calidad, y otras algo más borrosas o apresuradas. Es eso finalmente, se siente mucho más apurado y apresurado el trazo en algunas partes, y dada la sencillez del relato, pareciera querer avanzar más veloz, quizás presionado por el tiempo o los ajetreos editoriales, quién sabe.
Esto no va en detrimento de lo que es una pequeña gran aventura del trío. No tiene la densidad educativa de otros periodos, por lo que se vuelve mucho más sencilla de leer, de identificarse y de divertirse con las posibilidades que da el futuro y la tecnología. Nadar nunca se sintió más interesante y motivante que en este cómic. Otro buen momento para el deleite de los mampatinos.
PD: Hace algunos años, la banda chilena Ases Falsos incluyó un pequeño homenaje a esta aventura en su disco Juventud Americana, específicamente en el arte del mismo, junto a la canción "Pacífico". La canción, escuchada sin esta referencia, da cuenta de un relato de amor que incluye metáforas sexuales delicadamente sutiles pero evidentes para el auditor atento. Pero al verlo junto a Mampato y Rena, ese subtexto se hunde más en el inconsciente y más parece una versión apócrifa de esta aventura, dos jovencitos que se gustan tienen una aventura conociendo misteriosos nuevos reinos. Una canción que sirve perfectamente para la aventura infantil como para el relato adulto pasional.