"X-Force": violencia en tonos de X
X-Force es uno de los más emblemáticos títulos secundarios de la franquicia X-Men. Gracias a una aparición en el exitoso film Deadpool 2, las miradas se han vuelto hacia ellos, a pesar que actualmente la cabecera no se encuentra en publicación. Haremos un repaso a su historia y las diferentes alineaciones que ha tenido, pues la serie ha pasado por varias configuraciones y etapas.
El telépata Charles Xavier tenía un sueño, la convivencia pacífica entre el Homo Superior y los humanos. Siempre nadando contra la corriente en un mundo que los odia y teme, sus alumnos varias veces salvaron el planeta, pero siempre abogando más por la paz que por la violencia. Pero entonces llegaron los años 90, y además de una popularidad que llevó a la franquicia a niveles de venta ridículamente altos, también vendría la moda en la industria comiquera de la hiperviolencia, con personajes vitaminados, armas tamaños XL, y medidas anatómicas imposibles.
Con respecto a los mutantes, durante casi una década los New Mutants habían sido la segunda generación de estudiantes del Profesor Xavier, siendo un grupo de jóvenes que entrenaban en el uso responsable de sus poderes, pero que habían vivido aventuras tan dramáticas como las de sus contrapartes mayores. Pero después de casi un centenar de números, Marvel estaba ansiosa por un cambio, por lo que le dieron las riendas del título a un artista llamado Rob Liefeld, que trajo una nueva energía, nuevos personajes y, finalmente, un nuevo nombre para el libro, pues a pesar que en un principio era solo el dibujante, rápidamente comenzó a entrometerse en los argumentos, esculpiendo un nicho temático para el equipo que perduraría durante los próximos 30 años.
Así, X-Force como tal haría su debut en New Mutants #100. El grupo sería fundado por Cable, mutante que había viajado desde el futuro para guiar a los X-Men en su lucha contra Apocalypse, y así evitar su presente donde el mundo era oprimido bajo la bota del villano. En nuestro tiempo, Nathan Summers se encontraría con unos New Mutants que pasaban tiempos convulsos luego de la muerte de su compañero Doug Ramsey, por lo que no dudan en seguirlo como líder y ser entrenados más como una guerrilla paramilitar que como estudiantes.
Desde aquí, el nombre acogería variopintas alineaciones y configuraciones, y aunque con algunos matices en sus motivaciones, siempre se han caracterizado por ser el brazo armado y violento de los Hombres-X.
X-Force: el grupo de Cable (X-Force (1991) #001-100)
Como decíamos, la X-Force original fue una consecuencia bastante lógica de los New Mutants. Durante años, Cannonball, Sunspot, Mirage, Magik, Cypher, Warlock y Wolfsbane no fueron más que adolescentes mutantes tratando de convertirse en la segunda generación de héroes de la Escuela de Xavier. Primero bajo la tutela del Profesor X, y luego la de Magneto, el equipo se rebelaba constantemente contra las restricciones impuestas sobre ellos, incluso después de que esa rebeldía terminara por dañarlos seriamente.
Después de dejar a Magneto y de una serie de deserciones, muertes y nuevos miembros que se unieron al equipo, se lanzaron por su cuenta y fueron tomados bajo el ala de Nathan Summers, quien los formó como una fuerza de ataque preventiva. El equipo estaba formado por Cable; Cannonball, el corazón de los New Mutants; Boom-Boom; y la mercenaria suertuda Domino. Se añadió al ex-Hellion Warpath; Feral, una Morlock de mutación felina; y Shatterstar, un refugiado del Mojoverso, famoso por sus espadas con hojas paralelas.
El equipo se dispuso a influir en el futuro siendo proactivos en su propio tiempo. Esa declaración de intenciones se mantendría, pues cada reinvención del equipo se centraría en utilizar los medios necesarios para proteger de forma preventiva a la raza mutante.
Atrapado en la política vertiginosa del bullpen marveliano de ese entonces, X-Force vió cambios significativos desde el principio, incluida la partida de su creador, Rob Liefeld, y la estrategia editorial de crossovers anuales impulsados por los editores. El equipo agregó y perdió miembros: Mirage, la ex líder Cheyenne de los Nuevos Mutantes; Rictor, cuyo poder que causa terremotos; Siryn, la hija de Banshee; y Sunspot, el ex-Nuevo Mutante brasileño, se encuentran entre los más famosos del elenco rotativo. Los cambios finalmente acabaron con la identidad de la serie, y cuando ya se acercaba a los 100 números, hacia mucho que perdió su voz distintiva, convirtiéndose sólo en una serie mutante más.
Liefeld recuerda que "creé X-Force, pues como fan estaba cansado de los X-Men. Se habían vuelto un puñado de gente deprimente. Siempre estaban ahogados en su propia tristeza, y a mí me gusta la acción, me gustan los personajes imponentes. Creo que cada uno de los personajes, partiendo por Cable, eran un grupo de mutantes badass a los que no les importaba nada. Tiraban tu pared y luego hacían las preguntas. Eran el brazo mucho más agresivo de los Hombres-X. Quiero decir, mis X-Men tenían armas. Tenían actitud. Tenían agresividad. Sentía que entre los puntos de vista pacifista de Xavier y terrorista de Magneto tenía que haber un punto medio de vista activista. Así que tenías a los pacifistas y los terroristas, y yo introduje a un brazo mucho más agresivo de los X-Men".
X-Force: el grupo de Peter Wisdom (X-Force (1991) #101-115)
Con motivo de X-Force #100, la Casa de las Ideas intentaría insuflar nueva vida a la colección, entregando las riendas y carta blanca al escritor inglés Warren Ellis (Nextwave, Planetary), quien impulsaría una iniciativa llamada Counter-X, en la que también participarían otras dos serie moribundas, Generation-X y X-Man. Para ello, convertiría a Cannonball, Boom-Boom, Domino, Warpath y Bedlam en un grupo de operaciones encubiertas, manejado por Peter Wisdom —personaje que creó durante su etapa en Excalibur— y el gobierno británico, desarrollando misiones de todo tipo, bastante arriesgadas en su mayoría, dentro del panorama del espionaje internacional.
El inglés daría a la colección una mirada original y distinta, y aunque ni Ellis ni su co-guionista Ian Edginton están especialmente brillantes, el equilibrio entre géneros, estilos y golpes de efecto están muy bien logrados, con más de thriller conspiranoico y bio-horror sci-fi que de drama superheroico. Todas las aventuras tienen el sello del escritor: seres mutados por aquí, conspiraciones secretas por allá y un largo etcétera de locas amenazas que harán la vida imposible a los oscuros y encuerados héroes
Ellis se reuniría con su antigua creación, Peter Wisdom, utilizándolo tal como lo conocíamos. Wisdom, creado durante la etapa del guionista en Excalibur, es el bastardo prototípico de Ellis, fumador y amante del whisky, con un cáustico sentido del humor y un pasado que lo atormenta. No es necesariamente un héroe, y aunque ha hecho muchas cosas malas, en el fondo es un buen tipo. Su mantra de “hacer lo que se necesita hacer” es una forma de justificar con su propio cinismo el bien que hace por los demás. En él hay elementos de Spider Jerusalem, Jenny Sparks, Elijah Snow y todos los otros personajes con gabardinas escritos por el guionista en momentos posteriores de su carrera.
Esta etapa duró aproximadamente 15 números antes de que el equipo, y todo el concepto central detrás de él, se cambiara por completo.
X-Force / X-Statix: todo por la fama (X-Force (1991) #116-129 / X-Statix #001-026)
Marvel, saliendo de la bancarrota creativa y financiera, nombró nuevos liderazgos en su división de cómics alrededor de 2001. Joe Quesada, el nuevo editor en jefe, trajo consigo a un ex-editor de Vertigo, Axel Alonso, quien insufló nuevos aires a las labores creativas. De ahí que surgieran propuestas distintas, y alguna abiertamente extrañas.
Así, de un número al siguiente, el concepto y estilo cambiaron de inmediato, presentando una alineación de personajes nuevos expresamente creados para estas páginas. X-Force fue una serie arriesgada, rompedora e iconoclasta, fruto del cerebro febril del británico Peter Milligan y el trazo inconfundible del estilo pop art de Mike Allred. En ella se narran las raras aventuras de un grupo de mutantes que no luchan por el sueño de Charles Xavier, sino que utilizan su don para obtener fama, dinero, y vivir una vida de celebridades, más preocupados de los ceros en su cuenta corriente que de proteger un mundo que los odia y teme.
Tenemos a un súper-grupo de alquiler, con una altísima taza de mortalidad, totalmente sumido en la cultura de los reality shows, en el que sus cínicos miembros son tan hambrientos de cámaras y de atención mediática como inmorales los medios que usan para conseguirla. Por supuesto, en toda familia siempre hay una oveja negra, alguien que pone la nota discordante. En este caso, tenemos a Guy Smith, Mr. Sensitive, que rápidamente revela su verdadera naturaleza noble y bonachona, lo que irá en contra de los designios que la mercadotecnia y los dueños de las cadenas televisivas tienen planeado. Así, entre misiones arregladas, conferencias de prensa y alzas y bajas en popularidad, se nos narrará la historia de unos personajes que por mucho que sean íconos televisivos, nunca dejarán de sentirse como parias.
La reacción de los lectores fue muy polarizada, yendo desde un amor incondicional frente un concepto tan hilarante y original, hasta el más absoluto descontento de los fans tradicionalistas, que no podían admitir que a su serie favorita le dieran una vuelta tan radical. Para parodiar ese aspecto, es que en un episodio la mismísima X-Force original vendría a protestar por la propiedad intelectual del nombre del grupo. Posteriormente, y como un intento de imprimir un nuevo empuje a la serie, Marvel la reconvirtió en X-Statix. El título despertó la ira del infame Comics Code Authority, lo que llevó a la editorial a no someter más sus cómics a la supervisión de dicha organización, que a la postre dejó de existir.
La editorial no sólo debió lidiar con hordas enardecidas de fanáticos, sino también con polémicas que en momentos se les escaparon de las manos, pues Milligan introdujo en la cabecera elementos políticos muy anclados en la realidad mundial. Desde el escándalo entre Estados Unidos y Cuba por la custodia del pequeño inmigrante Elián González hasta la indignación por parte de la Casa Real Británica por el intento frustrado del guionista de resucitar a Lady Di, pasando por las críticas a la lucha contra el terrorismo de George W. Bush, la Casa de las Ideas debió acostumbrarse a tratar con una serie que transitó todo el tiempo por el borde del cinismo y lo políticamente (in)correcto.
El final de la serie sería tan repentino como su irrupción. Utilizando el ya casi extinto arte de contar una historia en sólo 24 páginas, Milligan le pone punto final a la andadura del grupo. Pocos argumentos hay en contra de la forma utilizada por el escritor para terminar la serie, aunque el más importante de todos es que sin duda son personajes que se ganaron un lugar en el corazón del fan mutante y nadie quería despedirse de ellos. Al menos, siempre seguirán ahí como ejemplo perfecto de los límites de creatividad que puede alcanzar el cómic como medio y expresión artística.
X-Force: ángeles y asesinos (X-Force (2008) #001-028)
Tras un par de miniseries protagonizadas por el equipo original de X-Force creadas por el creador Rob Liefeld, los jefazos de la línea encontraron una razón convincente para reintroducir el nombre del equipo en el mundo. Después de que House of M le quitó los poderes a casi todos los mutantes del mundo, y que una serie de ataques de los Purifiers mataran a un grupo de los estudiantes restantes, el Mundo-X se volvió loco cuando ocurrió el primer nacimiento mutante en años. Cyclops reunió un equipo para encontrar y asegurar al bebé. Este equipo consistía en Caliban (ex-Morlock con garras y poderes de seguimiento), Warpath (miembro inaugural de X-Force), Wolfsbane (licantrópa, ex-Excalibur), Hepzibah (de los Starjammers), Wolverine y X-23, clon de Logan.
Eventualmente, el bebé fue enviado al futuro con Cable, pero Cyclops descubrió que tener su propio escuadrón de ataque secreto era bastante útil, especialmente con los Purifiers y otras amenazas sueltas en el mundo, por lo que los mantuvo como su equipo de operaciones ocultas. El equipo ganaría varios miembros, incluyendo Elixir, Domino, Archangel y Vanisher, mientras que otros se fueron. Los guionistas Craig Kyle y Chris Yost se abocaron a la serie como continuación de su trabajo anterior New X-Men: Academy X, donde fueron responsables de un verdadero baño de sangre adolescente, matando a cerca de 50 estudiantes del Instituto Xavier. Los Purifiers fueron responsables de la mayoría de esas muertes, por lo que serían los antagonistas favoritos del grupo.
Clayton Crain pintó digitalmente la mayoría de los números, y sus colores oscuros coincidían bien con el tono del libro. El trío de autores dieron luz a una serie como las que no se vieron, y no se volverían a ver, con paginas plagadas de sangre y vísceras, mal que mal, el grupo actuaba como asesinos, sin miramientos. Posteriormente, durante Second Coming, se reveló la existencia del escuadrón de ataque personal de Cyclops, por lo que este los desautorizó, y los obligó a disolverse.
Pero las órdenes están para desobedecerlas, ¿verdad?
Uncanny X-Force: tras las huellas del Apocalipsis (Uncanny X-Force (2010) #001-035)
Wolverine no tendría mucho tiempo de descansar las garras antes que Rick Remender y Jerome Opeña se hicieran cargo de una nueva iteración de equipo en 2010, cuyo principal leitmotiv giraría alrededor del villano Apocalypse. La principal diferencia entre Uncanny X-Force y sus antecesores de los 90 es que la serie es uno de los mejores cómics de X-Men de todos los tiempos.
El Uncanny X-Force de Remender sigue los pasos del de Yost / Kyle, y lleva a un equipo algo diferente a un rincón oscuro del universo-X. Se abre con Wolverine, Psylocke, Deadpool, Archangel y Fantomex descubriendo que Apocalypse, el malvado e inmortal mutante responsable de algunos de los mayores horrores en la historia de los mutantes, estaba siendo reencarnado por el culto dedicado a su adoración. Cuando llegan, descubren que Apocalypse es en realidad un pre adolescente preparado para convertirse en En Sabah Nur, y lo que sigue es el equivalente superheroico del argumento de "¿deberíamos matar al bebé Hitler?".
El resto de la serie tendrá al equipo lidiando con las consecuencias de esa decisión: meditaciones sobre los designios del destino; el lento descenso de uno de los suyos bajo la herencia de Apocalypse; una profunda inmersión en la continuidad de la historia del villano en todas sus formas multiversales; y algunas de las escenas de muerte más desgarradoras de la historia mutante.
Imprescindible.
Uncanny X-Force / Cable & X-Force / X-Force: la franquicia dentro de la franquicia (Uncanny X-Force (2013) #001-017 / Cable & X-Force (2013) #001-019 / X-Force (2014) #001-015)
El éxito de crítica y ventas de Uncanny X-Force de Remender llevó a Marvel a tratar de sacar el máximo provecho de su popularidad. Por tanto, no se les ocurrió nada mejor que publicar dos títulos en paralelo: un segundo volumen de Uncanny X-Force, con Psylocke, Bishop, Storm, Puck (de Alpha Flight) y Fantomex, cuyo motor narrativo giraba sobre Betsy tratando de aceptar o dejar atrás su autoidentificación como asesina después de los eventos de la serie anterior. La otra cabecera fue Cable & X-Force, en que Nathan Summers regresaría para dirigir un equipo con el Dr. Nemesis, Colossus, Domino, Hope, Boom Boom y Forge.
Este equipo operó de una manera más similar a la motivación tradicional de X-Force: los poderes de Cable funcionan de manera extraña, dándole visiones del futuro cercano, por lo tanto la misión del grupo sería evitar que las visiones se cumplieran. Ninguno de estos libros fue demasiado gravitantes (aunque Cable & X-Force introdujo una relación entre Colossus y Domino que resultó ser muy divertida), y ambos fueron cancelados después de un año y medio más o menos.
El fin de esas series se dio en el marco de un crossover entre ambas, que a su vez dio origen a una fusión en una nueva colección titulada simplemente X-Force. Simon Spurrier y Rock-He Kim imaginaron al equipo como el servicio de inteligencia de una nueva raza mutante soberana. Cable, Psylocke, Marrow, Fantomex, Dr. Nemesis, y el nuevo miembro MeMe (un programa informático inteligente) combatirían amenazas subyacentes, como un empresario ruso que convertía mutantes en armas, y se encontrarían nuevamente con Peter Wisdom.
Esta versión de X-Force fue interesante, pero no exactamente un éxito comercial. Fue cancelada en 2015 después de 15 números, y desde entonces, el nombre de X-Force no se ha vuelto a utilizar.
Como vemos, el brazo armado de la raza mutante tiene una gran historia detrás. Si bien le ha costado encontrar un espacio definitivo en el cosmos marvelita, hay algunas etapas que son imprescindibles, y en general, son una lectura muy entretenida, especialmente para los fans de X-Men. Si tuviese que recomendar títulos, sin duda sería X-Force de Kyle y Yost, y Uncanny X-Force de Rick Remender, ambos cortes de primera calidad. Aprieta los dientes, desempolva tus armas y afila tus cuchillos para acompañar a Cable y sus violentos compañeros en peligrosas misiones para salvar a la raza mutante. Valdrá la pena.