"The X-Files: Case Files - Florida Man..." (2018): de cultos y sales de baño
Como hemos mencionado en entradas anteriores, la editorial estadounidense IDW Publishing, dueña de los derechos de The X-Files, ha lanzado una legión de series, miniseries, y especiales de dicha famosa serial televisiva. Luego de meses desde que vimos en tiendas el último cómic de la franquicia, JFK Disclosure, la editorial californiana volvió a la carga con The X-Files: Case Files, título que se enmarca en el aniversario número 25 de la creación de Chris Carter. En este caso, se trata de una serie antológica, que narrará aventuras independientes, estructurada en diversas miniseries de dos números cada una. La primera de ellas fue The X-Files: Case Files - Florida Man..., publicada entre abril y mayo de 2018. Si bien ya contamos en nuestro sitio con una reseña de la primera entrega, es bueno dedicar unas palabras ahora que ya tenemos la obra completa.
La miniserie estuvo a cargo de la escritora Delilah S. Dawson (Star Wars), y el equipo artístico formado por Elena Casagrande en dibujos, tintas de Silvia Califano y coloreado de Arianna Florean. En esta aventura, nuestro agentes Scully y Mulder arriban a un pequeño pueblo de Florida para investigar una serie de extrañas desapariciones y crímenes. La trama se complejiza cuando se vislumbra la aparición de una droga, el comportamiento sospechoso de la iglesia local y, las garras omnipresentes de un culto de adoración de cocodrilos. Y la verdad es que estas páginas no decepcionan, pues en ellas encontramos todo lo que podríamos esperar de un capítulo del tipo "monstruo de la semana", en un intento similar a la primigenia serie de Topps Comics.
Si bien el segundo número funciona mucho mejor que el primero, al ser sólo dos entregas, lo mejor es analizarla como un todo. La primera parte de la historia serviría, como es habitual, para establecer la situación y describir a la pequeña ciudad floridana de Halpadalgi, con sus habitantes desaparecidos, su Sheriff huraño, y una clara división social entre los prósperos y los pobres. La segunda mitad se adentra de plano en el misterio que da origen a la historia, con la fusión de una multitud de religiones (cristianismo, politeísmo del antiguo Egipto, etc), para situar al culto en el centro de la narrativa.
Como puede suponerse, la historia es muy liviana y ligera, mas aún si la comparamos con las series de Joe Harris (cuya Season 10 se encuentra en el podio de los mejores cómics que se han hecho de The X-Files), u otras miniseries de regusto más oscuro, como la ya nombrada The X-Files: JFK Disclosure. Aunque no todos ellos funcionaban como joyas narrativas, la mayoría tenía un transfondo interno de peso y sustancia. Florida Man..., aunque muy divertido, no lo tiene, si bien eso no es necesariamente un problema importante. Dawson mantiene intencionalmente la atención sobre el absurdo que se intuye tiene el misterio central (no lo arruinaré), e incluso podría decirse que el mejores aspecto de la obra son los jocosos diálogos entre Mulder y Scully.
En particular, la historia recuerda poderosamente a "Quagmire", episodio de la tercera temporada en que los agentes investigan a una especie del monstruo del Lago Ness en el corazón de Estados Unidos. Hay elementos comunes, como la locación en un pueblo remoto que apuntala el turismo local con la leyenda de una extraña criatura, o esa ligera caracterización humorística de Mulder, habitual de los episodios en que los personajes de trasladan a zonas alejadas de las grandes urbes y se abocan a casos más relacionados a leyendas urbanas que a grandes y profundos misterios sobrenaturales.
Y hablando de caracterización, es uno de los puntos altos de la entrega. Dawson escribe a unos Scully y Mulder muy reconocibles y totalmente adecuados a la personalidad que les hemos visto en la madurez de la Temporada 10 y 11, pues la aventura transcurre en ese statu quo. Una vez más la actuación racional de la ex-pelirroja lleva la dirección del relato, mientras Mulder hace gala de ese humor afilado para describir la fauna humana local y las penurias que le provoca el clima tropical de Florida.
Como nada es perfecto, también encontramos puntos negativos. El primero de ellos es un par de diálogos incoherentes de parte de Scully, pues a veces el tono chistoso que entrega la escritora es exagerado, especialmente en los momentos de mayor adrenalina, o en los que la pelirroja debería estar asustada o en cierto shock. También, en el primer número hay varias páginas que en realidad sólo son relleno, sin aportar algo importante al argumento, como el encuentro de los agentes con la tortuga, o la conversación con el artista callejero. Como mucho, esta última sólo sirve para dar algo de coherencia a la presencia de simbología egipcia en un remoto pueblo perdido de la norteamérica profunda, pero para mí es espacio perdido. Por último, y aunque es algo que se le puede achacar más al poco espacio disponible en sólo 40 páginas que a labor de la guionista en sí, la resolución del caso es algo apresurada y formulaica, no ofreciendo algo realmente impactante u original.
En el apartado artístico, no es la primera vez que en los cómics de la franquicia tenemos a Elena Casagrande y al entintado de Silvia Califano, pero en esta oportunidad entrega un trabajo incontestablemente mejor que en ocasiones previas. En realidad tampoco lo tiene muy difícil pues la narración transcurre de forma completamente lineal, por lo que no debe recurrir a trucos especiales o diseños de viñeta no habituales. Además, zanja con solvencia las escenas de acción de la historia, con la adecuada inyección de dinámica y movimiento. También es muy destacable el coloreado de Arianna Florean, que mediante el uso de una paleta de colores pálidos, representa excelentemente el ambiente húmedo y caluroso de Florida. Mulder se muere de calor, y nosotros casi podemos sentir la alta temperatura.
En resumen, The X-Files: Case Files - Florida Man... es un muy buen inicio para la serie, conteniendo todo lo que podríamos esperar de una aventura unitaria de nuestros agentes. Hay un pueblo apartado, Sheriffs hoscos, gente local extraña y un Mulder quejumbroso, enmarcado en un caso obviamente misterioso. El guion no cambiará la historia de los cómics de la serie, pero tampoco lo pretende, pues su objetivo no es más que entregar frescas y entretenidas aventuras originales. Su lectura se hace corta, pero es un divertido recordatorio de aquellos casos extraños y extravagantes de los Expedientes-X de antaño. Case Files es un experimento de remontar la franquicia hacia el estilo Topps de la década de los 90, y aunque lamentablemente el proyecto quedará en el congelador luego de la segunda miniserie (quizá debido a temas de derechos derivados de la compra de Fox por parte de Disney), aquí asistimos a un comienzo prometedor.