"The X-Files: Origins" (2016-2017): esa tierna adolescencia
Desde que la editorial estadounidense IDW Publishing anunció que se había hecho con los derechos de The X-Files, no ha perdido el tiempo en exprimir al máximo la marca y el bolsillo de los fans, lanzando todo tipo de productos. Si en la línea troncal tuvimos las series Season 10, Season 11 y The X-Files (2016) del guionista Joe Harris, también existen especiales Anuales, de Navidad, miniseries, crossovers, historias de universos alternos, reedición de los cómics clásicos y las novelas originales de los noventa, un juego de mesa con su correspondiente pack de expansión y, hasta ahora, tres antologías en prosa con historias cortas de varios escritores. Sin embargo, el título que nadie esperaría fue The X-Files: Origins (2016), y su secuela The X-Files: Origins - Dog Days of Summer (2017), en que asistíamos a aventuras protagonizadas por las versiones adolescentes de Mulder y Scully.
¿Extraño? Sí. ¿Innecesario? También. ¿Entretenido? Muchísimo. Así, vale la pena dedicar algunas palabras a ambas miniseries, pues siempre tendremos sed de historias del universo creado por Chris Carter.
THE X-FILES: ORIGINS
Guion: Jody Houser, Matthew Dow Smith
Arte: Chris Fenoglio, Corin Howell
Cuando The X-Files: Origins fue anunciada, no fueron pocos los fans que fruncieron el ceño, pues a muchos nos pareció una propuesta con una premisa algo estrambótica y exagerada. Antes del FBI, antes de los Expedientes X, nuestros héroes eran solo dos adolescentes en busca de la verdad. En Martha's Vineyard, un joven Fox Mulder investiga algo extraño que está ocurriendo en la isla, mientras en San Diego, una Dana Scully de 13 años husmea sobre la impactante muerte de su profesor. Dos chicos, dos misterios y una conspiración que amenaza el futuro de la humanidad.
Pero no solo su premisa sería especial, pues también tenemos entre manos una serie distinta del resto en su modelo de edición. Para captar la atención de un público joven que es el grupo objetivo de esta obra, IDW Publishing lanzó los cuatro capítulos que forman la obra en formato digital, siendo el primero de ellos gratis, para luego salir en papel en entregas de tipo flip-book. Por otra parte, como en la cronología oficial Mulder y Scully no se conocían antes del inicio de la serie, la historia está dividida en dos partes, como una antología, cada una protagonizada por uno de los futuros agentes.
En el caso de Mulder, la historia transcurre en 1974, poco tiempo después del rapto de su hermana, lo que ha gatillado su carácter melancólico y un interés por la literatura fantástica. Pero como a cualquier adolescente, le llega todo el entusiasmo cuando sus amigos lo invitan a salir a la caza de un platillo volador. Así, el trío investigará extrañas actividades militares en los roqueríos y bosques de la isla, que parecen estar relacionadas con el Instituto Oceanográfico del lugar, pero pronto los chicos descubrirán desconcertantes pistas como chatarra de maquinaria sospechosa, una sustancia pegajosa verde y pilotos desaparecidos de naves de prueba. Por supuesto, en las sombras tenemos la participación de altos mandos militares turbios, ciertos hombres que fuman, e incluso conexiones con el padre de Fox.
La trama de Scully se desarrolla en 1977, en el período en que su padre estuvo asignado a la Base Naval de Miramar, en San Diego. El homicidio de uno de sus profesores despierta en ella el bichito detectivesco, pues Dana descubre que hay mucho más detrás de lo que parece un crimen habitual. Las pistas la llevan a ayudar a la policía local, causando la molestia de éstos, pues por alguna extraña razón no tienen demasiado interés en resolver el caso. También, existe una relación con lo que ocurre en la Base Naval, creando en ella cierta desconfianza hacia su padre.
Pese a los prejuicios preliminares, estamos ante una obra muy entretenida. Debido a su naturaleza, claramente no es un título imprescindible dentro del universo del merchandising de los Expedientes X, pero los guiones son livianos y dinámicos, haciéndola fácil y agradable de leer. A pesar del intento de la editorial de captar público juvenil, dudo que éste sea un buen punto de partida para adentrarse en el mundo de Mulder y Scully, pues su principal anzuelo es descubrir aspectos nuevos de los personajes que ya conocemos. Si no fuese porque tiene el logo de The X-Files en la portada, éstas podrían ser historias random protagonizadas por adolescentes, al estilo de Stand By Me o la contingente Stranger Things. Para los fans de toda la vida nos dan algunos guiños interesantes, como cuando suena el tema "Don't Look Any Further" en la radio, la cercanía de Scully al catolicismo y otros detallitos que te invito a descubrir.
Es notable también el tratamiento que los guionistas tienen de Fox y Dana, pues aunque sean bastante más jóvenes de como los conocimos, a raíz de sus monólogos y diálogos muestran su personalidades características, actuando de una forma muy reconocible y familiar. Tienen menos años, pero no teman, estos son sin duda nuestros Mulder y Scully de siempre.
El apartado artístico está repartido entre dos autores, Chris Fenoglio para el segmento de Mulder y Corin Howell para el de Scully. Si bien ambos estilos son similares, de líneas claras y aspecto caricaturesco —como Archie, por ejemplo—, me quedo con Howell, que entrega rostros más amables y definidos. Ambos hacen un buen trabajo, con trazos amigables y acordes al tono de las historias.
THE X-FILES: ORIGINS - DOG DAYS OF SUMMER
Guion: Jody Houser, Matthew Dow Smith
Arte: Chris Fenoglio, Corin Howell
Si bien el anuncio de Origins fue una sorpresa, también lo fue la publicación de su secuela directa, "Dog Days Of Summer". Aunque más que ser una secuela, es una especie de segundo capítulo, pues nuestros chicos continúan investigando prácticamente los mismos hilos argumentales. En un principio se creía que la primera miniserie no era más que un una entrega "alimenticia" de la editorial, pero acá se vislumbra que en realidad era un trabajo planificado a mayor profundidad y plazo.
La pandilla de Mulder continúa atenta a la extraña actividad militar, que no hace más que aumentar, mientras que la implicación del padre de uno de sus amigos se hace cada vez más palpable. Todo da un giro cuando se encuentran con una joven sordomuda que parece ser la clave de lo que sucede. Mientras, Scully no puede desligarse del caso de su profesor asesinado, pues varias de las personas relacionadas comienzan a aparecer muertas. Todas las pistas apuntan hacia la Base Naval comandada por su padre, pero ¿estará él detrás de todo o hay fuerzas oscuras que se escapan incluso a su control?
Si en la miniserie anterior teníamos claro que las historias se relacionan, acá la interconexión se vuelve total. Mulder y Scully no se topan, es cierto, pero las tramas son complementarias, con personajes que pasan de una a otra y diálogos que hacen constantes referencias entre ellas. Este punto es interesante, pues el hecho de que los padres de ambos se hayan desempeñado en el mundo castrense y gubernamental no hacía del todo descabellado que en algún momento se hubiesen relacionado, aunque fue un tema jamás tocado en la serie de TV. En realidad eso tampoco ocurre acá, pero sí hay un contacto del Almirante Scully con el mundo de Bill Mulder, a través de toparse con el infame Cigarette Smoking Man, y por tanto, con la conspiración de la que formaba parte el padre de Fox.
Un factor común entre ambas series limitadas es la estimulante forma en que nuestros chicos se relacionan con el misterio y la conspiración con que se han topado. Los autores jamás pierden de vista que los protagonistas solo son adolescentes, por lo tanto los recursos intelectuales y físicos con los que cuentan son los mismos que cualquier joven de su edad. Así, las conclusiones a las que llegan a partir de sus descubrimientos siempre están en el terreno de la especulación y es a través de las escenas del resto de los personajes que los lectores armamos la película completa, siempre accediendo a datos y contextos que nuestros protagonistas no saben. Y eso es lo que le da tanta lógica interna y destruye los prejuicios que existían sobre la premisa, porque aunque Scully y Mulder sean los personajes principales y sus acciones guíen la trama, en el plano general son meros espectadores del gran misterio, que ni con toda su imaginación infantil podrían teorizar. Son niños, y por tanto sería ridículo que se enfrentaran a extraterrestres cambiaformas, peligrosos hombres de negro o militares corruptos.
De la misma manera, Houser y Smith son extremadamente cuidadosos con las eventuales escenas truculentas a las que podrían verse expuestos nuestros jóvenes e impresionables protagonistas. Es cierto que Scully se topa con un par de cadáveres y el escenario de un gran desastre aéreo, pero en general las acciones llevadas a cabo por lo malosos para ejecutar y ocultar la conspiración solo las sabemos los lectores, como la desaparición de testigos, experimentos con niños y asesinatos a sangre fría. Sí, es una historia contada a través de ojos adolescentes, pero siguen ahí todos los elementos característicos del actuar de aquel gobierno que niega tener conocimiento y de sus miembros que habitan en las sombras.
Y si luego de analizar ambas cabeceras en conjunto nos queda claro que de antemano estaba planificado que fuese más de una miniserie, estamos seguros que obligadamente tendrá que existir una tercera parte, pues aún falta explicar la naturaleza e implicancias de cierto personaje que es el más importante a la hora de relacionar el relato de Mulder con el de Scully. Ojalá no se haga esperar ni quede en el tintero, que los caminos editoriales a veces son inescrutables. Escúchanos, IDW, te rogamos.
En resumen, The X-Files: Origins y The X-Files: Origins - Dog Days of Summer son obras que escapan de ser un mero producto destinado al comprador compulsivo. Son relatos construidos con cariño y dedicación, logrando su objetivo de entregar aventuras inéditas de los futuros agentes, pero sin caer en clichés inverosímiles o absurdos. Si bien en The X-Files: Year Zero ya tuvimos un viaje al pasado de los Expedientes, el contar en esta oportunidad con los verdaderos protagonistas hace que nuestra satisfacción sea completa. Una historia entretenida y amena, con el suficiente interés tanto para fans como para los más pequeños de la casa.