"Punisher: The Platoon" (2017): regreso a Vietnam
A estas alturas del partido, nadie podría negar que Punisher MAX, de Garth Ennis, es la etapa y representación definitiva de Frank Castle, y quizá el mejor trabajo del escritor irlandés con personajes "prestados" de alguna editorial mainstream. Ahora, 10 años después de finalizado ese trabajo, Ennis vuelve a reunirse con su vigilante predilecto en Punisher: The Platoon, serie limitada que lleva de regreso a Frank al terreno que vio nacer al violento vigilante: las húmedas junglas de Vietnam.
Punisher: The Platoon es una miniserie de 6 números, publicada entre diciembre de 2017 y abril de 2018, que no solo significó el reencuentro de Frank y Garth, sino también el de este último con Goran Parlov, uno de sus compinches gráficos preferidos a la hora de acometer algún trabajo para la Casa de las Ideas. La historia transcurre en la época pre-Punisher, cuando Castle era un miembro del ejército estadounidense inmerso en la Guerra de Vietnam.
Anteriormente, en Punisher: Born, Ennis nos narró los últimos 4 días del servicio que Frank prestaba en la base de Valley Forge, a pocos kilómetros de la frontera con Camboya, durante el año 1971. El escritor se saltaría las reglas para volver sobre la guerra que lo inició todo y que presentó en sociedad a una nueva especie nunca antes vista por el norteamericano de a pie: el ex-combatiente, el soldado derrotado, el hundido por dentro y por fuera, el despreciado por los suyos, y al que no le queda otra opción que continuar lo que no le dejaron terminar. Fue en Vietnam donde realmente murió Frank Castle y nació el The Punisher, donde su bestia interna despertó y un pacto de sangre cambiaría su vida para siempre.
En tanto, la última saga de Punisher MAX, "Valley Forge, Valley Forge", recuperaría ese escenario mediante los textos de un libro documental que unía las vivencias de Frank en dicho paraje con su posterior transformación en el vengador de la calavera. Ahora, en Punisher: The Platoon, el buen Garth regresa a ese escenario que parece fascinarle, para contarnos el destino del primer grupo de hombres asignado al Teniente Castle, en un marco temporal anterior a "Born".
Como decíamos, en esta historia Castle es un teniente de la Infantería de Marina, decidido a mantener a sus soldados con vida en el infierno de Vietnam en 1968. Es una historia relativamente simple, que Ennis elige enmarcar como una mirada al pasado a través de una entrevista con los miembros del pelotón. Si bien los aspectos bélicos de The Platoon no son exactamente novedosos (mal que mal, no estamos hablando de colecciones más documentales como The 'Nam), el verdadero atractivo aquí es leer sobre el Punisher antes de que la muerte de su familia lo empujara al límite. Y aunque definitivamente en él hay sombras del Frank de hoy en día, en estas páginas tenemos a un personaje más optimista, e incluso, me atrevería a decir que feliz.
Más importante aún, Ennis utiliza la obra para hacer que los lectores se pregunten quién podría haber sido Castle si su familia nunca hubiera sido víctima de la violencia sin sentido, o si no hubiese pasado por los terribles hechos de "Born". Sabemos que jamás hubiese sido el próximo Steve Rogers, pero estas páginas demuestran que definitivamente tenía pasta de héroe. A pesar que son los fanáticos más acérrimos de Punisher quienes disfrutarán mejor de esta historia, pues es un complemento perfecto para su colección MAX, los lectores que gustan de las historias de guerra también deberían considerar leerla, pues al ser una precuela —o secuela, según se vea— tampoco es que se deba saber mucho del personaje de antemano. Y por supuesto, a la hora de decantarnos por ella también hay que considerar el manejo magistral del escritor en las historias bélicas, hecho demostrado en sus otras series como War Stories y Battlefields.
En The Platoon vuelve a surgir una figura que fue muy importante en "Born", y que de cierta manera sirvió de motor narrativo en "Valley Forge, Valley Forge", el soldado de la compañía de Castle Steve Goodwin, que narraba en primera persona los hechos de aquella primera miniserie. Su voz servía para mostrar a Frank desde cierto alejamiento, lo que también nos daba la opción a los lectores de evaluar por nosotros mismos sus actos, sin saber lo qué ocurría en su cabeza. "Valley Forge, Valley Forge", en tanto, nos empujaba otra vez hacia el pasado mediante un libro que Michael Goodwin, hermano de Steve, había escrito sobre el destino de éste y sobre cómo Frank se había convertido en The Punisher. Así, la obra que nos convoca hoy toma como excusa el trabajo de investigación de Michael para su próximo libro. Nunca veremos su rostro, tal vez porque el personaje no es más que una representación del propio Ennis, o quizá porque el guionista quiere que seamos nosotros los que nos metamos bajo su piel.
Una vez más, dicha técnica permite mantener cierto distanciamiento del protagonista, pues sabremos de Castle a través de terceros; no solo de sus subalternos, sino de otras figuras que a la postre conectan con otra serie de Ennis, Fury MAX: My War Gone By, conformando una especie de "Ennis-verso", que abarcan diferentes puntos de vista de la política en el sudeste asiático de manera simple, pero a la vez con pinceladas de meticulosidad cercana al periodismo bélico.
La trama es de lectura rápida, permitiendo captar todo lo que trata de expresar de una sola vez. Gran parte del mérito se debe al arte de Goran Parlov, que a pesar de definir los rostros de los personajes con solo unas pocas líneas, es capaz de expresar mucha emoción. Los trazos son de una cualidad rústica y al mismo tiempo muy vívida, que se adaptan tanto a las escenas actuales como a las de retrospectivas. Parlov también es un maestro en la creación de personajes con rasgos físicos muy distintivos e individualizados, y así cada miembro del pelotón del protagonista tiene su propia forma corporal, postura y rango de expresiones.
También, el artista acierta de pleno en la apariencia de un Frank más joven. Como decíamos, el hombre que se convertirá en The Punisher está claramente allí, pero tiene un aspecto más suave y menos cansado, que refleja el hecho de que aún no ha visto lo peor que el mundo tiene para ofrecer. A través de las ilustraciones, y gracias al color de la laureada Jordie Bellaire (The X-Files, The Vision), podemos sentir el calor de la jungla, escuchar los disparos que hacen estallar los oídos y sentir el mismo temor con el que lidia cada uno de los soldados. Su paleta de colores le da a las escenas un enmarcado cálido y con un brillo inquietante, al tiempo que enfatiza los exuberantes paisajes y el terreno manchado de sangre de Vietnam. En general, Bellaire le da más profundidad al trabajo de Parlov y hace que el equipo creativo se acople de forma fluida.
Punisher: The Platoon se enmarca, entonces, en el terreno de la ficción dentro de la ficción, contando una historia que nunca sabremos si será canónica en la biografía del personaje, aunque poco importa, y presentando a un Frank que todavía es humano. Cualquier fan de la obra de Ennis, en especial de Punisher MAX, querrá agregarla a su biblioteca. La miniserie demuestra de inmediato que guionista y dibujante aún tienen mucho que decir sobre el personaje. Tampoco se trata de una mera historia de origen, ya que el marco bélico y el enfoque en el Viet Cong dan un mayor contexto y son un instrumento para definir el inicio del descenso de Frank de soldado a vigilante, del horror a la locura. Sin duda, un título que se ubica en los imprescindibles en la biografía del vengador de la calavera, y es de interés, además, para cualquier aficionado a la Guerra de Vietnam o a las obras bélicas de Ennis.