52 – Semana Veintiuno: adolescentes con actitud… y sponsors
Al estar cerca ya del ecuador de la serie, se esperaría que el Dream Team de Grant Morrison, Greg Rucka, Geoff Johns y Mark Waid empezara a mostrar señales de fatiga, pero afortunadamente no es el caso. Lo que obtenemos a cambio es un interesante estudio sobre el concepto del héroe adolescente.
52 - SEMANA VEINTIUNO
Guion: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid
Bocetos: Keith Giffen
Dibujo: Joe Bennett
Tintas: Jack Jadson
Color: David Baron
Rotulado: Travis Lanham
El cómic abre con un par de páginas dedicadas a Ralph Dibny. Aunque su intervención es breve, resulta llamativo por lo profunda que se siente tanto por la locación como por su actitud. Su viaje empieza a tomar la “ruta escénica” del mundo sobrenatural, ofreciendo una mirada a rincones no explorados, pero que se sienten acordes a la naturaleza de este universo. Lo divertido del asunto es que Dibny hace este viaje con una mala actitud constante, conociendo maravillas y secretos con tanto interés como si viera secarse pintura en una pared; así descrito parece una contradicción, pero si consideran la situación emocional del personaje, cuadra contextualmente.
El grueso del cómic está centrado en la “Liga de Luthor”, cubriendo una trama que no había crecido mucho, pero que finalmente madura y empieza a proponer ideas interesantes. Quizás lo que más le juega en contra es la portada, ya que ésta espoilea completamente la gran revelación del número. A pesar de ello, la historia de este equipo adolescente financiado por el némesis de Superman no tiene pies de barro y empieza a tocar una variedad de temas sin perder equilibrio. Por un lado, critica el concepto de legado superheroico, planteando una suerte de discriminación respecto de personajes nuevos en comparación a otros más derivativos. La idea no es presentada como una verdad absoluta dado que su contexto es moralmente discutible, pero ofrece una mirada fresca sobre diferencias culturales alrededor de lo que comúnmente se cree es una comunidad cerrada y unida. El otro gran punto lo marca el retorno de Lex Luthor luego de estar desaparecido un par de semanas, mostrando su peculiar sello de mezquindad y dando señas de cuál es su rol al interior de la serie.
Resulta especialmente llamativa la serie de detalles que pueblan al número, mostrando lo bien que parece haberlo pasado el equipo creativo al estructurarlo. Por ejemplo, brevemente aparece un nuevo Teen Titan llamado Power Boy con un diseño que evoca a la infame boob window de Power Girl, o la cuota de humor metatextual presente en los diálogos entre Luthor y su asistente Mercy Graves. En general, el número está lleno de detalles muy insignificantes pero que realzan el buen oficio de todos los autores involucrados, siendo su cierre quizás lo menos impactante dada la falta de autonomía de Red Tornado, pero aun así es un postre disfrutable.
Esta Semana Veintiuno podría haber sido muy plana al centrarse en una trama que no parecía tener dirección, pero logra su cometido ofreciendo conflicto, intriga e incluso metacomentario. Nada mal para un grupo de adolescentes desconocidos. Toca el turno de Oconowoc en la siguiente semana.