MR - Astonishing X-Men #013: el buen señor Havok
Nueva alineación, nuevo inicio y nueva vida para Astonishing X-Men, cabecera mutante cuyo titulo evoca a algunos de los mejores pasajes que han pasado los Hijos del Átomo. ¿Estará la nueva iteración a la altura? Para desentrañarlo, tenemos la pluma de nuestra invitada Camila Villanueva. ¡Vamos a descubrirlo!
ASTONISHING X-MEN #013
Publicación: 04/07/2018
Guion: Matthew Rosenberg
Arte: Greg Land
Color: Jay Leisten
Rotulado: Clayton Cowles
Reseña: Camila Villanueva
7 / 10
Ha comenzado una nueva etapa para la serie de Astonishing X-Men, por parte de Matthew Rosenberg y Greg Land, y con ella tenemos de regreso a Alex Summers, Havok, a su carrera superheroica. Pero por supuesto, no todo será fácil. ¿Cómo se las arreglará Alex para redimirse?
Nuestra historia empieza con Havok enfrentándose a un monstruo gigante en New York. Luego de que lo derrota, los Vengadores llegan para limpiar el desastre, pero reclamándole que aún no confían plenamente en él y que no debería ser un héroe debido a como el mundo lo ve actualmente (el mejor ejemplo de esto su charla con el Capitán América). Esa es la misma razón por la cual no aceptan que tampoco dé clases en la escuela de Xavier.
Mientras esto pasa, hay una pequeña subtrama con los Reavers, que logran capturar a Miss Sinister de manera exitosa para un sujeto llamado Callahan, quien luego los envía a hacer otro trabajo para él, de manera forzada. Por otra parte, Alex se dirige a ver a Beast a Harvard, para ensamblar a su propio equipo de X-Men, a los que pretende liderar. Mientras hablan de este tema, y sobre si seguir o no siendo un héroe, son atacados por sorpresa por los Reavers. A pesar de dar pelea, los villanos logran acorralarlos, lo que obliga a Beast a sacar un último as bajo la manga: un Banshee con aspecto moribundo que ataca a diestra y siniestra.
Siendo sincera, este número ha sido un comienzo más fuerte que el #001 de Charles Soule, ya que a diferencia de aquel, que pecaba de problemas de ritmo lento y de diálogos sosos, excesivos, y hasta forzados en cuanto a química de personajes, esta entrega ofrece algo muy distinto, con una dosis de humor bien puesto, y con un reparto de personajes mucho más variado que hace contraste con el protagonista.
Esto produce a su vez que haya varios momentos destacables, como el menor de los Summers hablando con Hank sobre la fatiga de ser un superhéroe, la discusión que tiene con Kitty Pryde cuando lo expulsa de la mansión y la charla que tiene con Iron Man sobre cómo el mundo lo ve, diálogos que dan un planteamiento refrescante para el libro en sí. El ritmo va a un paso bastante bueno, no siendo tan lento como el mencionado episodio #001 de Soule, donde se siente que nada ha progresado en el número, pero tampoco siendo muy rápido como para que no te importe nada o quedes confundido al ver acción sin muchas sustancia. Como dije antes, el foco de este número es en sí la química de Havok con otros personajes mientras arma su propio equipo de Hombres-X, lo cual ayuda a relucir a la historia aún más que por la acción, la cual al final es uno de los puntos más débiles del número, al menos visualmente hablando.
Por parte del dibujo, es el punto más flojo que tiene la historia. Greg Land, más allá de su famoso copiado y pegado de caras de otros lugares (por ejemplo, Havok en algunas escenas parece una mezcla de Chris Pratt con Lucas Till sin cambiar mucho de las 3 expresiones establecidas, o repitiendo los fondos), también hace que la acción sea muy estática y genérica, por decirlo de alguna manera. Aunque no es difícil de seguir, no logra captar bien el sentimiento de las peleas que se dan, así como las reacciones faciales de los personajes a las situaciones.
El coloreado tampoco ayuda mucho, ya que es tan básico que no sobresale en ningún momento, y no ayuda mucho a que los dibujos sean más llevaderos o a mejorar el sentido de la inmersión. Como dije antes, es en definitiva el punto más flojo, siendo lo mejor de esto, el trabajo del letrista Clayton Cowles, que hace una buena labor al dividir los diálogos para que no se superpongan.
A pesar de lo anterior, este sigue siendo un gran comienzo para la nueva etapa. Rosenberg ha logrado introducirnos a un Alex Summers con deseos de redimirse sin importar lo que digan, y la presencia de diálogos naturales entre varios personajes, dan distintas perspectivas del tema de como volver a confiar en él. Si le sumamos a los Reavers como enemigos bastante formidables, da forma a un buen inicio de arco argumental, mucho mejor de lo que hizo el anterior escritor. En definitiva, me ha hecho tener muchas esperanzas para el siguiente número.