"Aliens: Dead Orbit" (2017) de James Stokoe: volviendo a los orígenes
Desde que Dark Horse se hizo con los derechos de la franquicia de Aliens, han habido múltiples historias envolviendo a las Xenomorfos. En oportunidades anteriores ya hemos hablado de la continuación de Aliens antes que existiera Alien³, o algunas aproximaciones diferentes como la religión, incluso hemos revisado algunos crossovers. Personalmente, no he leído tantas historietas de las criaturas, pero sin duda, la que les voy a hablar hoy es una de las pocas que captura tan bien el espíritu de la primera, genialidad de Ridley Scott.
El plan inicial de James Stokoe era hacer una historia de acción, más en el espíritu de la Aliens de James Cameron, pero le dijeron que ya había demasiado de esas historias en los cómics, así que ¿por qué no algo más en el espíritu de la primera película? Y no puedo estar más feliz con esta decisión. Logró capturar todo lo que hizo grande la historia en sus inicios: el ritmo pausado en un principio, para lentamente ir dando paso al suspenso, la claustrofobia y el horror.
La edición que leí es el tomo recopilatorio de Dark Horse, el cual no tiene división entre los cuatro capítulos que componen la miniserie. Creo que se disfruta mucho más en este formato, leyéndolo así no veo dónde podría cortar las páginas para separar episodios, es solo una gran historia. Además, Stokoe juega con los tiempos narrativos, comenzando con algunas escenas finales, combinando poco a poco distintos momentos para armar el collage de lo que le pasó realmente a la tripulación. No sé si esta fue la mejor decisión, y tal vez sea mi única crítica a este cómic. Pero pese a todo, logra mantener la tensión, para llegar al máximo momentum en las planas finales.
La historia cuenta de Wascylewski y su tripulación. Muy similar a la que vimos en la película de Alien, deben investigar una estación que parece tener problemas, pero con sobrevivientes a bordo. Claro, las cosas se van complicando cuando los xenomorfos aparecen.
No voy a adentrar mucho en la historia, porque ya se imaginan para dónde va. Este es un cómic muy, muy visual, y ahí es donde está realmente su fuerte. Llegando a los pasajes finales ya casi no hay diálogos, la narración viñeta a viñeta simplemente no los necesita. Stokoe se hace cargo de todo, el guion, dibujo, color y rotulado. Nada está al azar, todo está pensado. Su estética y estilo es ideal para recrear la atmósfera de esa sucia nave industrial que conocimos con Ellen Ripley y compañía. Es absurda la cantidad de detalles que pone en cada viñeta, al punto que uno se queda prendado mirando cada viñeta por mucho tiempo imaginándose cuántas horas habrá gastado sólo en un dibujo.
Las escenas gore son realmente terroríficas, ya sea un nacimiento de un Alien, un tripulante quemado o asesinado, todo está hecho para causar real incomodidad en el lector. Los personajes se sienten atrapados, Stokoe logra ponernos en la papel de los tripulantes y sentir la desesperación, lo sin salida que se van quedando, lo inútiles y desesperanzados que están frente a la situación. Revisitamos escenas características de la mitología Alien, que el autor realiza con mucho respeto y añoranza. Las expresiones de los personajes están muy bien realizadas. Puede transmitir de inmediato el miedo y el dolor.
Nuestro protagonista, Wascylewski, es un tipo frío, pero directo y rudo. El resto de la tripulación es tal vez algo genérica y no alcanzamos a conocerlos demasiado, pero logramos entenderlos brevemente, y sus reacciones a cada situación se sienten naturales y reales.
Esta es una obra que bebe mucho de la película original. No es una historia de orígenes, ni que pretende dar más datos del mito del Alien. La criatura solo aparece, y es un relato de sobrevivencia, usando el terror para ello. Debo decir que quedé muy contento de haber comprado este cómic, así que los que puedan, denle su hojeada. Son solo cuatro números que se van volando, pero que nos dejarán una marca de terror que durará mucho tiempo.