El SIDA y los cómics Parte I: el VIH como motor narrativo
SIDA y los cómics - Chile se acaba adjudicar un nuevo —y lamentable— récord. Desde el 2010, los casos de VIH, contagio que puede derivar en SIDA, aumentaron en un 96%. Las causas o razones para estos números son muchas, aunque los especialistas mencionan que las principales son la pérdida de miedo a la infección, el no uso de condón, la falta de campañas y los pocos tests disponibles.
Como lo mencionamos en nuestra entrada sobre los X-Men y la hambruna en África, los cómics se han involucrado en los distintos temas que atañen a la cultura contemporánea. Por lo mismo, es que el noveno arte ha incluido muchas veces la temática de esta enfermedad, en algunas oportunidades siendo vehículo para campañas institucionales, como en este caso, de salud.
Inclusión de la enfermedad en la narrativa
El tema de la inclusión se ha trabajado durante años, han aparecido personajes en distintos medios de comunicación para hablarles directamente a las personas que tienen que vivir con el virus que no están solos, contando realidades y compartiendo sentimientos. Porque los cómics y sus creadores tienden a crear espacios para que otros puedan relacionarse en sus historias. Por lo mismo, muchas veces la narrativa crea paralelos en los que se vierten experiencias con las que se conecta la vida y la esencia de las personas.
Cuando el VIH comenzó a brotar y atacó comunidades liberales y homosexuales, las historias en los cómics empezaron a tratar de crear estos paralelos y contar historias con respecto a la enfermedad. Pero a los artistas se les complicó mucho el tema a la hora de presentar la epidemia y generar argumentos creíbles para representar a los afectados. Aún así, para muchos personajes el paralelo entre una vida secreta y tener secretamente una enfermedad fue una fuente de crecimiento personal interno. Algunos de los personajes que se mencionarán a continuación destacan precisamente por lo recién mencionado, ya que se vieron involucrados en escenarios narrativos que incluyeron a la enfermedad y afectaron su carácter, contexto y vida personal.
Judd Winick y Mia Dearden a.k.a. Speedy
El caso de Mia Dearden es bastante especial y un claro ejemplo de cómo la inclusión de la enfermedad a la narrativa puede tener una ejecución ejemplar. Creada por Kevin Smith y Phil Hester, Mia tuvo una infancia perturbada, por decir lo menos. Fue violada por su padre y después abusada por un proxeneta que la obligó a prostituirse por bastante tiempo en Star City, siendo salvada por Green Arrow, Oliver Queen. Al enderezar su vida, consigue trabajo y rápidamente se acerca al Arquero Esmeralda, descubriendo su identidad superheroica y posteriormente trabajando con él.
Pero es en 2004-2005, bajo la dirección de Judd Winick, que se revela que es VIH-positiva por su época en la que estaba sumergida en la prostitución. Si bien Queen tuvo una reacción esperable frente al tema, negándole salidas y misiones, todo esto se revierte y Mia sigue trabajando como su alterego Speedy. Acá es donde, en una primera instancia, podemos observar un ápice de inclusión, ya que Mia habla de su situación en la escuela y que está decidida a vivir. Ella y Oliver vivieron todas las etapas que las personas con esta condición viven, desde la toma de conciencia del tema, la asimilación interpersonal, negación, rechazo y posterior aceptación de la realidad.
Después de un tiempo, Oliver decide que Speedy trabajaría bien con los Teen Titans, por lo que se une a ellos. Después de una pelea con Dr. Light, quien recuperó la memoria luego que la Liga de la Justicia alterara sus recuerdos post-Idenitity Crisis, los Teen Titans decidieron que no tendrían secretos entre el equipo por lo que ella decide contarles sobre su enfermedad, quienes la aceptan en una de las escenas más enternecedoras y claras con respecto a esta temática. Es un claro ejemplo de cómo se debe tratar de manera humana la inclusión y de que una persona con VIH sigue siendo alguien con la vida por delante.
Winick destacó por llevar temáticas LGBT y del Sida/VIH a los cómics, creando Pedro and Me: Friendship, Loss and What I Learned, ganadora del Premio GLAAD y que Neil Gaiman felicitó por su trabajo.
Jim Wilson y el Legacy Virus en Marvel
Marvel también ha tenido una representación directa, con un debate moralista y personal con James Wilson, aliado de Hulk y uno de los primeros personajes en sufrir y morir de Sida en un cómic de superhéroes contemporáneo, allá por los noventa. Los guiones fueron de Peter David, quien se preocupó de tomar temáticas bastante reales y con contenido y comentario social para enriquecer la historia que desarrollaba. En The Incredible Hulk #388 (1991), David crea la historia de Jim y su enfermedad, la que se presenta sorpresivamente pero también con dirección y firmeza.
Si bien nunca quedó claro cómo se contagió, sí se entregan pistas de que podría haber sido mediante una transfusión de sangre. Aún siendo heterosexual y con una novia —que posteriormente lo dejó—, Wilson sufrió del otro lado de la enfermedad, siendo discriminado y ofendido con tintes homofóbicos y estereotipos parecidos. Jim siente el llamado y decide dirigir una clínica para pacientes con la misma enfermedad. Ya con el Sida desatado y a horas de morir, le ruega a Hulk —con conciencia e inteligencia— que le haga una transfusión de sangre irradiada con rayos gamma, con la esperanza que lo sanara, a lo que Bruce Banner se niega, acusando que no sería el creador de otro monstruo que se alimenta de la ira. Aceptando la idea, Wilson deja de existir.
Otro ejemplo es el Legacy virus, un derivado del mutante Stryfe de un virus original de Apocalypse y que fue una verdadera plaga que desató muerte y desesperación en la comunidad mutante, asesinando a cientos de personas portadoras del gen-x y afectando a humanos comunes y corrientes, hasta que el sacrificio de Colossus generó la posibilidad de difundir la cura mediante transmisión aérea. Algunas víctimas del virus fueron Illyana Rasputin y la humana Moira MacTaggert, miembro de Excalibur.
Considerando los síntomas y la presentación del virus, fans y especialistas asimilaron dicha enfermedad y compararon los paralelos con las experiencias de los pacientes que viven con VIH/Sida, llegando a considerar el virus como una metáfora directa y que los mutantes sufrían y eran discriminados al ser afectados por la enfermedad.
Shadowhawk y el abismo de la depresión
Creado por Jim Valentino bajo la editorial Image Comics, este vigilante antihéroe tiene por nombre Paul Johnstone. De infancia difícil, logró encaminarse y convertirse en abogado y, posteriormente, fiscal de distrito. Es atacado por un grupo de mafiosos, quienes lo usan para sentar el ejemplo que no deben involucrarse con ellos, quienes finalmente le inyectan sangre infectada con VIH.
El ataque se hizo público, por lo que Paul no solo tuvo que sufrir por la discriminación, sino que también fue despedido y encarcelado por golpear a un colega. Tras su liberación, se confirma que es VIH-positivo y cae en una profunda depresión, lo que lo lleva a golpear a un grupo de mafiosos y caer de nuevo en el hospital.
Es esta desesperación y sed de venganza lo que lo llevan a decidir definitivamente que usaría su tiempo y lo que le quedara de vida para entregar una justicia bastante desatada y violenta a quienes se aprovecharan de los inocentes, adoptando el nombre de ShadowHawk y y utilizando un exoesqueleto para potenciar sus ya fuertes destrezas.
Tras años de una carrera de vigilante, formaría parte de varias agrupaciones, entre ellas WildC.A.T.s y Brigade, donde conoce a una gama variada de héroes, entre ellos Savage Dragon y Spawn. Este último finalmente lo convence de aceptar su fin inevitable y la muerte que le traerá la enfermedad, así que finalmente sucumbe a causa de ésta después de salvar a su madre.
Esta es sólo una parte de todas las experiencias y referencias que ha tenido la enfermedad en la cultura comiquera. En una segunda parte revisaremos las distintas campañas de prevención de las que se han hecho partícipe las grandes editoriales y cómo generar narrativa con personajes destacados que entreguen información vital sobre la enfermedad.
Si tienes dudas, consultas, miedos o quieres realizarte un test de Elisa, puedes visitar Sida Chile, entrar al sitio web de la campaña del MINSAL y realizar cualquier tipo de consultas al FonoSida, que es un servicio de consejería telefónica confidencial y gratuito, para apoyar las consultas sobre VIH/Sida y otras ETS, proporcionado por el Ministerio de Salud de Chile: 800 378 800.