"Avengers: Infinity War" (2018): una aventura titánica
La decimonovena entrega del Universo Cinematográfico Marvel, de mano de los Hermanos Russo, se encuentra a punto de llegar a nuestros cines este jueves 26 de abril. Gracias a la gestión de Radio Demente pudimos asistir a la función de prensa, por lo que podremos compartir anticipadamente nuestras impresiones sobre el film, por supuesto SIN SPOILERS, como siempre.
¿Es una cinta merecedora del hype que levanta? ¿O sucumbe a las expectativas? Acompáñanos a descubrirlo.
Mucho se ha bromeado sobre la frase “Infinity War es el crossover más ambicioso de todos los tiempos”, pero toda broma encierra cierto grado de verdad y en este caso se confirma, porque si algo caracteriza a Avengers: Infinity War es lo enorme que se siente en su enfoque. Películas anteriores de superhéroes habían logrado rescatar el núcleo del material fuente o incluso proporcionarles un aire fresco al reinterpretarlos, pero ninguna antes había logrado captar el sentido épico de un evento editorial. Si bien Avengers (2012) dio credibilidad a la idea de un súper-grupo en una película crossover, es Infinity War quien da el paso siguiente, replicando y expandiendo su alcance. Que el filme tome como inspiración a The Infinity Gauntlet de Jim Starlin e Infinity de Jonathan Hickman no es casual, emulando a ambas historias tanto en temas como en envergadura.
Uno pensaría que este coloso sufriría en cuanto a ritmo dado su tamaño, pero contra lo que cabría esperar es una película bastante fluida. Su primera escena es potente y deja claro a lo que venimos, poniendo la primera piedra de un relato multilineal que eventualmente converge hacia un punto común. No es ninguna sorpresa que los Guardians of the Galaxy, Thor, Doctor Strange, los Avengers de Iron Man y el grupo del Captain America se reúnan, después de todo ese es el propósito de la cinta, pero la forma en que ello se realiza es grácil y aporta un capítulo nuevo a los arcos personales de sus protagonistas, siendo esto especialmente notorio respecto de los Guardians por su vínculo narrativo con el villano de la película y de Thor, al darse peso a las consecuencias de Thor: Ragnarok (2017). En general hay una buena integración con las distintas películas que sirven de sustrato a Infinity War.
Uno de los puntos que más levantaba expectativas era el debut —fuera de cameos— de Thanos (interpretado por Josh Brolin) y el Titán Loco no decepciona. Sus motivaciones no son un calco exacto de las que les dio Jim Starlin, pero está lleno de personalidad y resulta amenazante sin caer en los excesos cómicos que plagaron a personajes como Ultron.
Siendo una película de Marvel Studios es normal que tenga una cuota de humor, pero resulta más moderado en comparación a Guardians of the Galaxy 2 o Thor: Ragnarok, actuando como un agradable sazón la mayor parte del tiempo. Aparte de ello la cinta tiene muchas sorpresas, incluyendo un regreso inesperado de un personaje de la fase 1 de películas, una escena de Thor que solo puede calificarse como mítica y el espectáculo visual asociado con Doctor Strange, entre otras. La cinta no reniega de ser un blockbuster, sino que por el contrario, abraza con fuerzas su identidad y tira toda la carne al asador. A Captain America: Civil War (2016) se le criticó que el nombre le quedaba grande por su reparto limitado de personajes, pero Avengers: Infinity War hace justicia a su título y ofrece una verdadera celebración del MCU.
Por su naturaleza esta película es MUY spoileable, así que si tienen un interés en la misma no la dejen pasar, vale completamente la pena verla en una sala de cine y disfrutar de primera fuente a este titán lleno de color.