"Violet Evergarden" (2018): esencia, percepción y reencanto del anime
Luego de una temporada ausente de reseñas, hago un breve regreso para escribir una crítica acerca de una de las adaptaciones audiovisuales que me ha entretenido, conmovido y cautivado completamente: Violet Evergarden.
Si eres seguidor del anime, ves los estrenos de temporada o, al menos, te mueves dentro del mundo ñoño, de seguro escuchaste, viste, leíste este nombre por todas partes durante la pasada temporada de estrenos anime. Pero ¿por qué todo el mundo hablaba y seguía semana a semana Violet Evergarden? Ahora mismo te lo cuento.
Originalmente una serie de novelas ligeras, escritas por Kana Akatsuki e ilustradas por Akiko Takase, con su primera edición en 2015. Un año más tarde, Kyoto Anime lanzó un comercial animado promocionando las novelas, con una animación exquisita que hacía presagiar lo mejor: el 2017 se anunció la producción de un anime a estrenar el 2018, el que sería licenciado por Netflix y estrenado simultáneamente en Japón y el resto del mundo.
De seguro, gran parte de la masificación que alcanzó Violet Evergarden se lo debe a Netflix, plataforma que, además de proporcionar una buena calidad de imagen, también aportó en traducir al latino la serie. Si bien el tema del doblaje suele tratarse de un tabú por caer en imprecisiones, errores de traducción, traducciones literales, entre un largo etcétera de errores por negligencia en las adaptaciones, el doblaje latino de Violet Evergarden resultó una grata sorpresa que, además de proveer voces realmente similares a la originales, que interpretaron con toda visceralidad los personajes, adaptó correctamente los términos clave de la serie.
Ahora bien, ¿de qué trata Violet Evergarden, y qué hizo que tantos se volvieran fanáticos de la serie?
La serie se sitúa en un mundo al puro estilo steampunk, en el que la Gran Guerra finalmente ha llegado a su fin tras largos cuatro años de conflicto. Atrapada en aquella sangrienta batalla que acabó con un continente dividido en dos, estaba atrapada Violet Evergarden, una joven inexpresiva cuyo único propósito era seguir las órdenes de sus superiores y acabar con el enemigo. Con el fin de la guerra, Violet es gravemente herida, perdiendo no solo ambos brazos, sino también a la única persona que llegó a querer, el Mayor Gilbert Bougainvillea, cuyas últimas palabras Violet no lograría entender.
Cuando la paz reina nuevamente, Violet recibe una operación que le proporciona brazos robóticos, fríos pero hábiles, con los que empieza una nueva vida trabajando en CH Postal Services. Allí, ella es testigo del trabajo de una “Auto Memories Doll”, término con el que se denomina a un grupo de mujeres que transcriben los pensamientos y sentimientos de otras personas al papel. Motivada por la impresión que esto le causa, y solventándose en su falta de capacidad para entender los sentimientos de los demás, Violet comienza a estudiar para convertirse en una Auto Memory Doll y comprender los sentimientos que ella misma guarda por el Mayor Bougainvillea. Este trabajo la llevará hasta a una aventura que remodelará las vidas de sus clientes, y la conducirá hasta su propio autodescubrimiento.
Ahora que les he contado a grandes rasgos —sí, a grandes rasgos, aunque no lo crean— de qué va el argumento, me iré a lo puntual. ¿Por qué Violet Evergarden pasó a ser de mis animes favoritos? Bien, vamos por parte.
Creo que no soy la única que está al tanto de la crisis por la que pasa la producción de animación japonesa. Anualmente se estrenan más de doscientos animes, esto entre series de estreno, segundas temporadas y OVAs, de los cuales con suerte cuatro están bien animados, dos tienen buen argumento y uno puede ser considerado “la joya” de la temporada. Para el gusto de vuestra servidora, Violet fue esa “joya”. Partiendo por una animación que nada tiene que envidiar a películas japonesas animadas, fluida y con un increíble uso del color, la luz y sombra, sin limitarse al típico coloreado flat (plano) al que nos tienen acostumbrados los animes de moda, la producción de Violet Evergarden considera detalles que, personalmente, no había visto en animes televisivos. Sin detenernos en eso, la música, voces y por sobre todo la dirección de las escenas son simplemente impecables, entregándonos escenas mágicas que no solo nos llegan a conmover por la situación que nos presentan, sino por lo bien orquestados que están todos los elementos.
Por otra parte, el argumento, aunque es un poco “pasivo”, pues no se centra única y necesariamente en la acción, logra hacer que la trama principal avance mientras nos presentan pequeñas historia secundarias que ayudan a crecer y evolucionar a Violet de manera tan paulatina que, sin dudas, nos hará sentir conmovidos y hasta orgullosos de verla desarrollarse como personaje. Este sistema de un hilo argumental mayor, que avanza mientras encierra pequeñas historias con personajes secundario es, además de efectivo, bastante refrescante para lo que vienen haciendo los animes de moda de los últimos años. Las historias singulares, como lo menciono anteriormente, nos introducen personajes ocasionales con sus propias situaciones, dificultades y dolores en los que Violet se involucrará, siempre llegando a un cierre, pero no necesariamente bueno o feliz.
Respecto a esto, creo no ser la única que, aunque con gran resignación, coincidió con el problema señalado hace unos años por el gran Hayao Miyazaki:
A nivel personal, creo que Violet Evergarden representa un “contrapunto”, un vuelco, una respuesta a la crisis de la industria. Parafraseando a Miyazaki, Violet Evergarden presenta una historia muy humana, trata de una chica que busca la humanidad dentro de ella misma luego de que esta se le fuese arrancada brutalmente. Es una historia acerca de humanos viendo, conviviendo y amando a otros seres humanos, lo que, sin duda, nos empuja como televidentes a conectarnos con esa parte de nosotros mismos, esa que muchas veces resulta desconectada por el ajetreo de la vida moderna.
De seguro, si eres un viudo del antiguo anime, ese que no se limitaba a narrar solo la anécdota, la pelea del siglo, etc., y buscas algo que te emocione y a la vez cuente con una excelente producción animada, Violet Evergarden es la joya que estás buscando. No sea porfiado, véala ya.