MR DC 158 - Cave, ¿tienes algo en el ojo?
Aviso de Spoilers: Las reseñas que siguen a continuación tratan los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Miércoles de nuevas MicroReseñas DC. Esta semana tenemos la evolución de uno de los primeros títulos del sello Young Animal, Batman y Catwoman siguen lidiando con Poison Ivy y tenemos más cosas bizarras en la granja de Superman. También hay colecciones clásicas como Aquaman o Nightwing. Comencemos.
BATMAN #043
Publicación: 21/03/2018
Guion: Tom King
Arte: Mikel Janin
Tintas: Mikel Janin
Color: Mikel Janin
Reseña: Chris
5,5 / 10
Y terminamos con este miniarco en que Batman y Catwoman se consiguen a la dama de honor de su boda, digo detienen a Poison Ivy, la cual esta poseyendo a todo el mundo y que ha prácticamente casi mato a Batman, por medio de un golpe dado por Superman, el cual es uno de los superhéroes controlados por la villana. Suena algo tópico y es extraño que ningún otro superhéroe intervenga, ni siquiera el Suicide Squad, pero sabemos que Tom King adapta sus historias, de acuerdo a lo que necesita contar, sin considerar nada más. En cuanto a la historia como tal, no hay mucho que hablar la verdad sobre ella, tratándose solamente de indagar en que ocurrió con el comportamiento de Ivy para que esté haciendo lo que hace (la explicación de que sea una villana ya es cosa de comics del pasado), apelando todo a que es una persona incomprendida que hizo cosas terribles en la Guerra de las Bromas y los Acertijos, algo que le afecto de por vida y que por ello, no se ha alejado de la senda del mal. Y aquí viene algo que quizás no agrade a muchos (incluyéndome), pero que se ha vuelto tónica últimamente en el comic mainstream, del villano que es villano por accidente. Nos explica, que lo que paso en dicha guerra, no fue tan así y que ella nunca fue mala, que fue engañada. Así de simple. Todo el trasfondo del villano y todas las cosas que hizo aparte de dicha guerra, no cuentan. Bueno, tampoco me sorprende, Darkseid entrara a la Justice League como un consejero (malvado sí, pero consejero al final de todo) y Lobo con Killer Frost también entraron a una Justice League y hasta Clayface, estuvo en un equipo con Batman. Hay que ser inclusivos con los villanos, son todos incomprendidos y por eso en el futuro quizás veamos a Mongul como el Robin de Superman y Batman y al Joker dentro de la Justice League y adoptado por Batman. Bueno, con esos casos estoy exagerando, ya que estrictamente Poison Ivy no es una villana al uso, debido a que en los últimos años la hemos visto fluctuar entre el antiheroismo, heroísmo a medias, heroísmo a base de las circunstancias y villanerías justificadas. No es que tenga algo definido y raramente esa es la naturaleza del personaje. Lo que no quita que todo este arco, fue para hacer relleno para la pronta boda, pero creo que ya para los que estamos en el mundillo de los comics, el relleno en el mercado mainstream es vital y ya quedaron atrás esos tiempos, en que los arcos grandes, no duraban más de 3 números. Otra cosa, es que para ver la boda entre Clark Kent y Lois Lane, tuvimos que esperar que muriera y volviera el azuloso, así que son prácticas de años.
Nada cambia amigos, excepto que actualmente podemos ver maravillas como el espectacular dibujo de Mikel Janin, que nos regala bonitas secuencias como la del hospital y podemos ver que el artista ha logrado perfeccionar un escollo que ha sido constante en su carrera, en cuanto a que los personajes que dibuje, tengan una gama de expresiones diferenciadas. En este número, se ven mejorías en su aspecto y potencia, todo el buen trabajo que siempre ha hecho, desde que entro a trabajar a la compañía. Ojala, no lo cambien para los números de la boda y metan a David Finch por ejemplo, solo porque es un artista que vende más.
En fin, nada nuevo bajo el sol, la vida sigue y todavía quedan 6 números para ver la boda del año, que sin duda será un acontecimiento que no nos dejara indiferentes.
SUPERMAN #043
Publicación: 21/03/2018
Guion: Patrick Gleason, Peter J. Tomasi
Arte: Patrick Gleason
Tintas: Patrick Gleason, Mick Gray
Color: Stephen Downer, Alejandro Sanchez
Reseña: Oscar Cayul
6.5 / 10
Seguimos con la despedida de Gleason y Tomasi en Superman, y los resultados no dejan de ser positivos pero sin embargo, tampoco hay mucho más que decir. Casi como si supieran que nadie más las va a tener en cuenta, seguimos de cerca a Kathy y Nobody, quienes se mantienen como residentes permanentes en el área rural de Hamilton, justo en medio de una brecha entre nuestro mundo el universo Bizarro. Es interesante como Superman se muestra efectivamente como un super-papá constantemente en esta historia, no solo acogiendo al "Jon-zarro", sino que también otorgando una lección respecto a buenas prácticas paternales en el universo alterado.
Aunque es un número agradable, más aún si contamos con el siempre movido dibujo de Gleason, también muestra algunas de las dificultades que ha tenido esta publicación: ha costado en sentirse relevante a excepción de sus momentos netamente familiares. El problema en este mundo, es que relevante muchas veces es sinónimo de eventos sin gracia, o acción con el mundo en juego. Cuando pienso en números relevantes de esta serie pienso en el paseo a la Feria, o los viajes patrioticos. Un equilibrio complicado de mantener las ventas con historias así.
JUSTICE LEAGUE #041
Publicación: 21/03/2018
Guion: Christopher Priest
Arte: Phil Briones, Pete Woods
Tintas: Phil Briones, Pete Woods
Color: Jeromy Cox, Pete Woods
Reseña: Chris
7,5 / 10
Y este es el número que ha generado algo de polémica en los últimos días, por un pequeño spoiler que involucra a Superman y Wonder Woman. Y armas. Pero, a pesar del sensacionalismo todo tiene explicación, en gran parte por cierto villano que ha venido molestando a la Justice League últimamente y el otro hecho de que con la llegada de Rebirth, muchos aspectos de Wonder Woman fueron reestructurados, para no decir en malas lenguas, que prácticamente borraron todo lo de Brian Azzarello y Greg Rucka monto nuevamente todo el pasado y presente de la amazona...de nuevo. Pero en fin, aclarado este punto y del hecho de que la gente, debería leer la fuente original y estar más atentos al mundo de ficción que supuestamente les interesa, pasaremos mejor a ver que nos ha dado este número, que no es poco.
El número comienza con Jessica Cruz contándole a Simon Baz, de lo que le hizo a Batman. De ahí cortamos, con la Justice League en África ayudando a algunas personas hasta que llega Red Lion, ese Black Panther rojo y dictador, a expulsar a los extranjeros que vienen a invadir sus tierras. Cosas de dictadores. Una misión tan sencilla, termina siendo un caos por culpa de "El Fan", el cual se va destapando como una gran red de personas que quieren ayudar de una muy mala manera a la Justice League. Y con fatales consecuencias por partida doble, termina este número.
No ha estado tan mal este número, aunque sí que ha generado una disparidad de opiniones, por personas que no están muy atentos a la actualidad comiquera de los personajes. Yo comprendo, cuando DC comete errores con algunos personajes y más si estos no están justificados, ni por continuidad, ni por la naturaleza de los mismos personajes. Y no es por favoritismo a Christopher Priest, porque desde que entro a trabajar a DC, se ha encargado de realizar historias que no entren en conflicto con otras series y si lo va a hacer, aprovecha el trasfondo de ellas. Pero también está el hecho, de que quizás hay que esperar que se den las explicaciones y si son muy estúpidas, se juzgaran adecuadamente y si no, es el típico alegato de supuestos fans, que creen saberlo todo.
En cuanto al arte, Phil Briones mantiene un trazo limpio y con un particular estilo de dibujo, como es costumbre en el dibujante, lo que le da mucho dinamismo y elegancia al dibujo, pero empañado por expresiones algo extrañas y poco trabajadas, lo que da como resultado un dibujo que no destaca demasiado y que no se luce como debería ser.
En conclusión, un número en el que pasan cosas, pero que se lee de un tirón. Habrá que ver como se sigue desarrollando la historia, pero me está gustando bastante la verdad. Lástima que luego llegara Scott Snyder y Dios sabe que hará con esta serie.
SUPER SONS #014
Publicación: 21/03/2018
Guion: Peter J. Tomasi
Arte: Carlo Barberi
Tintas: Art Thibert
Color: Protobunker, Alejandro Sanchez
Reseña: Oscar Cayul
8 / 10
¡Pero que efectividad, que buen manejo del ritmo! Todo lo que uno quiere en un número, es decir, que pasen cosas y tenga un desarrollo completo, pasa en este número. Incluso sin haber leído el anterior, el peligro y todo lo que conlleva funciona de maravillas. Como contraste tenemos a Lois Lane visitando Gotham, así como Thalia intentando asesinarla (lo que en realidad es solo una trampa para discutir con Robin). El punto álgido por supuesto es la pelea entre Damian y su madre, donde ambos demuestran sus habilidades lo mejor posible, y queda claro que la heredera Al Ghul es tan manipuladora y planificada como siempre. Solo nos deja una pequeña sensación de que esta relación tiene mucho que explorar, al punto de ser el verdadero reemplazo de la relación Bruce-Thalia, tensión que ya no existe en virtud de su estable momento con Selina.
Todo esto lleno de color y aventuras, junto a un más que correcto Carlo Barberi, que mantiene la jovialidad, la riqueza de expresiones y la sensación de diversión que Jimenez le ha dado la serie desde el primer número. Las madres son cosa seria, y creo que las últimas páginas van a ser un pequeño deleite para quienes han gozado con estas aventuras. Se nos viene el último arco de la serie, que esta acabando (porque ....Bendis is Coming). Un goce.
AQUAMAN #034
Publicación: 21/03/2018
Guion: Dan Abnett
Arte: Kelley Jones
Tintas: Kelley Jones
Color: Michelle Madsen
Reseña: Fantasma Rojo
7,0 / 10
El relato que Dan Abnett está creando es de una escala épica que no tiene comparación actual dentro de la línea editorial de DC. A pesar de la larga extensión de la trama, el conflicto central no resulta aburrido y sus ramificaciones se vuelven cada vez más interesantes.
Como una especie de reflejo a la recientemente estrenada miniserie Mera – Queen of Atlantis, este número se centra en la figura del actual rey tirano de la nación submarina, Corum Rath. Este personaje ha sido una figura perenne durante la etapa de Abnett en el título, pasando de terrorista a figura central en un golpe de Estado, pero fuera de ello no se sabía mucho más sobre él, motivo por el cual ésta entrega tiene el doble rol de mostrar la situación al interior del gobierno atlante y de profundizar en la mente del principal antagonista de la serie. El resultado solo puede calificarse como horroroso, pero no de la manera que esa palabra implica.
Dan Abnett nos muestra a un personaje marcado complejo de inferioridad no asumido que se manifiesta en una especie de reflejo oscuro de la famosa estructura narrativa del “Viaje del Héroe”. Rath es un personaje de orígenes humildes y tiene un amigo de la infancia con el que sueñan cambiar a Atlantis, pero sus métodos y propósitos que lo llevan al trono son de pesadilla y eso se refleja en distintas facetas de la historia, tal como ocurre cuando se cambia el tradicional arte acuarelado de Stjepan Sejic por los sombríos lápices de Kelley Jones, lo cuales si bien no llegan a la calidad que el croata ha proporcionado al título, cumple a la perfección con dar una voz distintiva al número.
Quizás el mayor problema de esta entrega es que los cuadros de textos asignados a Rath tienen un molesto tono blanco en ellos que hace imposible leer ciertas palabras al ser también blancas las letras. Fuera de ello es una entrega sólida que pone un nuevo ladrillo a una interesante obra en construcción.
NIGHTWING #041
Publicación: 21/03/2018
Guion: Sam Humphries
Arte: Jamal Campbell, Bernard Chang
Tintas: Jamal Campbell, Bernard Chang
Color: Marcelo Maiolo
Reseña: Fantasma Rojo
7,5 / 10
Luego de siete largas entregas por fin llega a su fin The Untouchable, el arco que marcó la bienvenida de Sam Humphries en Nightwing luego de su destacable etapa en Green Lanterns. En general es una buena historia que supo hacer suyo lo plantado por Tim Seeley a la vez que ofrecía algo nuevo, pero adolece de una serie de problemas que empañan el resultado final.
Lo primero que vale la pena mencionar es que The Untouchable es una historia con final cerrado, por lo que quién se embarque en ella tiene garantizada una conclusión. Nightwing #41 no engaña al lector con una resolución donde el villano simplemente desaparece, sino que hace un bonito moño con las tramas y las presenta en una entrega satisfactoria. Si no fuera parte de una serie regular, perfectamente podría haber sido una miniserie o una novela gráfica, pero irónicamente esta misma fortaleza es una debilidad.
Siete números para la historia que se contó resultan excesivos y ello es especialmente notorio dado que, tal como lo demostró en Green Lanterns, Sam Humphries es capaz de escribir historias sin caer en los vicios de la narración descomprimida. No es un mal arco argumental, pero difícilmente justifica tal extensión.
Otro punto ambivalente es el tono de la historia. The Untouchable no parece decidirse nunca sobre qué tipo de historia quiere ser, oscilando constantemente entre abrazar elementos camp para luego presentarse como una historia mucho más seria. The Judge, el villano de la historia, es un ejemplo de esto ya que su modus operandi consiste en corromper y manipular a otros con nada más que palabras, lo cual de por si resulta interesante al proporcionar un buen desafío moral para Nightwing, el problema ocurre cuando se introducen conceptos de fantasía para un personaje que no los necesitaba para ser llamativo en primer lugar. Es como si el día de mañana en Batman apareciera Carmine Falcone con poderes telepáticos, no se gana nada con ello ni vuelve mejor a la historia, solo resulta distractivo. Esta misma aprehensión se extiende al resto del cómic con un Dick Grayson inusualmente melancólico y culposo salvo por la secuencia final que le da un tono positivo a la presencia del ex Robin en Blüdhaven. Considerados individualmente estos elementos están bien tratados, pero su mezcla no termina de cuajar.
El futuro para esta serie es un incierto, ¿predominará algunas de sus dos almas o se logrará una unión exitosa de dos voces antípodas? El tiempo dirá.
CAVE CARSON HAS AN INTERSTELLER EYE #001
Publicación: 21/03/2018
Guion: Jon Rivera
Arte: Paul Maybury, Michael Avon Oeming
Tintas: Paul Maybury, Michael Avon Oeming
Color: Nick Filardi, Paul Maybury
Reseña: Diego Saenz-Laguna
8 / 10
Antes de lanzarme de lleno a analizar el primer número de esta serie, es necesario referirse al sello editorial que lo produce. Young Animal nace como una subdivisión de DC Comics destinada a insertar a ciertos personajes de la editorial en historias de corte más adulto y alternativo. Todo esto bajo la curatoria del cantante y escritor de cómics Gerad Way. Imagínense el sello editorial Vertigo, pero con una paleta de colores psicodélicos y temáticos que giran en torno a la búsqueda de la identidad. Sin duda un enfoque que apunta hacia los millenials.
Cave Carson Has an Interstellar Eye viene a ser la continuación de la serie Cave Carson Has A Cybernetic Eye. Según Gerad Way el nombre del cómic basto para venderles el concepto a los mandamases de DC. El titulo exuda excentricidad por todos lados, sello característico de todas las historias de Young Animal. Para ponerlos en contexto, Cave Carson es un antiguo y olvidado personaje de la editorial. Es un espeleólogo (profesionales del estudio de las cuevas) y un explorador- aventurero. El giro que le dio el guionista Jonathan Rivera fue ponerle un ojo cibernético con tecnología de punta y de origen desconocido.
Esta nueva serie saca a nuestro protagonista de las cavernas y lo sitúa en el espacio exterior. A lo largo de este número lo vemos reencontrarse con Adam Star, un ser extraterrestre que solía ser una excéntrica estrella de rock mientras residía en la tierra. La historia funciona como una alegoría al concepto de “underground” en el mundo del arte. Star, como todo estrella de rock, entra en un proceso de decadencia. Lo vanguardista se vuelve obsoleto para dar paso a una nueva corriente (que eventualmente se volverá obsoleta también).
Teniendo en cuenta las características del argumento, no es de extrañar la elección de Michael Avon Oeming como ilustrador. Su estilo caricaturesco va de acorde con el tono de la historia. Construye un arte secuencial que se adapta a las necesidades del guion: estructurado y clásico en las escenas de dialogo, experimental cuando se trata de viajes interdimensionales y alucinaciones. Pero los que más destacan en el apartado gráfico son los coloristas Nick Filardi, y Paul Maybury. Aportan el elemento psicodélico a la historia, convirtiéndolo en un viaje de LSD en viñetas. En ese sentido Young Animal ha mantenido una cohesión cromática, las historias están unidas por su tono y uso del color para expresar emociones.
Cave Carson Has an Interstellar Eye funciona como una buena historia que mezcla referencias musicales y ciencia ficción demente. Pero esos elementos son solo el adorno del verdadero núcleo dramático: la historia de un tipo viudo que intenta conectar de la mejor manera con su hija. La incapacidad de comunicarse entre padres e hijos es un problema anclado en la generación sub treinta. El mismo Gerard Way define esa tranca como el eje principal del proyecto editorial. En conclusión, en la medida que este nuevo sello siga usando la ciencia ficción como excusa para contar historias humanas, seguirá siendo una interesante alternativa al mainstream superheroico.