Ola de cancelaciones remece a Marvel Comics
Son tiempos aciagos para Marvel Comics. Al margen del grosero éxito que ha cosechado Marvel Studios en cada uno de sus movimientos, la división de cómics se encuentra en un momento delicado, fruto de decisiones polémicas, salida de artistas y cancelaciones.
Si bien estamos recién en la medianía del primer año de la iniciativa Legacy, que significó un relanzamiento de la línea editorial, el regreso a la numeración histórica de los títulos y un sazón de clasicismo en sus páginas, la Casa de las Ideas dista de sacar cuentas demasiado alegres. A la salida de su escritor ancla, Brian Michael Bendis —que para muchos es buena noticia, la verdad sea dicha— y la incertidumbre que causa al anuncio del fin del trabajo de Dan Slott en The Amazing Spider-Man, se suma el conflicto que se produjo entre Jim Starlin y Tom Brevoort por diferencias creativas a raíz del manejo de Rick Harrison Thanos, personaje en boga gracias a su rol crucial en el próximo film Avengers: Infinity War.
Ahora, con del anuncio de las solicitations de marzo de 2018 es que nos hemos enterado de una importante poda de series, que lamentablemente no han encontrado su espacio en el bolsillo y la billetera del consumidor. En efecto, ya tenemos confirmación de la cancelación de Luke Cage, America, Hawkeye, Iceman, Generation X y Gwenpool, algunas de las cuales merecían mejor suerte por su calidad más que decente, y que se suman a Jean Grey, Secret Warriors y Royals, desaparecidas del mapa —en realidad, finalizaron— en meses anteriores.
Luke Cage, de David F. Walker, se despide en su número #170, el décimo de su actual etapa, fechado en febrero de 2018. A través de Twitter, Walker asegura que la desaparición de la serie se debe única y exclusivamente a las ventas, demasiado bajas, a pesar de que el título presenta guiones sólidos, arte consistente y un protagonista muy carismático. Lamentablemente, el escritor tiene el triste honor de haber sido el encargado de algunas de las series con menor sobrevida del último tiempo, como Occupy Avengers, Nighthawk y la que nos convoca. Ojalá no abandone Marvel, pues Walker tiene un talento innegable.
A diferencia de Cage, un personaje que no pudo ganarse por completo al público fue America Chavez, cuya primera aparición fue en Young Avengers de Kieron Gillen. Dotada del poco común poder de polarizar completamente a la audiencia, America de Gabby Rivera y Joe Quinones fue una serie amada y odiada a partes iguales. Mientras sus fans abogan por una protagonista fuerte y adorable, con historias existenciales e interesantes, sus detractores la aborrecen por ser un festival de clichés, al ser un personaje femenino, latino y gay, todo en uno.
De lo que sí estoy seguro es que la desaparición de Gwenpool no la lamentará mucha gente, como mucho su guionista, Christopher Hastings. Nacida como un chiste, y posicionándose a medio camino entre Deadpool y Harley Quinn, The Unbelievable Gwenpool apeló al humor desenfadado que tan buen resultado ha dado últimamente, por lo que al menos en ese aspecto su cancelación es sorpresiva. Sin ser un título intragable, por mi parte espero feliz que su cupo lo utilicen para series y personajes con más sustancia. Para todo lo demás, está Wade Wilson.
Otra fémina que pierde su colección mensual, y que sí considero una tragedia, es Kate Bishop. Hawkeye, de Kelly Thompson, cae disparando su última flecha en el mes de marzo, en el #16. Dicha historia, que presenta la reunión con Clint Barton, narrará la batalla de los ojos de halcón contra Madame Masque, Eden, y un puñado de vilanos que buscan venganza. Thompson, también a través de Twitter, expresó su satisfacción por alcanzar dicha numeración, bastante decente para los tiempos que corren, aunque no oculta su desilusión por abandonar un personaje que supo hacer suyo.
En todo este embrollo, la parcela mutante recibe dos golpes bajos, tres si sumamos la finalizacion ¿orgánica? de Jean Grey. La primera en desaparecer es Generation X, obra de Christina Strain y Amilcar Pinna. La serie de los adorables perdedores del Instituto Xavier pasa a mejor vida con la finalización del arco que enfrentó al grupo, su líder Jubilee y otros miembros de la Generación X original contra M-Plate, que no es más que Monet St. Croix poseída por su hermano Emplate. El título tuvo un comienzo algo dubitativo, aunque estilo y originalidad no le faltaba. En las últimas entregas, el interés fue en contante aumento, al ver que en sus páginas se incorporaban alumnos de la camada del grupo noventero, como Chamber y Husk. Como fan mutante, es una noticia que duele.
Otro personaje al filo de polémica es Iceman. Su salida del clóset durante la etapa de Bendis en All-New X-Men despertó la ira de fans y haters, y es que acostumbrarse al nuevo statu quo de uno de los hombres x originales no fue algo sencillo. Sina Grace, su guionista, logró sortear los prejuicios y lugares comunes de la situación, para entregarnos un título que, seamos sinceros, sabíamos no estaría destinado a durar. Grace, en una carta difundida a través de la red social de los ex-140 caracteres, confirmó la noticia, pero asegura que no es su último trabajo en Marvel, y que pudo desarrollar los argumentos tal como los planeó, con el final que él deseaba, y sin presiones editoriales. Según sus palabras, al final el problema es que las series protagonizadas por mutantes en solitario son difíciles de vender.
Independiente de la calidad y ventas de las series implicadas, vale la pena preguntarse si tras este movimiento se ocultan otro tipo de intenciones. Los títulos involucran personajes que estuvieron frente a los idealismos inclusivos de otros landscapes anteriores, pues entre ellos hay protagonistas negros, gays, latinos, jóvenes segregados o mujeres empoderadas. ¿Será que la editorial finalmente dará pie atrás en su intento de renovar las identidades y diversidad de la planilla de protagonistas? ¿Cedieron las cúpulas superiores ante esa manga de “fans” acéfalos e intolerantes que al alero de la vehemencia de Trump han tomado un inusitado y peligroso impulso? Tal vez no era del todo aislada la opinión del editor aquel que decía que la diversidad no vende. Prefiero pensar que, por el contrario,se trata de una jugada que busca proteger a los personajes y lo que se ha logrado con ellos, cuidándolos para que no caigan en un cliché excesivo, y lograr una incorporación de forma más paulatina y natural en el inconsciente colectivo.
Como sea, Marvel parece seguir dando palos de ciego. Esfuerzos hay, talento hay, personajes hay, así que sólo un análisis más riguroso podría arrojar luz a las razones por las que la receta no cuaja. Por el bien de los fans y los amantes del cómic en general, esperamos que todo esto solo una nube que tarde o temprano se disipe y sus héroes nuevos, viejos y el resto de la banda brillen con la luz que merecen.