Star Wars, nostalgia y homenajes: en defensa a "The Force Awakens"
Estimados Lectores:
Existe un fenómeno interesante respecto a la reacción del público a Star Wars: The Force Awakens, existiendo un importante "antes" y "después" que dudo haya pasado indiferente para nadie. Durante las primeras semanas, parecía ser que el consenso se inclinaba hacia un amor incondicional e infinito a la nueva entrega, hablándose de una redención de la saga tras las infames precuelas. Star Wars estaba de vuelta en grande.
Sin embargo, pasado menos de un mes, cuando el hype había ya pasado su punto más alto, otras voces que en principios eran meros susurros comenzaron a abrirse paso y proclamar algo: "Momento... ¿es el Episodio VII básicamente un grotesco remake del Episodio IV?" Y pronto, como un polvorín en el que un idiota ha arrojado descuidadamente un cigarro encendido, el fuego se extendió para transformarse en nuestra propia guerra de las galaxias: defensores versus amantes de la saga luchaban a muerte en comentarios de foros, facebook y youtube.
Pero ya han transcurrido dos años desde estos sucesos. Quienes estaban cegados por el odio pueden volver a revisar la película fríamente, y aquellos que la miraron con ojos de niño maravillados están más preparados para estudiar el fenómeno sin las gafas de la nostalgia. El problema no es de fácil solución, pero creo que tengo un caso para finalmente resolver qué está bien y qué esta mal respecto al "efecto espejo" de The Force Awakens. Adelantándome a mi conclusión amarilla: el Episodio VII funciona como un excelente homenaje más que una copia... salvo por un detalle. Un detalle que yo habría retirado de la película para salvar este problema. ¡Así que vamos adelante, y resolvamos esta discusión de una vez por todas!
Disclaimer: esta NO ES una reseña del Episodio VII. La discusión sobre personajes y su desarrollo, o la clásica —y a mi juicio errada— percepción de que Rey es un personaje Mary Sue no es el objeto de esta reseña. Esto es simplemente un análisis del fenómeno "homenaje y nostalgia" a través de la saga y en el cine actual con foco central en el Episodio VII.
Star Wars y los homenajes al cine de antaño: un elemento esencial a la saga
Algo que muchas personas no consideran a la hora de hablar del Episodio VII como un "plagio" al Episodio IV es que Star Wars, durante todas y cada una de sus películas, ha poseído un elemento de homenaje o "callbacks", ya sea a sí misma, ya sea a cintas anexas. Es parte de lo que es Star Wars, y sin ellas, la saga no sería lo que es hoy.
La primera entrega de la saga (hoy A New Hope) nace cuando a George Lucas se le negaron los derechos para hacer una película de Flash Gordon (1936), y la influencia es tal que uno de los elementos más icónicos de Star Wars, las letras ascendientes presentando la historia, son derechamente homenajeados de allí, incluido el uso casual de palabras en mayúsculas para determinados nombres. Visualmente, también existen muchísimos elementos prestados.
La trama de la película, por su parte, pareciera ser un molde similar en su principio a la película japonesa The Hidden Fortress (1958), una historia ubicada en Japón Feudal sobre una princesa que con el auxilio de dos plebeyos se enfrentan a un villano que posee rasgos sospechosamente similares a Darth Vader; y el ataque final a la Death Star tiene varias tomas inspiradas en The Damn Busters (1955). ¿Hablo de películas desconocidas? ¡Pues vamos a un clásico, el diseño de C-3PO es nada sutilmente inspirado en Metropolis, uno de los mayores clásicos de ciencia ficción de todos los tiempos!
Y no es la única película en la saga que recurre a estos homenajes: Attack of the Clones recrea tomas directas de Lawrence of Arabia, mientras que Coruscant se transforma de la noche a la mañana en un extraño cruce entre Blade Runner y The Fifth Element, la carrera de Podracing en Episodio I posee varias similitudes con Ben-Hur, Cloud City en The Empire Strikes Back es una idea sacada de, nuevamente, Flash Gordon. ¡Más gracioso aún, la famosa escena de la premiación de A New Hope es absolutamente inspirada en una cinta de PROPAGANDA NAZI! ¡Así es, Triumph of the Will de 1935, inspiró uno de los momentos más icónicos de la saga! Así que la próxima vez que digas que el discurso del General Hux en The Force Awakens es poco sutil, quizás hay que pensar que no es la primera vez. Incluso la música tiene "homenajes", con John Williams tomando muchos elementos del sountrack de The Adventures of Robin Hood de 1938. La lista es infinita.
Es importante tener en cuenta esto al ver cualquier Star Wars: siempre tendrá un ejercicio de nostalgia por un cine que ya no existe, que quedó atrás, y que ahora resurge con nueva fuerza a través de una historia de espadas láser. ¡Está en sus venas! Así que nadie debería sorprenderse cuando una película del año 2015 intenta homenajear una película del año 1977, que, en su esencia, es una recopilación de homenajes y tomas "prestadas".
It's like poetry... it rhymes!
Pero eso es Star Wars mirando hacia afuera. ¿Qué hay de Star Wars hacia sí mismo, acaso esto no ha ocurrido ya antes? Pues sí. Durante las seis primeras películas, George Lucas recurre a la reiteración —tanto de director como de guionista— muchísimos elementos en cada una de las subsecuentes secuelas y precuelas, ya sea a través de la utilización de meras frases repetidas ("I have a bad feeling about this"), a través de elementos visuales o musicales conocidos, o bien derechamente tomando estructuras completas y repitiéndolas. Naturalmente, es fácil mirar en este caso a Return of the Jedi, película que defiendo bastante a pesar de que efectivamente repite muchos elementos de Una Nueva Esperanza, pero ese es el ejemplo fácil. Hablemos de The Phantom Menace y cómo basa toda su estructura en el Episodio IV.
"¿De qué hablas, Farfaramir? ¡No recuerdo a Naboo ni un Senado en Una Nueva Esperanza?"
Y, por supuesto, eso es lo que salta en un análisis superficial. Pero no es casualidad de que la primera precuela trate sobre un miembro de la realeza en necesidad que recurre a los Jedi para salvar una situación política complicada, que recibe ayuda de un joven soñador atrapado en un planeta desértico, que resulta ser un piloto extraordinario quien comienza a aprender los caminos de los Jedi, hasta que su maestro muere de forma trágica, pero destruyendo él de todos modos de forma improbable la super arma de los villanos siendo que jamás ha manejado una nave espacial antes. ¡Taraaan! ¡Incluso me atrevo a decir que Obi-Wan Kennobi en esta película toma el rol de Han Solo! El Jedi escéptico que no cree en la leyenda del elegido, cuyo corazón se ablanda hacia el final tomando a Anakin Skywalker como su aprendiz; similar a Han, que no creía en la fuerza y hacia el final decide regresar con sus amigos.
¿Es esto una coincidencia, un invento mío para justificar lo que ocurre en el Episodio VII? ¡Por supuesto que no! ¡Esto es explicado por el propio George Lucas, con la infame frase parodiada por RedLetterMedia hasta la muerte! "It's like poetry... it rhymes". Y es que desde el momento en que Star Wars se transformó en saga, y mucho más aun, cuando comenzó a pasar de generación a generación, a esta se añadió otro elemento a sus cualidades: y es que muestra cómo la lucha del bien y el mal trasciende a distintos personajes. La historia se repite, es cíclica, aunque con suficientes diferencias para hacerla única. La historia de Anakin es similar a la de Luke —y eventualmente a la de Rey—, solo que en el momento de la verdad, Luke toma el camino correcto mientras que Anakin cae. Es, al final de cuentas, en las similitudes donde las diferencias descansan.
Pero no es solo elementos de historia: la película hace varios callbacks menores a películas anteriores basadas en la nostalgia, muchas veces sin mucho sentido. La presencia de los androides, el hecho de que C-3PO fuera construido por Anakin a pesar que luego no recuerda al par ni por coincidencia, ¡el solo hecho de que "las guerras clónicas" nazca de una frase arrojada a la rápida por Luke, y que de ninguna manera estaba pensada para fundar tres películas y dos series animadas! Todo esto funciona con la lógica de construir historias a partir de la nostalgia: reconocemos cosas que ya hemos visto, y eso nos invita a regresar a Star Wars una vez más. ¿Eso es algo bueno o malo? Dependerá si esos elementos intervienen o no en la historia, cuánto sentido tienen en ella.
Star Wars es, para bien o para mal, un mundo fundado en nostalgia, desde su primera a última película. Pero para entender cuándo es usada correctamente y cuándo no, debemos hacer un desvío antes de aterrizar en el Episodio VII y entender las distintas formas en que la nostalgia se manifiesta en los medios actuales.
Guiño, homenaje, plagio, soft reboot…
Creo que hacer la diferencia es importante. No es lo mismo ver en Mad Max: Fury Road que Tom Hardy utilice la misma chaqueta que Mel Gibson a que Star Trek: Into Darkness básicamente recree escenas completas de The Wrath of Kahn (1982). Ambas son manifestaciones de nostalgia, pero cada una es una herramienta distinta que puede ser bien utilizada o nociva en circunstancias diferentes.
Guiño es básicamente el director mirando a la cámara y apuntando a ese espectador atento, premiándolo por saber mirar en el lugar correcto o recordar algo que otro no. Así, cuando tu amigo nerd gritó en Rogue One "¡LECHE AZUL!" y tú quedaste marcando ocupado, hablamos de un guiño. Los guiños son algo simpático y generalmente no nocivos, a menos que sean excesivos al punto tal que estás más preocupado de ellos que de la historia —como Ready Player One pareciera ser— o que no posean sentido dentro de la historia, como por ejemplo, tomar a los dos delincuentes que se enfrentaron a Luke en la cantina e incluirlos a la mala en Rogue One en una ciudad que minutos más tarde explotaría. Because reasons!
Homenaje son derechamente secuencias que de oculta no tienen nada: la idea es que se note a quién estamos imitando. Usar los mismos ángulos de cámara, diálogos parecidos, etc... Los ejemplos mencionados sobre el Episodio IV son esencialmente eso, o en un caso más cercano, Stranger Things, que en algún instante homenajea directamente a Alien o a E.T. El problema de estos homenajes es que siempre bordearán en el plagio: ¿cuál es el límite que separa a uno de otro? Es difícil de determinar, y es siempre algo que habrá que determinar caso a caso.
Soft Reboot va más bien a una secuela que se mantiene dentro de la continuidad pero que replica los elementos de las anteriores. Jurassic World es el ejemplo más evidente de esto, junto a nuestra estrella del día, The Force Awakens.
Rey tras los pasos de Luke
The Force Awakens sin duda toma varios elementos prestados de las películas anteriores. Es fácil hacer la comparación: la película nuevamente implica un ataque imperial que termina con un robot escapando a través de un planeta desértico, encontrando a un personaje soñador que termina teniendo poderes de la fuerza, y que debe ayudar a este robot a salvar a una resistencia intergaláctica junto a un viejo mentor y juntos derrotar una super amenaza nueva que concluye en un ataque a una base imperial.
Pero me atrevo a decir que las diferencias, SALVO EN UN PUNTO (o dos), son tales que justifican esto más bien como la lógica de una generación que debe enfrentar a las mismas amenazas que antes, o incluso, es una repetición que posee sentido en la historia. Estamos viendo algo conocido, pero al mismo tiempo, diferente, y en ciertos casos, con similitudes que enaltecen la historia. Quizás el caso más claro es Kylo Ren: mucha gente acusa de que Kylo es un mero intento de recrear un segundo Darth Vader. Pero en un giro interesante, ese es justamente su arco en la historia: él quiere ser el nuevo Darth Vader, pero encontrándose tentado por el lado claro de la fuerza, no lo consigue realmente. ¡Eso es algo que no habíamos visto antes, un Sith —caballero de Ren— que es tentado de forma constante por el lado claro, y ve en Darth Vader un ejemplo de cómo debe ser parte del lado oscuro! Sus decisiones como personaje se fundan, justamente, en esa similitud.
Rey tampoco es Luke. Él era un adolescente mimado que soñaba con tener aventuras como Biggs y el resto de sus amigos, atrapado con sus tíos en su planeta. Rey no está atrapada: puede irse cuando quiera, pero no ha tenido una razón real para hacerlo. Sueña, pero necesita ese impulso final para dar el paso. No duda en ningún momento en saltar a la acción cuando se da la opción, a diferencia de Luke, que no toma la decisión hasta que sus tíos se transforman en barbacoa. Luke sueña con aventuras y salvar a princesas, y su camino le demostrará que hay mucho más que eso en la galaxia; Rey simplemente está tratando de entender quién es. No quiero con esto criticar a Luke, sin duda partir desde sus humildes orígenes es lo que lo transformó en uno de los personajes más icónicos del cine: solo quiero poner en la mesa las diferencias.
En general, ese ejercicio puede hacerse con prácticamente cada elemento en que encontramos similitudes: nadie diría que Poe Dameron es Han Solo. Poe pareciera ser más bien Wedge Antilles, si es que Wedge hubiera tenido algún verdadero y merecido protagonismo. El General Hux no es Grand Moff Tarkin: mientras el segundo mantenía una relación de superioridad con Vader, al punto tal que tras su muerte Vader simplemente asesina oficiales a destajo; Hux y Kylo parecen mantener una rivalidad de iguales e intensa frente a Snoke. Es una dinámica entretenida, que espero tenga más fuerza en las próximas películas. Y sin ir muy lejos, Finn es un personaje protagónico que tiene un arco que no se parece en nada a ningún personaje que hayamos visto en el pasado. Puede gustar o no por diversas razones, pero Finn es algo nuevo y diferente dentro de la saga.
Son estos detalles lo que vuelven The Force Awakens una película que merece existir: es un giro diferente, una nueva generación de héroes y villanos que confrontan nuevos desafíos, aunque ciertas cosas se repitan, particularmente cuando esta repetición posee un sentido: nos da la posibilidad de explorar caminos conocidos a través de nuevas ópticas. Esa es la forma correcta de hacerlo. The Force Awakens no es de ninguna manera Mi Pobre Angelito 2 que repite exactamente la misma película, sino que toma un modelo conocido y lo lleva en nuevos senderos. Y, sin embargo, existen dos elementos que llevan al espectador a derechamente hablar de un soft reboot, remake o plagio. Y esos son dos elementos que no pueden simplemente ignorarse en este análisis…
Una Estrella de la Muerte... ¡PERO MÁS GRANDE! ¿ENTIENDEN?
El primer elemento en realidad abarca al segundo: por alguna razón, J.J. Abrams decidió mantener muchos elementos visuales conocidos con solo insignificantes actualizaciones. Las naves son las mismas, las armaduras de los soldados son las mismas. Es aquí donde el "guiño" y el "homenaje" se pueden torna nocivos en la historia misma. La repetición comienza a molestar cuando no posee sentido en la historia, y este es uno de los casos donde sí choca: ¿en 30 años no han aparecido nuevas naves? ¿Por qué el Imperio sigue usando armaduras que, de acuerdo a Luke en el Episodio IV, no dejan ver nada? En un ánimo por repetir, hemos afectado la historia central. Incluso los planetas parecen repetirse a los del Episodio IV, a pesar de que tengan otros nombres, con un planeta desierto, un planeta bosque, y una base militar destructora.
Y este último, es quizás lo que juega en contra de The Force Awakens.
Starkiller Base es, a mi juicio, el gran contra de la película, y la razón que transforma para muchos esto en una mera copia de Una Nueva Esperanza. "Pero, ¿por qué exactamente, Farfaramir? ¿Por qué no defiendes este "homenaje" y sí los anteriores? Bueno, es muy simple: pareciera ser un elemento añadido exclusivamente para replicar lo hecho en películas anteriores, en lugar de darle un sentido nuevo y único. Como alguien explica durante la propia película, es solo una Estrella de la Muerte más grande. Eso es todo. Y no solo eso: se siente como una versión menos trabajada en la propia historia que la original. La Estrella de la Muerte es una de las armas más icónicas del cine, mientras que Starkiller Base parece un elemento que alguien añadió en el guion a último minuto.
Y si vas a replicar la secuencia de la Estrella de la Muerte, más vale que lo hagas bien, pues el ataque final a la primera Estrella aún vive en nuestras memorias por cuán tensa fue, con una nave tras otra cayendo al ingresar a la trinchera, Luke apagando su computadora, Darth Vader barriendo naves como si fueran moscas, Han entrando a salvar a última hora, Luke confiando en la fuerza para hacer un tiro imposible... ¡La sola explosión es posiblemente el momento más satisfactorio de toda la saga, solo compitiendo con Vader arrojando a Palpatine por el agujero! No hay nada que se aproxime a esto en The Force Awakens. Es un ataque que ocurre de fondo al verdadero conflicto, que es Kylo enfrentando a Han, Rey y Finn, y que no necesitaba una batalla hecha a la rápida donde un personaje que no ha tenido más de 5 minutos de pantalla es nuestro protagonista.
¿Qué tan difícil era tener otro clímax? Yo puedo inventar uno de forma apresurada: el último trozo del mapa para encontrar a Luke se encuentra en otro planeta. Dejemos que Kylo capture a Rey, y la utiliza para guiarlo al último pedazo. Han y Finn van a rescatarla. Y si necesitas una batalla espacial, añades una flota imperial interponiéndose, ¡las naves de la Resistencia debe entrar en acción y salvar el día, como ocurrió en Rogue One! Eso es todo. ¡O cualquier otra cosa! Si hubieran hecho eso, nadie hubiera armado un escándalo con lo que es una película legítimamente entretenida.
¿Entonces...?
Vivimos en un mundo donde los homenajes y la nostalgia son muy fuertes a la hora de hacer cine o televisión de masas. Stranger Things, It, el regreso de Jurassic Park, son solo ejemplos. Y eso no es necesariamente algo malo: al final del día, las ideas narrativas se repiten siempre, volviendo a la noción básica del bien contra el mal, las generaciones enfrentándose a nuevas formas de oscuridad, la resistencia frente a este mal. La magia está en cómo le damos un nuevo sabor. Star Wars nació como un producto de la nostalgia de George Lucas por películas de fantasía y acción, como lo haría luego con Indiana Jones. Está en sus venas. Y la misma saga se homenajeado a sí misma desde que existe, en cada una de sus películas.
En este sentido, creo que The Force Awakens tiene suficientes méritos para sostenerse por sí misma como otra Star Wars más que mira a sus antecesoras con cariño. ¿Cruzó la línea de vez en cuando? Sí, en el uso de ciertos elementos visuales y la inclusión de otra Death Star sin duda, pero creo que juzgar a la película a partir de estos elementos superficiales es apresurado. Creo que The Force Awakens tomó de la saga original algo mucho más importante que las precuelas habían olvidado: la aventura, la emoción, la sencillez en la lucha entre el lado claro y el lado oscuro, la magia de viajar a una galaxia muy lejana. Eso es lo importante. Lo demás es solamente anecdótico, y creo que al final del día, será la razón por la que esta trilogía será recordada...
¡PERO SI HAY UNA MALDITA PERSECUCIÓN EN UN CAMPO DE ASTEROIDES EN THE LAST JEDI JURÓ QUE NO LOS DEFIENDO MÁS!
Atentamente,
Farfaramir, ahora a recibir mi maletín de dinero de Disney