La historieta chilena y Rodrigo Elgueta: «Está recuperando el espacio que siempre debió haber tenido»
¡Feliz Día de la Historieta Chilena! Hoy es un día para celebrar, y agradecer. Queremos agradecer a todos los creadores, artistas, ilustradores, personalidades, medios y todos aquellos que de una u otra manera participan constantemente en la escena local de historieta. Y qué mejor manera para seguir celebrando que mantener la iniciativa de celebración donde con estas entrevistas seguimos aprendiendo más sobre las personas que son parte de la Historieta Chilena, como lo es Rodrigo Elgueta.
Rodrigo, ilustrador y profesor de artes, trabajó en Salo, Arrayán y SM Ediciones. Además, para Visual Ediciones publicó Dragón Lemur y ¡Flamenco! para Platino, Heredia Detective, el trabajo colaborativo de Lom Ediciones, entre varios proyectos artísticos. Junto a Carlos Reyes es uno de los co-autores de la premiada novela gráfica Los Años de Allende, una de las obras más importantes del último tiempo.
Rodrigo nos cuenta cómo fue que conoció la historieta chilena gracias a su familia y le ha permitido desarrollar un trabajo profesional duro, además de la importancia que las nuevas generaciones comprendan el legado que mantenemos gracias a los artistas previos que nos dejaron una herencia maravillosa.
¿Qué te ha entregado a tu vida personal y profesional la historieta chilena, como lector y autor?
La historieta chilena ha estado presente en mi vida personal desde la niñez. En primera instancia, es una conexión afectiva, debido a que mi madre siempre me compró historietas y me hablaba de ellas.
Con estas revistas conocí a Tarzán, el Zorro, Mizomba, Barrabases, Batman, Mampato entre muchas más. Pero lo que me atrajo especialmente de ellas, fueron los dibujos y esas mágicas secuencias donde lo escrito casi no era necesario para disfrutar de las imágenes.
El siguiente paso lo di como a los 7 años, en una tarde de verano, cuando comencé a copiar estos dibujos y darme cuente que yo podía hacer mis propias historias y personajes. De ahí comencé un proceso de autoformación recurriendo a las revistas de cómic, donde fui guiado en un sistema intuitivo de aprendizaje. Este proceso me llevó a identificar distintos estilos, de acuerdo a los distintos dibujantes.
La historieta y la ilustración me han permitido desarrollar un trabajo personal, que me ha permitido comunicarme con la gente. Me ha permitido viajar y conocer mucha gente. Por medio del cómic he mantenido vivo a ese niño interior que ha desarrollado su gusto por el dibujo y las historietas. Esto en sí mismo ya es un inmenso privilegio.
¿Qué autor o autora de la tradición de la historieta chilena crees que representa mejor el cómic nacional, y por qué?
Es muy difícil dar una respueta, ya que cada dibujante representa una dimensión de la realidad chilena comiquera y cultural. Creo que son muchos los más importantes. Themo Lobos, es uno de ellos.
No tan solo escribió y dibujó una infinidad de personajes, sino que representa la visión arquetípica de un Chile de aventuras, donde cualquier lugar puede esconder una historia. Por otro lado, siempre consideré los dibujos de Barrabases de Guido Vallejos o Mampato de Themo Lobos, de una magia en su dinamismo que era notable, especialmente en la tercera época de esta revista Barrabases, que estaba en los quioscos cuando comencé a dibujar por allá a finales de los años 70.
También admiraba los dibujos de Mario Igor, su dominio de la anatomía y de los paisajes, en juegos de planos que invitaban a detenerse a analizar cada viñeta. O los formidables dibujos históricos de Santiago Peñailillo y toda su producción para Icarito del diario La Tercera y los álbumes de Artecrom.
Y no puedo dejar de nombrar a HERVI. Un dibujante y caricaturista muy versátil y de una producción admirable. No mucha gente conoce sus ilustraciones realistas en acuarela para revista HOY. Hervi es uno de los grandes autores de nuestra tradición historietística.
¿Como ves y sientes hoy la historieta chilena actual y qué autores o autoras te parecen más interesantes? ¿Por qué?
Creo que el ambiente chileno está recuperando lentamente el espacio que siempre debió haber tenido. Además han surgido una variedad de temas que han permitido ampliar los públicos. También, gran parte de las publicaciones son de autor. Justamente lo que podría ser nuestra debilidad es nuestra fortaleza, debido a que la gran mayoría de los autores del ambiente no se sustentan económicamente del dibujo de cómic, lo cual permite establecer espacios de absoluta libertad creativa.
Creo que esta realidad está provocando un fenómeno, que no podemos dimensionar claramente aún, pero en el futuro se podrá apreciar que en estas dos primeras décadas del siglo XXI se incubó un estilo Chileno, que nos dará una identidad ante Latinoamérica y el mundo. Espero no equivocarme.
Y sin duda las nuevas generaciones de dibujantes y guionistas chilenos están construyendo una de las mejores épocas de la tradición historietística de nuestro país.
Nuevamente insisto en que son muchos los autores interesantes que están trabajando de Arica a Magallanes. Desde la fantástica obra de Gabriel Rodriguez, Félix Vega, Gonzalo Martínez, Martín Cacéres, Juan Vásquez, Sebastián González, Rodrigo López, Angel Bernier, Carlos Reyes, hasta mi especial atención por las carreras de Carlos Carvajal y José Gaona de la cuarta región, quienes realizan un trabajo que es atractivo para distintas personas, pero que al mismo tiempo tienen singularidades propias de sus ciudades.
Puedes saber más de Rodrigo Elgueta siguiéndolo en su cuenta de Twitter @elguetau.