La historieta chilena y Óscar Salas: «Eso es lo que me entrega la historieta chilena, estímulo»
Completamos la primera semana camino a el #DiaDeLaHistorietaCL conociendo a la gente que trabaja y le da vida a la escena nacional del cómic y la novela gráfica nacional. Volviendo al lado editorial, Óscar Salas, editor de Dogitia, panelista de Flimcast, miembro de la agrupación ChileCómics y consumidor empedernido de cómics, nos cuenta cómo se hizo cargo de su proyecto editorial y cómo esto conlleva un desafío en el mundo de la historieta nacional, de cara a una nueva generación de creadores nacionales.
¿Qué te ha entregado a tu vida personal y profesional la historieta chilena, como lector y editor?
Hacerme cargo de un proyecto editorial, ante todo, me entregó las herramientas que me faltaban para tomar una postura en la vida. Es simple: cuando eres estudiante, o asalariado, estás en una relación de subordinación en la vida. Son otros, personas y circunstancias, los que te dicen qué hacer. Vives reaccionando.
Pero hay un momento en que debes revertir esa tendencia y "volverte tu propio jefe". Ser editor y publisher no implica necesariamente decirles a los otros qué hacer, sino más bien obligarte a fundamentar y responsabilizarte por cada decisión que tomas. Te vuelves el capitán de la nave. Y para el caso específico de la editorial, y de la historieta chilena, es un desafío completo porque te haces cargo de una tierra de nadie. No hay pautas y todo es patriada, caudillismo. Poner orden en este caos, o más bien darle motivos y razones que lo justifiquen, es el principal estímulo, Y eso es lo que me entrega la historieta chilena: estímulo. Porque hacerse cargo de algo así es una locura desde todo punto de vista.
¿Qué autor o autora de la tradición de la historieta chilena crees que representa mejor el cómic nacional y por qué?
Don Mario Igor. Uno de los más talentosos de Chile, pero que supera a muchos al incorporar un discurso identificable en su obra, a través de fusionar la escuela clásica de la historieta mundial con la cultura local. Igor podría haber dibujado Flash Gordon, John Carter de Marte, Príncipe Valiente o Rip Kirby, mas usó su talento para obras como El Manque, Yudex o los cuentos ilustrados de Pocas Pecas. Siempre que pudo, puso su trazo perfecto al servicio del camino más difícil, el de la obra nueva, desconocida o poco masiva.
Es como si el dibujante chileno de hoy prefiriese vender prints de personajes originales y no fan-art. Una decisión imposible, mas Igor lo hizo. Por eso será siempre el mejor de todos y debería ser nuestro permanente modelo a imitar.
¿Como ves y sientes hoy la historieta chilena actual y qué autores te parecen más interesantes? ¿Por qué?
La historieta chilena de hoy pasa por un punto de inflexión crucial. Ha logrado sobrevivir al ciclo de moda habitual sin que la generación anterior se consuma para dar paso a la nueva, y por primera vez en años esas generaciones de autores están conviviendo, apoyándose, retroalimentándose, compitiendo. Eso nos permitiría, hipotéticamente, dar el gran salto: diversificar géneros, estilos, dejar la impronta "chilena" y convertirse en historietistas sin adjetivos, sin muletas.
Que un autor hoy pueda publicar más de una vez y pueda tener un currículo, una carrera y un sello propio es inédito. Pero está pasando. Que haya editores que no sean autores camuflados editando por capricho también está pasando, y es una señal positiva. Si logramos rendir financieramente y madurar emocionalmente para competir no por egos, sino por calidad en los productos, podremos dar el gran salto. Es un momento expectante. Hay que ver qué sucede.
¿Y autores a destacar, hoy por hoy? Rodrigo Vargas (Anatema, Elisa y los Mutantes) alcanzó un nivel de personalidad en su arte que no veía desde Nelson Dániel. Pia Prado (Café Amargo), Catalina Corvalán (La Brujita Vampiro) y Pablo Monreal (Carta Prat) son una verdadera revolución en convertir el lenguaje del manga en algo nuevo y cercano, además de comportarse como si tuvieran décadas de carrera, de lo profesionales que son.
Rodrigo López (Hamlet, La Mano Izquierda) es el talento más explosivo que tenemos desde Pato González. Sephko es el dibujante de tiras cómicas con más acervo cultural que tenemos en funciones y es a quien le proyecto una carrera más larga. Y llamaría a poner ojo en lo que puedan hacer muy pronto Sebastián Lizana, Claudia L. Letonja, Diego Vidal, Ximena Rodríguez, Érika Pino, Cristóbal Jofré y Lucho Inzunza. No son pocos nombres, pero me gustaría que fueran más. Insisto: veamos qué pasa.
Si quieres saber más de Óscar Salas puedes encontrarlo en su cuenta de Twitter en @oscarsalas, también revisar la fanpage de Dogitia y puedes revisar el plan editorial que tienen preparado Dogitia y Piedrangular.