"It" (2017) de Andrés Muschietti: la segunda venida de Pennywise
Autor invitado: Danilo Raúl
Stephen King es un autor que está maldito, aparentemente.
Alguien con un volumen de trabajo tan amplio y prolífico como este venerado autor debería tener montones de excelentes películas haciendo crónica visual de sus más retorcidas historias. La realidad con la que tienen que lidiar sus fans es que, en efecto, existen montones de películas y series de televisión que han llevado al celuloide y los tubos catódicos algunas de las mejores historias de Stephen…. Pero de la manera más gris, blanda y triste. Muchas veces sin pena ni gloria —o más pena que gloria, en algunas ocasiones—.
Por supuesto que a pesar de este hecho, muchas de estas adaptaciones cinematográficas se las arreglan para conseguir su público, bien sea por el casting o por el giro que las separa de la narrativa original. It no es un experimento nuevo, ya había sido adaptada como una miniserie para la televisión de 4 episodios y 192 minutos en el año 1990. Se ganó su público debido al excelente casting de Tim Curry como el demonio que se oculta tras la fachada del payaso Pennywise y atormenta el poblado de Maine en Estados Unidos cada 27 años para alimentarse y luego retirarse a hibernar. ¿Su menú favorito? Niños entre 6 y 14 años.
El remake que nos presenta este año el estudio New Line Cinema no fue bien recibido cuando fue anunciado hace aproximadamente ya un año y medio. La crítica general online era que la historia no necesitaba ser contada nuevamente y que la actuación de Tim Curry era la definitiva para el personaje. El estudio incluso enfrentó algunos problemas al realizar cambio de director de último minuto, después de haber superado el trabajo de pre-producción. Cary Fukunaga se retiró para darle paso a Andy Muschetti; si bien ambos nombres son de bajo perfil, sus producciones hasta la fecha son sólidas (Cary trabajó en la serie True Detective y Andy dirigió el film de terror Mama).
En última instancia, la única forma que tenía el estudio de vender este remake era contando la historia de una manera sólida y espectacular, que no abrumara a los fans de la original y que atrapara a nuevas audiencias. El presupuesto limitado de 35 millones de dólares hizo que el equipo creativo dependiera de herramientas que fueran más allá de los efectos visuales para contar esta historia.
Cualquier amante de cine sabe que la sustancia de una película no está en los efectos especiales, los cuales son solo una parte de la ecuación. La misión del estudio era encontrar un nuevo Pennywise que ofreciera una actuación memorable y un equipo de niños con carisma que le dieran vida a esta historia. El estudio mantuvo el guion de Cary Fukunaga y se lo ofreció a Chase Palmer para hacerle una revisión junto al nuevo director; y por último, Rich Dellia completó la ecuación con un casting de ensueño. Primero con Bill Skarsgård como el nuevo Pennywise, un joven actor de 27 años con una presencia imponente de casi 2 mts de alto, y luego con la alineación de “The Losers' Club” con jovencitos que tienen un futuro muy promisorio en Hollywood si nos basamos en su actuación en este film. Olvida las referencias: el único que conocerás a primera vista es a Finn Wolfhard, a quien ya habías visto en Stranger Things. Así como la presencia de Pennywise te puede robar el aliento cada vez que lo veas en pantalla, las líneas de Richie Tozier —el personaje que interpreta Finn— te sacarán más de una carcajada durante las 2 horas y 15 minutos que dura esta película.
El resto del equipo está lleno de rostros promisorios y que cumplen sus roles a la perfección: Jackson Robert Scott como Georgie Denbrough, la primera víctima de Pennywise. Jaeden Lieberher como Bill Denbrough, el hermano mayor de Georgie, que padece un trastorno de tartamudeo. Jack Dylan Grazer interpreta al hipocondriaco Eddie Kaspbrak. Jeremy Ray Taylor interpreta al "new guy" Ben Hanscom, quien recibe algunas de las peores palizas durante el filme. Wyatt Oleff interpreta al reservado judío Staley Uris. Chosen Jacobs interpreta al inseguro Mike Hanlon y Sophia Lillis interpreta a la sufrida pero muy valiente Beverly Marsh. Un punto positivo a resaltar aquí es cómo el director decidió utilizar los nombres originales del libro, detalle que iba a ser erróneamente cambiado en la versión inicial del guion.
¿Qué podemos decir de los demás elementos? El score de Benjamin Wallfisch es excelente, oportuno, envolvente y efectivo. En algunas ocasiones aderezado con canciones de la época —esta versión de It coloca la historia en el verano del año 1989—. La cinematografía de Chung-hoon Chung, a quien ya conocemos por la versión original de Oldboy, ofrece algunos de los mejores visuales para esta historia. El guion, como ya habíamos mencionado, es tal vez la parte más sólida de toda la película, creando una coyuntura organizada que nos hace padecer junto a estos chicos el temor de estar siendo perseguidos por este payaso sobrenatural homicida, con tendencia a aparecer en los lugares más insospechados y por tomar la forma de aquello a lo que más temen cada uno de los chicos. El guion, más allá de ofrecer sustos y brincos, ofrece una historia de amistad, candidez, superación de temores y fuerza ante la adversidad personal que sufre cada uno de los integrantes del “Losers' Club”.
Si eres un purista o alguien de la vieja guardia y te resistes a los cambios, tal vez esta versión de It no sea para ti (a pesar de que el mismo Stephen King ha declarado que no se esperaba que esta película fuera tan buena como él la percibió). Pero si has disfrutado series como Stranger Things y puedes apreciar una moderada condensación de modernidad en una historia de época, vas a disfrutar muchísimo esta película. It está etiquetada por el estudio como una película de terror, pero es una de esas maravillosas producciones que te sacarán brincos de susto, risas a granel, suspiros de alivio y esperanza en valores que damos por pasados de moda tales como la amistad incondicional.
Los defensores de la versión original tal vez consideren más intrigante el acecho sutil del demonio protagonista, a los ataques directos que realiza en la nueva versión. La atmósfera de terror psicológica que provocaba la sola mención o presencia de Pennywise en los niños que lo enfrentaron en la versión original tampoco es un elemento dominante en este remake, ya que con cada encuentro el grupo de siete solo adquiere más valor para enfrentar al demonio. A pesar de estos detalles, te la recomiendo ampliamente.
PD: ¡Atentos a la continuación de la historia que podremos ver en el 2019! Los niños del “Losers' Club” fueron consultados sobre quiénes les gustaría que interpretaran a las versiones adultas de sus personajes y cada uno eligió a un excelente reemplazo: Finn Wolfhard (Richie Tozier) eligió a Bill Hader, Sophia Lillis (Beverly Marsh) eligió a Jessica Chastain (quien ya ha dado visos de interés en el proyecto). Chosen Jacobs (Mike Hanlon) escogió a The Black Panther, Chadwick Boseman; Jack Dylan Grazer (Eddie Kaspbrak) selecciono a Jake Gyllenhaal, Wyatt Oleff (Stanley Uris) escogió a Joseph Gordon-Levitt. Jeremy Ray Taylor (Ben Hanscom) escogió a Chris Pratt y Jaeden Lieberher (Bill Denbrough) escogió nada más y nada menos que a Christian Bale.
Por supuesto que un line-up así subiría el presupuesto de la continuación hasta la estratósfera, pero soñar no cuesta nada, ¿verdad?