"The X-Files: Conspiracy" (2015): extravagancias cruzadas
Si eres fan de The X-Files, seguro has leído alguno de los cómics basados en las aventuras de Fox Mulder y Dana Scully. Lo que quizá no sepas es que existe una miniserie que cruza los caminos de los agentes y sus aliados, los Lone Gunmen, con personajes tan inesperados como Optimus Prime, Leonardo o el Dr. Peter Venkman. Si no nos crees, acompáñanos a descubrir The X-Files: Conspiracy, uno de los títulos mas bizarros en llevar el logo de la X en la portada.
Antecedentes al crossover
IDW Publishing, la editorial estadounidense dueña de la licencia de los cómics —también de las novelas y juegos de mesa— de The X-Files, es conocida en la escena por poseer bajo su alero muchas otras franquicias que adquirieron notoriedad en el mundo del cine y televisión, como G.I. Joe, Transformers y un largo etcétera. También es famosa por armar crossovers improbables e imposibles entre sus títulos, como por ejemplo Infestation —con Ghostbusters, Transformers, Star Trek y G.I. Joe— y Mars Attack / Judge Dredd. Así, The X-Files: Conspiracy es un engendro de la misma calaña, al reunir en una sola aventura a Mulder, Scully y los Lone Gunmen junto a los Ghostbusters, The Crow, Teenage Mutant Ninja Turtles y Transformers.
Conspiracy es una miniserie de seis números, formado por un one-shot inicial y uno final, conectado por 4 especiales unitarios independientes, co-protagonizados por los personajes de las otras franquicias. Lamentablemente, no veremos a Mulder compartiendo cháchara paranormal con Egon Spengler o comiendo pizza con Donatello, ni a Scully conduciendo a Bumblebee o aconsejando a Bernard acerca de los peligros de mezclarse con aves carroñeras, sino que el peso de la historia se la llevan Langly, Byers y Frohike, el trío de hackers conspiranoicos apodados los Lone Gunmen.
Como podría suponerse, no podemos considerar canon nada de lo que nos presente la miniserie. La obra parece ser solo un transparente esfuerzo de la editorial de aprovechar el gancho comercial de la serie creada por Chris Carter y atraer la vista de sus fans hacia las otras franquicias. Eso no tiene nada de malo, pues estos seis números no tienen otra intención que entretener, ya que al mismo tiempo que es difícil imaginar la integración de Mulder y Scully en los mundos de los Transformers o las Tortugas Ninja, también provoca un absurdo que es atractivo de ver. Al fin y al cabo, estamos hablando de cómics, donde se pueden tomar libertades mas amplias que en el mundo de la televisión.
La clave, sin embargo, es integrar esos elementos cuidadosa e inteligentemente. En este caso, ya tenemos un ejemplo sólido en un crossover previo, aquel entre The X-Files y los vampiros de 30 Days of Night (WildStorm, 2010), que es uno de los mejores usos "externos" de la licencia, en gran parte porque el equipo creativo entendió perfectamente las dos mitades de la ecuación. Conspiracy hace incluso una mejor e ingeniosa elección del marco que otorga al evento, pues los personajes que viajan a través del universo compartido de IDW no son Mulder y Scully, quizá por la dificultad en imaginar que el racionalismo de Scully podría resistir una reunión nocturna con Optimus Prime. En cambio, la miniserie se centra en los Lone Gunmen, el trío de personajes cuyo gancho conceptual es ser aún más extravagantes que Fox Mulder y cuyas aventuras al estilo Mission: Impossible destacan tanto su ingenio como su ineptitud.
En otras palabras, los Lone Gunmen son lo bastante raros como para convencernos que tropezar con aquellas tortugas amantes de las pizzas o con los robots que son más de lo que parecen no escapa demasiado a su campo de acción. De hecho, hay algo muy atractivo en la idea, una especie de absurdo existencial en la idea de que los Lone Gunmen puedan vagar distraídamente a través de una variedad de conflictos ridículos, sabiendo que nadie —ni siquiera Mulder— los han visto. Dicho concepto es algo que ya fue explorado en las tramas de su propia serie de TV, lamentablemente cancelada tras la primera temporada.
The X-Files: Conspiracy
La trama comienza cuando los Lone Gunmen reciben un correo con información filtrada —a lo Wikileaks— acerca de una epidemia, desde el CERN en Suiza, viéndose atraídos a investigar el caso cuando se dan cuenta que los datos recibidos provienen del futuro. Luego de que la información es validada por Mulder y Scully, debido a que los agentes son testigos de las primeras víctimas del brote, los Gunmen comienzan a investigar las variadas leyendas urbanas mencionadas en los documentos, como misteriosas criaturas manfibias, cazadores de fantasmas charlatanes y extraños robots cambiaformas.
Por supuesto, el escritor Paul Crilley afirma que la historia es totalmente independiente de sus series de origen, no obstante lo cual incluyó un par de elementos relacionados a la trama mitológica de los Colonizadores. También ha confesado que las franquicias que podía utilizar vinieron de un mandato editorial, pero a pesar de eso sale bastante bien parado, pues aunque la trama no resiste ningún análisis crítico o literario, hace un buen y divertido uso del absurdo.
Como decíamos anteriormente, la miniserie está compuesta por dos one-shot, de apertura y cierre, escrito por Paul Crilley y dibujado por John Stanisci. El desarrollo está compuesto por cuatro especiales que reúnen a los Gunmen con los otros participantes: The X-Files / Ghostbusters, de Eric Burham y Salvador Navarro; The X-Files / Teenage Mutant Ninja Turtles, de Ed Brisson y Michael Walsh; The X-Files / Transformers, de Paul Crilley y Dheeraj Verna; y The X-Files / The Crow, de Denton J. Tipton y Vic Malhotra.
Respecto de estos números especiales, The Crow, Ghostbusters y Transformers son simplemente regulares. En ese aspecto, Ghostbusters fue una pequeña decepción pues le tenía mucha fe. Hay algunos diálogos hilarantes entre Ray y los Gunmen, donde además se explota el detalle del gusto de Frohike por las pelirrojas, como Janine, pero la trama es plana y sin mayor sorpresa. Esto es similar a lo que ocurre con el de Transformers; la imagen de Optimus Prime exigiendo hablar con "Lord Manhammer" guía el número bastante bien, pero la historia en sí misma es muy genérica. El mayor atractivo en el cómic es el fiato entre Langly y Bumblebee, lo que sin embargo lleva a una secuencia en que Langly carga contra los agentes enemigos disparando un rifle de asalto, lo que claramente atenta contra todo lo que conocemos de su personalidad.
El mejor de los crossovers es sin duda The X-Files / Teenage Mutant Ninja Turtles. Tiene el guion que se siente más afinado en ambas mitades del conjunto, entregando detalles jugosos para fans de las dos franquicias. En el caso de TNMT, la trama surge a partir del arco "City Falls", cuya línea argumental está marcada por la culpa e inseguridad de Leonardo como consecuencia de esos hechos. Para los asiduos a la X, mientras tanto, tenemos el regreso de la banda de vampiros de Ronnie Strickland, antagonistas en uno de los mejores episodios de la serie, "Bad Blood". Lamentablemente, Scully no está por ninguna parte, pues podría haberse encontrado con aquel sheriff rural que le sacó más de algún suspiro. Acierta en pleno porque abarca lo absurdo de la situación, mientras se mantiene fiel a sus personajes. El arte y la atmósfera de Michael Walsh y el color de Jordie Bellaire, artistas encargados de los primeros números de The X-Files: Season 10, también ayudan a llevar a buen puerto la historia.
Si bien el resto de la obra no llega al nivel de la escena más divertida, aquella de la batalla en la pizzería entre los discípulos del Maestro Splinter y los vampiros, de todas formas hay momentos en que nos sacará más de alguna sonrisa. No es un título que logre trascender más allá de ser un mero entretenimiento, pero personalmente dudo que se lo proponga.
Resumiendo, Conspiracy es una miniserie recomendable para fans de The X-Files y los otros participantes del crossover, aunque no tanto para un lector casual que se acerque por primera vez a un cómic de Mulder y Scully, y mucho menos para quien no conozca a los Gunmen. Quienes estén familiarizados con Frohike y sus amigos, sin duda pasarán un buen momento con las desventuras de los tres chiflados de la era de la información.