The X-Files - "Temporada 10" (2016): historia y legado de un regreso
The X-Files es la franquicia televisiva que más fama y prestigio le ha traído a la 20th Century Fox, solo por detrás de The Simpsons. Después de una historia algo convulsa en su mayoría exitosa y que ya hemos analizado en extensos artículos (Parte I & Parte II), era difícil que se quedara por siempre en la caja de las series desaparecidas. Como era inevitable, The X-Files viene de vuelta a la pantalla chica con una Temporada 10, por lo que haremos un repaso de las circunstancias de su regreso, y de lo que el denominado Event Series 2016 nos dejó.
Historia de un regreso
En enero de 2016, después de "una pausa comercial de trece años" y 8 primaveras desde la decepcionante película I Want to Believe, fuimos testigos del regreso de The X-Files y de los agentes del FBI favoritos de todos: Fox Mulder y Dana Scully, en una Temporada 10. La génesis del proceso de resurrección de la serie se encuentra en el momento mismo de su final en el año 2002, ya que los fans nunca dejaron de machacar los portones de la Fox exigiendo la continuación de una de las series más importantes de la historia de la TV.
Chris Carter, el creador, nunca ocultó su intención de mantener viva la franquicia mediante una serie de películas, idea que rondaba su cabeza ya desde el año 1998, pues originalmente el patriarca planeó que la serie durara solo cinco temporadas. Dicha intención se plasmó en la ya mencionada The X-Files: I Want to Believe (2008), que por varias razones fue una experiencia fallida que no logró cautivar del todo a la fanaticada ni al público casual, sin alcanzar el entusiasmo necesario para aprobar un tercer film, del cual Carter había anticipado que serviría para entregar respuestas e incluso una conclusión acerca de la mitología.
Si de algo han servido los largometrajes de la serie es para demostrar que la franquicia es demasiado polifacética para que las historias individuales satisfagan a todos. De cierta manera, el resultado de IWTB se debió a un intento sincero de Carter de tratar de entregar un producto amigable para todos los públicos. Sin embargo, quizá era hora de afrontar la realidad: por mucho que se haya llevado la calidad del proceso cinematográfico al mundo de la televisión —con resultados innegables—, The X-Files no fue exitosa solo por eso, sino por la suma de lo que podía hacer, la mixtura de sus ingredientes y el abanico de características que sólo afloran al presentarse de manera orgánica en su forma original, un show de episodios múltiples.
Luego de ese paso en falso, los personajes desaparecían del mapa mediático dejando un sabor agridulce por la oportunidad perdida con dicho film y un mar de preguntas por responder. Una vez más el fandom fue fiel, y de a poco las campañas por internet y las ventas sostenidas de los DVD y Blu-Ray dieron como resultado que el monstruo adquiriera nueva vida.
Primero, surgió la voz de los creativos, capitaneados por Carter, afirmando a los cuatro vientos la intención de continuar la serie ya sea en una tercera película o en la televisión. Después, fueron los propios actores quienes calentaron el ambiente con una actitud muy entusiasta por representar nuevamente a Mulder y Scully, además de mostrar su exquisita química fuera de la pantalla con mensajes vía redes sociales y otras apariciones. Además, su éxito personal en series como Californication o Hannibal los mantuvo en la parte alta de la popularidad general.
Una de las apariciones más interesantes de los actores en esa época fue en la San Diego Comic-Con en el año 2013, donde Gillian Anderson, David Duchovny, Chris Carter y otros guionistas se reunieron en el panel del aniversario 20 del estreno del show. En esa instancia, llamó poderosamente la atención que se mantenía la química increíble entre los actores, y la cercanía y cordialidad del staff, además de declaraciones de Duchovny en las que afirmaba que siempre estaban dispuestos a retomar los personajes.
Anderson, más pragmática, negaba cualquier opción de hacer el show en formato serie, aunque una película le parecía una gran idea. Para muchos, el inusitado impacto mundial de la buena salud de la relación entre las piezas clave fue una señal potente para que se realizaran esfuerzos renovados para resucitar el show.
Posteriormente, en declaraciones a la revista Variety, Gillian explicaría que su reticencia no tuvo nada que ver con volver a representar a Scully, sino que era por comprometerse con el agotador horario de las cadenas televisivas tradicionales. "Sólo en el momento en que conversamos acerca de seis u ocho episodios, dije que podría considerarlo. No creo que haya costado mucho convencerme una vez que eso se convirtió en una realidad." Asimismo, Duchovny también necesitaba un tiraje corto. "Hubo demasiadas partes móviles para reunir esta cosa. Y para cuando lo hicimos, ya era tarde. Es la única razón por la que hicimos 6 capítulos. Hubiese preferido 8 o 10, pero todos teníamos otras cosas en nuestras agendas."
Otro signo concreto de que algo grande se cocía en la cocina de la FOX fue el acuerdo con la editorial IDW Publishing para la publicación de una serie en cómic que en ese minuto se anunció como continuación oficial de la serie: The X-Files: Season 10 (y posteriormente, Season 11), con Joe Harris en los guiones. El título tuvo una gran acogida entre la fanaticada y la crítica especializada, atrayendo nuevamente la atención hacia la franquicia.
Si bien según el productor Frank Spotnitz el regreso a la pantalla chica se venía gestando hace un par de años, específicamente desde el 2014, en el apartado empresarial el camino se pavimentó gracias a la llegada de Dana Walden y Gary Newman al pináculo directivo de Fox Television, pues son ejecutivos con los que Chris tiene excelente relación desde el inicio del show en 1993. Carter y Walden atribuyen al entusiasmo de los fans por el 20 aniversario como catalizador definitivo, aunque quizá la mayor traba con la que se encontraron los creativos fue encontrar un cupo en las agendas de los actores.
Anderson y Duchovny estaban entusiasmados con el proyecto, pero sus compromisos laborales con las series The Fall y Aquarius, respectivamente, complicó el tema. De todas formas, una vez se logró acuerdo en los tiempos y voluntades, las cosas se fueron por un tubo, pues desde que se hizo el anuncio oficial del revival hasta el final de la postproducción solo pasaron 9 meses.
Dicha confirmación oficial se hizo mediante un comunicado firmado por Carter, Walden y Newman, el 24 de Marzo de 2015. "Lo veo como una pausa comercial de 13 años", diría el creador de la serie. "Las buenas noticias es que el mundo se ha vuelto mucho más extraño, momento perfecto para contar estas 6 historias." "Tuvimos el privilegio de trabajar con Chris en las nueve temporadas originales, una de las experiencias creativas más gratificantes de nuestras carreras, y no podríamos estar más emocionados de volver a explorar ese increíble mundo con él", comentaron Newman y Walden. "The X-Files no solo fue un show rompedor para el estudio y la cadena, sino que fue un fenómeno mundial que dio forma a la cultura pop, siendo una verdadera joya para las legiones de aficionados que lo abrazaron desde el principio. Pocos shows en la televisión han atraído a fanáticos tan dedicados como este, y estamos extasiados de darles el próximo y emocionante capítulo en la vida de Mulder y Scully que han estado esperando."
Respecto del retorno, el patriarca Carter confesaría a la revista Scifi World que "Fox contactó conmigo, y me dijeron que que pensaban que era un buen momento para hacer regresar a The X-Files, y yo asentí. Para hacer justicia con el paso del tiempo, creo que es buen momento para volver porque estamos contando historias que tratan sobre el panorama político actual, que es diferente a como estaba en 2002 cuando la serie terminó. Estamos contando historias donde Julián Assange y Edward Snowden están en las noticias. Nos encontramos en un momento donde la política global está cambiando, así que la serie está adquiriendo todo un nuevo contexto para contar historias a la manera del show."
Desde un principio, el guionista principal estableció que quería ir mucho más allá de adaptar las ideas de la antigua mitología, sino que propuso un renacimiento total del show, mediante un grupo de episodios que recrearan los formatos de mitología, capítulos unitarios terroríficos y experimentales. También regresó a Vancouver para las filmaciones, la zona que le dio el look y la identidad a la serie durante sus primeras 5 temporadas. Y por supuesto, trató de reunir al mayor número posible de los miembros del crew original, incluyendo a guionistas, al músico Mark Snow, al supervisor de efectos especiales Matt Beck, entre muchos otros. En varias entrevistas, Carter dijo que quería reunir a toda la pandilla responsable de las temporadas 3-5, como Frank Spotnitz, Vince Gilligan, Howard Gordon o Alex Gansa, aunque tristemente no todos estaban disponibles.
La ausencia más notable fue la de Frank Spotnitz, ya que durante los años se le ha identificado como la mayor fuerza creativa junto con Carter y los dos actores principales: co-escribió ambas películas y la mayor parte de la mitología durante siete temporadas, y siempre que fue consultado se imaginaba participando en un futuro retorno de la franquicia. Lamentablemente, se encontraba muy ocupado en medio de su exitosa serie The Man in the High Castle, y se vio imposibilitado de participar. Finalmente, el equipo de escritores para este renacimiento terminó compuesto por Chris Carter, Glen Morgan, James Wong y Darin Morgan, todo un dream team para los fanáticos.
Para los actores, sin embargo, calzarse nuevamente los trajes de los agentes fue más difícil de lo esperado. Durante las primeras semanas de filmaciones, todos los involucrados se mostraron nerviosos, y los errores fueron frecuentes. Para Anderson, según se desprende de una entrevista al medio Mother Jones, volver a Scully fue complejo porque había pasado mucho tiempo sin representarla y además en sus otros papeles trató de alejarse lo más posible de ella. "Probablemente somos más lentos de lo que éramos, pero estamos tratando de hacerlo bien", diría Duchovny a la ya mencionada Variety. "Como son sólo 6 episodios, puedes enfocarte en ellos, en contra de tener que hacer 24 de buena manera." Sin embargo, "la forma en que trabajamos juntos ha cambiado. Nuestra relación como actores, ganó. Es bueno poder actuar sin siquiera sentir que estás actuando."
Gillian está de acuerdo pues "nuestra relación se ha convertido definitivamente en una gran amistad en los últimos años. Creo que estamos más cerca. Somos más conscientes de las necesidades, deseos y preocupaciones del otro y simplemente compartimos más sobre nuestras experiencias en el momento, bajo la súbita comprensión de que si estamos juntos en esto, ¿no sería bueno si se tratara de una colaboración?"
Así, el tiempo pasó y a medida que se acercaba la fecha de estreno, la expectación aumentaba. FOX no perdió la oportunidad de publicar todo tipo de posters, teasers y adelantos de la Temporada 10 de The X-Files, de modo que todos los ojos del mundo estaban sobre la tv la noche del estreno. ¿Valió la pena la espera? ¿Fueron los episodios dignos de continuar la historia de la serie? Es una pregunta difícil, que trataremos de contestar analizando cada uno de los capítulos.
THE X-FILES S10E01: “My Struggle”
Emisión: 25/01/2016
Dirección: Chris Carter
Guion: Chris Carter
Sinopsis: 14 años después del cierre de la unidad de los X-Files, Mulder y Scully son contactados por el asistente del FBI Walter Skinner, quien ha concertado una reunión con Ted O’Malley, un connotado comunicador que parece tener claves acerca de una nueva conspiración global contra los ciudadanos del mundo.
El regreso de nuestros agentes favoritos se da con toda la carne en la parrilla, y desde el primer minuto Carter y compañía salen a ganar el partido, aunque una vez pasado el entusiasmo inicial, afloran más puntos discordantes de los que quisiéramos. La tarea no era fácil pues el guion debía introducir las bases del show y los personajes e intriga principales para los espectadores nuevos, refrescar la memoria de los fans antiguos acerca de en qué estaban los personajes cuando los dejamos, reintroducir a los protagonistas y lo que los hace únicos, rellenar el espacio de tiempo desde el 2008 hasta ahora, reevaluar y hacer avanzar la mitología, y por último presentar un episodio intrigante de principio a fin. O sea, contentar a los fans lo mejor posible. Una cosa poca.
El capítulo empieza con un monólogo a modo de reseña por parte de Mulder de lo que fueron los X-Files y de ahí en más, David Duchovny y Gillian Anderson se roban la película. El guión nos muestra a los personajes alejados de la vida adrenalínica habitual, como extensión de lo visto en I Want to Believe, con Scully ejerciendo en un hospital, y Mulder “desocupado”. Como no podía ser de otra forma, el episodio se cimienta en la relación de Mulder y Scully, revelando de a poco qué ha sucedido con ellos desde que los vimos por última vez en dicha película.
La presentación de personajes nuevos está bien equilibrada con los habituales, aunque en un análisis más profundo no parecen tener mucho sentido. Se agradece que no se haya caído en el fan service de traer de vuelta a personajes del pasado a raíz de nada, e incluso el ejercicio de nostalgia pierde importancia, pues el interés de ver en qué están Mulder y Scully se lleva casi toda la atención. Por supuesto, es inevitable que haya flashbacks, toda buena conspiración debe tener un trasfondo histórico de peso.
Y hablando de los nuevos secundarios, imposible no nombrar uno de los puntos débiles que me pareció del episodio, que es el poco peso e importancia especifica de ellos. Tad O’Malley me pareció plano, aburrido, cuyo único mérito hasta el momento es tener el dinero y relevancia mediática como para lograr que nada menos que el director adjunto del FBI se tome la molestia de sacar del olvido a sus antiguos agentes y aliados, sólo porque sí. No me parece para nada lógico que Skinner revele tan fácilmente a Mulder y Scully, no sin antes haber analizado a fondo a O´Malley y sin haber sopesado el peligro que conlleva revelar su paradero a posibles enemigos
Sveta, la joven que denuncia ser raptada y sometida experimentos, tampoco sirve de mucho más que carne de cañón. Quizá el único más interesante es el ex-médico militar que estuvo en Roswell en el ’47, pero su papel de pseudo-informante de Mulder siempre quedará bajo la sombra de Deep Throat y Mister X.
En el apartado técnico, Anderson y Duchovny están soberbios. La actuación es potente y emotiva, con un Mulder que se nota cansado y golpeado por la vida, pero que a pesar de eso presenta el brillo característico de entusiasmo en sus ojos cuando es devuelto a su ámbito favorito, investigar cosas.
Por otra parte, Gillian refleja de excelente manera la suerte de insatisfacción de Scully, quien se ve incómoda al ver que el destino vuelve a arrastrarla a la vorágine que dejó atrás hace años, pero que también se percibe aburrida de desempeñarse como médico, así que los únicos momentos donde se ve plena es cuando interactúa con Mulder y se plasma esa complicidad exquisita.
El resto de elementos no se queda atrás, con fotografía, iluminación y efectos de gran nivel, nada que envidiar a cualquier producción de cine. La banda sonora, nuevamente a cargo de Mark Snow, combina la solemnidad de los temas que oímos en la serie clásica con elementos y ritmos electrónicos, propios de la época hiper-tecnologizada que estamos viviendo, y que marca un contrapunto sutil entre el mundo de Mulder y Scully que dejamos allá en el 2002 con el actual.
Argumentalmente es dónde el episodio cojea. No es una mala entrega, y quizá a algún espectador casual le vuele la cabeza pues presenta todos los ingredientes para ser un gran expediente x: misterios, conspiraciones, y aliens. Sin embargo, para los más conocedores, surgen algunos puntos en la trama que dejan con un halo de dudas.
1) No parece propio de Mulder entregar de buenas a primeras la confianza a O´Malley de subirse a su limusina y dejarse transportar con una bolsa en la cabeza, así como tampoco tiene lógica que Skinner concerte una reunión entre Tad y Mulder y Scully, sabiendo que el presentador puede perfectamente ser un fraude o algo peor.
2) Creo que Carter falla en establecer que todo el tiempo hemos estado en presencia de una "conspiración de hombres" y que Mulder ha vivido engañado durante toda su estancia en los expedientes x, y es aún más raro que Mulder lo acepte tan fácil con sólo escuchar los testimonios de Sveta y O´Malley. ¿Acaso Chris espera que nos olvidemos de los aliens rebeldes, los colonizadores, el black oil, y toda la actividad extraterrena que vimos durante 9 años? ¿El mismo Mulder no recuerda que fue infectado por un virus extraterrestre, que él mismo estuvo un tiempo con genes aliens activados y que compartió con Gibson Praise, un niño mitad humano mitad alienígena?. Ademas, es un argumento que ya vimos en el dramático final de la cuarta temporada, por la irrupción de Michael Kritschgau.
3) The X-Files no sería tal sin frases misteriosas y verdades veladas, pero si el médico anciano esta cansado de guardar secretos y quiere irse con la conciencia tranquila a la tumba, ¿no es tiempo de hablar claro y sin rodeos?.
Quizá algunos de los puntos anteriores puedan ser explicados por la fragilidad piscológica de Mulder, mal que mal lleva años padeciendo una depresión que acabó con su relación con Scully, o por su búsqueda obsesiva por tener alguna cuerda que lo saque de la mediocridad en la que intuimos se siente atrapado. Otra explicación pudiese ser que esta nueva conspiración de hombres no sea excluyente de la extraterrestre, pues en la serie original hay algunos pasajes en que se sugiere que hay varios planes de ocultamiento en paralelo. Como sea, el argumento esgrimido para el regreso de los agentes al FBI pudo ser mejor trabajado.
De todas formas, las observaciones anteriores son notorias para fans letals, pues para el común de los televidentes, éstos son 44 minutos que causaran una gran impresión. En definitiva, un gran regreso para una serie que es un clásico. Guion y actuaciones que le hacen honor a la valía de los personajes, e historia que derrocha calidad por montones y que plantea las preguntas suficientes para mantenernos expectantes de los siguientes episodios. Bienvenidos de vuelta, Mulder y Scully.
THE X-FILES S10E02: “Founder's Mutation”
Emisión: 26/01/2016
Dirección: James Wong
Guion: James Wong
Sinopsis: La muerte de un investigador de una empresa de alta tecnología lleva a Mulder y Scully a descubrir una serie de experimentos en niños que parecen tener elementos alienígenas en su ADN.
A consecuencia de los hechos del episodio anterior, acá ya tenemos a nuestros protagonistas nuevamente con el status de Agentes del FBI. Ésta entrega, pensada como un capítulo unitario del tipo “monstruo de la semana” es inteligente e inquietante, un sólido regreso a la forma clásica de The X-Files. Quizá debido a que en el episodio anterior quedaron sentados los lineamientos de esta décima temporada, la historia se siente más libre y valiente, con su adecuada dosis de adrenalina y horror.
Sin embargo, el guion no se queda ahí y nos presenta un par de escenas muy emocionantes, con los agentes imaginando cómo sería una vida ideal con su hijo William a su lado, en unas tomas bellísimas y excelentemente actuadas. Quizá al tratar hechos más concretos y sin el lastre de ser el primer episodio y la responsabilidad que eso conlleva, me parece que este capítulo supera al primero.
Por otra parte, asistimos a un esquema inusitado en la estructura de la serie, la historia-río. Hasta ahora los episodios de The X-Files siempre han sido de dos tipos: unitarios, con cosas de las cuales apenas se hace mención más adelante, o capítulos en varias partes, unidos entre sí por el clásico “continuará”. Sin embargo, “Founder’s Mutation” está relacionado con “My Struggle” sin ser secuela directa, apelando al argumento de humanos con ADN alien. Si esta conexión es circunstancial o todos los episodios serán independientes pero con elementos en común es algo que está por verse.
En resumen, este es un excelente episodio, con todo el sabor a un X-File clásico: misterio, horror, acción y emotividad a partes iguales. Para mí, un peldaño más arriba que el episodio anterior.
THE X-FILES S10E03: “Mulder and Scully Meets the Were-Monster”
Emisión: 31/01/16
Dirección: Darin Morgan
Guion: Darin Morgan
Luego de la presentación de los 2 capítulos anteriores, que superaron los 50 millones de televidentes a nivel mundial, ya nos acercamos ala medianía del revival. Si bien Chris Carter y el equipo de guionistas habían advertido su intención de mezclar todos los tópicos y estilos de la serie en la pequeña tanda de 6 episodios, sorprende que se arriesgaran con una entrega humorística y auto-paródica tan pronto. Estos episodios de comedia son un clásico de la serie desde el año 1994 cuando se estrenó “Humbug”, y algunos de sus representantes están entre los mejores capítulos de la serie (“Bad Blood”, por ejemplo).
Sinopsis: Scully y Mulder investigan una serie de asesinatos donde parece estar implicada una criatura similar a un Hombre Lagarto. Nada es lo que parece y la realidad los sorprenderá.
Estamos frente a otra “comedia de horrores” del guionista que inició la tradición de los episodios humorísticos en The X-Files, Darin Morgan. De este tipo de capítulos los hay excelentes en casi todas las temporadas de la serie, y sinceramente éste es uno de sus mejores exponentes. Hay momentos hilarantes y un sentido del absurdo que inunda cada cuadro. Claramente está dedicado a fans que ya tienen internalizada la dinámica y la complicidad total entre Mulder y Scully, pues está lleno de guiños a episodios antiguos y diálogos exquisitos entre los protagonistas —el diálogo, más bien monólogo, de Mulder en el hotel es uno de los mejores de toda la serie—. Sin embargo, creo que para el espectador más casual o que se inició en la serie con el revival, podría ser un concepto algo más difícil de captar.
Independiente del guion, que en este caso es muy bueno, el impacto de los capítulos humorísticos también está dado por el quiebre y cambio brusco de dirección que ocurre al comparar un episodio “normal” de The X-Files, que le trae horror, dientes apretados y espacios lúgubres, con los diálogos sarcásticos elevados a la enésima potencia que encontramos acá. Y en éste caso, creo que no se logra este fenómeno pues sólo hay 2 episodios anteriores, los cuales me parecen insuficientes para asentar una base entre el público nuevo que les permita apreciar el cambio de dirección.
No me malentiendan: es un episodio genial, con buen nivel a nivel técnico y de guion, pero creo que el momento de emitirlo no fue el adecuado, pues la autoparodia es de un universo, el de los X-Files, que para el espectador común quizá aún no sea del todo reconocible. Sin embargo, y como ya dije anteriormente, para el fan más hardcore es una verdadera delicia, con referencias inteligentes y entretenidas a hechos, personajes y tópicos clásicos de la serie, y con diálogos capaces de sacar más de alguna carcajada.
En el plano argumental, y bajo esa capa de absurdos, hay una interesante crítica hacia el tedio que muchas veces domina nuestras vidas y la monstruosidad de la llamada “humanidad”, presentando hacia la mitad del episodio un plot twist que entrega frescura y originalidad a la historia. Y al final, los hechos hacen que recuperemos a nuestro querido Mulder, a quien se le reaviva la chispa perdida en todo este tiempo y vuelve a creer en esa verdad que aún esta ahí afuera, luego de la pesadumbre y depresión mostrada en los episodios anteriores. Parafraseando a Scully: ” Así me gusta mi Mulder“.
THE X-FILES S10E04: “Home Again”
Emisión: 08/02/2016
Dirección: Glen Morgan
Guion: Glen Morgan
Sinopsis: Mientras los agentes investigan una serie de brutales asesinatos relacionados a personas en situación de calle, Scully es golpeada por la noticia de una tragedia familiar.
Ahora sí. Después de los episodios anteriores en que los creadores se dedicaron a establecer el nuevo statu quo y experimentar con el humor, tenemos un gran episodio que es una representación 100% del espíritu The X-Files, con asesinatos brutales, momentos terroríficos y, sobre todo, una gran carga emotiva.
El capítulo transcurre con 2 tramas en paralelo. Por una parte, el clásico Monstruo de la Semana, con Mulder y Scully siguiendo la pista del “Trashman”, un asesino que aparentemente defiende a un grupo de vagabundos que serán desplazados de las zonas que ocupan, y por otra parte, tenemos el drama que vive Dana mientras sufre por ver a su madre agónica, víctima de un infarto.
Si bien la trama paranormal es necesaria para contextualizar la de Scully, se siente cierto desequilibrio pues la emotividad del argumento “familiar” se lleva todo el interés y los laureles. Además de la sorpresa del regreso del personaje de Margaret Scully, las reflexiones de la agente acerca de su madre llevan a momentos de intimidad y complicidad entre los protagonistas que demuestran por qué la química de los actores es uno de los factores por los que The X-Files es una de las mejores series de la historia, y dejan por todo lo alto la calidad del guion y las actuaciones.
Por si eso no fuese suficiente, la interacción de Scully y su madre desemboca nuevamente en el remordimiento y culpa de ésta y Mulder por lo sucedido con su hijo William, personaje omnipresente en este revival. Esta vez se trata de algo más que rememorarlo, y tenemos a una Scully totalmente quebrada y deshecha por la situación, con la represión a punto de romperse.
Con respecto al apartado técnico, una vez más es de gran factura. Las actuaciones son sobresalientes y el guion es interesante por los elementos de las investigaciones más clásicas de los agentes, pero una vez más brilla absolutamente en los diálogos deliciosos de los protagonistas, y por presentarnos datos desconocidos del pasado de Scully. Después de 23 años de conocer a los personajes, aún hay datos que nos sorprenden, como Charlie, el hermano perdido de Dana y del que sólo teníamos un antecedente en una escena eliminada del episodio de la cuarta temporada "Memento Mori". Eso sí, un mensaje para los guionistas: ¡paren de hacer de sufrir a la ex-pelirroja, por favor!
En resumen, excelente episodio, que demuestra que The X-Files está realmente de regreso. Tenemos de todo: terror, gore y la aparición de un viejo y querido personaje. Pero por sobre todo, una profunda emotividad entre los personajes, que se transmite perfectamente al televidente.
THE X-FILES S10E05: “Babylon”
Emisión: 14/02/2016
Dirección: Chris Carter
Guion: Chris Carter
Sinopsis: Cuando una galería de arte sufre un atentado por parte de unos jóvenes musulmanes, Mulder y Scully son solicitados por un par de agentes del FBI para buscar la forma de comunicarse con el único sobreviviente de los terroristas, que se mantiene en coma, para obtener información de la célula a la cual pertenecen.
The X-Files siempre ha sido una serie que, usando la ciencia ficción, el horror y la intriga, ha tratado de incursionar en el lado oscuro de la mente humana y de los grandes misterios de la vida. Obviando un puñado de episodios para el olvido —¿qué serie no los tiene?—, la mayoría de los guiones tiene más sustancia y se presta para análisis más profundo de lo que parece en un comienzo.
Esa tónica se ha visto potenciada en estos episodios del revival, que además de explotar las joyas de la corona como la relación de Mulder y Scully y los esperados elementos sobrenaturales/conspirativos, han dejado su buena cuota de mensajes que permiten análisis filosóficos y reflexiones más densas.
El episodio de hoy es una muestra clara de lo anterior. “Babylon” marcó el regreso a los guiones y dirección de Chris Carter, en el que el creador se dió el gusto de plasmar en la pantalla todo lo que quiso, desde el mediático viaje ácido de Mulder hasta efectuar profundas preguntas acerca de la naturaleza del odio humano. Si bien los tópicos de los atentados terroristas, racismo y segregación parecen muy manoseados, responde a la promesa de Carter de anclar el Event en la realidad, pues siempre ha declarado que los atentados del 9/11 cambiaron para siempre al mundo y con él, a la serie.
El ya nombrado acid trip de Mulder, marcó sin duda el punto álgido de atención entre el fandom —debido al cameo de los Lone Gunmen y el Cigarrete Smoking Man— y de la prensa —por el baile de antología de Duchovny—, además de permitir que el agente se comunicase con Shiraz, el terrorista en coma, aunque dicho punto me parece demasiado azaroso y conveniente. Carter ya nos había mostrado su creencia de que ciertos alucinógenos aumentan la percepción del ser humano, pues es algo que ya utilizó en episodios como “The Blessing Way”, “Teso Dos Bichos” y “Excelsis Dei”.
Asimismo, la escena representa el momento jocoso del capítulo debido al perfecto baile coreográfico de Mulder, a quien ya habíamos visto como bailarín en “Post-Modern Prometheus” y “Dreamland” —el baile en el espejo es uno de los momentos imperdibles de toda la serie—. Además, el episodio está cruzado por varias canciones, al estilo de “Improbable”. Dale, Chris, atrévete, sabemos que tu deseo reprimido es dirigir un musical.
Sin embargo, bajo ese adorno de aparente liviandad del episodio, encontramos otra realidad subyacente. El motor del capítulo está dado por el siempre polémico tema de los atentados terroristas perpetrados por musulmanes, y en general por crímenes de odio. Esto decantó en un gran diálogo entre los agentes en que se preguntan cuál es la raíz del odio irracional que mostramos los humanos en determinados momentos, y si éste es gatillado por factores internos o por la sugestión de otros individuos o grupos de poder, siempre buscando el aprovechamiento sobre el más débil.
Es interesante esta reflexión en personajes que siempre se han opuesto a esas fuerzas oscuras que buscan moldear el mundo a su antojo, no sólo instigando el odio, sino cualquier aspecto de la naturaleza humana que los lleve a mantener el status superior. Quizá ése sea el significado de la escena final, con la cámara alejándose hasta salir de la Tierra, implicando que creemos “vivir” en el planeta, cuando en realidad tal vez sólo seamos espectadores de lo que sucede a nuestro alrededor. Ya lo dijo el guionista Grant Morrison en su tremenda obra Animal Man: “Es lo mismo para todos. Siempre esperamos ser protagonistas de nuestra vida, pero terminamos haciendo de extras.”
Otro elemento destacado del capítulo fue la presentación de una pareja de jóvenes agentes del FBI, Miller y Einstein. Al respecto, ríos de tinta digital han corrido por internet y las redes sociales, ya que se especula con fuerza que estos personajes fueron pensados como unos nuevos Mulder y Scully, algo así como “The X-Files: The Next Generation”.
Por lo que a mí respecta, no suscribo a esa teoría por el simple hecho que me parece imposible que creadores de demostrada valía como Carter, los hermanos Morgan o James Wong hayan sido capaces de crear unos personajes tan iguales, prácticamente un calco, a Mulder y Scully: ella, la agente Einstein, doctora en medicina, escéptica e incluso pelirroja; él, el agente Miller, impecable, serio y creyente hasta la médula.
Más bien, creo que lo anterior es para ejemplificar otro concepto del episodio. El nombre, “Babylon”, hace referencia a La Torre de Babel, de cuando Dios castigó al hombre haciendo que todos tuvieran lenguaje distinto y no pudiesen entenderse y cooperar. ¿Y si todo el odio y estupidez humana fuese producto de que somos incapaces de entendernos, debido a que la realidad es deformada por la burbuja individual en que nos encontramos? Acá tenemos al agente Miller, creyente en lo paranormal, que termina recibiendo ayuda ”terrenal” de Scully, que se refugia en la ciencia. La agente Einstein, escéptica, termina obviando su eje moral al ayudar a Mulder a consumir sustancias que su propia licencia de Medicina contradicen. Los mismos Mulder y Scully, quienes colaboran con estos nuevos agentes por separado, dejan de lado su compañerismo en pos de hacer lo que creen mejor para ayudar.
Finalmente, ambas parejas se reencuentran, dejando entrever el análisis de cómo la percepción individualista y la deformación de la realidad que provoca nuestra propia experiencia de vida termina por hacernos vivir el día a día en una torre de Babel: sin entender a quién se encuentra a nuestro lado.
En definitiva, tenemos un excelente episodio, en el cual el elemento paranormal sólo sirve como vehículo para que Carter nos hable de su filosofía, y nos plantee muy profundas preguntas acerca de nuestra naturaleza, personal y como humanidad. Otra pieza magistral en los más de 200 episodios de The X-Files, y uno de los momentos más altos del Event.
THE X-FILES S10E06: “My Struggle II”
Emisión: 22/02/2016
Dirección: Chris Carter
Guion: Chris Carter
Llegamos al que, junto al primero, es el capítulo más importante del Revival, aquel que sería el broche de oro o nos daría indicios de una posible continuación de la serie. La Fox no se cansó de lanzar avances y clips promocionales —a veces, adelantando demasiado—, así que el hype estaba por las nubes. Y entonces, Chris Carter lo hizo otra vez: se sacó de la manga un Season Finale memorable que establece con fuerza que The X-Files regresó para quedarse, para ocupar el sitial de honor en la historia de las series de TV que, en realidad, nunca dejó.
Sinopsis: Con Mulder desaparecido, la verdad acerca de la conspiración sale a la luz. Scully corre contra el tiempo para detener un contagio global que puede significar el fin del mundo.
Éste si es el The X-Files que todos añorábamos. Si en los episodios anteriores pudieron haber elementos que a más de alguien podrían dejar con algo de insatisfacción, acá encontramos todos los ingredientes que hicieron a la serie el clásico que es hoy. Es un capítulo vertiginoso y emocionante, que te mantiene en el borde de la silla.
El capítulo, como su nombre lo indica, es la continuación del episodio “My Struggle”. Se descubre el objetivo de la Conspiración, que no es otro que el exterminio de la mayor parte de la humanidad mediante el uso de un virus de tecnología alienígena que destruye el sistema inmune, dejando a los humanos a merced de los microorganismos patógenos. Sólo una élite de elegidos se salvarán, aquellos que tengan elementos alienígenas en su ADN, como es el caso de Scully. Los elementos necesarios para provocar la falla del sistema fueron inoculados mediante los programas de vacunación de la Viruela y a través de abejas que polinizaban a partir de cultivos modificados. Indicios de ésto ya tuvimos en entregas como “Anasazi”, "Zero Sum" y el film Fight The Future.
Si bien esta información es filtrada por el programa de Ted O’Malley, le es confirmada a Scully por la ex-agente del FBI Mónica Reyes, personaje protagonista de la última etapa de las temporadas originales y de la que no sabíamos nada desde el último episodio, “The Truth”. Sorprendentemente, la vemos afiliada al Cigarette Smoking Man, quién le ofreció trabajar para él a cambio de otorgarle inmunidad frente al contagio global, pero claramente se intuye que el objetivo de Mónica es tratar de detener sus planes desde el interior, y eventualmente proteger a William, el hijo de Mulder y Scully. Así, el Cigarette-Smoking Man deja de representar el personaje ambiguo y misterioso que conocíamos y pasa a ocupar por completo el papel de villano, atribuyéndose por completo la responsabilidad tras la ejecución del plan de los hombres tras la conspiración.
En ese aspecto, al fin tenemos una respuesta a qué fue lo que pasó el 2012, año que supuestamente se produciría la invasión extraterrestre. En realidad, en esa fecha fue cuando inició el contagio global, con los brotes de la gripe aviar, por lo que ahora estamos frente a la etapa final del plan. El Fumador se revela frente a Mulder para ofrecerle el mismo acuerdo, que obviamente lo rechaza, siendo rescatado de la residencia del villano casi agónico por el Agente Miller.
Mientras la emergencia global colapsa los sistemas sanitarios y médicos, Scully, ayudada por la agente Einstein, trata de replicar un suero que contenga el elemento alienígena de su ADN, con la esperanza de usarlo como vacuna o antídoto especialmente en Mulder, que se encuentra enfermo de gravedad. El Agente Miller logra reunir a Mulder con Scully, pero debido al estado crítico en que se encuentra, ésta manifiesta que la única esperanza de salvarlo está en las células madre de su hijo William.
La última escena muestra a los agentes siendo bañados por la luz de un OVNI, del que no sabemos su objetivo. Esta historia continuará…
Sin duda, el episodio nos retrotrae a los mejores pasajes de las temporadas anteriores. La historia y los personajes logran transmitir esa sensación de desesperación y caos propios del guion, que no da respiros. Como puntos negativos quizá podríamos nombrar a que quizá faltó una representación más “mundial” del contagio, pues se supone que la emergencia es global. También es algo extraña la personificación del Cigarette-Smoking Man, que reemplazó la multidimensionalidad que le dió su encanto por una personalidad de un villano arquetípico de películas de clase B, casi caricaturesco. Y por último, creo que los minutos de metraje de la pelea de Mulder contra el hombre del Fumador fueron demasiados, dándole una importancia que no merecía. Nadie nos dijo que en estos 14 años el agente entrenó con Jackie Chan y Goku, pues muestra una inusitada habilidad en el combate cuerpo a cuerpo.
Entonces, ¿El OVNI vendrá a asesinar a Scully tal como hizo con Sveta en “My Struggle”? ¿Raptará a Mulder mientras Scully iniciará su búsqueda? ¿Qué pinta William en todo esto? ¿Lo mismo con Einstein y Miller? Como sea, el escenario esta dispuesto para que, si se conjugan las voluntades, agendas y montos, tengamos The X-Files para rato.
Si alguien tenía dudas acerca de las intenciones de Carter de continuar la serie, acá queda claro que sí o sí deberá existir una nueva temporada. El creador de la serie reconoció en entrevistas que el final está hecho deliberadamente para mantener el interés y apostar por más capítulos. “Siempre hemos terminado con cliffhangers”, dijo Carter. “No es una película, es una serie de TV. Cualquier resolución debiese llevar a contar más historias. Si los fans se sienten engañados, es porque no son familiares con la forma en que hemos hecho el show. Creo que se sentirían más engañados si hubiésemos resuelto todo y no regresar jamás.”
Y cuanta razón tenía, pues luego de arduas negociaciones, con momentos realmente difíciles en que pensamos que nos quedábamos sin la serie para siempre, en Abril de éste año Fox anunció que el show regresaría para una nueva temporada durante el 2018. Sin duda, la espera se hará eterna.