Libros y novelas de "The X-Files": la verdad y la prosa
Es un hecho que cuando un producto de cualquier índole obtiene popularidad, las empresas propietarias de los derechos tratan de explotarlo al máximo con el fin de obtener réditos económicos. Para ello lanzan todo tipo de merchandising para hacer que los fans estrujen al máximo sus tarjetas de crédito. El caso de The X-Files no es diferente, y entre mediados y fines de los noventa, la fiebre X hizo que el mercado se llenara de productos con las caras de Fox Mulder y Dana Scully como reclamo comercial. Podíamos encontrar juguetes, cómics, novelas, poleras y hasta llaveros de The X-Files.
Sin embargo, uno de los productos más llamativos fueron los libros, ya que en sus páginas teníamos la posibilidad de descubrir nuevas historias de los agentes o información desconocida de la serie, pues recordemos que estamos en los noventa y, sin una Internet masiva como hoy, debíamos recurrir a recursos más tradicionales para obtener datos del show.
Tipos de libros de The X-Files
Los libros basados en la serie pueden ser divididos en dos tipos. Por una parte están los que incluyen información y guías de episodios, y por otra las novelas de The X-Files, que incluyen historias que pueden ser originales e independientes de los episodios o ser una adaptación de las tramas de los capítulos. Acerca del primer tipo no nos referiremos, pues existen tal cantidad de guías, companions y análisis enciclopédicos de la serie que intentar abarcarlos todos es una locura.
Los segundos, sin embargo, son por naturaleza mucho más interesantes, y dado que en su momento estaban disponibles en librerías locales, vale la pena hablar de ellos para que entiendas un poco más del contexto de aquel tomo que encontraste en alguna feria de libros usados el pasado fin de semana.
Analizando a grosso modo, la literatura parece ser un buen terreno para el desarrollo de productos basados en la serie, pues ambas hacen gala de provocarnos intranquilidad mediante lo sugerido, lo subrepticio o los silencios. Las tramas de los episodios televisivos son famosos por mostrar lo justo y necesario, permitiendo que el telespectador decida qué es lo que vio, y dejando que su imaginación rellene los espacios en blanco.
Asimismo, ¿qué sería de la literatura, en especial la de suspenso y terror, sin la complicidad de la mente del lector? Es en ese punto donde estaban cifradas las esperanzas de que los libros de la serie no fuesen solo otro producto más de la mercadotecnia, y de que fuesen piezas que entreguen verdadero valor agregado al universo creado por Chris Carter.
Como decíamos, los libros que en su interior contenían historias del show también se pueden clasificar en dos categorías, los que son novelizaciones de los episodios, y los que ofrecían aventuras completamente nuevas e inéditas. Las primeras, como su nombre lo indica, sólo son adaptaciones más completas de los mismos guiones de los capítulos televisivos, con uno que otro añadido por parte de los autores que no aportan demasiada novedad. Las segundas son novelas originales basadas en la serie de The X-Files, pues presentan historias nuevas que no se corresponden con ningún episodio, siendo independientes del desarrollo de las versiones catódicas de Mulder y Scully. Hablaremos por separado de ambas especies.
Reversionando lo visto: novelizaciones de los episodios
Este tipo de novelas de The X-Files fue el primero en ser editado, seguramente porque permitió apostar por lo seguro sin necesidad de una gran inversión. Su contenido eran adaptaciones, más o menos literales, de algunos episodios de las tres primeras temporadas. Eran libros orientados especialmente para un público joven, pre-adultos, conceptualmente divididos en líneas Juvenil y de Adulto Joven. En realidad, argumentalmente hablando no hay mucha diferencia entre una y otra, incluso hay autores que se repiten. Quizá podríamos afirmar en el tipo Young Adult se adaptaron capítulos de una trama más inquietante o macabra, pero no es una diferencia que sea extraordinariamente notoria.
La Serie Juvenil está dirigida a un público de aproximadamente de 10-12 años. Algunos de los autores que nos encontramos en la colección, como Ellen Steiber y Les Martin eran especialistas en adaptar series al papel, pues ya se habían ganado un espacio en esa área. Steiber, una reputada escritora de libros para niños y jóvenes, había trabajado en algunas novelas del show Full House, mientras que Les Martin había hecho lo propio con The Young Indiana Jones Chronicles.
La colección constó de 11 tomos, de los cuales los primeros 4 fueron editados en español. Ediciones Del Bronce, la encargada de lanzarlos a librerías, sacó una edición que sin duda te ponía los pelos de punta no sólo por el contenido, sino por tener un precio, al menos en Chile, ridículamente alto para un tomo delgadísimo de tapa demasiado blanda y un papel grisáceo reciclado. La lista de los títulos fue:
- X Marks the Spot, de Les Martin (La X señala el lugar, en su edición en español). Basada en el capítulo piloto.
- Darkness Falls, de Les Martin (Cae la oscuridad, en su edición es español). Basada en el capitulo homónimo.
- Tiger, Tiger!, de Les Martin (Tigre Tigre, en su edición es español). Basada en el episodio "Fearful Symmetry".
- Squeeze, de Ellen Steiber (Deslizándose, en su edición es español). Basada en el capitulo homónimo.
- Humbug, de Les Martin. Basada en el capitulo homónimo.
- Shapes, de Ellen Steiber. Basada en el capitulo homónimo.
- Fear, de Les Martin. Basada en el episodio "Blood".
- Voltage, de Easton Royce. Basada en el episodio "D.P.O."
- E.B.E., de Les Martin. Basada en el capitulo homónimo.
- Die Bug, Die!, de Les Martin. Basada en el capitulo "War of the Coprophages".
- Ghost in the Machine, de Les Martin. Basada en el capitulo homónimo.
La colección Young Adult, a su vez, constó con 18 entregas, de las cuales 12 fueron editadas en español. Entre los autores, se repiten el plato Steiber y Martin, pero también contamos con la participación de otros veteranos del genero como Eric Elfman, Terry Bisson y Rob Thomas, posterior creador de la serie Veronica Mars, que escribió tres novelas con el seudónimo de Everett Owens. Como mencioné anteriormente, esta colección contiene historias que incluyen más horror y temas adecuados para un público algo mayor.
La edición en español, a cargo de Editorial Everest, está a años luz de la de Ediciones del Bronce, pues son tomos de un inmaculado y blanco papel de buen gramaje, tapas de un cartón de grosor aceptable, e ilustraciones de portada con acabados en laca sectorizada. Los títulos son:
- The Calusari, de Garth Nix (Los Calusari, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Eve, de Ellen Steiber (Eva, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Bad Sign, de Easton Royce (Signo Maldito, en la edición en español). Basado en el episodio "Syzygy".
- Our Town, de Eric Elfman (Nuestro Pueblo, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Empathy, de Ellen Steiber (Empatía, en la edición en español). Basado en el episodio "Oubliette".
- Fresh Bones, de Les Martin (Huesos Frescos, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Control, de Everett Owens (Control, en la edición en español). Basado en el episodio "Pusher".
- The Host, de Les Martin (El Huesped, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Hungry Ghosts, de Ellen Steiber (Fantasmas Hambrientos, en la edición en español). Basado en el episodio "Hell Money".
- Dark Matter de Easton Royce (Materia Oscura, en la edición en español). Basado en el capitulo "Soft Light".
- Howlers, de Everett Owens (Aulladores, en la edición en español). Basado en el episodio "Unruhe".
- Grotesque, de Ellen Steiber (Grotesco, en la edición en español). Basado en el episodio homónimo.
- Regeneration, de Everett Owens. Basado en el episodio "Leonard Betts".
- Quarantine, de Les Martin. Basado en el capítulo "F. Emasculata".
- Haunted, de Ellen Steiber. Basado en el capitulo "Shadows".
- Miracle Man, de Terry Bisson. Basado en el episodio homónimo.
Antes de terminar con ésta sección de adaptaciones, es necesario nombrar una breve línea destinada a adaptar las tramas de los episodios mitológicos, cuyas únicas dos entregas fueron Ascension, de Quentin Thomas (adaptando "Duane Barry", "Ascension" y "One Breath") y Hunter, de Charles L. Grant (basado en el dueto "Colony" / "End Game"). Por supuesto, ambas incursiones cinematográficas de la serie no se salvarían de tener una versión novelizada, y es así como también tenemos libros de The X-Files: Fight the Future, de Elizabeth Hand, y The X-Files: I Want to Believe, de Max Allan Collins. Estas dos últimas cuentan con sus correspondientes versiones en español.
Explorando lo desconocido: las novelas originales de The X-Files
Sin embargo, en 1994 fue cuando los fans estuvimos realmente de enhorabuena, pues en ese año se inició la publicación de una serie de novelas originales de The X-Files, donde al fin podíamos encontrar historias nuevas de Mulder y Scully, y tener verdadera entretención entre temporada y temporada. Los autores contaron con libertad para construir desde cero (bueno, toda la libertad se que se pueda mientras se es supervisado por Carter y su equipo), y los nombres de los implicados eran garantía de calidad. Específicamente, contamos con Charles L. Grant, Kevin J. Anderson y un más desconocido Ben Mezrich.
Estos tomos son bastante más voluminosos que los de otras líneas, y en general contaron historias que, por su desarrollo, necesidad técnica o extensión, hubiesen sido muy difíciles de reproducir en la pantalla chica. Fueron publicados en español por la Editorial Plaza & Janés, en una colección que abarcó 7 entregas, las 6 novelas originales además de la ya mencionada adaptación de Fight the Future.
1) Goblins, de Charles L. Grant, 1994 (Duendes, Plaza & Janés, 1996)
En este primer caso, Mulder y Scully investigan dos misteriosos asesinatos ocurridos en las inmediaciones de una base militar en proceso de desmantelamiento. Ambas víctimas presentan heridas idénticas: un único corte limpio en la garganta, como si no hubiesen visto acercarse a su verdugo. Todo parece indicar que en la base se llevan a cabo extraños experimentos.
Estamos frente al libro que abre los fuegos en lo que a novelas originales de The X-Files se refiere. Su autor, Charles Grant, no era aficionado a la serie hasta que recibió el encargo, y lamentablemente es algo que se nota. La trama no fue muy bien recibida por los fans, pues da más importancia al aspecto gore y efectista del caso que a los enigmas típicos de la serie. Aunque no contenía lo que podríamos llamar el "espíritu" del show, a favor del escritor podemos decir que en el momento de su lanzamiento recién se había estrenado la segunda temporada, así que el programa también pasaba por un período de descubrimiento de su identidad. Si Grant tuvo sólo la primera temporada como elemento base, es normal que ciertas indecisiones de la serie madre se traspasaran a su trabajo.
2) Whirldwind, de Charles L. Grant, 1995 (Viento de Sangre, Plaza & Janés 1996)
En este nuevo misterio sin resolver, nuestros agentes deben trasladarse a Nuevo México, donde varias personas han aparecido muertas en anómalas circunstancias. Todos los cadáveres se hallan despellejados y entre los restos se detectan pequeñas piedras y material vegetal. Las sospechas apuntan a una reserva india que, por su situación tras unos montes conocidos como «Viento de Sangre», se encuentra prácticamente incomunicada del mundo. El hermetismo de la comunidad india supondrá un obstáculo casi insalvable.
Nuevo intento de Grant, nuevo rechazo de parte de los fans. Reincidente, el autor no era capaz de reflejar ese ambiente especial e indefinible del mundo de Scully y Mulder aunque, así como la serie se tomó un par de temporadas en encontrar su identidad, el escritor mejoró en ese aspecto. Además el argumento es mucho mejor que Goblins, y otra vez tenemos una historia interesante, fiel al estilo del autor de enfocarse más en los aspectos sanguinolentos y tétricos que en el misterio del show. Cuenta la leyenda que Grant tenía escrita una tercera novela al momento de ser despedido por instrucciones expresas de Chris Carter.
3 Ground Zero, de Kevin J. Anderson, 1995 (Calcinación Espontánea, Plaza & Janés 1996)
Mulder y Scully deben investigar varias muertes por calcinación. En todos los casos los cadáveres aparecen prácticamente reducidos a cenizas debido a incendios muy violentos y provocados por causas desconocidas. Con la ayuda de Miriel Bremen, prestigiosa científica y activista antinuclear, Mulder y Scully descubren la existencia de un proyecto militar secreto cuyo objetivo es crear una devastadora arma atómica exenta de contaminación radiactiva. Sin embargo, sólo Ryan Kamida, un anciano pescador polinesio, conoce la respuesta al enigma.
Después de los 2 intentos fallidos anteriores, se hacía necesario un cambio de rumbo. Anderson era un fan de la serie, cosa que se nota desde la primera línea del libro, que comienza igual que los episodios de TV, indicando la localización, fecha y hora. El autor se acerca mucho más a la forma de pensar y actuar de los agentes, con diálogos y situaciones que recuerdan perfectamente al show. De igual manera, la misma trama nos lleva hacia el corazón de la serie, con experimentos militares, hombres de negro y tecnología alien incluida. Como aspectos negativos, podríamos puntualizar algunos datos del pasado de Scully que difícilmente podrían encajar en el canon que conocimos en la serie. Que Scully haya sido miembro de un grupo anti-nuclear se hace difícil de creer dado el extremo respeto que siempre profesó a un padre de carrera militar, aunque sin duda es un detalle menor.
Un notorio salto de calidad para una lectura indispensable para fans. Como curiosidad, comentar que ésta aventura fue adaptada en una serie de cómics de 4 números editada por Topps Comics.
4) Ruins, de Kevin J. Anderson, 1996 (Ruinas, Plaza & Janés 1996)
Los agentes se adentran en el mundo fascinante y a la vez siniestro de la cultura Maya. Los miembros de una expedición arqueológica desaparecen sin dejar rastro en Xitaclán, unas ruinas situadas en la península de Yucatán. Informados del hecho, Mulder y Scully se trasladan al lugar. Allí los vestigios del pasado y el turbulento presente se funden en un magma convulso: sanguinarios ritos ancestrales, violentas escaramuzas de la guerrilla, tráfico ilegal de objetos antiguos. Sin embargo, todo ello palidece al lado de la omnipresente huella de un misterioso poder sobrenatural, ultraterreno.
El éxito de la novela anterior trajo consigo la tranquilidad de transitar por buen camino. Las novelas de Anderson aportaban un mayor número de páginas, lo que las hacía impensables como episodios de TV, pero satisfacían la necesidad de evasión de los lectores al encontrar algo que no existe en otro lugar. En ésta ocasión, los fans fueron completamente agasajados, pues los personajes y el ambiente opresivo están perfectamente retratados, así como algunos de los secundarios que se pasean por sus páginas. En este caso, encontramos una obra que está un par de peldaños por sobre Ground Zero. Una vez más, Anderson nos entrega unos "X-Files con esteroides", con Mulder y Scully inmersos en una aventura en un lugar completamente fuera de su elemento, pues la jungla y templos perdidos los transforman en perfectos Indiana Jones y Lara Croft.
5) Antibodies, De Kevin J. Anderson, 1997 (Anticuerpos, Plaza & Janés 1998)
En las humeantes ruinas de un laboratorio de investigación genética se encuentra el cadáver de un hombre que ha padecido una espantosa y desconocida enfermedad. Los agentes Mulder y Scully sospechan que anda suelto un portador de ese virus mortal. Y, en su carrera por tratar de evitar una epidemia de consecuencias devastadoras, tendrán que enfrentarse a un hombre desesperado y enloquecido, cuyo mero contacto causa una muerte horripilante y tal vez una resurrección aún más horripilante.
Ultima obra de Kevin Anderson para The X-Files que, lamentablemente, no alcanza las cotas de las 2 anteriores. A pesar de tener una historia principal que haría un buen episodio del Monstruo de la Semana, la narración es débil, algo pomposa y descuidada. Hay bastantes cosas decentes que valen la pena leer, pero es claramente un paso atrás respecto de Ground Zero y Ruins. El escritor plantea un tema que en ese tiempo era muy original y desconocido, la nanotecnología. Una cosa positiva de la novela es que se sincroniza mucho mejor con la cronología de la serie, pues acá cobran importancia hechos de la pantalla chica como el cáncer de Scully, lo que ubica a la narración durante el transcurso de la cuarta temporada, luego de los hechos de "Memento Mori". Como puntos negativos, podríamos puntualizar algunos plot holes, y sobre todo la sensación de haber sido escrita con demasiada premura, siendo repetitiva y predecible. Con todo, es un producto digno, que logra la misión de entretener con sustancia.
6) Skin, de Ben Mezrich, 1999 (Piel, Plaza & Janés 1999)
Dos estudiantes de medicina acuden al depósito de cadáveres para realizar una actividad truculenta pero habitual: la recogida de piel humana para su uso en trasplantes de emergencia. Esa noche, sin embargo, los jóvenes se equivocan de donante, y las consecuencias de su error serán catastróficas. Mulder y Scully deben iniciar una carrera contra el tiempo para detener los pavorosos acontecimientos desencadenados, y en su empeño pasarán por siniestras empresas de biotecnología e incluso por la mortal jungla de Tailandia.
La primera serie de novelas originales termina con la que quizá sea su mejor exponente. Nos encontramos con una novela con muchas más capas que las de Charles Grant y Kevin J. Anderson (excepto, quizá, Ruins), con un misterio médico en el área de Scully que se transforma en horror sobrenatural en la esquina de Mulder. Ambos agentes están en buena forma, y Skin, al igual que las obras de Anderson, aprovecha el "presupuesto ilimitado" del medio para llevar a Mulder y Scully de expedición hasta las selvas de Tailandia. La historia es refrescantemente compleja, aunque el final es ligeramente confuso.
Un gentil profesor recibe un trasplante de piel y entra en un violento frenesí a través de Nueva York. Cuando Mulder y Scully junto a la policía local lo detienen, rastrean el proceso de trasplante de piel y descubren una oscura corporación médica de vanguardia. En última instancia, el misterio los lleva a la guerra de Vietnam, y al otro lado del mundo. Es interesante notar que los villanos están tratando de crear Supersoldados, y que Mulder encuentra pruebas convincentes de que el Departamento de Defensa está financiando sus esfuerzos. En las Temporadas 8 y 9, el gobierno en la sombra también concentró su atención en la creación de Supersoldados, y ya en la Temporada 2 teníamos los primeros indicios. Cualquier conexión entre Skin y la serie madre es sin duda una coincidencia, pero si un aficionado realmente lo quisiera, tal vez podría unir todo.
Sin duda, Harper Entertainment canceló la edición de otras novelas debido a que la popularidad de la serie había disminuido notoriamente. Realmente fue una pena, pues titulo tras titulo, la calidad no hacía más que aumentar. pero así son las cosas, The X-Files contaba historias que desafiaban las reglas naturales conocidas, pero no pudo huir de las leyes de la mercadotecnia y el dinero.
La prosa contraataca: la era IDW
Sin embargo, y en una sorpresa que nadie esperaría, en 2015 la editorial IDW Publishing obtendría la licencia para editar cómics de la serie. En una movida aún más sorpresiva, resucitaría el proyecto de obras en prosa de la serie, ademas de reeditar las novelas de Grant, Anderson y Mezrich anteriormente listadas. Esta vez, se trataría de una serie de 3 libros con antologías de historias cortas, curadas por Jonathan Maberry, y que incluyen trabajos de escritores venidos desde todos los sectores. Ciertamente, y al igual que en su línea de cómics, la editorial estadounidense lanzó toda la carne a la parrilla, en un intento de exprimir al máximo la franquicia. Lamentablemente, no cuentan con edición en español, aunque somos optimistas que el hype generado por la nueva tanda de episodios a estrenar el 2018 haga decidirse a alguna editorial.
La colección está formada por 3 volúmenes, Trust No One (2015), The Truth Is Out There (2016) y Secret Agendas (2016). Si bien sin duda es material valioso para cualquier fan, es inevitable que en una colección tan grande de relatos (más de 40), hayan aciertos y fallos. En el terreno de los aciertos, podríamos puntualizar que es una colección muy sólida de historias, que claramente evocan a las publicadas en los años 90. La mayoría de los autores demostraron ser conocedores del show, e incluso algunos de ellos son rostros familiares en las publicaciones anteriores de novelas y cómics de The X-Files. La emoción de tener historias nuevas inunda la lectura, y en sus páginas encontramos aventuras y emociones dignas de la X, y con la excepción de pocos casos, creo que cada uno entrega una versión muy verdadera de Mulder y Scully, con tramas cautivantes que capturan nuestra imaginación.
En el aspecto de los errores, hay varios puntos que considerar. Primero, los volúmenes presentan una mayor densidad de errores tipográficos que el común de las publicaciones, tal vez debido a que IDW es una editorial más enfocada al cómic que a las obras en prosa. Por otra parte, a partir del segundo tomo cobran importancia los errores de continuidad. Quizá éstos fallos sean debido a la confusión que hubo en un momento con la continuidad de las series de los cómics Season 10 y 11, que hasta antes del anuncio del revival en The X-Files The Event Series (2016) supuestamente eran canon. De todas maneras, una nota explicativa en el libro no estaría de más. Con todo, hay un par de faltas inexcusables. "Male Privilege", de Hank Schwaeble, se desarrolla en 2006, época en que los agentes estaban fuera del FBI, con los Expedientes X cerrados, y lo mismo ocurre con otra historia que se desarrolla en 2002, pero que sin pudor muestra a los agentes blandiendo sus brillantes placas. Así mismo, en al menos 2 historias la forma en que los personajes se tratan unos a otros es muy fuera de lugar, pues utilizan "Fox", "Dana" y "Sr. Skinner", en vez de los usuales Mulder, Scully y Skinner, como si dichos escritores no hubiesen visto jamás el show.
Entre los autores que participan en la antología encontramos a Stefan Petrucha, conocido de los fans por ser el escritor de la primera colección de cómics editados por Topps en los noventa, y Kevin J. Anderson, autor de algunas de las novelas que ya nombramos. También es digno de mención el relato de Joe Harris, contenido en el tercer volumen, que entrega más detalles del trasfondo de las tramas de la serie de cómics Season 10 y 11, enriqueciendo la lectura de éstos y causando una agradable retroalimentacion entre distintos medios.
De todas maneras, y para finalizar, considero que los aciertos superan por mucho a las faltas. Las 3 entregas conforman una gran pieza para explorar territorios desconocidos de las investigaciones de Mulder y Scully, convirtiéndose en un gran entretenimiento.
eXprimiendo la franquicia: las crónicas de los jóvenes Mulder y Scully
Los últimos exponentes en ver la luz de las novelas de The X-Files, son un par de tomos que relatan historias de Scully y Mulder, obviamente por separado, de cuando eran unos tiernos y rebeldes adolescentes de 15 y 17 años respectivamente. Agent of Chaos, protagonizada por Mulder y Devil's Advocate, enfocada en Scully, están situadas en la primavera de 1979, cuando la paranoia por asesinos seriales, lo oculto y las conspiraciones gubernamentales copaban las noticias norteamericanas.
Las reacciones iniciales al anuncio de éstas fueron de sorpresa, seguido por cierta desconfianza acerca de la valía y pertinencia de mostrar relatos juveniles de los agentes, de dudoso interés. Las novelas prometían actuar esencialmente como los orígenes del par, marcando las experiencias de vida que los guiaron hacia una carrera en el FBI. La historia de Mulder fue realizada por la escritora de best sellers del New York Times, Kami García, quien fue coautora de Beautiful Creatures; La de Scully fue escrita por Jonathan Maberry, otro autor de best sellers del New York Times y de Marvel Comics, conocido por Assassin's Code y Patient Zero.
Independiente de las tramas de ambos, García y Maberry manejan magníficamente los conceptos y la atmósfera de la serie, pero lo mejor de todo es que estos personajes SON Mulder y Scully. Los dos adolescentes son nuestros héroes en su forma más joven y cumplen a cabalidad como personajes principales, especialmente en misterios cuidadosamente elaborados como estos.
Como vemos, tenemos una gran variedad de novelas de The X-Files. El desembarco de la dimensión catódica al papel es en general muy digno, pues aunque nada reemplazará al placer de ver un episodio en el medio donde fue originalmente concebido, los libros nos ofrecen una nueva visión, un nuevo enfoque y sobretodo nuevas aventuras que disfrutar. Es de suponer, además, que tanto David Duchovny como Gillian Anderson no ven con desagrado que los personajes que los catapultaron a la fama sean protagonistas de obras en papel, pues ellos mismos han incursionado en la literatura. Anderson publicó en los últimos años la trilogía de novelas The Earthend Saga, mientras que Duchovny es el autor de Holy Cow (2015) y Bucky F*cking Dent (2016). Sólo el tiempo dirá si alguna vez se atreverán escribir algo con sus alter egos como protagonistas.