V for Vendetta - ¿Qué hay bajo la máscara?
Cada cierto tiempo, en alguna ciudad latina o sudamericana, se alzan protestas que buscan reinvindicar algún derecho social, acompañadas muchas veces de marchas en las que no es difícil encontrar una máscara de Guy Fawkes, en diseños varios, colores y materiales, pero constante en ciertas características que la hacen altamente reconocible.
Este símbolo también es utilizado por el grupo hacktivista Anonymous, en cuyos videos también ocupan una estética similar al conocido cómic, y posterior adaptación fílmica, V for Vendetta, de Alan Moore y David Lloyd.
¿Qué significa la máscara? Para eso, y según mi interpretación, tenemos que revisar el ya mencionado cómic, o novela gráfica, que aborda de manera fuerte y madura los conflictos entre el anarquismo y el totalitarismo, la religión y la blasfemia, la revolución y la pasividad.
V for Vendetta (1988), nos lleva a una Inglaterra gobernada por un dictador fascista que llegó al poder a través del libre balotaje. La historia se centra en V, un terrorista enigmático que usa una máscara de Guy Fawkes, y que no teme acabar con policías o miembros poderosos del gabinete dominante para llevar a cabo un misterioso e intrincado plan que llevará a la caída del gobierno y los poderes hegemónicos.
El partido que domina en este mundo distópico es conocido como Fuego Nórdico, inspirado en el gobierno democrático conservador de Margaret Tatcher, dispuesto a bombardear nuclearmente a sus enemigos haciéndolos desaparecer junto con parte del África. Moore ha reconocido que en ese tiempo era la imagen mental que tenía de la capacidad de una bomba nuclear y que se equivocó al respecto, pero el daño colateral de una bomba como esa, o de una guerra con tales proporciones, sí es bastante real en cuanto a servir como una infusión de miedo en la población que les permita ser gobernados, voluntariamente, por una minoría fascista.
La trama está contada, en gran parte, desde los ojos de Evey, una joven prostituta rescatada por V, que nos sirve como puerta de entrada a esta historia.
La carga anarquista del personaje es muy importante, y una de las escenas más recordadas del cómic es la conversación entre el protagonista y la estatua de la justicia, a quién le recrimina haberle dado la espalda por un militar, rompiendo con su amor por ella, pero encontrando en la anarquía un cariño más sincero del que la justicia jamás podría darle. La conversación y el arte gráfico a cargo de Lloyd de esta parte es magistral.
El anarquismo al que apela V en su discurso y su filosofía es distinto al de Bakunin. Al menos en el territorio económico este antihéroe no se mete, pero podríamos decir que toma parte de la ideología de Max Stirner sobre la liberación del humano del estado, siendo este un opresor de la libertad y existencia de cada uno. Para esto, V no sólo actúa en pro de la abolición del aparato gobernador, pues pone también mucho énfasis en la cultura, la filosofía, el saber y el dolor como métodos de liberación personales que los miembros de una nueva sociedad deben tener.
La iglesia cristiana, como figura religiosa hegemónica de la obra, también es juzgada por su labor conservadora y abusadora al lado del dictador. V, citando la canción Simpathy for the Devil, le da una visita a un cardenal pedófilo, cuyo asesinato se podría considerar tanto un acto de justicia como de venganza.
La pasividad se encuentra en muchos personajes secundarios de la historia, y es que Alan Moore describe esta dictadura como un entorno pasivo, dónde las personas suelen vivir en una especie de aletargamiento, con un sufrimiento constante derivado de, mayormente, la falta de acción de ellos mismos frente a las injusticias.
El detective Eric Finch, personajes como Adam Sutler, Conrad, Rosemary o la misma Evey, son arrastrados al conflicto por parte de V, y no son capaces de tomar sus propias decisiones hasta que ellos mismos recurren a la acción, y al inherente conflicto que viene con ella. Actuar, es estar dispuesto al dolor, pero en libertad.
La máscara que usa V está basada en el rostro de Guy Fawkes, un rebelde católico inglés que intentó volar el parlamento en venganza por los ejecutados cristianos de su época. Éste fue en si mismo un acto de blasfemia, al considerarse el catolicismo como la negación de que los reyes de Inglaterra eran los representantes de dios.
Entonces, en el rostro de V podemos identificar este acto de rebelión frente a un totalitarismo, pero también una sincera blasfemia ante una moral religiosa hipócrita, o de un compromiso de acción ante una época de pasividad. Pero hay algo más, la relación entre la máscara y la identidad.
La novela gráfica original fue adaptada en 2005 por las hermanas Wachowski para una película del mismo nombre. En la cinta, los hechos del cómic están resumidos y los conceptos como Anarquía sólo son abordados tangencialmente o bajo una luz negativa. Pero además, el film diverge al darle a la careta una característica mesiánica, identitaria y unificadora, todos elementos de justicia social y enfrentarse al abuso del dictador de turno. En las escenas finales de la adaptación, una turba de personas marcha en sacos negros con la máscara en su rostro, y luego de la explosión del parlamento muestran sus caras siendo muchos de ellos los muertos del régimen quienes presenciaron la caída de este. Además, es recordado el mensaje de Hugo Weaving, que interpreta a V, en dónde exclama "Bajo esta máscara hay un ideal (sic) y los ideales son a prueba de balas" (En el cómic está escrito como "bajo estas ropas"). Es probable que el efecto de estas palabras y la película hayan sido los más influenciadores para llenar las marchas y protestas en el mundo con el rostro de Guy Fawkes. Como film, es redondo, hay conflicto, hay un héroe y hay victoria, pero el material original no cierra tan positivamente, ni fácilmente, su trama.
En el cómic, V no es el héroe que termina con el régimen y salva el mundo, es un hombre imperfecto que intenta combatir la opresión de la mejor manera que conoce. Además, su careta es heredada por Evey, luego de caer muerto en el salón de su hogar, la galería de las sombras. Evey entiende en ese momento que el rostro bajo la máscara no importa, que la máscara misma no importa, y que sólo importa lo que el mundo vea en ella, que V no es quién llevará al mundo a ser mejor, pero su rostro pálido será la inspiración para hacer una sociedad mejor. La interpretación de las escenas finales ha dado espacio para mucho debate, y puede que la mirada que tengo al respecto no sea compartida por el lector de este artículo, pero para mí apunta a la poca importancia del ser sobre el símbolo, y a que quién quiera tomar llevar a cabo sus ideales revolucionarios deberá estar dispuesto a desaparecer entre la protesta, que no necesita de protagonistas.
Para mal de Moore y Lloyd, la propiedad del símbolo no es, necesariamente, de quienes lo crean. Sin embargo, ellos no han demostrado sentirse en contra de los usos que ha tenido la mentada máscara en la actualidad. Moore en una entrevista es citado diciendo: "I was also quite heartened the other day when watching the news to see that there were demonstrations outside the Scientology headquarters over here, and that they suddenly flashed to a clip showing all these demonstrators wearing V for Vendetta masks. That pleased me. That gave me a warm little glow." (El otro día me sentí, también, bastante alegre cuando vi las noticias que habían protestas afuera de los cuarteles de la Scientología, y que súbitamente mostraron un clip donde los manifestantes usaban máscaras de V de Vendetta. Eso me agradó. Eso me dió una sensación cálida.)
Por su parte, Lloyd expresó, cuando le consultaron por el uso que el grupo Anonymous le daba a la máscara: "They seem to be resisting oppression the best way they know how." (Pareciera que están resistiendo la opresión en la mejor manera que conocen.), y luego, consultado por el futuro que él cree le espera al personaje detalló: "A future as a symbol of protest for all those who feel they need to use it as such." (Un futuro como símbolo de protesta para todos aquellos y aquellas que sientan la necesidad de usarle como tal."
Bajo estas palabras, quienes conocemos el material original no podemos encuadrarnos en que el significado de la máscara sea inmutable. Tanto los autores como quienes la usan a diario sienten en ella la posibilidad de una forma de protesta, una identificación, y un grito visual de rabia. V ha logrado, desde el papel, afectar nuestro mundo como pocos personajes de cómics han podido antes que él, aún con la desventaja de tener tan sólo 10 números a su haber. ¿Qué hay bajo la máscara? Hace un tiempo habían ideales, hoy bajo el pálido rostro hay miles, o millones, de personas que buscan un mundo mejor.