52 - Semana Trece: la pasión elástica
Confieso que hemos estado un poco atareados acá en la redacción. Hemos impulsado unos proyectos y hemos descuidado otros, pero eso no es justificación valedera para no haberles traído su ración semanal de 52. Pero también sabemos corregir nuestros errores, así que volvemos a las andadas con este nuevo número de 52: Semana Trece. Si por casualidad no sabes que sucedió el número anterior —o se te olvidó por tanto tiempo que pasó— puede checar aquí y después volver. O ver el índice completo de reseñas de 52 acá. Empecemos.
52 - SEMANA TRECE
Guion: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid
Bocetos: Keith Giffen
Dibujo: Todd Nauck
Tintas: Marlo Alquiza
Color: Alex Sinclair
Rotulado: Jared K. Fletcher
Esta semana es bastante triste si me lo preguntan. Si recordamos un poco las decisiones editoriales de Dan Didio alrededor de los personajes envueltos en esa gran colección que fue Justice League International, pues sabrán que con el tiempo, los han hecho sufrir bastante: El Marciano está casi olvidado, Blue Beetle hasta hace un tiempo tenía una bala en la cabeza, Fire y Ice ni siquiera tienen quienes las recuerden y en el caso de Ralph Dibny… pues el caso de Dibny es aún peor.
Dibny, relegado a perdedor querible siempre, pero pierde a su esposa de forma trágica en Identity Crisis, no sin antes revelar que la pobre Sue había sido violada por el Doctor Light. Si, lo sé: spoilers a mansalva. Completamente quebrado, Ralph trató de seguir su vida, alejado del suero que lo convertía en Elongated Man. Triste final.
Eso era hasta 52, donde Ralph volvía a las andadas como detective, su primera profesión. Y es en este punto donde el equipo de 52 parecía que iba a hacerlo volver o al menos estabilizarlo mentalmente y hacerlo un poquito feliz. Durante las semanas anteriores, tratando de resolver lo del culto en torno a la resurrección de Conner Kent, a Ralph se le ve más seguro de sí mismo, incluso más lleno de vida, a pesar de estar siempre preocupado de resolver el caso. Eso era hasta esta semana.
Esto se podría definir como el final del primer arco de la aventura completa de Ralph Dibny en 52. Y es desesperanzador. Pues se juega un buen tiempo a que todo esto de la resurrección no es para personajes como Sue o Ralph, personajes menores que no tienen mucha influencia en las ventas, e incluso uno puede sentir cierto rechazo a lo majaras que están todos en el culto –te miro especialmente a ti, Wonder Girl- pero, que al final Ralph rechace la posibilidad volver a la vida a su esposa y que esta resulte cierta nos deja con un vacío en el pecho. Vamos Didio, ¡dale un respiro al pobre hombre!
Si me ha gustado al grupo de amigos al que pide ayuda para resolver el caso. Metamorpho, Green Lantern, Green Arrow y Zauriel, personajes que llevan más menos el mismo tiempo editorial que Elongated Man y que se podría decir que son parte de otra liga. Salvo Lantern claro. También me ha gustado la única escena que hay entre Black Adam e Isis, porque se ve a Adam más feliz a pesar de estar tratando con niños. Nunca subestimen el poder de una buena mujer a su lado, queridos lectores.
Todd Mauck y Marlo Alquiza se encargan del dibujo de esta semana y para mi gusto son el equipo más bajo dentro de los que se pasean por la colección. No me gusta como definen las caras y se diferencian demasiado con respecto a los otros dibujantes. De todas formas, su narración es fluida y la escena más "shockeante" del número funciona muy bien, a pesar de que su dibujo no me guste. Así que supongo que esta queja es mía nada más. Bueno, había que rellenar para que la reseña no fuera tan corta.
Eso ha sido la semana trece de 52. El pobre Ralph Dibny aún no puede respirar tranquilo. Al menos respira, no como el Ted Kord de esta época, quien generosamente paró una bala con su cráneo. Este número también marca el final del primero tomo de esta saga en la edición de ECC, por lo que me indica que llevamos un cuarto del trabajo hecho. Nada mal. Creo que sigue Fantasma Rojo la próxima semana. Creo.
(Si, también pude usar una calculadora, pero ¿Dónde está la diversión en eso?)