El legado de Jack Kirby
Autor invitado: Danilo Raúl
Jack Kirby hubiera cumplido 100 años el pasado 28 de agosto si aún estuviera con vida. El Rey es tal vez uno de los creadores más prolíficos en el medio de los comic books y el responsable de asentar bases para múltiples historias dentro del género. Siempre escuchamos su nombre como referencia para los personajes más emblemáticos de Marvel Comics y algunos personajes de culto para DC Comics, pero ¿qué tanto sabemos del hombre detrás de la leyenda como tal? ¿Cuál es el legado de Jack Kirby?
Nacido bajo el nombre de Jacob Kurtsberg el 28 de agosto de 1917, de padres judíos, Jack tuvo una infancia dura, como todos los niños a los que les tocó vivir la Gran Depresión. Su primer roce con el arte vino de una travesura que hizo en el pasillo del edificio comunal en el cual vivía, donde haciendo uso de un trozo de carbón dibujó una cruda escena espacial que asombró mucho a sus padres y vecinos. A los 14 años, Jack ya se ganaba la vida pintando carteles y señales para poder ayudar a su familia. En 1935 se enrola en el Instituto de Artes Pratt, el cual deja casi al instante para conseguir trabajo en los Fleischer Studios, donde dura poco tiempo debido a las limitantes creativas, para iniciar una carrera como ilustrador de tiras cómicas en periódicos, hasta que conoce a Joe Simon en el año de 1940.
La colaboración de ambos dio el inicio a muchas tendencias desconocidas o poco exploradas para le época: desde el cómic de romance, hasta el superhéroe patriótico con personajes tales el famoso Captain America para la compañía Timely Comics (rebautizada como Marvel Comics algún tiempo después) y Fighting America, un personaje copycat con el que Joe y Jack dijeron algunas historias que no pudieron decir con Cap. Jack, como todos los hombres jóvenes de su época, tuvo que prestar servicio en la Segunda Guerra Mundial, dejando a su casa editorial un cúmulo de 1 año de trabajo para publicación.
A su regreso le toca vivir tiempos difíciles gracias a la terrible influencia de libro Seduction of the Innocent de Fredric Wertham. Todas sus iniciativas de publicación propias después de haberse retirado de Timely Comics fueron recibidas pobremente o muy mal pagadas. Con una esposa y 4 niños que alimentar, Jack decide volver a sus raíces y regresar a Timely Comics, donde conoce a Stan Lee, quien sería su compañero creativo por muchos años.
Mucho se ha hablado de esta relación, tanto los aspectos positivos como los negativos. El hecho es que en el presente es ampliamente aceptado por fans y creativos tales como Neal Adams, Barry Windsor Smith y el mismo Stan Lee que Jack dejaba fluir su imaginación y Lee le ponía sus palabras y estructura. Su trabajo conjunto no eran la tradicional colaboración moderna de escritor e ilustrador; era un proceso creativo integral en el que ambos participaban al 100%, y en el que Kirby merece un crédito mayúsculo debido a su ética laboral, su infinita imaginación y una habilidad monstruosa para dibujar hasta 5 paginas al día de un cómic.
En un periodo de 35 años, Jack Kirby creó un cúmulo de trabajo que pocos creativos han podido siquiera acercarse. Durante su época en Marvel Comics y durante su colaboración con Stan Lee, entre los años de 1963 hasta 1970 Jack diseñó los visuales y conceptos para The Avengers, The X-Men, Thor, Iron Man, The Hulk, Black Panther, The Inhumans, trajo de vuelta a sus creaciones de la Edad de Oro: Captain America, o personajes como Namor The Submariner y The Human Torch, y por supuesto, la joya de la corona: The Fantastic Four, título en el cual trabajó por más de 100 números de manera consecutiva.
La falta de reconocimiento creativo y un estancamiento dentro de la compañía que lo vio florecer con sus mejores ideas lo llevó a retirarse de ella y empezar a trabajar con la competencia. Jack empezó a trabajar en DC Comics, quienes estaban más que complacidos de tenerlo en su alineación de artistas, pero que se conformaron con tratarlo solo marginalmente mejor que Marvel. Sin una contraparte creativa como Stan Lee y acompañado de un equipo editorial que más que orientar sus ideas solo le daba rienda suelta a su imaginación, el cuerpo de trabajo que creó dentro de la compañía era de conceptos que iban desde lo tradicional hasta lo extraño, en cómics tales como Superman’s Pal Jimmy Olsen, O.M.A.C., The Sandman, The Demon, Kamandi, The Forever People y tal vez su creación más famosa y con mayor culto para DC: The New Gods, con personajes tan diversos como Mister Miracle, Orion, Big Barda y el todopoderoso Darkseid.
Un hombre afable, abierto y cándido, con un proceso creativo único que no dependía de diagramaciones ni medidas, su mano y su lápiz solo tocaba el papel y creaba. Jack trabajó con implementos rudimentarios desde sus inicios hasta su retiro. Su hogar siempre estuvo abierto a sus fans y a quienes posteriormente fueron los profesionales que dieron continuidad a su labor dentro de las compañías que le hicieron famoso. Personas como Len Wein y Marv Wolfman dan fe de cómo Kirby recibía a creativos y fans por igual, y ofrecía feedback de sus esfuerzos particulares sin parar de dibujar nunca.
Estándares actuales de la industria tales como el regreso del arte original al artista, el pago de regalías y compartir derechos de copyright y trademark no eran siquiera consideraciones para ambas compañías en el tope de la popularidad del Rey, y aunque Jack no era un hombre de negocios, sí esperaba que se le ofreciera el respeto que correspondiera a su esfuerzo. Lamentablemente, estas medidas se implementaron muy tarde y quienes le sobreviven, sus hijos y nietos, son quienes han podido disfrutar del fruto de los esfuerzo de su antepasado.
Mas allá de este punto negro en una vida llena de reconocimiento y de maravillas a nivel creativo, el legado de Jack Kirby está ligado a valores personales y laborales que se diluyen a medida que pasa el tiempo. El Rey sigue vivo en todas sus creaciones y en el amor que sembró en cada una de ellas y que cultiva el día de hoy con cada fan que aprecia su labor.