"Forever People" (1971) de Jack Kirby: la Generación de las Flores
La mente de Jack Kirby siempre fue de lo más inquieta. Eso se puede notar en la gran variedad de temas que abarca su obra. Es como si el Rey viera ideas en todos lados y esto tiene directa relación con la cantidad de personajes que salieron de su cabeza. En su segunda estadía en DC Comics —si contamos su trabajo en National Comics Publications pre-Segunda Guerra Mundial— Kirby desarrollaría como autor completo numerosas de estas ideas, y esa inquietud para buscar nuevos horizontes en sus relatos lo harían mirar a la generación hippie que venían pegando fuerte desde los sesenta.
Adueñándose de la contracultura
Forever People narra las aventuras de un grupo de jóvenes Nuevos Dioses nacidos en el la cuidad Supertown. A modo de resumen, cuando los Viejos Dioses llegaron al enfrentamiento final, se desató tal cataclismo que los destruyó a todos y se crearon dos planetas hermanos. New Genesis, el hogar de los dioses bondadosos que viven en la citada Supertown y Apokolips, hogar del malvado Darkseid y su ejército de parademonios. Ambos pueblos viven en lucha contante a pesar de tener un tratado de paz vigente, que les impide atacarse directamente.
El conflicto salta a la Tierra cuando Darkseid necesita resolver la Ecuación de la Anti-Vida, la que le dará control sobre el libre albedrío y que parece estar intrínsecamente ligada a la raza humana. El conflicto principal se da en las páginas de New Gods, siendo esta colección llamada Forever People también parte del conflicto, pero centrada en el tema de la libertad de pensamiento.
Kirby aquí se muestra más ligero en sus tramas, pero no menos inquisitivo a la hora de abordarlas. Forever People está protagonizada por hippies, jóvenes libres que deciden frustrar los planes del tirano villano, siendo su juventud su principal arma y su mayor desventaja. Me explico a continuación.
La colección está protagonizada por Beautiful Dreamer, Big Bear, Mark Moonrider, Serifan y Vykin, adolescentes especiales —como todo Nuevo Dios— que viven aventuras de lugar en lugar gracias al Super-Cycle, vehículo maravilloso creado en New Genesis capaz de viajar donde los problemas estén. Kirby no es remilgado a la hora de citar sus inspiraciones y obviamente sacó todo de la contracultura que representaba esta Generación de las Flores que de forma tan particular asaltó a Estados Unidos en los sesenta. Sus creaciones son colorinches, se visten de forma extraña y tienen un medio de transporte aún más extraño —obviamente inspirado en los Merry Pranksters de los sesenta— pero nunca traiciona sus conceptos globales.
Porque Forever People puede resultar un cómic a primeras vistas mucho más lúdico en planteamientos, pero no deja de reflejar la mente del inquieto autor en cada una de sus páginas. Estos jóvenes son inexpertos, tratan de obrar bien y están conscientes del peligro que es el enfrentarse a Darkseid, pero la gente duda de sus capacidades dado a como lucen, tal como los hippies de los sesenta. Incluso el título del cómic apunta a algo más —como bien apunta Abraham García en la introducción del tomo número 3 del Cuarto Mundo de editorial Planeta Cómic— pudiéndose traducir como “el pueblo por siempre”, un grito de guerra para la revolución que al final todo joven busca alguna vez. Kirby también toma el uso de la drogas de forma muy particular a través del personaje de Serifan, que mediante cápsulas especiales puede "viajar" hacia mundos desconocidos o dar vida a objetos inanimados, una clara alusión a los psicotrópicos usados en festivales de música masivos de la Generación de las Flores.
Aventura psicodélica
Kirby se apoya en el tono episódico muy demarcado de esta colección para mover a estos jóvenes por distintos peligros, analogías clara de los peligros que a él le tocó combatir en su juventud, dando episodios muy interesantes en planteamiento. La historia parte fuerte, introduciendo personajes tan extraños, pero el autor es sabio al invitar a Superman y mantener cerca al lector novato. Pero una vez hecha las introducciones, Kirby se lanza con personajes como Glorious Godfrey, vasallo de Darkseid que evoca a los discursos que dada Hitler al amparo del imperio Nazi. Kirby no se detiene al apuntarlo, incluso citando al mismo Hitler en el cómic.
Godfrey es la representación del control de masas por medio del mensaje, el personaje es capaz de hacer perder la capacidad de decidir a quienes lo escuchan, transformando a la gente en meros zombis que viven para su amo. Incluso la iconografía que usa Kirby al retratar a estos personajes sin mente se ve como una mezcla entre el nazismo y la inquisición española —¿o será el Ku Klux Klan?—, dando escenas tan poderosas como proféticas. Más adelante, los protagonistas son enviados a un campo de concentración que tiene como fachada la de un parque de diversiones, llegando a sentirse cierta crítica por parte del Rey hacia la gente que ve gente sufrir por diversión, ¿una crítica a ciertos programas de televisión? Es increíble cómo una historia tan simplista en la superficie puede dar lecturas mas profundas.
Sin embargo, Jack Kirby no se olvida que este es un cómic para jóvenes y nos provee de capítulos que son aventura pura y dura, donde incluso el autor se atreve a meter creaciones que no son suyas —tiendo a pensar que la amistad con Carmine Infantino tiene mucho que ver en la aparición de Deadman en la colección—, dando capítulos muy en los códigos del cómic más clásico, aún para la época donde se editó originalmente Forever People. Kirby también se muestra muy asiduo a la historia antigua, dándose el lujo de situar capítulos en múltiples eras de la historia humana —Imperio Romano, Conquista Española o la Guerra Civil Estadounidense—, dando los dibujos más espectaculares a mi gusto.
Creo que mención particular merece la adición de Infinity-Man, una de las creaciones más divertidas de la colección. Si bien los llamados “Jóvenes Eternos” son solo eso y no representan amenaza alguna para Darkseid, pueden invocar a un ser superior llamado Infinity-Man —incluyendo el ritual de gritar todos una palabra única para invocarlo— y que sí es capaz de rivalizar con el tirano de Apokolips. El concepto de unir a los cinco protagonistas gracias a la Mother Box no deja de generarme una sonrisa. ¿Puede ser que Jack Kirby haya inventado el Super Sentai? Puede que los japoneses no hayan visto la obra del Rey, o puede que sí, pero para la época, todo el concepto detrás de Infinity-Man no deja de ser entretenido. Unir fuerzas para combatir un mal superior es lo más lógico y el autor refuerza esa ideología gracias a la magia del cómic.
En el dibujo, Kirby está en plena forma. Como es su costumbre, el Rey utiliza de 4 a 6 viñetas por página, y viñetas a dos páginas para evocar grandiosidad al iniciar sus historias. Maneja su estilo —Kirby Crackle, Kirby Tech y todo su repertorio gráfico habitual—, siendo capaz de crear mundos completos en pocos paneles, pero nunca dejándose llevar demasiado. Personajes tan extraños como los protagonistas de Forever People deben convivir con humanos normales y el autor es hábil —como siempre lo ha sido— en retratarlos en situaciones menos espectaculares. Pero cuando busca la espectacularidad la consigue como nadie. Acompañan las tintas de los colaboradores habituales en esta etapa del Rey, Vince Colletta y Mike Royer, siendo el primero más detallista y el segundo es más dado a usar el trazo fuerte. Ambos están muy bien, así que no hay quejas en este aspecto.
Palabras finales
Forever People es una historia más ligera dentro de las cuatro colecciones que componen The Fourth World. Kirby, inquieto de mente, impregna de juventud revolucionaria a estos Nuevos Dioses sin perder la capacidad de creación en el proceso. Otra destacada ola de conceptos de parte del Rey de los cómics. Y vuelvo a dejar la pregunta, ¿Kirby inventó el Super Sentai? Qué hombre más adelantado a su época.