52 - Semana Doce: esto se va a descontrolar
¡Retomamos las reseñas de 52! Si quieren ver las reseñas anteriores, no duden pasar a nuestro índice de reseñas de 52. Ya a punto de cumplir el primer 25% del año, las cosas se comienzan a descontrolar. ¡Vamos a ver!
52 - SEMANA DOCE
Guion: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid
Bocetos: Keith Giffen
Dibujo: Eddy Barrows
Tintas: Rob Stull
Color: Alex Sinclair
Rotulado: Travis Lanham
Keith Giffen ha sido claro en mencionar su pesimismo respecto a la dificultad del proyecto: sacar una serie semanal requiere un compromiso de muchas partes y existe harto espacio para el error. Cuando en Cuarto Mundo decidimos revisar 52 semana a semana, yo fui uno de los principales propulsores. Mis queridos colegas advirtieron de lo dificultosa de la empresa —millones de veces menos dificultosa que llevar un cómic semanal, por supuesto—, pero yo fui enfático en la posibilidad real de lograrlo. Hasta el momento han habido dos atrasos significativos. Los dos míos.
Porque es relevante entender cómo funcionan las dinámicas de las historias para saber que los finales felices solo están presentes —cómo no— al final y difícilmente a un quinto de la historia. Cuando descubrimos que esta especie de conciencia social que la —ahora— nueva Isis le entrega a Black Adam, es un brillo de esperanza para un personaje por esencia atribulado. Para personajes como él, estos siempre serán temporales y es fácil saber que para cualquier lector con experiencia y, por ende, con expectativas, este atisbo de heroísmo y sanidad espiritual se verá dificultado. La tragedia tiene que persistir para aquellos que nacieron como personajes de los cuales eternamente son dibujados así. ¿Acaso no da miedo esa página final de Isis planteando su propia agenda con un rostro decidido y ya no sumiso ni dolido? Sorprende a Adam, sorprende a nosotros.
Kahndaq es un caldo de cultivo de tragedias por suceder, no podemos esperar que alguien rompiendo huevos la saque barata. Intergang lo sabe, y también lo saben Vic Sage y Renée Montoya, quienes de a poco van mostrando sus caras a ellos mismos. The Question tiene más que mostrar que solamente su cara, así como Renée, siempre más frontal y directa, aún no sabe cómo se le puede escapar algo que ya no muestre con su personalidad o qué tipo de máscaras aún lleva puestas sin percatarse. Esta semana su misión es solo recordarnos que para ellos también se vienen eventos aún más peligrosos que la tranquilidad de Estados Unidos. También para ellos se va a descontrolar.
Y el pobre Ralph Dibny está ad portas de eventos más complejos. La secta de resurrección no está desprovista de sentido; de hecho, en un universo lleno de anteriormente difuntos, no deja uno de consultar por qué la adorable Sue Dibny está condenada a la muerte así como otras esposas o intereses románticos asesinadas o lastimadas por excusas argumentales. Entre las escasas mujeres libres de eso está Ellen, la esposa de Buddy Baker, que ha salido en unas cuantas viñetas confiada en la llegada de su esposo —no en este número, pero sí en otros—.
El tema con Ralph y que ha quedado claro de antes, es que su amor conyugal es inmenso, lo hemos visto sufrir —su primera aparición en la serie es con una pistola en la boca— y por ende lo sabemos vulnerable. Ahora se ve firme, pero al sabernos a esta altura de la serie, podemos decir con cierta certeza que también se va a descontrolar.
Esta serie entera está apostando por varias líneas y aún es temprano para saber si estas líneas cumplirán. Sin embargo, al día de hoy, reseñando más de una serie semanalmente, es fácil percatarse de series que en 12 números han estado lejos de mantener el interés; de hecho, generan cansancio y ganas de que se cierren los arcos argumentales.
52 ha estirado la duda con gracia y galantería, lo que solo hace levantar las expectativas. Quedan 40 más. Oconowoc, yo te elijo.