Entrevista a Weupife Editores: «Digital, eso nos va a diferenciar y es lo que queremos hacer»
El mercado nacional va creciendo a pasos agigantados. Cada vez hay más artistas que se atreven a contar su historia, expresar su arte o mostrar una idea. Pero también aparecen nuevas editoriales que buscan lo mismo, además de innovar y presentar algo nuevo que las diferencie del resto. Es así como nace Weupife Editores, quienes lanzaron su editorial en enero y ya presentan varios títulos bajo el brazo, pero con algo característico: sus publicaciones se distribuyen y venden en forma digital.
Conversamos con Fernando Quiroga de Weupife para que nos cuente más sobre su línea editorial, nacimiento y lo que se viene en el año.
Cuarto Mundo: Cuéntame sobre la editorial Weupife, ¿cómo nace esta iniciativa?
Fernando Quiroga: Nace junto con mi hermano, los dos teníamos ideas de hacer cosas por separado, y llegó un momento en que conversamos y llegamos al común "Podríamos hacer una editorial", yo tiré unos números, tratamos de acotarnos al proyecto y ver qué pasaba y dijimos "Ya, intentémoslo". Así nació. A los dos nos gustan harto los cómics, nos fuimos por ese lado.
CM: ¿Y son sólo los dos? Fernando Quiroga y Sergio Quiroga.
FQ: Sí la base somos nosotros dos, los hermanos Quiroga. Sergio es el rotulador de Pichanga.
CM: ¿E hizo algo más en Pichanga?
FQ: Se podría decir que fue como el editor de la historia.
CM: ¿Cómo fue cuando se sentaron y dijeron “ya, seremos Weupife Editores”?
FQ: Primero partimos con el tema de que yo tenía un cómic. Yo quería hacer un cómic, y mi hermano tenía ideas sueltas escritas, como historias. Yo escribí el esbozo para lo que sería el primer capítulo de Pichanga, y se lo mostré. Dijo “Ya, ok, igual le faltan algunas cosas pero podemos hacer algo”, y al final llegué al punto de hacer toda una historia en torno a ese tema, que es de cierta forma autobiográfica: Los Andes, un grupo de niños.
CM: Es un poco como “bajar la realidad” de ustedes, los hermanos.
FQ: Sí. Después siguió buscar un dibujante. En ese momento, 2015, yo quería postular a un Fondart y me costó mucho encontrar un dibujante. Ahí conocí a Álvaro Torrens, que justo venía llegando a Chile (porque es Chileno-Venezolano). Venía llegando, un par de contacto y tuve suerte al tiro con él. De ahí, como comenzó a trabajar en oficina no tenía el tiempo a full para mí, cuando llegó sí y podía dibujarme prácticamente todo. Él dibujó un capítulo más y luego conseguí más dibujantes.
CM: Entonces se convirtió en una antología o colaboración.
FQ: Exacto, y me pareció súper interesante. Porque igual son cuatro personajes distintos, con historias distintas, y eso se tradujo en cuatro estilos de dibujo. Y después, uno de los dibujantes falló y Álvaro parchó para cubrir el problema que había surgido. Esto fue el 2016.
La editorial tuvo el problema de que también postuló a Fondart, pero ellos se equivocaron y nunca nos dijeron que no habíamos quedado seleccionados. Pichanga sí estaba seleccionado, y luego nos dieron la respuesta oficial de que no, aunque a la editorial nunca se lo dijeron. Así que el 2016 fue apelar todo el año, hasta que en agosto nos dijeron que sí, habíamos ganado el Fondart, y en noviembre fue firmar y en diciembre recién recibimos la plata. Por eso este año, 2017, es recién comenzar todo lo que teníamos planeado. Por eso también abajo tiene el logo del Fondart.
CM: Weupife. ¿Cómo fue esa lluvia de ideas para encontrar el nombre? ¿Querían contar una historia?
FQ: Nos queríamos conectar con eso de contar historias pero como alguien que la guarda, no como un trovador, sino como algo más nuestro. No pensamos en otro término. Mi hermano conocía la palabra pero no recordaba cuál era, yo comencé a buscar hasta llegar a la elegida. Él tenía pensado hasta el logo, y se dio rápido. Él ve el marketing y el diseño, mantiene el sitio.
CM: Con respecto a las historias. La primera fue Pichanga, pero me imagino que se vienen más cosas.
FQ: Este año se vienen cinco historias. En el Fondart pusimos que serían cinco historias. La primera es Pichanga, la segunda donde va a debutar mi hermano, y probablemente a final del año se venga un Pichanga volumen 2. Igual pueden considerarse autoconclusivas.
CM: Por lo que vi en el volumen, eran historias con los cuatro personajes. Esa estructura es bastante dinámica.
FQ: Sí, aunque debo meterme en la personalidad de los cuatro y eso me complica. Con algunos personajes me cuesta menos, pero particularmente con uno me cuesta mucho más. Pero debo conectarme con él y escribir lo que resulte.
CM: ¿Y en qué te basas o te inspiras?
FQ: En el caso de Pichanga son más bien recuerdos infantiles. Como todos ocurren en Los Andes, son lugares en los que yo viví. Pero intento mantenerlos actualizados como están ahora.
CM: ¿Algo como lo que hizo Kóte Carvajal en Corazón Nerd? Como representó él su villa o población, por ejemplo.
FQ: Claro, intenté recordar más o menos cómo lo viví yo, en mi universo, pero con las cosas como han cambiado, para llegar a los niños de hoy en día. Si lo piensas, es muy raro que en esta generación haya niños que jueguen a la pelota, la mayoría está en los videojuegos. Por eso busqué niños de 10 años, que aún no están muy metidos en esas cosas. Tiene un poco que ver con lo que ocurre en el video de “El Tarro”, los niños jugando… eso se da en provincia. Y Los Andes está afuera, afuera de la capital, eso te lo vas a encontrar afuera de Santiago. Niños que estén en esa onda de “Ya, salgamos a jugar” y los enemigos son los del otro barrio. Por ahí va el resto de la historia, rescatar la infancia, ese el momento en que se enamora del fútbol.
CM: ¿Cómo viste tu inmersión en el mundo editorial? Porque como viste, en Chile hay varias que van naciendo todos los años.
FQ: Sí, he visto. Aunque mi idea en un comienzo era publicar en digital, y nadie está publicando en digital en Chile, creo que Mythica tenía la idea, en su sitio había publicado algo, pero solo era una idea. Junto a mi hermano lo pensamos y es muy caro publicar cómics impresos, en digital es más probable que tenga público porque está abierto a más países y está todo ahí, solamente debemos atacar de una forma inteligente. Dijimos “Ya, digital, eso nos va a diferenciar y es lo que queremos hacer”.
CM: ¿Y cómo has visto el modelo de negocio?
FQ: Bueno, es que estamos en Chile, y en Chile hay poco movimiento. Ahora estamos lanzando unos afiches.
CM: Me fijé que había un código de descuento del 50% para el primer volumen.
FQ: Sí. Y tenemos un afiche que es para España, porque estamos interesados en entrar a los mercados que comparten idioma con nosotros. Nuestra idea es que los afiches llamen la atención de quienes hablan el mismo idioma y les guste el fútbol. Ellos bajarían ese fondo de pantalla y van a saber que nosotros existimos, que sepan en España o México, o en cualquier localidad de habla hispana que estamos publicando esta historia. No queremos cerrarnos a Chile, que es el gran problema del cómic impreso: si quieres salir, debes buscarte un socio. Queríamos ser distintos al menos en esa parte.
También en el modelo de las ganancias. Obviamente se gasta menos como editorial en un digital que en un impreso, obviamente las ganancias deberían ser más para los creadores, esa es una diferencia. Yo ni siquiera me senté a conversar con editoriales, yo desde el comienzo dije “Vamos a hacer una nueva”.
CM: Y la narrativa que quieren explorar ¿se basará netamente en lo nostálgico y en los recuerdos de infancia, o se quieren meter en un espacio más abierto? Ciencia ficción, etc.
FQ: Pichanga es de la índole nostálgica, pero es totalmente distinta de las otras ideas para historias que tenemos.
CM: En ese sentido es una editorial completa.
FQ: Exacto, Pichanga es solo la idea inicial. Y el resto de historias que tenemos pensadas son totalmente diferentes, no son “pura pelota”.
CM: ¿Y cómo ven el resto de editoriales aquí en Chile?
FQ: Son súper esforzadas para el público que tenemos, en realidad no hay mucho público en Chile. Sacan material súper interesante y de buena calidad. Por ejemplo yo me compré "Franko", la historia me encanta, pero la edición me encantó. El libro es precioso, Amapola Editores se la jugó, me encanta el trabajo que hicieron y eso que es una editorial chica.
Hace poco también me compré la edición de Anfibia [Ediciones] de “Little Nemo”, y también es una edición muy bonita. Ahora, aunque no tenemos tapa dura, las hojas y el color son de muy buena calidad. Se la juegan en cada edición, aunque no sabemos si ganen tanto al hacerlas. Son muy jugadas, y desde mi punto de vista como lector he visto buen trabajo por parte de ellos.
Ahora, que yo no me haya interesado en sentarme a conversar con ellos, es porque yo quería hacer todo desde cero.
CM: ¿Cómo ves al lector y consumidor de cómics chileno?
FQ: Fanático de DC y de Marvel no más.
CM: Porque me imagino que te debes haber hecho un perfil de lector para lo que querías presentar.
FQ: Sí, pero el problema es que el público es más fanático de DC y de Marvel de lo que pensé, es muy pequeño el universo que se interesa en otra cosa. Y es difícil sacarlo de ahí. Y nosotros como editorial debemos sacarlo de ahí, hay que ver cómo poder lograr entrar en la atención de ellos para que nos compren.
CM: Recuerdo las palabras de Miguel Ángel Ferrada, una vez que le pregunté el mismo tema y él me dijo: “Yo lo tengo claro, yo tengo que encontrar un punto en el que puedas quebrar al consumidor de superhéroes para que se interese en algo más”. En ese sentido ¿tienen pensado cuáles sería los puntos de quiebre para poder llegar a ese consumidor?
FQ: No, no tenemos pensado eso. Estamos viendo qué tipo de campaña podemos hacer para entrar a ellos. Por ejemplo, Pinchanga es una historia infantil, tenemos que llegar a los niños primero. Tal vez con el tiempo eso nos dé beneficios, pero es un proceso largo y no será tan fácil entrar ahí.
CM: A mí me llama la atención que Pichanga sea una historia de niños, pero para llegar a ella hay que cancelar digitalmente, y ahí se necesita una tarjeta para cancelar, o sea, un adulto.
FQ: Claro, es un poco como el modelo de los videojuegos, los niños no los compran. Y también está ese lado, los papás se podrían sentir identificados porque ellos pasaron por esto, y en una de esas enganchaban también. Tenemos que lograr que nos vean, por eso estamos lanzando campañas distintas, los afiches, los cortitos semanales, etc.
CM: ¿Y te interesa buscar esa posición en ferias?
FQ: Al principio yo me negaba a ir a ferias, pero ahora no, puede ser, es interesante. Pero hay que buscar una forma de mostrarlo, una Tablet, o tener algo físico también, lo cual no es tan difícil de lograr.
CM: Claro, porque la idea es igual tener un poco de adaptabilidad, me imagino.
FQ: Sí, debemos adaptarnos a ese lugar en que nos van a ver todos.
CM: ¿Te gustaría llegar a imprimir?
FQ: Sí, me encanta el formato físico. No soy de los que odian el digital, pero entiendo a los que les gusta tener las hojas. El problema es que el cómic es caro. Por ejemplo, si lo piensas, el comic cuesta $2.500 - $2.600, ¿pero cuánto costaría eso en papel? Son más de cien hojas, en color, es caro. Y no creo que alguien se arriesgue a comprar algo a ese precio, sin conocerlo. Y bueno, yo creo que a ferias podríamos ir.
CM: Cambiando un poco la idea de las preguntas, ¿qué obstáculos has vivido desde el momento en que dijiste “publiquemos” hasta ahora?
FQ: Por el lado del Fondart, el problema siempre fue la respuesta, que nos pasaran la plata o que no, pero que nos dijeran algo. De ahí ya fueron cosas técnicas, queremos hacer tal cosa en el sitio… no se puede; queremos agregar un idioma… no se puede. Y decidir cosas sobre la marcha, cambian. Por ejemplo nosotros teníamos los valores en pesos, pero al agregar otro idioma tuvimos que agregar el dólar y quitar el Khipu, porque con dólares se caía el proceso.
Y como guionista, el problema al contratar dibujantes no fue para nada encontrar talento, porque hay mucho. El problema fue la responsabilidad. Para mí fue un gran problema encontrar dibujantes que me cumplieran. De hecho, con los que contraté, solo uno me cumplió con todo lo que pedía.
CM: ¿Cuántos dibujantes probaste?
FQ: Creo que eso es un poco evidente. Álvaro es un 7, siempre cumple, nunca, pero nunca falla. Otros, con contrato y todo, comenzando en agosto tenían cuatro meses, terminando en diciembre. Era marzo y aun no entregaban nada. Y los que saben dirán “Es que así es el medio”, y yo como novato solo digo “¿Cómo puede ser así el medio?”. Eso yo lo veo como un problema grave. Me encantaría encontrar más dibujantes que cumplan.
Una vez le leí a Claudio Álvarez, de Acción Comics, que dijo “Si encuentras un dibujante que cumpla, aunque no sea el más talentoso, cuídalo”, y pucha, ahora que pasé por todo eso, tiene toda la razón. Pueden ser muy muy talentosos, pero si no te cumplen, no te sirven.
CM: ¿Cómo es trabajar con tu hermano?
FQ: Es fácil. Lo que pasa es que somos complementarios, y desde niños lo hemos sido. No somos mucho de pelear, además ya estamos viejos. Mi hermano es zurdo, yo soy diestro, siempre hemos dicho que somos complementarios, él es el lado izquierdo, yo el derecho. Él tiene habilidades creativas, yo soy muy cuadrado. Él es más creativo al ser publicista, pero no es un problema, es bueno tener una opinión. Y generalmente cuando no estamos de acuerdo en algo, es porque está mal. Cuando llegamos a un punto en común, eso es lo correcto.
CM: ¿Qué se viene para Weupife para el año?
FQ: Se vienen cuatro historias más. La segunda tiene más relación con uno de nuestros pueblos originarios. La otra es el segundo volumen de Pichanga. Y en la tercera tenemos que ver quiénes quieren participar en ella. Primero tenemos que tener ventas para demostrar que esto funciona y ser alguien. El año pasado nadie nos conocía, por lo menos este año somos alguien. Hay muchas historias interesantes que contar.
CM: ¿Estás abierto a tomar historias de otras personas?
FQ: Sí, totalmente. Si pudiera tomar todas las que me gustan, tendría para rato. Estamos abiertos a tomar historias de otros que sean interesantes.
CM: Un mensaje final para los lectores que recién están conociendo a Weupife Editores y conociendo sus historias, y quiera aventurarse.
FQ: Que nos den una oportunidad de mostrar nuestras obras y que le den un minutito a Pinchanga.
CM: Aprovecha de contarnos de qué trata Pichanga.
FQ: Pichanga es una historia que trata de cuatro amigos alrededor de una pelota. En palabras simples, son sus aventuras frente a ella y cómo ven su vida alrededor de ella. No habrán grandes villanos, porque son niños, no hay gente mala, pero por ahí va. No es una historia oscura, no es ambiciosa, cuando tengamos más experiencia y un mejor equipo nos podremos ir con cosas más complejas.
Pueden visitar a Weupife Editores en su sitio, además de su fanpage de Facebook.
Si quieren leer Pichanga, los amigos de Weupife nos dejaron los siguientes enlaces al primer volumen para leer online.
Español:
Inglés:
La próxima publicación de Weupife es a final de mes, Miguel de Fuentesanta de Ismael Hernández.