"Y: The Last Man" (2002): mundo de mujeres
LIBRE DE SPOILER: El siguiente artículo es una mirada general sobre el cómic Y: The Last Man y lo que se me vino a la mente. Es una recomendación que no cae en spoilers sobre la serie.
Hace poco hablaba con mi sobrina que, de mal humor, me comentaba que la habían castigado en el colegio por defenderse a punta de patadas de un niño que la estaba molestando. “Las niñas no andan pegando” le dijo su profesora, y lo que resonó en mi cabeza cuando me contó eso fue “¿Y por qué no?”.
Esa frase coloquial asume que las niñas no son violentas, por lo que me hizo pensar en lo naturalizada que está la creencia de que las mujeres no recurren a los golpes para solucionar los conflictos. Es coherente pensar, entonces, que una sociedad compuesta solamente por ellas estaría ajena a las guerras y solucionaría sus disputas a base de conversaciones u otras conductas femeninas estereotipadas.
Este mundo, por supuesto ficticio, ya fue imaginado e ilustrado en un cómic en 2002 escrito por Brian K. Vaughan (Saga, The Private Eye) con un correcto arte de Pia Guerra (Black Canary, Torchwood), pero con una revolucionaria mirada en donde se considera a las mujeres como personas, seres humanos, y por tanto capaces tanto de horribles actos violentos como de acciones altruistas, con todo lo que haya entremedio. Eso es Y: The Last Man.
Editorial: DC Comics / Vertigo
Publicación: 09/2012 - 03/2008
Guion: Brian K. Vaughan
Arte: Pia Guerra
Yorick, el personaje , es hijo de una política y un profesor fanático de The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark (de ahí su nombre, inspirado en la bonita calavera que sujeta el protagonista). Junto a su mono, Ampersand, son los únicos sobrevivientes de una plaga veloz que acabó con todos los hombres y machos del planeta en cosa de segundos, poniendo en peligro la sobrevivencia de la especie y la estructura social.
La estructura social de dominación masculina es un tema importante y recurrente en esta serie. Brian K. Vaughan, un “traidor de género”, plantea una crítica a un mundo que se descalabró porque gran parte de los líderes de gobierno y religión son hombres, donde los billonarios son en su mayoría varones, y dónde el ejército —exceptuando por una fuerza Israelí— está completamente poblado por el mal llamado “sexo fuerte”.
Como es de esperar, el hecho de que un hombre siga vivo entre tantos muertos es un desafío a la plaga que azotó el mundo. Yorick debe esconderse si quiere sobrevivir en este nuevo planeta de mujeres y es ayudado por una espía estadounidense, la Agent 355, cuya responsabilidad es mantenerlo a salvo. Esto para que la Dra. Alison Mann, la mayor experta en clonación del mundo, replique el material genético del protagonistas para asegurar la supervivencia de la especie.
Gracias a personajes como estos y otras mujeres que pueblan el universo distópico de la serie, tendremos también otras temáticas a abordar como el suicidio, el odio, la guerra, la redención, la identidad de género, la sexualidad y otros tantos más. Incluso Hero, la hermana de Yorick, se une a un grupo radical llamado “Las hijas de las amazonas” que tienen por misión acabar con todo lo masculino en el planeta, incluso castigando a mujeres que replican las prácticas de una sociedad machista. Ella es uno de tantos personajes secundarios que tienen un grandioso pero silencioso desarrollo durante la obra.
Pero no solo en los personajes se basa Vaughan para contar la historia y proponer temas. También se alimenta del contexto social y cultural demostrando que la sobrepoblación masculina en los oficios y profesiones es tan grande que desequilibra a la sociedad. Por ejemplo, los pilotos de avión y los conductores de camiones son hombres en su gran mayoría, lo que provoca escasez de alimentos, insumos y transporte. Eso sin contar los accidentes aéreos que la muerte repentina de los pilotos causó al momento de golpear el virus.
Los océanos también se encuentran silenciosos en esta aventura, teniendo en cuenta que, salvo por Australia, Suecia y Noruega, las mujeres no estaban permitidas en los submarinos. Eso entendiendo que esta realidad está sujeta al 2002, año de publicación de la serie; hoy los tiempos han cambiado y también esa realidad machista, pues al día de hoy Inglaterra y Estados Unidos han permitido el ingreso de un 5% de mujeres en sus submarinos. ¡Progresamos!
Ahora mirando Y: The Last Man vale preguntarse, sin hombres que dirijamos la especie, ¿la humanidad tiene posibilidad de sobrevivir?
Vaughan nunca lo pone por escrito en los más de 60 números que componen su historia, pero su postura queda de manifiesto en un final que podría ser de los más emocionantes que he leído. En vez de darnos su opinión, explora a través de sus personajes distintos métodos que podrían llegar a sacar al mundo de su inmediato predicamento. Así, logramos descubrir temas como la organización popular, la autorregulación, el instinto natural de supervivencia, el espacio exterior, la ciencia e incluso la clonación. Cada uno con distintos matices entendiéndose como herramientas que pueden ayudar o destruir, según se proponga.
Y: The Last Man toca todos los temas posibles partiendo de su premisa imposible. Es una serie que cuenta con dos premios, uno de ellos el Premio Eisner 2008 a Mejor Serie Regular, y cuenta con más de siete nominaciones similares. Es una obra lamentablemente actual y muy empática, te hace sentir a los personajes y lamentar las pérdidas, es muy difícil pasar por los 60 números sin preguntarse alguna vez ¿qué haría yo en una situación como esta? Podríamos, sin la necesidad de hilar fino, calificar a Y: The Last Man como feminista o adelantado a su época, y una grandiosa lectura o punto de partida para iniciarse en el amor al cómic.
En papel
La editorial Vertigo editó inicialmente la serie original en una colección de diez tomos tapa blanda. Tras finalizar la serie, esta fue recopilada en cinco tomos tapa dura y sobretamaño. El 2014 la editorial reeditó los tomos deluxe en formato tapa blanda. Finalmente, tres tomos de formato absolute recogen la serie en este formato de lujo.
En español, la serie se encuentra editada por ECC Cómics con el título de Y: El Último Hombre, en diez tomos formato rústica. Los precios varían entre los €13 y €15 por tomo.