52 - Semana Seis: Síndrome Camboya, Booster contra el muro
Vaya vaya, las cosas se han comenzado a mover. Cada personaje de 52 ya tiene bien definido su objetivo: Steel tiene que descubrir el plan de Luthor; Montoya y The Question tienen una pista clara de lo que parece ser una operación criminal muy avanzada; y creo que al Dr. Morrow aún no lo secuestran, dejando claro que no es tan brillante como él cree. Bienvenidos a 52: Semana Seis. Si quieren saber qué pasó la semana pasada, han click aquí, pero cuidado con perderse.
52 - SEMANA SEIS
Guion: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid
Bocetos: Keith Giffen
Dibujo: Joe Bennett
Tintas: Ruy Jose
Color: Alex Sinclair
Rotulado: Nick Napolitano
Este número tiene dos protagonistas principales bastante marcados: el cada vez más coludido Booster Gold y Black Adam, que tiene a cargo un país completo y que me cuentan por interno que no sería el primer supervillano presidente de un país en tiempos modernos, incluyendo el mundo real. Claro, también hay un par de páginas dedicadas al misterio de los científicos, pero son Booster y Black Adam los reyes de esta semana.
En el caso de Adam, vemos sus intenciones de poner a Kahndaq en el mapa y protegerla a toda costa. Para eso se ha unido con el país favorito de los fabricantes de tecnología barata: China. Los chinos, ni tontos ni perezosos, han formado un cuerpo de élite súper-humano llamado The Great Ten. ¡Se me olvidaba! También se han unido Irán, Uzbekistán, y Pakistán, formando una colación que no debería llamar la atención de Estados Unidos bajo ningún motivo.
La escena donde se presenta todo esto está bastante bien: ambos Green Lanterns, el negro y el blanco, están tratando de atrapar a un villano, cuando traspasan espacio aéreo de China y están enfrentando a The Great Ten, es ahí donde Black Adam entra y empieza a ladrar de cómo Occidente usa al Oriente como campo de batalla y que eso se acabó porque llego papá mono y desde ahora las cosas se hacen como él dice. Ambos Lanterns tratan de sonar como que tienen autoridad pero Black Adam se los come con solo plantarse en el cielo. Eso y el revelar que de verdad Kahndaq está aliada con otros países. Nada mal.
Lo de Booster es poco más trágico. Sin poder confiar en los datos del futuro y metido en campañas publicitarias hasta el cuello, el dorado personaje decide hacer lo más ruin: contrata un actor como supervillano y ambos actúan un rescate para que Booster siga apareciendo en los diarios. Es simplemente despreciable lo que hace Booster, considerando que en el número anterior se revela que hay héroes perdidos y otros que no sobrevivieron a la crisis.
Skeets al fin ha encontrado a Rip Hunter, y que en consecuencia a Infinite Crisis, es el inventor de la tecnología del viaje en el tiempo, por lo que parece la persona idónea para ver qué sucede con los datos erróneos de su mecánico volador. Cuando al fin logran localizar su base de operaciones descubren que Rip no está ahí, pero ha dejado todas sus notas, escritos y garabatos para que los veamos. Ésta es una enorme pieza del puzzle que nos ha caído desde el cielo y parece que Booster es más de lo que aparenta, incluso para él mismo.
Nuevamente es Joe Bennett el encargado de los lápices y el artista pareciera que de verdad es de otro planeta, porque lleva varias semanas encargado en su totalidad del arte. Es bastante consistente y según los editores, de pocas correcciones. Mención aparte merece esa página doble donde Booster ve en qué ha estado trabajando Rip Hunter. Está llena de preguntas y solo hace incrementar el interés que tengo en la serie, ¿no les pasa lo mismo?
A pesar de que en la superficie parece un número pobre —solo se desarrollan dos de los muchos arcos que 52 tiene—, en el plano general este número es clave en las pretensiones de la serie, presenta una nueva arista y nuevas amenazas, y eso se convertirá en una constante a medida que avancemos. ¿Boleteará Black Adam para SQM? ¿Se acordarán que Morrow también es un científico? ¿Booster Gold aprenderá a ser el héroe que necesitamos? Esto se verá en el futuro, y de eso se encargará mi compañero Óscar Cayul. Más le vale.