"Madrox" (2004): en la multiplicidad está la diversión
Acá vamos de nuevo, con otra entrada en el equipo de Caballeros de la Mesa Marvel, una degustación de los distintos varietales producidos bajo el ala de la línea Marvel Knights. Hoy el menú incluye nuevamente a mutantes, pues ya tuvimos a los chicos de X-Force / X-Statix. Ahora es el turno de Jamie Madrox, también conocido como Multiple Man.
Marvel Knights: Madrox es una miniserie de cinco números publicada el año 2004, a cargo de Peter David en guiones y Pablo Raimondi en dibujos. La obra significa el reencuentro del legendario guionista con uno de sus "juguetes" favoritos, Multiple Man, personaje bastante olvidado después que el escritor lo hiciera brillar en su corta pero contundente etapa en X-Factor (esto en la década de los noventa).
El origen de Jamie Madrox
Creado en 1975 por Len Wein y John Buscema para un cómic que finalmente escribiría Chris Claremont (Giant-Size Fantastic Four #004), Madrox empezó sus pasos como el típico villano equivocado destinado a reformarse y unirse a las filas de los chicos buenos. Su poder mutante de crear múltiples copias de él mismo es llamativo, aunque no supo ser aprovechado en su momento. Algunos años después, el propio Claremont lo recuperaría en las paginas de Uncanny X-Men, específicamente durante la Saga de Proteus. Finalmente, el patriarca lo dejaría en la Isla Muir, jugando un rol muy secundario, en un curioso paralelo de la situación en la que lo vimos por última vez en Death of X.
Posteriormente, el personaje entraría a formar parte de X-Factor, una de las numerosas series mutantes de la época de los noventa, título que pasaba por un giro que lo transformó en un 100% respecto de su planteamiento inicial. El encargado de dicha labor también fue Peter David, quien debió lidiar con un grupo de personajes de tercera fila como Polaris, Quicksilver, Wolfsbane, Strong Guy, Rictor y el mismo Madrox. Bastó un primer contacto para que el escritor, quien manejó con maestría las personalidades de los miembros, encontrara lo necesario para hacer despuntar al personaje. Resultó que Multiple Man, como su nombre lo indica, es por naturaleza contradictorio, solitario —irónicamente, su única compañía ha terminado por ser él mismo— y poco confiable, pues nunca sabes si estás tratando con él o uno de sus dobles.
Esto lo hizo un personaje difícil de manejar, porque además del buen Peter, casi nadie ha logrado hacer algo interesante con él. Y quizá fue mejor así, pues el guionista pudo retomar al mutante casi en el mismo estado en que lo dejó. La miniserie que nos convoca, a la par de ser una exploración de los aspectos más bizarros de Madrox, marcó una reunión con sus viejos compinches y sirvió como prólogo perfecto para una nueva X-Factor, título donde el escritor retomó al grupo que tantas satisfacciones le trajo.
Argumento y guion
La trama, que bebe abiertamente del genero noir, transcurre en Mutant Town, aquel barrio de New York ideado por Grant Morrison en New X-Men, en el que vive principalmente población mutante y donde Madrox ha abierto su agencia de detectives XXX Investigations con ayuda de sus compañero Guido Carosella, alias Strong Guy. Las cosas se salen rápidamente de control cuando, justo en el momento que Rahne Sinclair llega a la oficina, aparece herido de muerte uno de los duplos de Jamie.
A partir de eso David crea un relato con la búsqueda de respuestas acerca de la serie de asesinatos de sus dobles. La investigación parte en Chicago, donde está todo lo necesario para una historia de género negro: un tipo malo, una damisela en peligro y un detective intrépido, con acción, engaños, muertes, y una frontera entre los buenos y los malos que se difumina demasiado rápido. Como vuelta de tuerca, se nos muestra que los dobles creados por Madrox tienen personalidad e ideas propias, que en ocasiones llevarán a Jamie a discusiones con ellos, por supuesto, en las situaciones menos apropiadas.
En estas páginas tenemos a un Jamie Madrox dueño de una personalidad muy compleja, derivada de su capacidad de vivir múltiples vidas sin necesidad de plantearse decisiones, pues puede tomar todas las alternativas mediante sus dobles. Como ya mencioné, cada una de sus copias es un ser independiente, que toma sus resoluciones y sigue su destino, aunque Jamie puede reabsorberlas, adquiriendo su conocimiento, bagaje y experiencia. Lamentablemente, eso también significa asumir la responsabilidad de sus actos, lo que lo obligará, como en este caso, a tener que resolver los desaguisados en los que sus duplos se han metido.
Esto lo lleva a plantearse cuestionamientos metafísicos acerca de las elecciones personales (¿Qué tipo de motivaciones puede tener quien no necesita escoger una vida concreta, sino que puede disfrutar de todas ellas al mismo tiempo?), la felicidad y la moralidad, todo en un guion narrado en primera persona que logra imbuirnos en su extraña psiquis, implicando al lector en sus preocupaciones y angustias existenciales.
Sin embargo, pese al pesimismo que podría intuirse del párrafo anterior, estamos hablando de una obra de Peter David, y eso significa su importante ración de sátira y humor negro marca de la casa. Los diálogos ácidos y frases políticamente incorrectas están en todas partes, convirtiendo a la miniserie en una obra no sólo interesante, sino que también terriblemente divertida, que además se complementa con una hilarante trama en la que Rahne y Guido tratan de resolver un caso de infidelidad entre mutantes. Por si acaso, ten preparadas un par de carcajadas.
"Creo que la mayoría puede simpatizar con la noción de un héroe que no está seguro de lo que tiene que hacer a cada momento, y a veces se queda paralizado por todas las opciones que se le presentan", declararía David al sitio Uncannyxmen.net, respecto del buen recibimiento y conexión con los fans que tuvo su versión de Madrox. "Es un concepto universal y atractivo , sobre todo entre la gente joven."
Arte
El apartado gráfico está a cargo del argentino Pablo Raimondi (Oxido, Books of Doom), aderezado con tintas de Drew Hennessy y coloreado de Brian Reber. Los dibujos son notables, alternando exitosamente tópicos del género detectivesco con registros cómicos, y un uso de tonos oscuros muy adecuados a la obra. La narración es sencilla pero muy lograda, lo que contribuye a que la lectura no se torne pesada. Cabe mencionar que las portadas de la miniserie son obra del gran David Lloyd, de entre las que sin duda podríamos destacar la del #1, obra de arte con todas sus letras.
En resumen, podemos concluir que estamos frente a una miniserie que rinde al honor que significa pertenecer a la línea Marvel Knights. Peter David nos entrega un relato a la usanza de las películas noir de los cuarenta, que además de ser entretenida, nos regocija al ver a Jamie nuevamente como un personaje interesante. La máxima ya es conocida: no hay personajes malos, solo malos guionistas.
En papel
En Estados Unidos, y como es habitual en ese mercado, Madrox fue editada en números unitarios, para posteriormente ser recuperada en tomos recopilatorios de tapa blanda y tapa dura:
En español, la serie fue publicada por Panini Cómics, en un tomo en tapa blanda.