52 - Semana Cuatro: he ahí el dilema
Si han estado atentos a las publicaciones del sitio, ya sabrán que estamos reseñando cada número de la serie 52, una publicación de DC Comics que cuenta los hechos tras Infinite Crisis y las historias de los personajes de la editorial luego de que Superman, Wonder Woman y Batman se tomaran un año de descanso. Me toca cerrar este primer mes con la Semana Cuatro, y de a poco nos vamos poniendo al día con las fechas de publicación de la serie original, para revivir las experiencias de lo que se debe haber sentido el leer esta cabecera semana a semana en su tiempo.
Si quieres leer la reseña anterior pincha aquí. Sin más que agregar, vamos a lo que nos convoca.
52 - SEMANA CUATRO
Guion: Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid
Bocetos: Keith Giffen
Dibujo: Joe Bennett
Tintas: Jack Jadson
Color: Alex Sinclair
Rotulado: Rob Leigh
Resumen de la semana:
- Renée Montoya se siente cada vez más intrigada por The Question y lo que parece ser una misión inútil de vigilancia, pero pronto se da cuenta que el extraño detective podría estar sobre un misterio interesante.
- Ralph Dibny se reúne con el Culto a Conner Kent y descubre que lo que buscan es lograr la resurrección de Superboy, y al parecer existe una conexión entre ellos y su fallecida esposa, Sue Dibny.
- Booster Gold tiene una pelea con Fire, quien considera que este está más preocupado de su fama que de su vocación superheroica.
- Steel está intentando cuidar a su sobrina Natasha, pero esos cuidados podrían alejarla de él. Llega a esta conclusión luego de conversar con una alucinación de sí mismo en el súper traje y, luego de entrar en contacto con objetos metálicos que se absorben en su piel, ocurre una extraña explosión.
- Los héroes desaparecidos son rastreados a través de una débil frecuencia de rayos Z. Cuando encuentran la forma de traerlos de vuelta, estos tienen extrañas mutaciones.
Este número parte con la historia, siempre oscura, de Renée Montoya nuevamente en el papel de detective pero esta vez sin una placa, solo aguantando el frío y el aburrimiento por el pago en efectivo que The Question le hizo. ¿Pero será solo eso? Estamos frente a un trabajo de personajes de muy alto nivel, donde los autores no necesitan decirnos ni en globos de texto o de pensamiento lo que Renée está sintiendo. Aún así podemos hacernos una idea al verla en una situación que insiste en querer dejar pero no mueve un músculo por salir, y es agradable poder empatizar de una manera tan natural con un personaje ficticio.
Asumiendo que no he leído los números posteriores, el misterio de qué pasó con los héroes desaparecidos en la batalla galáctica está muy bien desarrollado. No sé, en este punto, qué pasó con ellos, pero tampoco tengo la seguridad de qué va a pasar. ¿Cómo es eso? La respuesta está en que los héroes en peligro son personajes secundarios o terciarios, muchas veces, que podrían morir en cualquier momento y no revivirían con la facilidad de uno más importante.
Además, esta vez no está en manos de estos metahumanos encontrar la solución al problema, y son personas comunes (o más bien militares y científicos) los que deben rescatar a los héroes. Esto agrega una cuota de desesperación a esta trama que nos deja con el cliffhanger del primer mes de 52.
Booster Gold por fin explica un poco su nuevo comportamiento, o más bien, por qué está volviendo a actuar como el presumido que solo se preocupa de su fama y dinero. Son pocas las páginas que se le dedican pero nos deja claro que, de seguir por este camino, el dorado héroe se encamina hacia la soledad.
La trama de Steel y Natasha es una de las que menos ha avanzado en lo que va del mes, y este número no es la excepción, aun cuando nos deja con un cliffhanger respecto a lo que sucederá con el Dr. Irons. Sigue sin ser interesante y sobreexplicar cada panel llenándolo de diálogo no ayuda. Uno de los puntos bajos en lo que llevamos de serie.
Ralph, por su lado, se enfrenta al Culto a Conner, tomando cualquier desesperada oportunidad que lo acerque a su esposa, parece estar centrado en un camino autodestructivo propio de un luto mal llevado. La historia de Elongated Man es bastante pesada en comparación al resto, llevando la carga de la muerte de Sue y de lo que significa para un héroe seguir con este trabajo, incluso cuando ha perdido lo más preciado que tenía.
Los bocetos de Keith Giffen y los dibujos de Joe Bennett son muy detallados, expresivos y trabajados acorde a su época. Evocan una gran calidad y nos dan la sensación de profesionalismo que una obra como esta tuvo. Ignoro si las órdenes de la compañía fueron las de esmerarse en 52 durante su año de publicación, pero se nota una preocupación por cada panel y rostro trabajado.
Las tintas de Jack Jadson y los colores de Alex Sinclair trabajan en espectacular sincronía, entregando tonos oscuros para las historias de detectives de Renée, un brillante ambiente en las de Booster, o un colorido mundo fantástico en las de Ralph, que contrastan con lo pesado —sentimentalmente hablando— de su historia.
Un número que logra terminar algunas historias y empezar otras se siente hasta conclusivo. Con el primer mes finalizado ya sabemos respuestas a los misterios que nos planteó la primera semana, pero también comenzaremos una nueva etapa entre Renée y The Question, o un solitario Booster Gold. Realmente el número es muy dinámico —excepto por la parte de Steel— y parece que acaba incluso antes de lo que debería, señales de una buena lectura.
¿A quién le tocará reseñar la segunda semana de 52? Le devolveré el balón a mi compañero Fantasma Rojo con la semana 5 y el comienzo del próximo mes.
¡Que lo disfruten!
(Nota del editor: Fantasma Rojo mandó licencia, así que Zombi repetirá en semana 5. El tiro por la culata.)