MR - "Secret Empire" #004: no hay lugar como el hogar
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
¿Que los Avengers están divididos (nuevamente) en dos facciones dirigidas por Steve Rogers y Tony Stark (otra vez)? ¡No desesperen! Hank Pym/Ultron está aquí para salvar a su vieja familia.
SECRET EMPIRE #004
Editorial: Marvel Comics
Publicación: 14/06/2017
Guion: Nick Spencer
Arte: Leinil Francis Yu, Rod Reis, Joshua Cassara, Rachelle Rosenberg
Tintas: Gerry Alanguilan
Color: Sunny Gho
Rotulado: Travis Lanham
Reseña: Ricky
9,5 / 10
¡Pero qué lindo mensaje nos trae este número! De verdad, jamás pensé que en medio de una guerra fascista encontraríamos un espacio para hablar sobre valores, hermandad y crecimiento personal. De nuevo, Nick Spencer sorprendiéndonos a todos gratamente.
Como es mi costumbre, primero lo primero. Ya no sé dónde va a parar esto del otro Steve Rogers… sobre todo porque los samaritanos que salieron en su ayuda en este número tienen ciertos parecidos con dos de sus antiguos sidekicks, ya no sé qué pensar respecto a este tema. Lo bueno es que aún quedan seis entregas para desentramar esa maraña de identidad duplicada o de versiones alternas de otro universo; de verdad ruego al cielo para que no sea esa última la opción creativa la que hayan tomado. Basta de aprovecharse de esa licuadora multiversal que acabó siendo Secret Wars.
Ahora sí, a lo nuestro.
En la historia principal vemos un poco de hacia dónde se dirigen la Black Widow y sus jóvenes asesinos del Red Room en su búsqueda del líder de Hydra; asimismo, se vuelve a poner en evidencia el grave impedimento moral que estos mini héroes tienen con las maneras usadas por su tutora. Esto dará tela que cortar. Lo interesante es que se nos muestra también la otra cara de la moneda. Hydra sabe que esa superespía es una gran amenaza, así que envía al asesino favorito del Cap tras la araña pelirroja más sexy; lo que sigue promete acción… y unas cuantos cartuchos de balas.
Y ahora sí, el momento que todos esperábamos. ¡La visita a casa del tío Ultron/Pym! Aquí acabamos en el #003; el ex héroe de las barras y las estrellas se embarca junto con sus Avengers camino a Alaska, mientras que parte de la resistencia Underground busca ayuda para dejar el país e ir a buscar uno de los fragmentos del cubo cósmico. Divinas coincidencias. Toda la aventura es muy entretenida, el 1 vs 1 que proponen a cada héroe es digno de recordar. Ahora es el momento de mencionar esto de nuevo: todo el evento sería mucho mejor si Brian Michael Bendis no hubiese matado a Tony Stark… pero ya lo que pasó, pasó y debemos respetar las ideas de los otros escritores. No importa si son estúpidas y sin sentido.
De vuelta en el refugio-nación-nido-casa de Ultron —¿o es Hank Pym?—, el villano no tarda en tomar el control de la situación. Le da a cada persona que haya sido un verdadero Avenger un tortazo y los lleva a una espeluznante réplica de la mansión de los Vengadores preparada por él mismo. Lo que pasa allí es mejor no contarlo a detalle, ¡es magistral! Y yo no quiero robarle la grata sorpresa a nadie. Lo que sí puedo decir es que me parece espectacular el manejo de la personalidad psicópata de este claramente desequilibrado villano. Toda la charla de la familia dio un marco perfecto para darse cuenta de lo que ha sido la historia de este grupo de héroes.
Al final de todo ese infierno que al principio era una infiltración, luego pasó a ser una batalla, posteriormente un secuestro y al final una terapia grupal, los buenos se hicieron con el fragmento de Kobik. ¡Para enterarse a los minutos de que un viejo amigo de Steve Rogers le daba otro fragmento en bandeja de plata! Literal. No obstante, resulta lindo y casi satisfactorio ver a ese desgraciado personaje arrastrándose. Ahora están empatados los bandos, cada facción tiene un fragmento. Pero no importa, porque Hydra está en todos lados, incluso dentro de la resistencia Underground. ¡OMG!
Para redondear todo, Nick Spencer demuestra nuevamente que hace la tarea. Toma lo que hicieron otros escritores, las recientemente “grandes” historias de la editorial y trata de darles una continuidad lógica; lo que pasó antes importa, los hechos grandes y pequeños, los detalles, las conversaciones, las relaciones personales y las historias se mantienen vivas y aún son relevantes. Algunos dicen que tanta continuidad puede ser pesada al momento de contar una buena historia, pero este es un claro ejemplo de que se puede crear una gran obra y mantener una línea histórica importante.
Por otro lado, Leinil Francis Yu es un fijo de Marvel para momentos importantes por cosas como esta. Su trabajo es realmente destacado, la manera en la que hace la atmósfera de lo relacionado con Pym —¿o es Ultron? Ya no sé qué creer— se las arregla para ser vivaz, robótico y futurista sin llegar a parecer realista. Los colores de Gerry Alanguilan ayudan a darle contexto al momento de la mansión. De verdad todo está a la altura. De nuevo Rod Reis con pocas páginas y poco trabajo; lo hace bien a secas, si sigue así la próxima vez ni lo mencionaré. Joshua Cassara dijo presente en las páginas de inicio. No desentonaron, tampoco destacaron. Valoramos el hecho de que le haya quitado trabajo de encima al artista principal, aplausos para él.
Y eso fue todo por hoy, amigos. Nos vemos en una próxima entrega de este diario de un héroe patrio que repentinamente acabó siendo un doble espía nazi.
Oh, y… Marvel… Civil War, Time Runs Out, Civil War II y ahora Secret Empire; ya basta de Steve vs. Tony, por favor.
Hail Hydra!