DC Rebirth en retrospectiva Parte II: las series Justice League
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El one-shot DC Universe: Rebirth #001 sólo fue el puntapié inicial para un relanzamiento completo de las publicaciones de DC Comics, aprovechando el escenario para dar un punto de entrada para nuevos lectores, pero de forma distinta a lo que pasó tras "Flashpoint". Los nuevos #1 no significaron un corte total y absoluto con las publicaciones de los últimos seis años, por lo que la mayoría de las series mantienen su continuidad más o menos intacta, pero reintroduciendo elementos que no eran parte de ella.
Por lo anterior, es una consecuencia natural que elementos de The New 52 (o N52) no siempre van a congeniar de buena forma con el espíritu tradicionalista de Rebirth, por lo que es bastante frecuente encontrarse con retcons sin mucha explicación. Ante esto es mejor no calentarse la cabeza, no vale mucho la pena tratar de buscar una cronología “dura”.
Afortunadamente, los resultados han sido mayormente positivos, ya que incluso considerando que no hay una perfecta claridad sobre qué historias de ciertos personajes son parte de su continuidad, se debe más que nada a que ahora tenemos un trasfondo mucho más variado, por lo que la incertidumbre es muchísimo menor a la que había durante N52, donde derechamente casi no había historias que pudieran servir de referencia.
Así las cosas, a continuación les presento una mirada más acabada sobre cada una de las series y sobre su rol en el gran telar de Rebirth. Dada la gran cantidad de material, y para dosificar la lectura, estas reseñas las dividiré en cuatro artículos: (1) series relacionadas con la Justice League, (2) series del Universo DC, (3) series vinculadas a Superman y (4) series vinculadas a Batman. Las categorías son generales, así que si algo no cuadra en la categoría que usted cree que pertenecen, es porque está en otra, probablemente por necesidad mía al redactar estos análisis. Hago esta mención específicamente por las series de la familia Green Lantern y Batman Beyond, que estarán dentro de series del Universo DC y no con las de Justice League o Batman, respectivamente. Asimismo, el punto de corte no será "Justice League vs Suicide Squad" como mencioné en el artículo anterior, sino "The Button", el crossover que efectivamente actúa como un punto medio a Rebirth. Sin más preámbulo, los dejo con las series vinculadas con la Justice League.
AQUAMAN
(Hasta Aquaman #022)
Una de las series que más se benefició en su oportunidad con N52 fue Aquaman. Siguiendo esa orgullosa tradición, la serie partió con el pie derecho y presentó un sólido arco de apertura. A cargo de los guiones se encuentra Dan Abnett, que continúa con el trabajo que realizó durante el último arco Pre-Rebirth. Es importante mencionar que si bien la serie contiene referencias al volumen anterior, no es necesario leer nada adicional para comprender las historias, lo que no quita que sea recomendable la lectura de lo escrito por el mismo Abnett y la etapa de Geoff Johns.
Aquaman es una serie auto-contenida que no se involucra mucho con los sucesos externos, salvo por la ocasional aparición de la Justice League que sirve para estar al tanto de la nueva alineación, pero por lo general suele enfocarse en desarrollar sus tramas sin mezclarse con otros cómics.
A nivel estructural inicia con una historia potente, poniendo en primera fila al feudo de sangre que existe entre Aquaman y Black Manta. Este enfrentamiento es lo que ha marcado el desarrollo de la serie, ya que si bien existen arcos argumentales más o menos marcados, todo es servicial a una sola gran historia que llega a su fin con "The Deluge", arco que se desarrolla entre los números #011 a #016 y que narra una guerra entre Atlantis y la superficie gracias a las maniobras de Black Manta. Posterior a ello se han realizado arcos más breves que hacen parte de su narrativa las consecuencias de "The Deluge", pero que pueden sostenerse por sí mismos o incluso introduciendo dinámicas nuevas como en "H2.O" y su uso de elementos de historias de horror.
En Aquaman el trabajo de caracterización de personajes es la herramienta principal, por lo que incluso si no se tiene conocimiento previo sobre el mundo de Atlantis, no es difícil seguir el paso y familiarizarse rápidamente con las distintas personalidades, ya sea de aliados o villanos. En general es una serie dinámica, con personajes interesantes y una historia de fácil acceso, pero cuya experiencia mejora al leer algo de material complementario de N52.
Lo que podría considerarse como negativo es que Aquaman no suele ser un personaje que está metido en los grandes eventos editoriales y, por consecuencia, hay pocos incentivos para el lector interesado en los misterios de Rebirth. De igual forma, este aislamiento provoca que mucho de la construcción de mundo no se vea reflejado en otras series, lo cual es una lástima, porque el Aquaman de Dan Abnett tiene bastante que ofrecer, pero al parecer eso empieza a cambiar ya que Teen Titans recoge elementos de esta serie al introducir al nuevo Aqualad.
CYBORG
(Hasta Cyborg #012)
Cyborg ha resultado una sorpresa bastante agradable, dado que la serie tiene una extraña mezcla de seriedad y comicidad que le juega mucho a favor. Una de las críticas más comunes hacia su protagonista es que resulta un poco blando y carente de dimensión, lo cual tiene algo de asidero ya que en los primeros números tenemos a un algo quejumbroso Cyborg cuestionándose permanentemente si es humano o solo una réplica cibernética de uno. Afortunadamente, la serie abandona esa premisa y es entonces cuando podemos conocer de verdad a Victor Stone. Lo acompañamos a ver una sesión de jazz, estamos con él mientras pelea con un robot que recita a Shakespeare, incluso vemos cómo de a poco expande su círculo social y comienza a reunir personajes secundarios alejados de S.T.A.R. Labs.
La serie en sí no es una obra imperdible ni va a ganar Premios Eisner, pero es divertida de leer e incluso se da el tiempo de ocasionalmente abordar temáticas sociales contingentes a un personaje de raza negra sin que parezca un sermón. Algo así como un Luke Cage mitad robot, pero con un enfoque más sci-fi en lugar de uno street level.
Quizás lo que más se ha echado de menos es una mejor explotación de los elementos cibernéticos del DCU, siendo que los primeros números hacían presagiar una mayor presencia de personajes robóticos como Amazo o Machine Queen. Los elementos tecnológicos ciertamente están, pero de cierta forma se sienten algo contenidos. Por ejemplo, esta serie sería un muy buen lugar para reintroducir elementos “kirbianos” como O.M.A.C. o la tecnología del Fourth World, pero de todo lo anterior no se ha visto nada, lo cual es una verdadera lástima dado el potencial inexplorado que tiene Cyborg para actuar como el personaje que se enfrenta contra la “ciencia loca”, lo cual quizás podría justificar un poco más su presencia dentro de la formación titular de la Justice League, dándole a la vez un nicho que no está cubriendo ningún personaje. De igual forma, S.T.A.R. Labs es un elemento frecuente dentro del DCU y esta es la serie perfecta para ahondar en esta organización, pero de ello nada ha salido por el momento, desperdiciándose de paso la oportunidad de vincularse con The Flash, cómic en el cual dicha organización tiene presencia permanente.
Así las cosas, Cyborg tiene un potencial desperdiciado al no poder establecer lazos claros con otras series a pesar de que los elementos narrativos están presentes, siendo esto quizás el costo de haber priorizado la entrega de un entorno a su protagonista. Por motivos similares, de momento no parecen haber muchos lazos con la meta-trama de Rebirth.
A pesar de todos los defectos señalados con anterioridad, John Semper Jr. ha entregado una lectura recomendable para quienes quieran acercarse al personaje y no complicarse mucho, pero esa misma actitud de ir a lo seguro es la que no permite que este cómic pueda ser algo más que “correcto”. No es una mala serie, pero podría ser mucho más.
GREEN ARROW
(Hasta Green Arrow #020)
Green Arrow es una de las series que conservó el escritor a cargo, por lo que contiene un número significativo de referencias a las etapas inmediatamente anteriores. Lo bueno es que Benjamin Percy nos hace una muy gentil reintroducción al mundo del Arquero Escarlata, por lo que dichas referencias presentan un incentivo a leer más sobre el personaje y no un obstáculo insondeable, ya que si bien no alcanzamos a ver los orígenes detallados de personajes como John Diggle o Emiko Queen, se entiende en poco tiempo cuál es su rol dentro de la vida de Oliver Queen. De igual forma, Percy no tarda mucho en sacar provecho al fanservice, en más de un sentido, que implica la presencia de Black Canary.
Algo que no se puede dejar de mencionar es que Green Arrow recupera sin tapujos la voz de izquierda que caracteriza al personaje. Banqueros, empresarios, policías abusivos, políticos “Trump-ianos” y libertarios extremistas son parte de los antagonistas que nos encontramos dentro de sus páginas. Claro, la gran mayoría de ellos están sazonados con ciertos elementos de fantasía propios del DCU, pero el núcleo de los conflictos en que se involucra Oliver tiene una raíz social bastante real.
Teniendo presente ese trasfondo, el cómic no escapa a la hipocresía del concepto de tener a un acaudalado hombre blanco heterosexual como paladín de la justicia social, sino que lo aborda de frente. La presencia de Dinah Lance no solo aporta un interés amoroso, también es una compañera de aventuras competente y, más importante, da una voz con una perspectiva diferente que trae más a tierra a Ollie. Es por cosas como las anteriormente descritas que Green Arrow va cambiando de forma sutil durante el transcurso de la serie, aceptando ciertas contradicciones, pero haciendo su mejor esfuerzo por superarlas. Ejemplo de ello es el arco "The Return of Roy Harper" que parte en Green Arrow #018, donde por fin vemos el origen moderno del vínculo entre Green Arrow y Arsenal, sirviendo de marco para ello la presencia de un proyecto empresarial que busca atravesar una reserva de población nativa. Ahí conocemos cómo es que ambos arqueros se llegaron a conocer y los motivos que llevaron al fin de su amistad. Y sí, involucra drogas y un trasfondo bastante triste para Roy Harper, uno que el Oliver Queen de N52 y su vida de privilegio no pudo empatizar, pero que la versión de Rebirth puede comprender de mejor forma.
A nivel de estructura, Green Arrow se caracteriza por tener arcos argumentales largos intercalados por historias más cortas, pero todo dentro de una gran narrativa única relacionado con los banqueros criminales de The Ninth Circle, salvo por el arco "Sins of the Mother" que ocurre en Green Arrow #006-007, siendo este una especie de miniserie camuflada donde Emiko Queen es la protagonista.
Green Arrow es una serie que se sostiene por sí misma y en ello radica su valor, pero que no tiene mayor relevancia dentro de Rebirth. Afortunadamente, su calidad es todo lo que necesita para que sea una lectura recomendada, en especial porque durante la mayoría de los números el apartado artístico es notable.
JUSTICE LEAGUE
(Hasta Justice League #020)
Justice League ha tenido una calidad irregular desde hace al menos una década y esa tendencia sigue presente en esta serie. Tras su paso por la inconclusa JLA de DC You, Bryan Hitch nos presenta un cómic donde el equipo más insigne de la editorial enfrenta desafíos más grandes que la vida y a momentos de introspección. Suena bien, ¿verdad? Lamentablemente esa primera impresión se cae rápidamente y nos encontramos con un cómic que se puede leer más por costumbre que por un interés genuino en lo que está pasando.
Durante la primera etapa cubierta entre el especial Justice League: Rebirth #001 y Justice League #011, tenemos tres arcos con temáticas diferenciadas. El primero, "The Extintion Machines", es la típica historia grandilocuente donde el mundo está en peligro por una amenaza que sale desde el fondo de la tierra y donde se prometen grandes consecuencias para el futuro, incluso los villanos logran drenar de sus poderes a los héroes y en el papel suena como una historia entretenida, pero en la práctica tenemos una trama que se enreda consigo misma y que tiene una resolución francamente absurda y sacada de la manga. Asimismo, los villanos carecen de creatividad, o en su defecto, de algún elemento de lore que los vuelva más interesantes. Se nos quiere hacer creen que son importantes, pero en realidad su relevancia es mínima.
Problemas similares se ven en el siguiente arco de dos números, "State of Fear". Si bien éste tuvo un enfoque mucho más centrado en las caracterizaciones de los personajes y sus relaciones mutuas, las razones que llevan a su exploración desaparecen tan rápido como aparecen para no volver a verse nunca más.
Hasta este punto la Justice League de Hitch parecía un refrito de los primeros números de la Justice League de N52, pero en versión marca genérica. Ideas grandes, pero con potencial desperdiciado. Es en este punto donde lentamente empieza a encontrar su propia identidad. "Outbreak" empieza con el mismo enfoque algo pretencioso de los números anteriores, pero lo que parecía una historia predecible da un giro drástico y terminamos con la Justice League peleando contra villanos de tercera clase por una tablet. Sí, suena absurdo, pero la ejecución resulta muy divertida de leer y termina siendo una antítesis de los dos arcos anteriores, quizás marcando el punto más alto de esta etapa.
Aquí Bryan Hitch se tomó unas semanas de vacaciones, dejando que el título sirviera a otros autores para hacer tie-ins de "Justice League vs Suicide Squad", volviendo en el #014 con el número aptamente llamado "Regroup", donde vemos a la Liga limando asperezas y haciéndose cargo de varios elefantes en la habitación. Para todo efecto, da la sensación de ser un nuevo #1 y es una perfecta puerta de entrada para el siguiente nuevo gran arco, "Timeless", que comparte la grandilocuencia de los primeros números, pero corrigiendo algunos de los problemas, aunque introduciendo otros nuevos derivados más que nada de un innecesario desorden narrativo. Pese a ello, la historia resulta interesante de seguir porque al fin se atreve a jugar con el lore del DCU gracias a la presencia de una serie de personajes que están conscientes de las implicancias y consecuencias de modificar líneas temporales. Lamentablemente, el cierre del arco es un tanto blando y lo que podría haber sido una exploración de distintas épocas no termina siendo más que una excusa para mostrar una historia que aparenta ser grande, pero que al final del día no tiene mayores consecuencias.
Quizás el mayor pecado de la Justice League de Bryan Hitch es que es demasiado ambiciosa en su enfoque a la vez que es temerosa de volverse un libro relevante, ocultando sus ideas con un montón de relleno genérico. Esta misma falencia se refleja en los diseños de las amenazas, que suelen tener proporciones colosales y una gran cantidad de detalles que reflejan una lógica interna y el trabajo que hay detrás, pero que lamentablemente fracasan en demostrar personalidad. Las amenazas de escala cósmica que deberían resultar memorables no lo son. El que cada arco termine con un discurso de “peligro X viene en camino y no hay nada que puedan hacer para detenerlo” no lo mejora, precisamente por lo olvidable que han resultado las historias.
Justice League no es un mal cómic, pero está bastante lejos de lo que debiese ser la publicación insignia de la editorial, porque si bien da la ilusión que las amenazas constantes que presenta son relevantes en el contexto de Rebirth, no lo son. Si hay un cómic que debería marcar pauta, es éste, pero a la fecha ha fallado en ello. Quizás por el mero peso de su nombre puede que más adelante sirva de cuna para alguna historia más relevante, pero por ahora no es el caso y solo resulta en historias que la palabra “mediocre” define bastante bien.
JUSTICE LEAGUE OF AMERICA
(Hasta Justice League of America #004)
Directo desde las páginas de "Justice League vs Suicide Squad" obtuvimos este cómic que es básicamente una versión renovada de Batman and the Outsiders, pero con un nombre más marqueteable y una alineación más diversa. Steve Orlando puso sus manos en un grupo bastante ecléctico de personajes para armar a su grupo. Aparte del siempre infumable infaltable Batman, el equipo fue complementado con Black Canary, que lentamente ha ido aumentando su cuota de exposición, además de un grupo de personajes que desesperadamente necesitaban una nueva capa de pintura. Esto se realizó a través de cuatro one-shots dedicados a The Atom, Vixen, Killer Frost y The Ray, que sirvieron de preámbulo a Justice League of America – Rebirth #001.
Si bien estos cómics cumplen a cabalidad su función de mostrarnos lo interesantes que pueden ser estos personajes, sin duda la joya de la corona es Lobo, quien luego de una larga temporada en el limbo regresa en toda su borracha, violenta y deslenguada gloria, siendo uno de los atractivos para potenciales lectores y uno de los puntos altos de esta publicación.
Más allá de su roster, Justice League of America destaca por el buen trabajo de dinámicas de grupo que presenta. Desde el primer arco ya se puede ver la sinergia en la forma de operar del equipo, por lo que no se siente como una mera colección de personajes o un receptáculo de cómics cancelados; cada personaje tiene sus momentos, y la forma en que se relacionan con otros miembros del equipo es lo que le da un toque especial. La presencia de cada uno se siente justificada.
Haciendo juego con el enfoque colectivo de los protagonistas, los enemigos del primer arco son Lord Havok and the Extremists, unos personajes que son unos pastiches de villanos de Marvel que provienen desde una Tierra paralela y que presentan un reto bastante ad-hoc, en especial Lord Havok que brilla en su rol de Doctor Doom libre de royalties.
El tono de la historia es bastante ligero, pero no por ello se vuelve una comedia, sino que no teme abrazar las convenciones de su género para entregar una historia entretenida. Si bien tiene poco tiempo de publicación, es un cómic que merece atención y que durante la mayor parte del tiempo resulta más disfrutable que el cómic principal de Justice League, aunque al tratarse de un equipo secundario es poco probable que gane relevancia en el telar de Rebirth.
Justice League of America es un cómic prescindible en cuanto a narrativa, pero su alineación lo convierte en una excelente cantera de personajes. No está al nivel de otros trabajos de Steve Orlando, pero se deja leer sin muchos problemas.
THE FLASH
(Hasta The Flash #020)
Esta es una de las series que más expectativas me generaban dado el rol preponderante del personaje en "Flashpoint". Lamentablemente, debo señalar que recién con el crossover "The Button" obtendremos algo más tangible en esa materia. Sin embargo, me agrada poder decir que The Flash es un excelente ejemplo de las cosas buenas que Rebirth presenta y que Joshua Williamson ha sabido aprovechar al personaje.
The Flash tiene como parte de su núcleo los temas que la iniciativa editorial trajo de vuelta, haciendo un estudio bastante completo sobre lo que significa la presencia de un legado heroico. Tenemos a un Barry Allen sencillo y amable, con un espíritu de profesor encomiable, pero que tiene problemas para tener sus prioridades en orden y eso se refleja en su rol como The Flash. La primera gran saga narra sobre cómo producto de una “tormenta de Speed Force” en Central City se produce una multiplicación de velocistas que no tienen preparación alguna, lo cual propicia la aparición de Godspeed, un personaje nuevo que para todo efecto es una versión anti-héroe de Flash. El arco completo es una exploración sobre la idea de los sidekicks y de los poderes de un velocista, por lo que resulta una excelente bienvenida para el lector no habituado.
Joshua Williamson hace maravillas con las caracterizaciones de los secundarios. El nuevo Kid Flash tiene un crecimiento personal paulatino, por lo que su presencia no resulta forzada, sino que de forma orgánica va creciendo y adaptándose a su entorno. Es un personaje que sin duda tiene varias tragedias personales durante el transcurso de los números y que sufre crisis de confianza, pero pese a ello no se convierte en un vórtice de angustia adolescente, sino que logra sacar lo mejor de Barry y de sí mismo. De forma similar, los Rogues recibieron un trato respetuoso, desapareciendo durante una gran cantidad de números y volviendo en el #014 en "Rogues Reloaded", en un arco que demuestra por qué ese grupo de villanos es especial y ofrecen un atractivo permanente en el mundo del velocista escarlata. Incluso Captain Boomerang tuvo sus momentos durante "Sins of the Father", el arco inmediatamente posterior. En resumen, Williamson le tiene tomado el pulso a sus personajes y no tiene problemas en darles una voz reconocible. Quizás el punto más bajo es el mini-arco dedicado a The Shade; no es horrible, pero palidece frente al resto del material.
Más allá de lo que ocurra en "The Button", este cómic tiene siempre presente su rol dentro de Rebirth, principalmente en sus temáticas y en referencias ocasionales que se han hecho durante la serie. La presencia ocasional del Wally West clásico suele marcar pauta tanto sobre el papel que tiene Barry Allen como mentor así como sobre el misterio de los años perdidos.
En resumen, The Flash es un excelente punto de partida para Rebirth y para acercarse al personaje mismo, ya que su uso de continuidad pretérita no resulta molesto, siendo más bien un incentivo para leer más.
WONDER WOMAN
(hasta Wonder Woman #021)
La situación de Wonder Woman es bastante curiosa. Por un lado tenemos como autor a Greg Rucka, escritor de larga data con el personaje y que regresó a DC Comics probablemente con la promesa de poder hacer lo que quiera en el título; por otro lado tenemos que la excelente etapa que Brian Azzarello realizó durante N52 es borrada de un plumazo. Para todo efecto, Wonder Woman recibió un reboot y lo que vemos ahora es una versión nueva que bebe de fuentes más tradicionales del personaje, pero que es muy diferente a la versión de Azzarello, siendo algo más cercano a su época inmediatamente anterior a "Infinite Crisis".
Salvo por las referencias que suelen hacerse a la etapa de George Pérez, la Wonder Woman de Rucka es un personaje sin raíces y con una continuidad reciente bastante nebulosa, no estando muy claro sobre cuál es su lugar. Quizás es por ello que aprovechando el ritmo de publicación bimensual, Rucka nos presenta dos hilos argumentales separados, uno que se desarrolla en los orígenes del personaje y otro en el presente. La calidad de ambos no es pareja, ya que si bien durante sus primeros números teníamos a una Mujer Maravilla consistente, los números del presente entraron en un espiral descendente en cuanto a su calidad, mientras que los números de origen siguen construyendo las bases del personaje de forma mucho más sólida.
Algo bueno que se puede destacar es que pese a que ambos hilos argumentales se pueden leer de forma separada, aún así comparten suficientes elementos comunes para entender todo como distintos episodios de una misma historia gracias al excelente uso que se ha dado a los secundarios. La presencia constante de Cheetah, Veronica Cale y Steve Trevor, entre otros, dan un sentido de continuidad a un cómic que en esencia carece de ella. Es un trabajo de artesano que invita a leer las historias más de una vez.
Wonder Woman está en un extraño limbo donde todo el daño que hizo el matrimonio Finch desapareció, pero también lo hizo la identidad completa del personaje. No sabemos del todo cómo el personaje encaja en el universo de The New 52 y DC Rebirth, pero al menos ahora sí se tiene un cómic que se puede leer sin querer arrancarse los ojos y que parece estar dando cimientos firmes para la embajadora de Themyscira.