MR - "Batman" #022: a veces el fanservice no basta...
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de las series revisadas, por lo que pueden desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Buenos días, multiversianos. Esta semana ha estado llena de novedades como el tráiler de The Defenders (Marvel/Netflix), la adaptación de The Dark Tower, o la revelación de la identidad de Savitar en la serie de televisión The Flash. Ahora tenemos la apasionante tercera entrega del crossover “The Button” entre las series Batman y The Flash, aunque para ser sinceros fue todo menos impresionante.
Entiendo que el evento en sí es un enorme fanservice, tanto para los lectores nuevos, no tan nuevos y viejos del Universo de DC Comics, pues es cosa de ver el primer número donde habían múltiples referencias a Watchmen y una espectacular paliza a Batman, aunque esas se las está llevando en todas partes últimamente (cosa de ver la etapa de Tom King o la reciente serie digital Injustice 2).
El segundo episodio, por su parte, fue una carta de amor a los viejos fans del DCU con la aparición de la Cosmic Threadmill y múltiples elementos pertenecientes a la vieja Justice Society of America, aparte de mostrarnos nuevamente a ese anciano que vimos en el especial DC Universe: Rebirth gritando por un tal Thunderbolt. Lamentablemente, en esta oportunidad parece que todo va encaminado en satisfacer a esos fans que adoran "Flashpoint" y al Batman que salió en ese evento, quedándose sólo en eso.
BATMAN #022
Editorial: DC Comics
Publicación: 03/05/2017
Guion: Joshua Williamson
Arte: Jason Fabok
Reseña: Chris
7,0 / 10
La historia
Antes de pasar a analizar el cómic propiamente tal, cabe destacar lo que quizá sea lo mejor del número: las portadas. Tenemos una portada lenticular donde vemos al Batman de "Flashpoint" mirando los cadáveres de Bruce y Martha Wayne, mientras que su otra perspectiva presenta a Reverse Flash mirando feliz a Barry Allen llorando sobre el cadáver de su madre. Por otro lado, la portada alternativa de Tim Sale sigue en su línea, un "quiero y no puedo", muy eficaz en su objetivo.
El número comienza un poco antes de donde quedó la entrega anterior: en el mundo de "Flashpoint". Vemos a Thomas Wayne recordando lo ocurrido en los momentos finales de esa historia, antes que supuestamente dicha realidad se fuera al diablo. O eso es lo que se pensaba, porque finalmente algo impidió que fuera borrada. Es sumar dos más dos para saber quién está detrás de ello. Realmente nada cambió: los atlantes y las amazonas siguieron con su guerra, dándose cuenta de que era buena idea sacarse de encima a Batman. No obstante, cuando pretendían hacerlo aparecieron Barry y Bruce Wayne.
Así queda resuelto el misterio del anterior número de The Flash, pues se entiende la razón para regresar al Flashpoint y por qué el Batman de ese universo no agarró a palos al velocista y a su hijo. Así, mientras Bruce se hace el difícil, Barry explica algo confuso que podría tener consecuencias en el futuro: ellos no están en un mundo alterno sino que en "casa", pero algo parece estar interfiriendo con dicha realidad para usarla en pos de atormentar a los héroes. De esta manera el fanservice de "Flashpoint" tiene una ligera explicación más allá de recurrir a factores emocionales.
The Flash arregla la caminadora mientras padre e hijo luchan contra las fuerzas de una alianza temporal entre atlantes y amazonas, pero la realidad comienza a deshacerse frente a ellos. Antes de que el mundo de Flashpoint desaparezca, Thomas Wayne aconseja a Bruce que deje morir a Batman para formar una familia, aquella que a él le fue negada. Dicha escena crece en emotividad cuando el más viejo de los murciélagos se arroja a la nada mientras el Wayne tradicional trata de aferrarlo, consciente de que no puede hacer nada para evitar su desaparición. ¿Seguirá nuestro encapotado alguna vez ese consejo?
Finalmente, ambos héroes regresan a su respectivo tiempo, justamente para ver a Reverse Flash botón en mano corriendo hacia su muerte, lo cual genera altas expectativas para el siguiente número. La —confusa— teoría de Barry Allen sobre la realidad probó ser cierta y ya estamos más cerca de saber quién diablos está jugando con ella, por obvio que parezca.
Crítica
¿Qué me pareció éste cómic? Muy poca cosa, la verdad. Se lee en un suspiro y, en comparación con los anteriores, no hay muchos detalles o referencias que pillar. Sería simple decir que es un fanservice para los fanáticos de "Flashpoint" y el Batman de esa realidad, pero tampoco es algo certero. Quizá es una manera de dejar satisfechos a esos lectores que quedaron con gusto a poco tras la reunión padre/hijo en "Convergence" —saga bastante olvidable—. Sí podemos destacar el cliffhanger que queda para el siguiente número del crossover, edición donde conoceremos al asesino de Eobard Thawne. Muchos ya sabemos quién es, pero cabe preguntarse si serán respetuosos con el personaje.
Si quisiéramos hacer un recuento de lo visto en éste episodio, habría que puntualizar que se nota la mano de Geoff Johns, y que éste ha sabido dirigir el cauce de buena manera —es sabido que es un rey del fanservice—. Aunque la historia fue escrita por Joshua Willianson y Tom King, se nota mucho más la mano del primero que del segundo, pues este sabe cómo llegar emocionalmente al lector. En cambio, sí debe destacarse el trabajo de Jason Fabok tanto en la portada como en las páginas interiores.
Claramente no exigieron tanto al dibujante como en Batman #021, pero hace uso de trucos narrativos interesante y sabe darle un enfoque adecuado a los requerimientos de los guionistas. Su diseño de personajes es realmente sólido y me encantó cómo dibujó a Thomas Wayne, quien luce amenazador y al mismo tiempo paternal acorde a cada situación. Su labor es correcta con una calidad que comienza acostumbrarme, ojalá no se vaya del título o al menos vuelva en otra ocasión (¡Por favor! Aunque el regreso de Mikel Janín también es un buen presagio).
Eso podemos comentar de la tercera parte de "The Button". Esperamos expectantes lo que ocurrirá en la próxima entrega, que realmente será determinante para ver si la historia va en la dirección concreta o si solo es un fanservice de mediana calidad. Sólo espero que no me arruinen a cierto tipo azul, o que no hagan una jugarreta narrativa que eche por tierra la trama. ¡Y devuelvan la Justice League Society, carajo!