"American Gods" S01E01 «The Bone Orchard»: dioses entre nosotros
Los primeros minutos de American Gods son toda una declaración de principios que es difícil pasar por alto: un grupo de aguerridos vikingos han sido capaces de cruzar el océano atlántico y llegar a una tierra peligrosa e infértil. Al sentirse malditos por su suerte y desesperados por la falta de recursos, deciden rezarle a Odin, para que este les conceda el viento que los guiará de vuelta casa. La escena es poderosa, violenta y visceral, pero muy clara en su sentido: los dioses existen y escuchan nuestras plegarias.
American Gods (2001) es un novela escrito por Neil Gaiman que narra la historia de Shadow Moon, un ex convicto contratado por Mr. Wednesday como su “guardaespaldas” para que este lo acompañe en un recorrido por los Estados Unidos en busca de viejos conocidos. No voy a revelar más por si no han leído el libro y este primer episodio es también su primer contacto con la obra de Gaiman.
La serie ejecuta lo mencionado anteriormente de manera muy interesante. Ya con la introducción mencionada, se nos revela que al menos visualmente, American Gods es un show fuera de lo comú; la fotografía es estelar, dejando pocas dudas de que Starz (la cadena televisiva) se ha gastado una buena cantidad de dinero para lanzar el título.
Pero existe un problema con American Gods y su premisa. Si bien su comienzo es muy atrapante, el resto de la trama del primer capítulo es confusa y requiere mucha paciencia del espectador. No quiero decir que sea malo, pero hay gente que no está acostumbrada que una serie para "evadirse" requiera tal salto de fe para poder disfrutarla. Este primer episodio plantea mucho, pero también deja un montón de preguntas, muchas planteadas de forma bizarra, lo cual podría frustrar al televidente. Pese a ello, este episodio impone el tono de una manera eficaz y logra crear suficiente curiosidad.
Las actuaciones son bastante buenas, pero destaca mucho la presencia de Ian McShane como Mr. Wednesday, quien llena la pantalla con un personaje tan misterioso como carismático. Ricky Whittle da vida a Shadow con bastante solvencia, pues logra transmitir la confusión del personaje en su incómoda situación. Quizás la interpretación de Bilquis (Yetide Badaki) quede en la mente de varios(as), pues su personaje cuenta con pocos minutos pero su escena -desposeída de toda censura- es una de las más intensas del episodio.
Pero no todo esta cerca de la excelencia, pues mucho menos me ha gustado el personaje de Audrey (Betty Gilpin), pues la escena del funeral es una de las peores que haya visto en mucho tiempo. Los diálogos son un tanto ridículos y exagerados dada la situación y la actuación de Gilpin que parece un tanto exagerada y creo que eso radica en la inexperiencia de la actriz -esto es relativo en todo caso, pero si se compara con McShane se marca demasiado-. La suma de ambos factores terminan por dar una escena muy lejos de la calidad del resto del episodio por su ejecución tan extrema. Aun así su participación es corta, probablemente necesaria para los siguientes episodios, así que uno puede soportarla con la promesa de que a futuro pague la espera.
En resumen este primer episodio de American Gods está muy interesante, pero requiere cierta apertura para aceptar sus increíbles conceptos. Muy bien actuado y con una puesta en escena que hace olvidar que vemos un show televisivo. La adaptación de esta obra del inglés Neil Gaiman se siente fresca, inspira curiosidad y miedo en forma increíble y es lo suficientemente diferente para destacar de las demás series norteamericanas que existen en la actualidad. Al parecer los dioses han escuchado a los fans del libro.