MR - "The Flash" #021: nostalgia viva
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Bienvenidos a la semana 2 de "The Button", el esperado crossover de las series de Batman y The Flash. Atendiendo la importancia de este número para DC Rebirth, se recomienda su lectura previa ya que esta MicroReseña contiene spoilers, lo cual es algo inevitable ya que entregó muchas cosas que discutir.
THE FLASH #021
Editorial: DC Comics
Publicación: 26/04/2017
Guion: Joshua Williamson
Arte: Howard Porter
Reseña: Fantasma Rojo
8,0 / 10
El número abre con una página que nuevamente vuelve a poner a la vista a Johnny Thunder, un ex-miembro de la Justice Society of America del que no se había sabido nada últimamente y que sigue proclamando a los cielos que es culpa suya la desaparición del supergrupo de la Edad de Oro. Esta trama había estado en barbecho desde hace meses y llama poderosamente la atención que se retome ahora, en especial porque no es la única referencia a la agrupación, ya que más adelante se menciona la visión que The Flash tuvo sobre el “casco de Mercurio”, un objeto identificable con Jay Garrick. La verdad no espero que se hagan más revelaciones, ya que el destino de la JSA es la trama que viene por el carril más lento, pero es bueno que se le preste cada vez más atención.
Lo siguiente es básicamente el desenlace del número pasado, con Barry Allen analizando los restos de Reverse Flash y luego discutiendo la investigación con un muy apaleado Bruce Wayne. Y acá es donde el número empieza a ponerse interesante. De la escena del crimen hay un solo elemento faltante, la chapita del Smiley. Se nos confirma que la chapita apareció en la Bat-Cave en la noche que Wally West volvió, que Barry tiene los recuerdos de lo ocurrido en "Flashpoint" y que el cadáver de Reverse Flash tenía un poco de radiación de la Speed Force y mucha radiación del mismo tipo que la que tenía la chapita. El cómo la máscara del Psycho-Pirate hizo “cortocircuito” con la chapita aún es un misterio.
The Flash decide ir a la Watchtower a buscar un elemento que lo ayude con su investigación y acá tiene lugar una de las mejores escenas del número. La bodega de la Watchtower está llena de objetos icónicos de la historia del DCU, tales como el Worlogog de "JLA: Rock of Ages", el dial de Dial H, una cadena de Lobo, el libro de Destiny, los trajes clásicos de Martian Manhunter, Hourman y Star-Spangled Kid, un proyector de la Phantom Zone, la nave escarabajo de Blue Beetle, Skeets y hasta un Kirby Dot, entre muchísimos items más. Es una escena fanservice sin duda, pero del mejor tipo posible y que da relieve a la amplia historia que tiene este universo. A nivel de continuidad, la presencia de todos esos objetos no hace mucho sentido, así que quizás ya habrá alguna manera de excusar todo más adelante, probablemente gracias al “Mxypztlk-azo” que pasó durante el arco "Superman Reborn", pero por ahora basta con apreciar el esfuerzo y detalle puestos.
¿Mencioné que lo que Barry fue a buscar es la Cosmic Treadmill? Como es su crossover también, Bruce se aparece para acompañar a Barry y de esta forma el dúo empieza a viajar por el flujo temporal… Y acá es donde la historia agarra vuelo. Nuestros héroes ven imágenes de la continuidad anterior: la formación de la Liga original de la Edad de Plata, el “Zatannazo” de "Identity Crisis" y la clásica escena de Barry desvaneciéndose ante Batman al inicio de Crisis on Infinite Earths, todo con la revelación de que no son realidades alternas, sino que son memorias de su propio universo. Pero parece que a Dr. Manhattan no le gusta que jueguen con sus cosas, porque la Cosmic Treadmill pierde estabilidad ante una “tormenta temporal” y nuestros héroes van a dar, de todos los lugares posibles, en la línea temporal de "Flashpoint".
Mi descripción de los eventos no le hace justicia de ningún modo a este cómic. Antes del inicio de este crossover no sabía qué esperar, ya que existía la probabilidad de que no fuera más que un voladero de luces, pero no, "The Button" se está convirtiendo en una pieza clave para entender el vínculo entre "Flashpoint" y DC Rebirth", y lo mejor de todo es que lo está haciendo con estilo. No es una historia impenetrable para lectores recientes y a la vez está lleno de pequeños detalles para los lectores más longevos. Claro, es conveniente que justo terminaran en la línea temporal de Flashpoint, pero al menos así no se estira innecesariamente la historia.
A nivel de arte no cabe sino aplaudir a Howard Porter. Aparte del nivel de detalle que le da a la Bat-Cave y la Watchtower, llama la atención el nivel de creatividad al retratar los movimientos de The Flash, dejando estelas de sí mismo y estirando su silueta para demostrar la velocidad de su movimiento. En general el dibujo es dinámico y cuadra a la perfección con el personaje. Lamentablemente ya se filtró que Porter no dibujará The Flash #022 por problemas con los plazos, pero ojalá podamos verlo nuevamente a futuro en otro proyecto importante.
Si bien el número de Batman fue una entrega llamativa, en The Flash #021 es donde empieza el plato de fondo.