MR - "Batman" #021: la pasión de Batman
Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Y ha llegado el gran día. Hoy día miércoles 19 de abril del 2017 (día del Censo acá en Chile) ha aparecido el cómic que viene a cambiar la historia de DC Comics. Un suceso que nadie querrá perderse. Tú, querido lector, estás a punto de vivir un momento histórico en la historia del medio gráfico.
O bueno, eso nos han querido vender, porque este número, digamos para ser amables… ha sido algo insuficiente. Es solo un prólogo a la historia que se está formando y pese a que ocurrieron cosas determinantes para lo que se viene en el Universo DC, tampoco es que te pierdas de mucho si lo dejas pasar. Pero los ánimos están muy caldeados, con fans maravillados por esta entrega, otros que dicen que no es para tanto, otros que sacan bilis por semejante atropello al clásico de Alan Moore, etc, etc, etc. Lo que sí es verdad que DC ha conseguido un mega-exitazo que seguramente les reportará muy buenos beneficios. Que esto de vender humo es el truco más viejo del negocio y los lectores lo sabemos de primera mano.
En fin, pasemos a ver qué nos dejó esta entrega.
BATMAN #021
Editorial: DC Comics
Publicación: 19/04/2017
Guion: Tom King
Arte: Jason Fabok
Reseña: Chris
8.0 / 10
Desde que comenzó la movida de DC Rebirth, que viene a ser como una recuperación de los conceptos perdidos al realizarse el reinicio —los tan "famosos" The New 52— y que vuelven de a poco a integrarse en la realidad, sin desentonar en demasía con lo que se ya tenía hecho. Sí, hay que admitirlo, tampoco podían volver al universo anterior, porque sería una bajada de pantalones monumental y en el proceso perderían a todos los fans que se formaron en los N52 (hasta ahora he contado 14, deben tener harto dinero para no querer perderlos).
Pero claramente eso no era lo más importante que nos dejaba el especial DC Universe Rebirth #001. De por sí el número ya iniciaba con un conocido diálogo de una obra muy importante que se gestó en la compañía. Más adelante en el mismo especial, veíamos a Batman —que no podía ser otro más que él— encontrar en su cueva una misteriosa chapita o botón con una carita feliz o “smiley” que particularmente tiene un hilillo de sangre que viene desde su frente y termina en su ojo izquierdo. Parece que ya estaba más que clara la cosa (tampoco es que las webs o las mismas previews ayudaran mucho a esconder el secreto). Pero el golpe a la mesa más fuerte fue ver el epílogo de dicho especial y que hacía clara alusión a que la misteriosa figura que había ocasionado en parte el lío de The New 52 era un personaje de la mítica obra Watchmen.
Watchmen. Un cómic de 12 números que recibimos en 1986 de parte de los genios creativos Alan Moore y Dave Gibbons, y que aunque en su tiempo no generó mucho hype, el boca a boca ayudó a descubrir quizás la historia más importante del medio, la más galardonada y aclamada que se haya tenido conocimiento. Podrá no gustarle a todos, pero pocos se atreven a negar la influencia e importancia que tiene dicha obra. Tanto aportó al medio que aún hoy se ve el impacto que dejó, de buena o de mala manera. Es un secreto a voces que DC lleva años bajo el amparo de ella, y es que cada vez que es necesario realizar una historia importante, un movimiento comercial para agarrar lectores o realizar algo supuestamente revolucionario, Watchmen es la principal fuente de inspiración para la compañía. Solo las buenas obras viven tanto.
Ahora, veamos si este cómic intenta ser relevante o es solo una pequeña parte de un gran plan. Lo que sí está claro, es que ha logrado su cometido, que es generar mucho ruido y seguramente venderá mucho.
Partamos por la portada lenticular (esas típicas portadas "3D" tan famosas que DC lleva usando más o menos desde la época de Forever Evil), en la que vemos a Batman y The Flash sosteniendo el “botón” con la carita feliz. Una buena portada de parte de Jason Fabok que no sorprende, pero enfatiza bien el toque de misterio e incertidumbre que pretende generar la historia. La portada alternativa realizada por Tim Sale muestra a un Batman derrotado y a un Flash furioso al verlo así. El arte de Sale está a un nivel mucho más competente que el visto en otras portadas alternativas de esta serie, pero sigue estando lejos de sus mejores años. Da pena ver obras como “The Long Halloween” o “Dark Victory” y ver lo que hace acá, pero todos tienen sus deslices.
De por sí este número tiene un estilo de narración bastante particular, intentando imitar el visto en Watchmen, y aunque es un recurso bastante atractivo y que bien utilizado puede ser magnífico, para lo que se cuenta en este número se ve algo forzado y quizás haberlo usado en una historia que cuente más cosas habría sido mejor. Pero tampoco la idea es tirar por la borda el esfuerzo de Tom King y Jason Fabok, y es que el intento ha sido bueno y han tratado de ser respetuosos haciendo referencias a aspectos de la obra original.
Para reseñar esta entrega hablaré en detalle de cada página que se nos presenta. Eso sí, intentaré mantener la cantidad de spoilers baja, no mencionando más que las cosas ya anunciadas y vistas en las previews oficiales.
Página 1: O la página 4, si tomamos en cuenta las dos portadas y el anuncio del crossover de Batman y The Shadow. Creo que ese será un buen cómic. Aunque lo escribe Steve Orlando y Scott Snyder. Y dibuja Riley Rossmo. No sé qué pensar.
Página 1 (Ahora sí): Perdón por darme tantas vueltas. Es que soy tan detallista en este tipo de cosas, aunque a veces yo mismo me doy flojera. En fin, la primera viñeta nos muestra un extraño símbolo rojo, el cual se encuentra en una pista de hockey sobre hielo. Era bastante común en Watchmen este tipo de enfoques. Se siente algo forzado, pero está muy relacionado con la trama que se maneja en esta historia. Sobra decir que esto ocurre en Arkham Asylum.
Página 2: Vemos a cierto personaje que está fuera de su tiempo y que vino a parar a Arkham. No spoilearé su identidad, pero dicho personaje apareció en el especial DC Universe Rebirth #001 y en el número #009 de la serie Batman de Tom King. Este personaje dice algo profético y que matarán a alguien o esas cosas. Lo típico en este tipo de historias.
Página 3: Una inevitable referencia a Watchmen. Bastante clara, para aquel que conoce la obra original. Vemos a Batman viendo el partido de hockey, y en los monitores se ve el famoso botón con carita feliz. Jason Fabok logra homenajear correctamente a una viñeta de Watchmen y no morir en el intento.
Página 4: Batman sigue viendo el partido. Algo malo está ocurriendo en é, mientras el Hombre Murciélago juguetea con el botoncito. En esta página se aprecia el estilo de narración de nueve viñetas tan famoso en la obra del viejo Barbas. Está haciendo muchas referencias a ésta, pero es que el número grita "guiños" por todos lados.
Página 5: El Detective Encapotado sigue haciendo lo mismo que en la página anterior. El partido se pone intenso y está acabando en algo muy malo. Predomina el estilo narrativo de la página anterior. No se justifica mucho el uso de dicho estilo, pero la da un toque bastante atractivo a lo que ocurre en una aparente situación mundana.
Página 6 - 7: El Orejudo lanza la chapita hacia el costado en que esta la máscara de Psycho-Pirate. Ambos objetos reaccionan negativamente, haciendo alucinar a Bruce Wayne con un viejo familiar. Acto seguido, el playboy millonario llama a Barry Allen para conversar sobre lo sucedido con el botón del que ya le había hablado antes. El Velocista le dice que llegará en un minuto. Un minuto que nunca olvidará el pequeño Bruce.
Página 8 - 16: Ya sabemos por las previews que aquel personaje que se cuela en la cueva y le da una gran paliza a Batman es aquel viejo villano de The Flash vestido de amarillo y que tantos quebraderos en la cabeza le ha dado. La secuencia es magnífica. No solamente porque al Detective le dan lo suyo —bastante ya ha tenido con Bane—, pero es que la golpiza es prácticamente imparable y en la que solamente un pequeño descuido de parte del Velocista Reverso le permite al Encapotado defenderse un poco, aunque tampoco es que sirva de mucho. Eobard Thawne no da grandes detalles de cómo volvió a la vida, solo aclarando que algo lo llamó y él decidió salir. Bruce como puede le da la pelea, hasta que el vilano hace hincapié en el regalo que The Flash le entregó de parte del padre de éste. A Eobard no le hace mucha gracia y se deshace del regalo, y como es de esperar, esto le da fuerzas al Caballero de la Noche y logra encontrar un punto débil en el Velocista, aunque tampoco consigue mucho más que darle un par de golpes antes de quedar prácticamente reventado por los golpes del villano.
El trabajo de Fabok en estas páginas se encuentra a un nivel bastante sobresaliente, en el que se logra aprovechar muy bien el uso de nueve viñetas por página, enfatizando en el dramatismo e intensidad del enfrentamiento y quedando a mi gusto a un nivel notable. Además logra enfatizar en las emociones de los personajes, remarcando en la brutalidad y furia que destila el Velocista y el semblante obstinado del Murciélago que se convierte en ira cuando Thawne se deshace de lo más preciado que tenía. Esta paliza, como es de esperar, recuerda a Watchmen en varios aspectos, pero amparada por la impronta personal del artista canadiense. Seguramente le explotaron las manos al pobre, ya que es poco común que se someta a este nivel de exigencia en cuanto al plano narrativo. Cabe remarcar que me sorprende que, como en Watchmen, no prescindieran de las onomatopeyas. Quizás omitieron ese gran detalle o quizás no quisieron forzar todo más de lo debido.
Página 17: Una vez derrotado el Murciélago, Thawne recoge el famoso botón amarillo y desaparece en un destello azul. El resto de las viñetas sirven para generar suspenso a lo que ocurrirá.
Página 18 - 19: Reverse Flash vuelve a aparecer en una inquietante escena. No hay mucho que decir para saber qué ocurrió más que hacer conjeturas. El resultado es inquietante. The Flash como siempre llega tarde, como muy bien enfatiza el personaje. Barry Allen podrá ser el hombre más veloz, pero siempre es el más lento a la hora de llegar en los momentos adecuados.
Y eso fue "The Button", primera parte. Un número muy corto, que puede leerse en dos minutos inclusive, pero que está sobrado de intensidad y espectacularidad, demostrando que Jason Fabok no es un mero clon de David Finch y que si lo instan a realizar algo que explote sus habilidades al máximo puede realizar algo más que competente. De la historia tenemos solo pinceladas, pero lo que se está contando inevitablemente es interesante y genera morbo de saber cómo terminará todo esto, pese a que personalmente me choca un poco que utilicen a los personajes de Watchmen, principalmente porque son tan particulares los personajes de dicha obra que desentonan un poco con los superhéroes mucho más comunes del Universo DC, más aún si toman como oponente a cierto tipo azul. El miedo está en que los desaprovechen y solo se queden con lo superficial de los personajes. Pero todavía queda mucho para saber qué trama DC Comics y solo podemos esperar impacientemente a la segunda parte de "The Button" en The Flash #021, que saldrá el próximo miércoles.