Mesa de Combate S02E01 – Tyranos, entretención dentro y fuera de la mesa
Luego de un abrupto cierre de temporada, huelga de guionistas y aduanazos, volvimos del abismo de cartón y plástico para iniciar una nueva temporada de Reviews y recomendaciones de juegos de mesa. ¿No sabes de qué hablamos? Puedes revisar las entradas anteriores, donde conocimos un poco más del mundo lúdico. Esta vez, quisimos partir por casa y conocer el nicho que se ha ido creando paso a paso en Chile, gracias al esfuerzo y las pelotas de los desarrolladores locales, por lo que empezaremos esta temporada reseñando juegos nacionales. Desde simples pero adictivos juegos de cartas, hasta los más elaborados tableros que nos permitirán vivir distintas aventuras y ser diversos personajes. Esta vez, seremos Tyranos.
Tyranos, es la tercera entrega y quizás la más fuerte de esta saga de juegos conocida como la “Trilogía del destino”, de la mano de Aldebaran Games. A pesar de estar en mi radar desde que inicié en esta relación de amor-odio con los juegos de mesa, nunca me llamó la atención, porque me basé en el prejuicio de que por ser chileno, iba a ser malo. Además, como novato en el hobby profesaba mi locura por esas cajas gigantes llenas de miniaturas y reglas complejas que traían desde el apéndice A hasta la Z, sub-sección N°300. Es por eso que cuando llegó a mis manos como regalo con la compra de otro juego, le dí una mirada sin siquiera abrir el empaque. Además de que el arte de la caja no era de mi gusto, ni tampoco la calidad de esta. Se veía a un soplido de desarmarse. Pero era Viernes de siluetas juegos y tenía que ver que estrenaría esa noche… hasta que me llaman:
- Hola! ¿Todo listo para hoy?
- Sí, veía qué jugamos. ¿Seguimos siendo cinco?
- No, cambio de planes. Somos 6.
- Ok…
- No, espera, somos 8.
- Pe-...
- No, seremos 10 y no son tan jugones… ¿Tienes algo para tanta gente?
- ¡Pero obvio! (I have no idea what i'm doing)
Tomé un par de juegos, recordé que Tyranos se juega de hasta 12 personas y partí. Me leí las reglas en el Uber y esperé lo mejor.
Tyranos utiliza una baraja numerada desde el 1 hasta el 11, este último, reemplazado por una “T”. Cada carta representa un nivel jerárquico dentro del reino de Tyrannia, donde el 11 es el Tyrano y el 1 es el Chamico, o bufón. Entremedio podemos encontrar cartas como el Oráculo (5), el Mago (6) o el Dragón (10), por nombrar algunos. Pero no te compliques, ya que los títulos de cada carta le dan sabor al juego, pero una vez que estés en la mesa, preocúpate sólo del valor de ellas, ya que estas determinarán las jugadas que podrás hacer. El objetivo es ser el primer jugador en descartarse todas las cartas de la mano y ganar el título de Tyrano, mientras que el segundo en hacerlo, será nombrado Dragón y así siguiendo la escala hasta el último jugador, que será el Chamico. Y créanme, no quieren ser el Chamico.
El jugador inicial deberá jugar una o más cartas, pero todas estas deben ser del mismo nivel. Por ejemplo, jugará 3 Oráculos o 2 Magos, etc. Luego el jugador que siga, debe jugar la misma cantidad de cartas, pero deben ser de un nivel mayor. Si no puede, o no quiere jugar, deberá pasar y el siguiente jugador tendrá la misma opción, ya sea jugar la misma cantidad de cartas de nivel mayor, o pasar. Volviendo a nuestro ejemplo anterior, si el jugador inicial, puso en mesa 3 Oráculos (5), el siguiente deberá jugar 3 Magos (6) o algún nivel mayor. Suerte que tengo 3 Hechiceras en mano y con su nivel 9, será una jugada difícil de superar. Si todos los jugadores pasan su turno, después de tu jugada, se inicia una nueva ronda, donde tú serás el nuevo jugador inicial, lo que te dará una gran ventaja frente a tus adversarios dándote la posibilidad de deshacerte de tus cartas más bajas. Claro, puedes decidir pasar voluntariamente y guardar tus cartas más altas, o bajas, ya que al pasar las rondas estas se volverán un recurso preciado, porque aunque sea difícil superar un par de Hechiceras (9) al pasar de las rondas, más aún lo sera cuatro Soldados (2) , una de las cartas más bajas del juegos, demostrándote que si son muchos, se puede derrotar a cualquier Tyrano.
Como ves, es un juego muy simple y rápido. ¿Pero cuál es el enganche? Una vez que todos los jugadores descartaron sus cartas y se establece el nivel jerárquico de cada jugador, estos deben cambiarse de puesto en la mesa, por lo que el Tyrano mantendrá su puesto, mientras que el Dragón deberá sentarse a su derecha, seguido por la Soberana y así, hasta que todos los puestos hayan sido ocupados. Una vez esté lista la mesa, el jugador que le tocó ser el Chamico, deberá barajar el mazo y repartir las cartas entre los jugadores para que comiencen un nuevo juego. Si te sientes maldadoso, el manual te indica que puedes inventar nuevas reglas para el Chamico, donde por ejemplo, esté obligado a servir al Tyrano, sirviéndole un vaso de bebida o cualquier comida chatarra que hayan elegido para esa noche. Incluso, podrían pactar que el último jugador en ser nombrado Chamico, deba recoger la mesa y la lavar la loza. Claro que si el Chamico termina siendo el dueño de casa, no tendrá mucha gracia. Aunque el manual comenta que estas reglas son opcionales, ellos no tienen por qué saberlo.
De forma adicional, algunas cartas tienen poderes que puedes usar una vez que todos se sientan cómodos con el juego (recuerda que la opinión del Chamico no cuenta), los cuales le darán otro nivel de estrategia al juego y te salvarán el pellejo más de alguna vez.
Recomendado para todas las edades, Tyranos, va más allá de un ingenioso acercamiento al clásico juego de baraja española Presidente, ya que nos ofrece una dinámica más allá de la mesa y una ligera estrategia extra de por medio, permitiendo que los jugadores no sólo dependan de su mano, sino que también de sus habilidades de engaño, que hoy están tan de moda. Lamentablemente su presentación no es de las mejores, ya que las cartas están mal cortadas en los bordes, la caja es demasiado blanda y el manual es solo una hoja suelta dentro del empaque. Además de encontrar uno que otro error de redacción, debemos hacer el ejercicio de dejar estas panas de lado y tomar en cuenta lo difícil que fue producir un juego casi a pulso y quizás sin las herramientas y experiencia con las que hoy cuentan los desarrolladores locales. Después de todo, sigue siendo igual de divertido de jugar hoy como 10 años atrás. Y a pesar de sus falencias, si el juego divierte, funciona.
Fue una gran noche de canalladas jugando como Tyranos, o tal vez sufriendo como el Chamico. Siguiendo con nuestra travesía local, nos tocará un viaje en alta mar, donde los peligros pondrán a prueba nuestras habilidades de navegación y batalla. ¿Te gustaría convertirte en el nuevo Rey Pirata?