"Santa Clarita Diet" (2017): una dieta alta en humor y proteína de origen humana
Lo hicieron de nuevo. Para todos aquellos que, como yo, disfrutaron de la extraña mezcla de zombis y humor de producciones como Shaun of The Dead o Zombieland, los iluminados del nuevo monstruo del entretenimiento estadounidense Netflix nos traen Santa Clarita Diet, un plato irresistible de risas y carne humana, un verdadero viaje a los estragos que causa la transformación de uno de los miembros de la familia en un zombi hambriento de sangre.
La Historia
Joel y Sheila Hammond son una agradable y bien ajustada pareja de los suburbios en una pequeña comunidad de California que disfruta de su apacible vida junto a su única hija Abby y su trabajo como agentes inmobiliarios, pero sus vidas se verán drásticamente alteradas cuando repentinamente y sin razón aparente Sheila se convierte en un zombi hambriento de carne.
Si bien la historia tiene un montón de hoyos, estos pasan a segundo plano cuando se tiene en cuenta de que entre risa y risa, la verdadera historia que los escritores quieren dar a conocer no es las ganas de matar y consumir cuerpos de la protagonista, sino la manera en la que las relaciones de pareja se ven afectadas por la rutina y la falta de emociones, y al mismo tiempo cómo el amor puede sobrellevar todo, incluso uno que otro asesinato seguido del acto caníbal.
Los Protagonistas
La verdad es que los actores elegidos para este proyecto son perfectos, partiendo por Drew Barrymore, la cual ya ha mostrado su capacidad y aparente predilección por las comedias (The Wedding Singer, Charlie’s Angels, etc.) quien hace un buen trabajo como Sheila, la agente inmobiliaria/ama de casa/zombi. Pero debo admitir que el que se lleva los honores es Timothy Olyphant, el rudo protagonista de la exitosa serie Justified —y la no tan exitosa película del popular juego de video Hitman del 2007— quien logra entregar su mejor representación humorística a la fecha. Si bien algunos podrían decir que su personaje en Justified tiene un montón de humor sutil, esta es una de las pocas veces en donde es el protagonista de muchas de las mejores escenas cómicas; me imagino que cuando eres la estrella y el productor ejecutivo de la serie tienes bastante más capacidad para elegir al equipo de escritores con los que vas a trabajar.
Otra mención importante es la joven Liv Hewson que hace el papel de la hija adolescente de la pareja de protagonistas, quien durante la serie pasa de ser una preocupada y traumatizada niña buena a una verdadera Negasonic Teenage Warhead. La desconocida actriz australiana hace un excelente trabajo, mantengan un ojo en la carrera de esta chica, se ve prometedora.
El Veredicto
Después de considerar todas sus virtudes y múltiples defectos, debo decir que Santa Clarita Diet es un excelente ejemplo de buenas decisiones de Netflix, donde ya se ha vuelto cada vez más claro que en vez de gastar cantidades exorbitantes de dinero en paquetes de televisión por cable con 1.800 canales, por una fracción del costo uno puede tener acceso a una gigantesca variedad de contenidos, no solo de esos canales de cable, sino que series originales como esta, que logran entretener y dejarnos con ganas de más. Si bien esta no es una serie digna de grandes galardones como House of Cards, es lejos uno de los mejores ejemplos de las comedias que pueden encontrarse en el servicio de streaming, y no solo pareciera ser la voluntad de tomar riesgos, sino que también la libertad que esta empresa le da a sus socios creativos la razón de sus éxitos. Ya hemos escuchado a Kevin Spacey y Bill Burr hablando de cómo los directivos de Netflix les han dado la libertad de hacer sus series al mismo tiempo que los empujan a ir más lejos y dejarse llevar sin restricciones, y esa pareciera ser la receta perfecta para terminar con una pareja de agentes inmobiliarios que se dedican a matar gente para saciar el apetito voraz de la mamá zombi del pueblo de Santa Clarita. 100% recomendable.