"Justice League Dark" (2017): estos personajes merecen más
Parece que Warner Bros Animation se ha convertido de a poco en el laboratorio de experimentación de Warner para probar que franquicia de DC Comics puede dar el salto rápido al celuloide. El experimento más “exitoso” que se podría citar es Batman: Assault on Arkham, película de animación que nos mostró de manera entretenida al Suicide Squad antes de la horrible versión de David Ayer.
Y todo indica que ahora es el turno de Justice League Dark, interesante alienación que planteó Peter Milligan y Mikel Janin en el ya olvidado reboot llamado The New 52 y que según rumores –de hace tiempo ya– Warner estaría tentada en adaptarla a la gran pantalla.
La trama del film gira en torno a extraños hechos que hacen que la gente normal se vea rodeada de ilusiones demoníacas que terminan en trágicas consecuencias. Batman es el que decide investigar el caso –solo porque sí, una de las tantas conveniencias del guión– y comienza a codearse con personajes del lado mágico del Universo DC. Zatana, John Constantine, Jason Blood por nombrar algunos, ayudarán al hombre murciélago –que en toda la trama se siente puesto con calzador– a dar con los responsables de las visiones del infierno.
No me malinterpreten, creo que el concepto de una “Liga de la Justicia Oscura” es muy atractivo de por sí, y creo que es un interesante puente para una multitud de creaciones de segunda línea que merecen tener sus quince minutos de fama. El caso más simbólico el de Demon y toda su mitología, creada por Jack Kirby y que DC Comics se empeña en dejarla en el baúl de los recuerdos.
El problema del film surge cuando no se termina de decidir entre exponer y definir estos personajes y hacer avanzar su propia trama. Mucho de estos personajes no tienen el típico origen de súper héroes. Son personajes con génesis mucho más complejas o extrañas que requieren un salto de fé del espectador, que no alcanza a degustar estos por que la misma película se apresura y trata de avanzar en su historia.
Por ejemplo, en algún momento del film se introduce a Swamp Thing, uno de mis personajes favoritos. En un dialogo se revela su origen y sus motivos, ya de manera muy apresurada –cometiendo el error de incluir la revisión del personaje que hizo Alan Moore en los ochentas y que es la base para su versión de New52– y minutos después el personaje se supone que muere. ¿Por qué habría de importarme la muerte de un personaje que se introdujo de manera tan rápida y sin ningún desarrollo?
Ese es el mayor defecto de la película animada. Hay grandes personajes ahí, con mucha vida editorial y que muchos fans aman, pero que en el mismo film no se terminan de completar, quitando cualquier sentido de tensión, dejando una película sin emoción o sensación de peligro.
Tampoco ayuda el hecho de que para poder vender la idea extraña de esta liga, hayan incluido a Batman, un personaje que si bien funciona de manera acotada con este tipo de personajes, no se siente comprometido con la historia de la película. Al final se torna en un elemento distractor que resta minutos a otros personajes que se necesitan desarrollar.
En el apartado técnico, la película goza de una animación correcta, sin quedarse en la excelencia. Hay un par de escenas bien animadas –más que nada de acción– pero hay otras que pasan con lo justo. Estoy consciente de que es una película hecha para distribuirse en formatos domésticos, pero aun así, está por debajo de los que Warner Bros Animation nos tenía acostumbrado hace unos años.
Las voces si están muy logradas, destacando a Matt Ryan como John Constantine que se niega a soltar al personaje a pesar de la cancelación de su serie de televisión. La actriz inglesa Camilla Luddington –conocida por ser la voz y captura de movimiento de la última versión de Lara Croft– pasa como Zatanna de manera correcta.
Película mediocre a pesar de lo interesante que han demostrado ser sus personajes en el papel. Si esto es el primer intento de llevar a la pantalla una Justice League Dark, la versión de imagen real no la tiene muy difícil para superarla. Esperemos que si ese proyecto es real, aproveche mucho más a los personajes mágicos de la editorial. Porque de verdad que hay mucho potencial ahí.